NUESTRA VALIOSA FE EN CRISTO.

No puedo detenerme a ninguna hora para ceder a ningún tipo de comedia comercial que desea intervenir mi compromiso con Dios, las puertas de mi alma están cerradas para esa clase de manifestación, no tengo tiempo para oírles bramar como animales el precio de sus productos, estoy dispuesto a contradecir, con toda la fuerza de mi alma y mis convicciones, no he nacido para ceder, para otorgar sino, para declarar, para decir, aquello que otros no son capaces de nombrar ni de poner en la conciencia de nadie.

He edificado sobre La Roca, no oculto mi estupor ni mi vergüenza, por haber cedido alguna vez, por haberme dejado arrastrar, hasta que comprendí lo que vale mi fe en Jesús, mi fidelidad a Su Amor, desde allí, no se otra cosa, no convengo a nada, estoy prácticamente concluido como hombre de Dios, construido plenamente para evitar ser arrancado de Su Paz, de Su Verdad, La Única Verdad que no cambia y que tiene Nombre, Jesús.

Todo lo que tengo para entregar en este tiempo, se llama Jesús, se llama La Cruz del Calvario en donde Él entregó Su Vida por esta humanidad, es lo que ha generado en mí Su Amor, el estar día a día compartiendo con otras personas Su Verdad, no tengo tibiezas que puedan debilitar algún aspecto de mi alma y de mi espíritu, para ello, he depositado toda mi confianza nada más que en Él, para no ser removido, para no ser llevado hacia cualquier lugar por este viento destructivo de esta vieja civilización que cae a pedazos, que se desangra a vista y paciencia de un cristianismo que aún no reacciona.

Edificar de esta manera no ha sido fácil, el diablo me creyó muerto, mis amigos no creían a lo que veían, pensaban que no podría levantarme, que estaría así de por vida, o que simplemente la pena o la amargura terminarían por destruirme, pero no fue así, Él estaba allí para socorrerme una vez más, una de las tantas y tantas veces que Él me ha dado todo Su Amor para que le sirva, para que no de la vuelta atrás y me deje llevar por Su Extraordinaria Persona que todo lo sabe y todo lo puede.

No hay excusas para no dejarme usar por Él, no tengo argumentos como para desertar o quedarme atrapado en mi dolor, soy precisamente un desertor de esta sociedad de consumo que nos invita a renunciar a nuestros valores, a nuestras verdades, a todo lo que Dios con tanto Amor nos ha dado, por eso estoy aquí, en este espacio, en este lugar, frente a todos ustedes, para que reciban mi testimonio, el de Cristo en mi alma, para que sean alcanzados en un tiempo de sumo peligro para la vida del alma.

No me dejaré embaucar ni por este sistema ni por la religión de turno que dirigen verdaderos mercaderes de la fe, no está en venta mi alma ni mi corazón, fui comprado a precio de Sangre, pero no de cualquier Sangre sino, de la Sangre del PRIMOGÉNITO DE LA CREACIÓN, por lo tanto, mi vida ya dejó de pertenecerme, ahora le pertenezco a Él, y mi alma está empeñada en dar hasta la última gota de sudor y sangre con tal que Su Nombre y Su Obra Bendita, pueda tocar el corazón de algún ser humano que necesita en este mismo instante de Su Amor.

Estoy dando una fuerte lucha, con o sin vuestras ayudadas, El Espíritu Santo ha estado hace mucho tiempo ayudándome, reforzando mis convicciones, y ahora se ha apoderado de tal forma de mi ser, que solo deseo servirle, llevar a otros en este preciso tiempo, el mensaje de Su Amor que transforma el corazón del hombre que acepta y cree en Su Nombre Bendito, por ello no claudico, ni siquiera a esta hora en que aún mi cuerpo lucha, con hombría, decidido a no consentir que un solo día más, pase sin que no haya compartido con otro ser humano Su Palabra Eterna.

Él es el que cambia los corazones, muchos cristianos deberían haberlo comprendido ya, pero no han querido obedecer, no se han dispuesto a dar la lucha, están convencidos que todo esto es un juego, que LA CRUZ Y SU SANGRE son cosas del pasado, y por lo tanto, nadie será capaz de moverlos del lugar en el cual hoy día, con un sedentarismo vergonzoso, simplemente, vegetan.

En esta madrugada, te ofrezco Señor mi corazón, las fuerzas que van quedando dentro de mi para servirte, con todo mi ser, y solo espero que Tú te agrades de ello, que muchos sean alcanzados con un canto como el que Tú un día me diste, con la poesía que logra llenar de fuertes convicciones mi alma, y con todo lo que Tú me has dado, en ello, estoy poniendo mi alma Buen Dios, porque te lo mereces, porque pagaste un lato precio por ello, y porque además, no estoy solo, Tú conoces bien a aquellos que también desean lo mismo que yo esta misma madrugada y este mismo día.

Con toda mi gratitud, recibe La Honra, La Gloria y El Honor…Amado Dios…

…de parte de todos los que te aman y desean ser fieles a Tu Amor…

f. navarro m.

cantautor cristiano chileno