Y EL SEÑOR JESÚS TENÍA LA RAZÓN.
El encanto de vivir en un mundo
lleno de injusticias y desigualdades sociales tomado de la mano del Señor es
enorme, simplemente recogedor, ¿no somos acaso producto del Amor de Dios? Sólo
el Amor de un Dios que nos manifiesta a diario Su Fidelidad nos da la fuerza
para proseguir, lo demás, aunque sin solución, me ha permitido ahondar en la
naturaleza del ser humano, en descubrir y darme cuenta que nuestras decadencias
no se hallan solo en ciertos segmentos de nuestra sociedad, sino que se
encuentran esparcidas como alfombra sobre cada aspecto de nuestras vidas, y
cuando lo descubres y logras comprenderlo, te quedas pasmado, asombrado con la
inercia de algunos, y también con la violencia con la que a diario nuestra
sociedad, va dejando en su caminar las vidas de muchas personas que no ven otro
recurso que ceder, que morir a ciertos sueños que la vida les ha robado o no les
ha permitido alcanzar, es parte de una dinámica destructiva y perversa en la
que todos a diario participamos sin darnos cuenta del dolor que podemos ir
dejando con nuestra forma de entender y de vivir la vida en los demás.
No podemos culpar solo a quienes
nos gobiernan de nuestras fabulosas decadencias, todos tenemos
responsabilidades que cumplir, todos podemos actuar en el diario vivir e
intentar cambiar en algo el mundo en que vivimos, no obstante, creo que los
mismos que votaron para que este gobierno de izquierda en definitiva dejara de
gobernarnos, en muchos de los casos son los mismos que jamás irían a un asilo
de ancianos un Domingo por la tarde simplemente a dar amor, tampoco tomarían un
paquete con frutas para visitar a algún niño en las dependencias de un Sename
vejado y prácticamente en el más absoluto olvido por parte de las castas
políticas, no, ese trabajo es para otros, para otros que son menos importantes,
que no tienen las preocupaciones ni el dinero que ellos, para ese trabajo
existe ya la gente, ellos dan por sabido que quienes se esfuerzan por mejorar
este mundo a ese nivel, ya existen y cuentan con todos los medios que
seguramente en sus frágiles conciencias, creen que el pervertido Estado les
financia.
Pero no es así, la realidad es
mucho más fuerte, mucho más visceral, nadie hace nada por nadie si no es por
dinero, para mucha gente influenciada por Don Francisco en este sistema
corrupto, solo existe niños lisiados, ¿y los quemados?, ¿los del SENAME?, ¿los
niños y adultos que sufren ceguera y que no cuentan con medios para desarrollar
sus proyectos?, ¿y la gente que no tiene posibilidad de ser atendida en los
servicios de urgencia? ¿Y los seres humanos que en nuestra patria son
discriminados por su condición social? ¿Y los ancianos que reciben pensiones
miserables en nuestro país? ¿Y todos los niños y adultos que han caído en las
garras de la droga? ¿No merecen ser considerados? La lista es muy grande de
derroteros humanos, los perdedores en este sistema están a la salida de la
esquina de nuestros hogares, los hay de todas las formas y en todos los
envases, pero nuestra conciencia descansa en que el próximo gobernante que
hemos elegido, logrará eclipsar con su retórica y su grupo económico, todas las
tragedias humanas que se ciernen sobre una sociedad como la nuestra que en cada
esquina de la ciudad cuenta con una Farmacia y un Mall decorativo representando
el espíritu consumista de este siglo.
Jesús tenía razón, siempre tuvo la
razón, nos hemos equivocado al intentar caracterizarlo, no nos imaginamos a un
hombrecito cualquiera recibiendo empujones por decirle a la gente que debe
hacer las cosas en el momento exacto y no esperar que los demás las hagan por
nosotros, un personaje que es capaz de decir las cosas que dijo Jesús, no
necesita ser presentado como un Rockstar, tampoco dibujarlo con pelo rubio y
ojos celestes, ni menos intentar hacer de La Cruz en donde Él se sacrificó por
nosotros, un lugar más apacible exhibiéndolo en las alturas o poniendo una
madera en sus pies para que el dolor no fuese más grande de lo que fue, porque
La Cruz era un lugar de tortura para los Romanos, y nada de lo que podamos
imaginar logrará ablandar el corazón de una humanidad vencida, en sus
principios, sometida a una moral que Dios reprueba y que se halla en completa
oposición a su manera de pensar, Jesús, el que anduvo en Galilea, era sencillo,
no era más interesante en su imagen externa que ninguno de sus discípulos, su
belleza estaba en lo que Él decía y pensaba, en lo que enseñaba, es lo que le
ha permitido persistir por sobre Marx, Lenin, Stalin, Hitler, y tantos
dictadores más que se han alzado en este mundo como mesías y salvadores de un
mundo que al final terminaron por arrancarle hasta el alma.
