El comercio de la Fe cristiana.

El comercio de la fe no tiene límites, … el dicho lo dice: “ha de haber gente pa`todo”… y como el ingenio del chileno tampoco tiene límites, esto se traspasa también a la realidad espiritual chilensis. Así nacen los tele-predicadores o los predicadores radiales, hombres sin ninguna clase de obstáculos ni barreras éticas que puedan imperdirles ejercer con plena libertad el oficio de sinvergüenzas, además, sin ninguna clase de moderación en lo que se refiere a la interpretación de textos bíblicos y ponerlos al alcance de todos quienes ven en la Doctrina de la Prosperidad y sus aliados, la panacea a tanta ignorancia que hoy por hoy sirven de cortina para que estos seudo-ministros de Dios, puedan materializar en nuestra quebrantada y siempre angustiosa realidad, sus oscuros y más pervertidos y tétricos deseos y anhelos materialistas. La sociedad toda, no sólo el pueblo Evangélico tradicional, no se ha protegido contra esta nueva casta de zánganos y parásitos que pululan por nuestra amada Patria, por el contrario, con el despertar económico y la divinización del modelo Neoliberal, las cosas parecen presentarse como en un sueño para quienes sustentan esta clase de fe, es como si el cielo mismo se abriera para ellos y el Omnipotente Dios del cielo respondiera todas y cada una de sus empobrecidas y casi esqueléticas plegarias. La escuela Norteamericana de la Predicación ya lo había establecido hace mucho tiempo, y quienes no lo entendieran de este modo, simplemente no iban a salir en la foto, a mí me pasó, quedé sin pega, los Marcos Witt y todo ese conjunto de representantes del canto de la Prosperidad, y ahora Ecuménicos, terminó por sentenciar la conducta de un pueblo equivocado y desperfilado del Propósito divino, solidificando y potenciando un tipo de canto en donde el texto, definitivamente, no es necesario, además, con esta clase de conductas, la música cristiana dejó de ser una manifestación cultural y profética de una determinada región del mundo para convertirse en una manifestación globalizada y por cierto, exenta de crítica y súper protegida por los creadores y propagadores del Gozo espiritual y de la condenada Doctrina De La Prosperidad.

Pero, en lo personal, este verdadero acto de prostitución espiritual practicado y fomentado hasta la muerte por muchos Ministros cristianos que dicen estar en el espíritu de la Palabra y de la Verdad, me dio la posibilidad de retraerme y rearmarme y jamás darme por vencido, para nada, en mi lenguaje no existe la palabra, “no se puede”, Dios no me ha permitido jamás repetirla ni menos poder utilizarla para fines pedagógicos o espirituales, eso sería una traición, una profunda deslealtad al principio que mueve a mi espíritu en este eterno y difícil afán de confrontar a esta clase de hombres sin caridad y sin ética o moral cristiana. Desde este pequeño pero importantísimo espacio concedido por la Providencia, di forma, con la ayuda de Dios, a unos escritos que probablemente con el tiempo, pueda ir publicando, ellos son la mejor muestra de que una realidad espiritual castrada intelectualmente y espiritualmente, es capaz aún de producir su propia literatura, su propio contexto, su propia poesía, el valor de este trabajo desarrollado a lo largo de muchos años de reflexión y amanecidas, con una enfermedad fulminante a cuesta que sólo Dios sabe cuánto me ha costado enfrentarla, se encuentra finalmente, la posibilidad de que alguno de ellos, a lo menos, pueda proporcionar una especie de abanico espiritual en el que el recurso de La Palabra no se extinga, no pierda su propósito y sentido, eso nada más, ah, y que además, la amnesia espiritual generada por los promotores de despertares espirituales artificiales, sepan que hay algunas bocinas sonando, en lo personal, tengo la convicción de que no soy el único, que existe en nuestra híbrida realidad, muchos otros más que, ahogados por un sistema hedonizado y erotizado hasta el cansancio, han generado y dado origen a una realidad propia y honesta, que tiene además, su propio valor, su propia riqueza, su propia y genuina naturaleza que nace de la falta de recursos para dar origen a una obra literaria o musical que no se ha estancado en el tiempo, aunque muchos lo crean o deseen verlo así, y que tiene como principal motivación, generar instancias reflexivas en aquellos cristianos que aún no se han prostituido con esta clase de Evangelio materialista y consumista como el Evangelio de la Prosperidad y Predicadores en general.

