Aarón y su calvario.

Pues bien Aarón, aquí estamos de nuevo, una nueva expectativa, una nueva alianza y sin embargo, y al parecer, tu comienzo no ha sido muy auspicioso, es un verdadero suicidio el que estás cometiendo, ¿no te han dicho nada tus abogados? Si no, no están haciendo bien la pega.

Fue suficiente con lo del primer día, y eso que sólo fue el principio, ¿qué más nos espera? Pero voy a partir por algo súper básico, algo muy general, ya vas a ver. La estructuración de una defensa, en primer lugar, no pasa por tener abogados buenos y de renombre como el que tú tienes, sabes, por experiencia propia, y además, por la constante lectura que doy a La Palabra de Dios, es decir, La Biblia, la cual creo que habrás tomado como uno de tus mayores tesoros estando en la circunstancia en que estás, a veces sólo hace falta hombres ordinarios para cosas extraordinarias, pero no te vayas a creer que esto cosecha mía, para nada, esto lo extraje de un postéo que alguien hizo a uno de mis temas referente a Marcos Witt y toda esa porquería que él sigue fomentando con su ya agotadora ceremonia de adoración, tú sabes, música para cristianos burgueses como tú, tal vez alguien te regaló alguna producción de él, quién sabe.

Entonces, una defensa que pretende sustentar nuevamente y casi con una actitud “patética”, que la dosis de alcohol que te diste ese día fue la culpable de que tú detonaras en una acción como la que tuviste, me parece irreal y casi demencial, insistir en el mismo argumento te va a traer más problemas que soluciones, lo que sucede es que aún no te ha quedado claro algo que en definitiva vas a ignorar bajo tu propia y solitaria responsabilidad, la cual nadie hoy día entiende, y es algo de lo cual tus defensores jamás te hablarán, porque es mucho más probable que ellos ni siquiera crean en la Existencia de Él, si Aarón, de Dios, tu creador, el Dios de todos nosotros, no sólo de los grandes Predicadores y exponentes del gozo como el mismo Witt, o el de tus progenitores y tu consabido y ya desaparecido abuelo, sino, el Dios de los indigentes, de los niños que viven en las caletas de Santiago, bajo los puentes, en las plazas, o donde sea, ese mismo Dios al cual sirve tu padre y sirvió tu abuelo y que gracias a eso que ellos llaman “servicio a Dios”, hoy tienes la defensa que tienes, no que los abogados no sean competentes, para nada, creo que tu defensor es uno de los mejores, yo mismo y en persona una vez se lo dije en una calle en Rancagua y él, humilde y generosamente me lo agradeció. Pero sabes, antes de introducirme en el tema en cuestión, necesito aclararte algo, algo muy importante que no quiero que ignores, mira, la Sra. Jueza o quienes vayan a oír tu testimonio, no creo que estén muy de acuerdo con tus descargos, no señor, este no es un juego como los VIDEO JUEGO que tus papitos te regalaron la última Navidad, y que tú prendes o apagas cuando quieres o cuando te aburren, se trata entonces de la cruda y potente realidad que nos convoca irremediablemente a todos, y que si no ponemos atención, no vamos a comprender absolutamente nada de lo que está pasando, y es muy posible que no esté en juego sólo tu libertad, sino algo más grande que todo lo que hay en este mundo, y que es tu propia alma, así de serio es esto.

Pues bien, decía que tu defensa adolece de seriedad y consistencia, y te voy a explicar porqué. Resulta que en cualquier tratado Ética, existe una premisa inobjetable que corre para todos los hombres, incluso en la Ética de Cristo, y esta tiene relación con la responsabilidad que nos cabe a todos por los actos que cometemos, y en los cuales a veces, y lamentablemente, dañamos a otras personas, por lo tanto, el determinar si un acto, por muy terrible que sea, como el de darle un golpe a otro ser humano en la cabeza y provocarle la muerte, no está bajo el escrutinio personal tuyo, o inclusive en el de la Jueza, no Aarón, por eso se hizo un nuevo juicio, en el otro quedó claro que cometiste el asesinato y lo que se cuestionó fue tu pobre colaboración con el caso, y además, que la pena otorgada por el Juez o los jueces que te tocaron, simplemente fue ridícula, pero te debe quedar claro, que no está en juego si tú mataste o no a Alejandro, sino, si actuaste con alevosía, por eso existen las Leyes, por eso existe el Derecho, gracias al cual recibirás un tratamiento debido y se te oirá, cada una de las cosas que quieras decir a favor de tu postura, nuevamente, a propósito, ¿leíste el informe que dio Gendarmería?:

“Una serie de antecedentes hasta el momento desconocidos en la investigación por el homicidio del ciclista Alejandro Inostroza Villarroel (26) saldrán a la luz una vez que comience en julio próximo el juicio oral contra Aarón Vásquez Muñoz, principal inculpado por este crimen ocurrido en octubre del 2006 en la Plaza Pedro de Valdivia, comuna de Providencia. En el informe presentencial que envió Gendarmería a la Fiscalía Metropolitana Oriente, sobre las medidas alternativas de cumplimiento de condena (Ley 18.216) y el perfil del imputado - preso en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS)- se consigna que éste debe cumplir su condena recluido, descartándose que por sus características psicológicas pueda acceder a beneficios penitenciarios que confiere la ley. Informe de Gendarmería recomendó que Aarón Vásquez siga recluido por su “peligrosidad criminal.”

