Tuesday, June 11, 2013

El Amor que excede a nuestro conocimiento.














Pues bien, intentando reponerme de esta nueva crisis y de todo lo que conlleva el hecho de tener que sobrellevar esta cruda enfermedad, solo tengo palabras de gratitud para con Dios, para con mi esposa, para quienes junto a nosotros, con sus desinteresados esfuerzos, se preocupan a diario por mi condición y su enorme significado. ¡Gracias de todo corazón en el Nombre del Señor! Sin embargo, y debido a la profunda necesidad que me urge por tratarse de mi vida, de una vida con propósito, me veo en la profunda e irrenunciable necesidad de tener que seguir compartiendo con ustedes, aunque para algunos no tenga valor, ciertos detalles que en mi opinión, son de suma importancia para poder comprender el valor y el transcurso de una vida en Dios, vivimos tiempos en donde las personas somos tratadas como objetos, como cosas inservibles, no se nos toma ningún tipo de opinión cuando se debe, son utilizadas nuestras mínimas respuestas para que se instalen frente a nosotros, personajes de la vida pública que no tienen ningún compromiso con las necesidades y problemas de la inmensa mayoría de las personas que vivimos en este país, es decir, para quienes dirigen este cruel sistema, pareciera ser que nosotros, más si defendemos una fe como la fe del Señor Jesucristo, carecemos por completo de reflexión con respecto a las cosas que nos suceden como sociedad, y ello, por cierto, no es solo responsabilidad del sistema que abduce a quienes deberían confrontarlos, sino que esencialmente, la culpa es de quienes dicen estar dirigiendo por Voluntad de Dios, los destinos de la mal llamada vida espiritual de este país, que no es otra cosa en este tiempo que, un mercado lucrativo de ofertas que ha producido en este mundo, una forma de apostata en la fe, imposible de ocultar o de redimir, al menos dentro del cuadro puramente doctrinal y espiritual que nos ofrece el panorama bíblico.

Por ello entonces, porque a esta hora de la noche, cuando la energía de las drogas que me son introducidas en mi cuerpo para sobrevivir una vez más a esta difícil condición que me ha sido impuesta, comienzan a debilitarse un tanto, recurro a mi viejo computador, e invoco desde mi afectada realidad, en el Nombre de mi Dios, el verdadero y único Espíritu Santo de Dios, y por supuesto, confiar en que estas pocas palabras, puedan servir de inspiración a quienes, por una decisión personal y de compromiso con El Señor, han preferido embeberse de la verdad de Jesucristo, al costo que dicte El Evangelio Santo de Dios, y no al precio que te ofrece la mercadotecnia de la fe actual, ya sea en forma de predicación, cantos de gozo, o de cualquier otra naturaleza. Esta vez entonces, y para la Gloria de mi Dios, el Sábado antes pasado, en compañía de mis pequeños Mateo y Efraím, luego de haber cocinado para ellos y también para nosotros algo sencillo pero exquisito en amor, un almuerzo de verdad maravilloso, ya que por Voluntad del Señor, los fines de semana generalmente los paso sirviendo en otros lugares a nuestro Dios, lejos de los míos, pero, con mi esposa, decidimos ese fin de semana, estar juntitos y disfrutar con nuestros hijos, de todo ese maravilloso calor que nos brinda el Amor que el Señor nos permite vivir a diario junto a los nuestros. A eso de las cuatro de la tarde más o menos, terminamos de almorzar, y le pedí a mi esposa que me preparara un té, y que me volvía a mi cuarto a descansar, desde ahí en adelante, el dolor que apareció en mi pecho, ninguno de los medicamentos fue capaz de aminorarlo, pensé que no podría con él, resistí todo cuanto pude, hasta que, arrastrándome, le pedí a Janett que llamara a mi Doctor y nos dijera qué hacer, recuerde que la TRAQUEOPATÍA OSTEOCONDROPLÁSTICA no tiene tratamiento en ningún sistema de salud, solo se me puede ayudar con analgésicos potentes, así que se trata de dosificar ciertos medicamentos para intentar disminuir el tremendo dolor que pensé me iba a matar. Fue así como gracias a Dios, pudimos contactar al Dr., y de este modo, partir a emergencia con una dosificación clara para este efecto, así fue como llegué prácticamente doblado soportando el agudo dolor en mi pecho, lo cual me impedía mantenerme en pie. De inmediato me pusieron en una silla de ruedas y me hicieron entrar, solo vi cuando llegué que había muchas personas, pero que sin embargo y gracias a Dios, por la condición en que venía, me permitieron entrar de inmediato y no se tardó para nada el momento en que ya me estaban inyectando, toda una cantidad enorme de medicamentos que iban a eso de las 10 de la noche a comenzar recién a hacerme efecto. De ahí en adelante, en cama hasta este día, tratando de reponerme con la ayuda del Señor.

