Wednesday, December 19, 2007

Una verguenza compartida.





















Tal vez, la última visión que me lleve a la eternidad cuando hayamos partido con el Señor, si es que así Él lo quiere, sea, el de esa pequeña familia de africanos que lentamente van pasando con toda su triste existencia abrumada por el hambre. No sé, hay tantas imágenes que llenan el memorial que no podría contarlas. También, puede ser el rostro de aquellos niños que fueron afectados por las bombas antipersonales que hay sembradas por millones a lo ancho y largo de todo este planeta. En fin, es innumerable la cantidad de imágenes a las que he tenido que recurrir en este año para dar a conocer a una cristiandad que se jacta de espiritual, el sentido que tiene para mí, el ser llamado un hijo de Dios en medio de un mundo que agoniza y en donde cada día que pasa, la verdad parece simplemente extinguirse como se extingue la paz.

Sé que para la cristiandad predecible y abyecta como la de hoy, la verdad no tiene forma ni contacto con la realidad, carece por completo de sentido cuando el mundo en el cual ellos viven y desarrollan sus actividades, se haya completa y totalmente plagado de Gozo y de esa falsa espiritualidad que con sólo desenchufar sus equipos se desnuda, desaparece con la misma rapidez con que se origina. Pero la realidad concreta, la que de verdad existe más allá de los propagadores del Gozo y de la Prosperidad, nos habla del hambre que no pudimos detener, a pesar de los grandes esfuerzos de seres humanos anónimos, que más allá de sus deficiencias y dificultades hasta económicas para abordar un problema como éste, estuvieron allí. Nosotros en cambio, ni aún con nuestras oraciones, faltarían muchas para ello, montañas tal vez, no lo sé. Pero el hambre, en un mundo que lo tiene todo para que ella no exista, no sólo pasa por quienes invierten toneladas de dinero en porquerías y olvidan a los hambrientos, sino, en quienes deberían adquirir compromisos más grandes con la humanidad y asistir, envueltos en el sudor de una oración y de una plegaria que saliera del alma, a los que más sufren y más necesitan de Dios en este mundo, sólo para continuar en esta jornada de dolor que a diario sacude con violencia inigualable y certidumbre casi abismante el diario despertar de nuestras vidas.

En lo personal, no puedo jactarme de nada, no hice todo lo que hubiera querido y podido hacer este año por salvar a un solo niño de esta gran epidemia como es el hambre. Grité, canté, vociferé, escribí poemas, construí nuevas canciones, grité por el dolor de quienes no pueden hacerlo, recibí por ello escupitazos y maldiciones, y aún así, si al menos, tan sólo uno de esos débiles cuerpecitos se hubiesen podido salvar con mi denuncia, me sentiría agradecido y que he cumplido con el deber, pero no fue así. Por ello, me siento muy avergonzado, muy avergonzado de haber perdido mi tiempo tratando de convencer a los cristianos de mi país, que sino cambiamos de actitud, tendremos el mismo fin que tuvieron otros que no aceptaron el compromiso que Dios exige a quienes Él toma por hijos y finalmente los hace parte de Su Pueblo.

Aún así, pienso que todo no está perdido, que cada uno de nosotros, seguramente, habrá colaborado este año, habrá puesto más que un simple esfuerzo en tratar de hacer algo por intentar cambiar el sentido de nuestra pálida realidad. Hay tantos modos, tantas formas de hacerlo, pero está claro, los caminos se hayan cerrados, totalmente obstruidos para quienes desean cambios de verdad, cambios en el corazón y en el alma de un cristianismo que agoniza y que ha perdido, con el paso de los años, la convicción en lo que debería estar haciendo para mitigar en parte el dolor de la humanidad, de la cual, ellos también son parte. Pero hoy, son los propios cristianos los que se encargan de cerrarnos el camino a nuestros sueños, son los propios cristianos los que nos vapulean y maldicen cuando desertamos de la indiferencia y tomamos un rol activo en la denuncia, cueste lo que cueste, no tanto sí como lograr sacar una simple opinión que a veces, no sirve ni siquiera para llevarse a la almohada cuando nos vamos a acostar, con las ya sabidas excepciones, que sí las hay, y que siempre son las mismas, y muy generosas por lo demás. El cristianismo apóstata deberá enfrentar tiempos difíciles, es bíblico además, no es un invento del que escribe, revisen Las Escrituras y verán que no miento, así que sigan disfrutando del placer que les brinda, al igual que la Coca Cola, esa especie de atmósfera putrefacta en la cual se están bañando. Pero recuerden, si no fuimos capaces este año, este que viene mis gritos ya no serán sólo gritos, ahora serán alaridos, indescriptibles, tantos como sean necesarios, y ya no seré tan sólo yo el que los dé, ya lo dije antes, vienen muchos tras de mí, desde dueñas de casa hasta estudiantes Universitarios, carpinteros, pescadores, artesanos y otros oficios que la Gran Ramera Espiritual no acepta por tratarse de pobres y periféricos.