En todo caso, debes tener muy claro que no siempre el argumento que por tal o cual razón uno se las emprende con contra otro ser humano causándole la muerte es bueno, y menos en este particular caso, sí por que tu caso es paradigmático, es que no todos los días alguien de tu casta desciende para darnos esta clase de malos ejemplos, cuando, con la excusa de haber bebido unas latas de cerveza con unos amigos, te decides a dar un golpe fatal a alguien que según tú y tus amigos, hizo algo que los encolerizó y no fuiste capaz de mantener la calma debida.

Ahora pienso en tu alma y en tu juventud, como también en la del malogrado Alejandro, no obstante, la juventud que te rodea te puede jugar en contra, yo sé que sólo deseas lavar tus manos ensangrentadas y nos has podido, no hayas la forma de desprenderte de algo tan terrible como lo que estas viviendo, sé que deseas salir pronto de esto y volver a tu realidad pasada, a conquistar jovencitas y a carretear, porque eso sí lo sabes hacer bien no, ¿o me equivoco? O me equivoco también al decir que en tu religión Pentecostal se les prohíbe de muchas cosas a los cristianos, por tratarse de mundanas y diabólicas, ah pero tú eres hijo de Pastor, y además nieto de Vásquez, así es que siempre tuviste un trato diferente. ¿Has pensado alguna vez en todo este tiempo que te ha dado Dios en la familia de Alejandro y en todos los amigos que él dejó aquí, en este mundo?

Pero bien, como decía, quieres carretear, pero no puedes, igual como hacen miles de jóvenes en nuestro querido pero sufrido Chile, y que al igual que tú, también se toman sus traguitos pero saben poner el pie en el freno cuando corresponde. Sin embargo, sé que no hayas la forma de olvidar definitivamente este impáz en el cual la vida te ha metido, por causa de una reacción incontrolable y desmedida, y que bajo ninguna condición y en el criterio de ningún Juez sano de mente y de alma, podrá encontrar justificación, que es lo que quieres que los jueces entiendan, a una reacción así.

Por eso para mí, y desde esta humilde columna, hablarte es simplemente plata perdida, pero los jueces sabrán evaluar con justicia verdadera lo que tú te has propuesto defender junto a tus colaboradores, lo que me impresiona sí de este caso, y en especial de tu persona, y es en donde quiero poner el bisturí en esta reflexión, es la fortaleza y consistencia que has demostrado para ignorar de veras, un tema trascendental e importante como el tema de la vida espiritual. De esto te quiero hablar un poco, sé que te va a servir, aunque lo ignores.

Sabes, una vez yo también estuve entre la espada y la pared, era tan joven y alocado que no sabía si reconocer mis errores y pedir perdón, o simplemente guarecerme y defender a pie junto mi derecho ha hacer con mi vida lo que mejor me pareciera. No tenía muy claro qué hacer, me sentía muy mal porque mi vida no encontraba el sentido que debía, era muy triste mi condición hasta que, un día de no sé que año, cuando era muy joven, con tantos sueños y esperanzas como tú sobre mis lomos, decidí reconocer que había estado equivocado, que con mi conducta y mi manera de ser había herido algo más que mi propia dignidad, y que aunque no hubiese robado ni cometido un asesinato como tú, mis pecados y mis faltas me hacía acreedor de la separación eterna con Dios. Tú te puedes imaginar lo que aquello significó para mí, sólo que había algo que hacer, había una salida y así lo comprendí. En medio de esta expectante situación, mi alma angustiada oyó que había alguien que podía Salvarme de esa condición terrible que me esperaba, y ese ALGUIEN no era nada más ni nada menos que nuestro Señor Jesucristo, al cual en Su Nombre le he pedido que estas líneas puedan llegar a tu persona para que reconsideres tu situación, y no sigas diciendo que tu estado de ebriedad justifica totalmente tu acción, creo que ya es tiempo de sincerarse y pedir perdón, un enorme perdón del alma a Dios en primer lugar, por haber desertado, y que en tu deserción haya ocurrido lo que ocurrió, y luego a la familia de Alejandro, a sus amigos, y a la sociedad, que no entiende cómo una persona como tú pudiste actuar de esa forma. Sabes, el perdón es completo cuando al recurrir a Él lo haces con sinceridad, yo mismo he predicado y hablado del perdón en muchos lugares y a muchas personas de mi país, y créeme, muchos han recibido la bendición del perdón, hasta delincuentes y drogadictos, lo peor, la escoria misma, pero el perdón, a diferencia de los hombres, no ve condiciones económicas, por eso no te extrañes si en uno de los pasillos en donde estás recluido, alguien con una Biblia se acerca hasta ti para hablarte del perdón, no lo mires en menos, considéralo como un regalo de Dios, tú deberías saberlo ya, estamos rodeados de ellos.

Como te decía, el perdón no ve condiciones sociales ni económicas, está en todas partes y es gratis, no te olvides que fue Dios mismo quien lo creó y desecharlo, es desechar Su Amor. Tampoco quiero que olvides que cuando mataste a ese joven, le quitaste al cuerpo de ciclista una de sus más importantes partes, Alejandro no era cualquier persona como para olvidar, lo triste es que no hay prótesis para esta clase de pérdidas, lo único que al fin logrará tu descanso y el de todas las familias involucradas, es tu propia aceptación de la culpa, y la responsabilidad que te cabe en esta triste pero real situación, por la que nuevamente deberás enfrentar a la justicia, pero ahora, a través de un juicio verdadero, no como el otro.