El dolor, como lo he venido declarando y enseñando en este espacio, es parte de mi vida, sea el intangible o el corporal, de hecho, todos estos días en cama, me han servido para irme restableciendo de todo el daño que me ha provocado una crisis tan grande como esta, la cual, esta vez, no ha de pasar para inadvertida, las secuelas son enormes, y me ponen en un estado de suma fragilidad con respecto a las grandes demandas que nos exige el sistema en el cual vivimos. También, como lo he afirmado en tantas oportunidades, nunca voy a dejar de hablar de lo que me sucede en este Blog, desde luego que no, nosotros los cristianos, debemos dar testimonio de las cosas que nos pasan, sean buenas o malas, lo cierto es que para un hijo de Dios, como lo dice Su Palabra, todas las cosas ayudan a bien a los que aman y son amados por Dios, en especial, cuando el duro transe de la enfermedad y de todo lo que ha significado para nosotros como padres esta enorme prueba, solo es posible sobrellevar con la Bendita y siempre misericordiosa ayuda del Dios Todopoderoso, se trata de cosas demasiado importantes y enormes como para ignorarlas, con ello, intento de algún modo además, interpretar a muchos hermanos amados que a diario, con costos altísimos para sus vidas, deben enfrentar el presente y aspirar, con mucho esfuerzo también, a sobrevivir a todas las dificultades que nos plantea la vida diaria, lo que convierte a nuestra vida en Dios, en una vida de búsqueda y de necesidades que solo pueden ser satisfechas en el plano de la vida espiritual. Pero no estamos solos para enfrentar semejante inmensidad, no hermanos, hemos descubierto junto a mi mujer, que el poder de la oración en estas circunstancias, es una profunda realidad que nos permite acceder a cosas de verdad increíbles, así que, en un 100%, dependemos de la oración de mis hermanos, no hacerlo significaría para nosotros, desligar a Dios y al Cuerpo de Cristo, de una responsabilidad tan enorme como es, mantener unidas nuestras necesidades con las de aquellos que, por gracia y misericordia de Dios, gozan de buena salud y de una estado económico que les permite, siempre dando gracias a Dios en ello, bendecir a quienes tenemos estas grandes dificultades para servir a nuestro Salvador.

La verdad es que ha pasado ya más de una semana, mi tráquea, como era de esperar, se encuentra totalmente dañada, lo que no me permite cantar, es claro, más aún, cada medicamento, cada droga que ingiero, también hace su trabajo, lo que me dificulta el poder levantarme y hacer mi vida como quisiera, sin embargo, todas mis fuerzas y esperanzas están puestas en Él, no veo que las puertas se hayan cerrado para mí, contrariamente, siento que en algún momento, todo volverá a su lugar, y que, con la ayuda del Señor, nuevamente voy a poder hacer lo que más amo, y que es cantar a Dios, mientras tanto, me fortalezco en Él para sobrepasar este difícil momento, los dolores no se terminan aún, quedan todavía en mi cuerpo esparcidos como delgados filamentos, a veces siento dolor en mi corazón, lo cual va acompañado de dificultad para respirar, todo ello me deja casi, imposibilitado para desarrollar cualquier actividad, no obstante, desde este humilde lugar, y con estas breves palabras, insto a los hermanos a no dejarse llevar, no por el sistema que nos ignora, ni por las dificultades que nos plantea a diario la vida, sino que además, por la desesperanza que a veces toma su lugar en nuestras vidas, impidiéndonos ver el Propósito mayor que es, sentir que a través de nuestros sacrificios y dilemas propios de nuestra existencia, también ofrecemos un servicio honesto y directo a Dios, claro que sí, ¿o pensaban que solo los sanos eran merecedores de las bendiciones en Dios? Nada es más grande que nuestro Dios, nada es más poderoso que Su Amor, es cierto, la vida de un cristiano está llena de pruebas y dificultades, pero nada se compara con lo que Él Señor ha ido a preparar para que nosotros, un día de estos, podamos vivir junto a ÉL.

Es cierto, nos encontramos viviendo en medio de una gran dificultad, la prueba es inevitables, no obstante, tenemos la certeza de que nada, absolutamente nada podrá separarnos del amor de Cristo, así lo siento, así lo creemos, y espero con mucha sencillez que así también puedan sentirlo ustedes, en especial aquellos que, aquejados por alguna dolencia, sienten que las fuerzas se comprimen y ya no tienen energía para dar testimonio de La Verdad, Cristo es una realidad tangible hermanos amados, mucho mayor incluso que todas y cada una de nuestras dolencias, por ello es que Él llevó nuestras enfermedades, porque conociendo nuestra naturaleza, advirtió que el peso de lo que nos sucede, a veces puede sobrepasar nuestra débil naturaleza humana, por ello entonces, es que debemos dejarnos llevar por Él, nada de lo que nos ocurre, ocurre lejos de Su Perfecta Voluntad, habiéndole conocido, no nos queda otra cosa más que, esperar en ÉL, aguardar en completa paz, todo lo que Él nos dará si nos mantenemos fieles a Su Amor y Misericordia, esa es la clase de Amor que Él nos ofrece, esa es la clase de Amor que necesitamos. 

0 Comments:

Post a Comment

<< Home