Wednesday, October 11, 2006

El factor profético y su importancia

Cuando los cristianos, afectados por las filosofías imperantes y el estilo de vida materialista en que estamos sumidos llega a afectar nuestras convicciones, es casi seguro que el desplome de la sociedad en la cual viven estas comunidades esté a punto de ejecutarse, ello porque lo que cuenta en el momento del desplome para Dios, son sus bases espirituales y morales, e incluso, las culturales, ejemplos la historia nos muestra a granel, el Imperio Egipcio, Babilónico, Griegos, Persas, Romano, etc., todos ellos simplemente son una muestra de cómo esas enormes estructuras sociales, económicas, religiosas y militares, habiendo llegado al pináculo de su desarrollo, vieron como, con la misma velocidad con que nacieron, se desplomaron, no sin antes dejar para el recuento y desarrollo histórico, un elocuente arsenal de evidencias que sólo confirman lo antes mencionado, y que pretende ser una vívida demostración de lo que puede estar ocurriendo con nuestra sociedad cuando el cristianismo, con su multiforme ciencia del amor y de la misericordia, deja de afectar, en primer lugar, a los propios cristianos y luego a la sociedad en cuestión.
Lo realmente elocuente de esta afirmación, en todo caso, no es que se pueda generalizar en cuanto a la forma en que estas sociedades comenzaron su desplome, incluyendo la realidad en la que hoy día estamos embuídos, lo que sucede es que ninguna de ellas, según el registro bíblico, debió sufrir su desaparición y final extinción sin antes mediar una especie de intermedio en el cual el factor profético jugó un papel fundamental en lo que respecta a la decisión de Dios para con estas naciones, es profundamente cierto el hecho de que Dios ama al pecador y no al pecado, para ello existen estas instancias en las que virtualmente Dios, queriendo dejar en claro antes que no pretende la muerte del hombre, sino, su convertimiento, abre la posibilidad final de un cambio o algún hecho que pueda afectar la decisión de Dios, esto es misericordia, esta es la benignidad de Dios en curso y tiende a dar a conocer en un proceso histórico único, el hecho de que Dios, en su eterna sabiduría, ha agotado todos los medios para que el hombre, individual y colectivamente, cambie de actitud.
La realidad profética en tanto, sigue siendo el estandarte más importante que Dios tiene para perfilar a su pueblo en lo que concierne al Propósito de la Iglesia mientras dure su estadía aquí en la tierra, eso es inobjetablemente sustancial a la hora de evaluar la realidad histórica y profética que nos ha tocado vivir, llega el momento en que, querámoslo o no, deberemos establecer ciertas verdades o principios en los que finalmente, nuestro cristianismo, basados en esas fuertes bases y no en la especulación propia de hombres que han convertido el evangelio en fuente de ganancia deshonesta, habrá de reconocer que ha pecado de soberbia y de un profundo egoísmo al centrar toda su dinámica espiritual en la ALABANZA, y no en la construcción y propagación de un evangelio contextualizado y afectado por las necesidades reales de una sociedad que más rápido que lento, va perdiendo su Norte. No obstante, la sociedad habla de Mega Proyectos, se construyen grandes obras de arquitectura e ingeniería, y la sociedad marcha como si nada ocurriera en esta verdadera carrera por alcanzar los mayores niveles de producción dentro de un sistema en el cual el hombre, nuevamente, vuelve a ser un simple y utilitario perno de una estructura social y económica perversa. En tales circunstancias pareciera ser que el concepto de REMANENTE o MINORÍA cobra una enorme importancia, ya sea por el valor activo de su persistencia, o por el contenido de lo que mantiene unidos a quienes postulan ciertos valores o principios, bíblicos por lo demás, que las grandes organizaciones religiosas ya ni siquiera entienden, en este caso, para esas comunidades, el ejemplo está latente y su voz se torna profunda y honestamente profética, si Dios lo hizo ayer, nuevamente aparecerá en la historia para cumplir con todo lo que se ha propuesto hacer en bien de sus escogidos y de su Propósito Eterno.