 Les llaman cantantes espirituales, también reciben el nombre de Ministros de Dios, o mejor dicho, Ministros de alabanza, el caso es que ninguno de los términos parece definir honestamente, la profesión de estos elocuentes y siempre persistentes comerciantes de la sensualidad espiritual. Uno quisiera encontrar  en un rincón, tal vez miserable de una de sus composiciones, por tratarse ellos de Ministros de Dios, la palabra hambre, miseria, o la palabra SIDA, o también abandono, orfandad, y muchas otras más que representan o materializan el verdadero estado en que se encuentra la humanidad en  cualquier parte de este convulsionado planeta, de esta forma se podría pensar que con el sólo hecho de digerir cantidades y cantidades de cantos plasmados de "espiritualidad envasada", es suficiente para mantenerse en pie cuando el peso de la realidad, con todas sus angustiosas encrucijadas, nos sorprende y nos deja  tambaleando. Este emblema que  hoy día la cristiandad ha tomado como arma de lucha, carece en absoluto de dos elementos fundamentales para dar contenido y forma a nuestro cristianismo, uno, no contiene fundamento histórico, y dos, el elemento profético simplemente no existe, lo que expone, de inmediato, a quienes viven diariamente absorviendo este tipo de canto sin mediar reflexión alguna, a una especie de "sonambulismo" que no es otra cosa que, la versión más gringa de ver y de percibir la realidad de Dios, un Dios que no contiene realidad profética, o mejor dicho, una religión que no permite la reflexión y por lo tanto se torna omnipotente en su propia genesis. 
La responsabilidad de educar, sobrecae en quienes han sido llamados por Dios para orientar y dirigir al pueblo de Dios, la alabanza es una expresión del alma, sin embargo no hay texto alguno en la BIBLIA que implique que por el hecho de estar absorviendo grandes cantidades de somnífero espiritual a manera de "cantos espirituales o de alabanzas", nuestra vida espiritual esté procesando el mensaje que Dios desea dar a  SU IGLESIA en este tiempo, por el contrario, generalmente se tiene como pretexto del desconocimiento a estos fundamentales aspectos de nuestra vida cristiana, el hecho de oir a estos exponentes de la música cristiana actual. El modelo nos habla de gente que no se interesa en aprender los fundamentos de nuestra fe, los cantantes mismos, ahogados en experiencia "espiritual", no tocan temas de verdad importantes, y lo que es peor, se cierne sobre ellos un halo de santidad tal, que no nos deja ver al hombre en su contexto, tal como lo hicieron los apóstoles de Cristo. Finalmente, algún día el pueblo de Dios necesitará el otro mensaje, el profético, el histórico, el apostólico, mientras tanto, el arte de la palabra seguirá construyendo en su exilio, la única forma de supervivencia posible para un cristianismo que en forma a lo menos periférica, pero siempre honesta, rechaza la influencia de los mercaderes de la fe actual.
"En África hay unos 200 millones de niños hambrientos, en Asia Meridional unos 150 millones y en América Latina entre 50 y 60 millones. ..."
UNOS 842 MILLONES DE PERSONAS pasan hambre en el mundo. Una cifra que, lejos de disminuir, aumenta cada año.
CADA CUATRO SEGUNDOS, UNA MUERTE. Las consecuencias de la falta de comida causan el fallecimiento de millones de personas en el mundo.
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