Jesús se fijó entonces en los
perdedores, en los que fueron apartados y no contaban con recursos para
redireccionar el sentido de sus vidas, a esa gente fue dirigido Su Evangelio,
por ese tipo de multitudes Él se entregó diariamente a la labor de predicador
ITINERANTE, durmiendo bajo la luz de las estrellas, sin proyecto familiar, sin
otro destino más que el de servir a los suyos, aunque los suyos le hayan
negado, su impronta estaba destinada a traspasar todas las fronteras de este
mundo, por ello, porque Su Testimonio fue conocido, y Su Vida, prácticamente
enseñada en casi todos los lugares del mundo, todo esto no justifica el hecho
de que hoy, en una ciudad como el VATICANO, en donde todo es lindo y perfecto,
en donde la religión produce millones, como el protestantismo mundial, se
concentre toda la espiritualidad del mundo, no, Jesús no lo toleraría, jamás,
Él estaba con los sufrientes, con los malogrados, con los enfermos, allí ayudó
con Su Palabra a aliviar el dolor humano, enseñando a sus discípulos acerca del
costo de seguirle a Él, de no claudicar a pesar de la negativa de un mundo que
no desea ser confrontado con la verdad.
El cristianismo ha perdido mucho
tiempo, muchas horas de trabajo por quienes más necesitan de nuestro mensaje, de
nuestra ayuda, partiendo de sus cabezas, hemos vivido en estados de
indiferencia por largos años descansando en la labor de hermanos que, sin
contar con medios siquiera, se propusieron la meta de cumplir con la demanda
del Señor en un país como el nuestro, en donde un solo vehículo en un Ministerio
de Fe, puede hacer la gran diferencia. Pero eso no está en la conciencia ni en
la dinámica de un evangelio en donde el centro, es el concepto de comodidad que
produce la bendición para el que cree, no, la imagen que se ha vendido en este
tiempo, es que un cristiano debe estar rodeado de bendiciones materiales,
aunque éste no le trabaje un solo día al Señor teniéndolo todo para hacerlo, de
no contar con estas bendiciones, es catalogado de pobre, es decir, un problema
para quienes desean hacerse de las bendiciones de los hermanos y con ello, no
trabajar un solo día de sus vidas en nada.
Jesús, el que anduvo en Galilea,
se escandalizaría al ver ministros suyos convertidos en comerciantes, viviendo
en mansiones como en los Estados Unidos, como la realidad que viven muchos de
estos seudo ministros de Dios en toda esta América Latina llena aún de dolor y
de una miseria social que duele el alma contemplar. Los poderes de las
tinieblas han sabido sacar buenos réditos de estas realidades, como el IMPERIO
DE LA DROGA, que no descansa ni obvia ninguna de las formas con las que puede
envenenar el corazón de miles y hasta millones de seres humanos en todo el
mundo, y dentro de ellos, a una cantidad innombrable de niños que al final se
convierten en sus esclavos, lo triste de todo esto, es que a estos vendedores
de la imagen falsa de Jesús, les importa un carajo que ello suceda en sus
propios mundos, ellos saben cómo evadir la realidad, es tan degradante siquiera
hablar de ellos, el propio cristianismo los blinda, los reviste con su poderosa
indiferencia y los deja sin responsabilidad ni moral ni espiritual, lo que para
mí representa, una de las vergüenzas más grandes que he tenido que observar en
esta forma de cristianismo perverso.
Si yo hubiese tenido un vehículo,
a pesar de la enfermedad que me aqueja, habría hecho muchas cosas más con mi
cristianismo y mi Ministerio en este tiempo, lo tengo claro, he tenido que
morderme la rabia, muchas y muchas veces, eso sí, el dolor de verme superado
por un mal que afecta mi cuerpo, no me ha impedido continuar luchando detrás de
este computador y provocar un tipo de reflexión que muchos honestos cristianos
agradecen, la limitación que me impone esta enfermedad, me deja sin
alternativas, sin posibilidad de alcanzar todas las metas que podría haber
logrado si en este sistema, muchas personas se hubiesen de verdad interesado en
colaboran. No creo que he perdido mi tiempo sirviendo a Dios en este país,
tengo mi conciencia en paz en cuanto a que he cumplido, pero eso si, no soy un
alma que pueda dejarse manipular fácilmente ni aquietar con una predicación,
por lo cual, continúo orando, clamando a Dios para que sean muchos más lo que
puedan ser alcanzados por un canto y una reflexión que restituye en algún
sentido, la verdadera imagen de quien no solamente nos ha Salvado del pecado
sino que además, diariamente nos bendice porque simplemente nos ama y sabe que
nuestras vidas, aunque limitadas a veces, todavía si queremos podemos serle
útil para alcanzar a esa gente por la cual Él, dio su tiempo, su mensaje y su
vida con tal de que la humanidad, sepa que en lo alto del cielo, hay un Dios
que nos ama y que vive preocupado de lo que nos acontece aquí en la tierra.
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