Un canto huérfano de texto

El cristianismo actual basado en las eróticas estimulaciones y fantaciosas pretenciones de los cultores del gozo, tipo cantantes mexicanos y centroamericanos en general, hace alarde de la belleza de estar encaramado en uno de los momentos más importantes desde su aparición. Jactanciosamente productivo resulta a la hora de sacar cuentas, claro sí, evitando en la manifestación de este tipo de canto, el texto controvertido, evitando al máximo acercarse siquiera a los problemas contigentes como, cesantía, hambres, genocidios, violencia, drogas, uso de niños para convertirlos en mercadería sexual, por ejemplo nada más, es que faltaría espacio para tomar como bandera de lucha el pensar siquiera, en nombrar los problemas enormes por los que hoy día atraviesa gran parte de la humanidad. Lo lamentable de esta situación, no es que exista este tipo de canto irreflexivo, sino que además, los consumidores de él, gente que justifica este tipo de canto porque según ellos EDIFICA, no obstante, la cobardía de sus cultores y consumidores se encuentra en no reconocer que la humanidad necesita algo más que cantos enagenados de la realidad, el mundo no necesita en este momento a consumidores de gozo espiritual, a la manera de autosatisfacción, eso es hedonismo, eso es narcisismo, estoicismo, epicureismo, lo que el mundo hoy día necesita, es la verdad, sólo la verdad hace libres a los seres humanos, cualquier otra interpretación del Evangelio de Jesucristo que no tenga como inspiración la verdad, es una manipulación a las conciencias, a las muchas que no saben valorar ni les interesa que un texto que dice ser cristiano, posea a lo menos, un atisbo de la verdad, y por su puesto, a las pocas que quedan sin ser afectadas aún por esta pandemia del gozo, o de la indiferencia, salud, erguíos, no os conformeis, todo lo puedo en Cristo, que me fortalece.