Pero no importa, hemos aprendido con el tiempo a vivir en nuestros ghettos (figura de Cristo al igual que gosén y el arca de Noé) , al igual que el pueblo de Dios, los judíos, de ellos hemos aprendido a soportar todo lo que venga, no obstante, la esperanza es nuestra y no de ellos, porque al parecer, ustedes ya no necesitan nada, ni aún a Cristo, al que olvidaron, al que dejaron atrás, al que está fuera, al igual que en el Apocalipsis, diciendo:

“He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
Apocalipsis 3 : 20

¿Han pensado siquiera por qué Él está afuera y no dentro? ¿Han pensado por qué trata con individuos en este sólo texto y no con multitudes o congregaciones? ¿Sus profetas no se los han dicho? ¿En dónde están parados esos pertrechos de cristianos, apóstoles y profetas como sus ídolos de la música y de la Predicación actual que no les han dicho nada de esto en sus canciones ni predicaciones? ¿Qué Palabra Dios les ha revelado últimamente como para escucharlos y creerlos? No pierdan más su tiempo, sus esqueléticos profetas, extasiados de gozo, de placer, de la prosperidad de la más ruin y perversa de todas, de las que roba hasta el alma de los ignorantes en el Nombre de Dios y de su Santo Evangelio, no logran ni lograrán jamás percibir ni hacer ver a sus propios seguidores, los peligros que lleva el ser parte de una realidad como esta, no obstante, la fiesta sigue, el espíritu Ecuménico en el cual ellos se hayan sumidos, les suministra toda clase de beneficios por los cuales son capaces de agradecer, hasta con ciertos favores al modo más prostituido posible, a la Gran Ramera Globalizada que nada les critica, que nada les rectifica, y que sólo les paga con Gozo, Gozo, y sólo Gozo, pero un Gozo construido bajo las faldas de una fe tan o más PROSTITUIDA que la peor de la PUTAS.

Tengo la certeza más absoluta que el más pobre de los niños que sufre y duerme bajo algún puente de algún suburbio de este mundo, es mucho más digno de ser arrebatado y levantado cuando el Señor Jesucristo venga, que toda esta clase de desvergonzadas meretrices que sirven por dinero a un sistema decadente como es la religión cristiana mundial. En todas sus formas. ¡Ya les dije, voy a gritar más fuerte! ¡Y cada vez será más fuerte!

Y escucha tú, Zángano de la Fe prostituida Evangélica actual, escucha Fascista, me importa un carajo tu filiación con la Babilonia romana, me tiene sin cuidado tu elección por el Ecumenismo mundial, puedes llevarte o meterte donde quieras toda tu porquería de fe prostituida, … “Pero yo y mi casa serviremos a Jehová”… Así que entiéndelo bien, tú no eres parámetro para nosotros ni para mí, eres demasiado predecible junto a tus seguidores para gente que esperamos y confiamos en el inexorable Retorno del Incomparable Dios del Cielo, como es nuestro Señor Jesucristo, el cual, un día de estos aparecerá, y ya no habrá más excusa par evadir tanta verdad y tanto mensaje que te has guardado para engordar como un Cerdo. No voy a perder más tiempo contigo, eres necesario por lo predecible de tus canciones, por lo burda de tu propuesta. Dios te necesita para que se cumpla toda La Escritura, así que eres un buen recurso para ocultar la verdad y permitir que la cristiandad no necesite la voz profética que podría cambiar en algo el sentido mismo de la historia de los pueblos. Pero tú qué sabes de esto, si apenas vives de adulaciones, las que sin ellas no podrías ser lo que eres. Y como no eres Profeta para mí, sigue llenando las copas con tu vino que entontece, total, tú sabes, siempre habrá crédulos en donde sea y a la hora que sea.

Allá voy entonces, hay otra oportunidad y no la voy a rechazar. Mi guitarra y mi armónica estarán de acuerdo, mientras haya aliento de vida, el canto tiene sentido. Las palabras serán valoradas, estoy seguro, no por los inquisidores de la fe cristiana actual. ¡A ellos! ¡Que se jodan! A los fieles transgresores de la fe contaminada, “paz, pero una paz de trinchera”, no una paz para descansar. A seguir ignorando los preceptos de un religión fastidiosa, a seguir enarbolando la bandera del genuino y verdadero Evangelio de Jesucristo, ¿qué mal podría tocarnos si a nuestros padres, por amor a Jesucristo nuestro Señor, los mataron y asesinaron y luego, lo que es peor, los dejaron en el más completo y letal olvido?

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