Recuerdo haber encendido en cierta ocasión la radio en la madrugada, para oír algo que fuera sanador o por lo menos un ungüento para mi quebrantada salud, que a esa hora parecía torturarme de tal modo que pensaba no iba soportar, no obstante, la voz de un conocido predicador chileno me detuvo y quise oírle, se trataba del Pastor Fernando Chaparro, conocido por sus exquisito gusto a la hora de comprar lo que sea con tal de hacer creer a la gente que él ha sido sindicado por el mismísimo Dios del cielo, para demostrarnos que lo peor que nos puede pasar, es estar contentos con lo que Dios nos ha dado, que además es bíblico. Pero me detuve, no tuve prejuicios, prefiero escuchar a los hombres, tal vez a esa hora Dios tendría misericordia y algo dejaría caer a través del SIERVO para mi persona, el caso es que la predicación se había centrado en ciertos aspectos de la Prosperidad, que a lo mejor resultaban hasta atractivos si se le miraban con cautela, pero lo que rompió el saco fue lo siguiente, este Sr., enviado de no se quién, aseguraba que “un hijo de Dios no podía manifestarse como tal si es que éste no poseía una cuenta en el banco, o en el peor de los casos, si se carecía de una billetera suculenta.”

De inmediato mi corazón comenzó a latir con violencia, con una fuerza inusitada y casi enloquecida, oré a Dios en esa circunstancia, y pude al fin tranquilizarme. Lo que vino después simplemente es aterrador, pero ya estaba protegido, me había curado del espanto y quise finalmente concluir, pero en un español muy chilenissimo, el SIERVO solicitó a la membresía, una última colaboración a su sufrido Ministerio, hizo pasar adelante a muchas personas a las cuales llamó, GEDEONES, lo cual no era más que un disfraz para conseguir, una vez más, el vil y poderoso billete que hoy se necesita para, según ellos, dar a conocer a otros el Evangelio de Jesucristo.

Sacando cuentas, fueron muchas las personas que pasaron adelante, mucha gente ingenua e ignorante que por condescender en su ignorancia con esta clase de ladrones, de lobos disfrazados de ovejas, estuvo y estarán siempre dispuestos a dar lo que sea con tal de alimentar y hacer realidad los sueños materialistas de estos seudo-ministros de Dios, que a esta altura, ya no son sueños, absolutamente no, porque las cantidades que reciben sin pagar un solo centavo de impuestos, decididamente son aterradoras. En esa condición en que me encontraba, y debido a que el dolor no me permitía cerrar los ojos y descansar un poco, también pude sacar algunas cuentas, él llamó ladrones a quienes no ayudan con dinero a su causa, pero la cuenta que logré sacar a modo general a esa hora, contrariaba demasiado la actitud de este hombre, y pensé:

- Si un Kilo de pan en mi país cuesta entre 600 y 800 pesos, y cada Gedeón dio 10.000 pesos, entonces ¿quién roba a quién?

- Es decir, el Sr. Chaparro por cada Gedeón que da 10.000 pesos, obtiene o roba el pan de 11 días de un hogar humilde de nuestro país, y lo convierte en quién sabe qué cosa.

Lloré, lloré amargamente, y no pude hacer más que entender que ya es el tiempo de los hombres perversos, de los que aparentan piedad, pero que en su forma de hacer cristianismo, carecen de ella, para ellos, el que las nuevas versiones de la Biblia no hagan distinción entre AMOR de DIOS con el Amor de pareja, no constituye en una falta al Espíritu de La Palabra, pero Pablo, que no era un corrupto como estos meretríces del sistema en su carta a los Corintios, lo deja bella y claramente establecido, la palabra no es Amor, sino, CARIDAD. Pero de la Caridad voy a hablar en otra ocasión, la Caridad, todos sabemos, ya no es lo que el Apóstol quiso decir, cuando hablamos de caridad, siempre estamos hablando de lo que nos sobra, de lo último, es decir, las migajas, pero en el lenguaje santo de Pablo, la caridad tenía sentido y un gran valor porque había aprendido el valor de otra palabra mucho mayor que ésta, y la cual da sentido a la caridad misma y sin la cual, no podría existir, es la palabra, PRÓJIMO, y si no existiera el prójimo, de nada serviría la caridad, porque la doctrina y la Ética de Cristo, de la cual están divorciados todos los representantes de la Prosperidad y estos ministros comerciantes como Chaparro y otros, está más centrada en el bien del “otro” que en el bien propio. Pero, ¿cómo le vamos a pedir peras al Olmo, o sandías al Nogal? Si ellos realmente fueran discípulos del Maestro, primeramente no estarían allí para hablarnos de plata y de comprar grandes propiedades, y si el cristianismo histórico ha cruzado las grandes avenidas de la historia no sin problemas, no sin dejar en el camino héroes y muchos mártires que dieron sus vidas por amor a la verdad, y ha permanecido, será finalmente, no porque estos comerciantes y carroñeros de la fe existen y se han decidido a corromper el espíritu de la verdad, sino porque el ejemplo de los mártires de la fe, nos han de mover a diario a llevar una vida mucho más reflexiva y mucho más comprometida con la Caridad al Prójimo, y sin saltarse ni pasar por alto ningún pequeño e inconmensurable centímetro de la verdad proclamada por Cristo y sus seguidores.