Carta de agradecimiento

Agradecido de las personas que han escrito sus opiniones, y que lejos del amparo de un credo tienen el valor de opinar. Una de las cosas más increíbles que nos ha ocurrido como gente que profesa valores espirituales profundos, es que la religión actual, ya sea la nuestra o la de corte mexicano, americano o centroamericano, ha influenciado de tal forma nuestra manera de ser que, lamentablemente, no sólo no tenemos opinión sobre lo que parece estar mal, sino que además, nos sentimos culpables de pensar que gente que profesa una fe, como es la fe cristiana, pueda llegar a tener comportamientos tan fuera de los parámetros bíblicos, no obstante la realidad, por su propio peso, nos hace estar en alerta, nos previene, el bosque está lleno de enemigos, la rapacidad está, según Jesucristo, disfrazada de mansedumbre y todo lo que pueda llegar a parecernos bueno, finalmente sea malo, malo para el alma, malo para el espíritu, malo para nuestras convicciones, malo para vivir toda una vida sosteniendo que aún los rudimentos de una sociedad tan hedonizada y nihilizada como la nuestra, pueda no llegar a afectar con toda su enfermiza visión del mundo globalizado, una realidad tan precaria y huerfana de reflexión como la nuestra.

Florencio Navarro.