De seductores y engañadores.

Existe cosas en este mundo que simplemente se parecen pero no son iguales, tal situación, por lo perentoria, pueden llevarnos a veces a cometer profundos errores, errores que tendrán efectos más que sintomáticos en nuestra vida afectiva, valórica o espiritual, y eso, nadie desea que le ocurra, más aún con la inmensa cantidad de problemas que debemos afrontar a diario por el simple hecho de haber nacido en este mundo, y en este particular momento de la historia, agregar una dificultad de este tipo podría ser fatal.

Hoy, los orientadores y sicólogos del andar espiritual de las personas, sin guardar ningún tipo de recato ni asistir a las vidas de quienes a veces necesitan de estos resguardos conservando ciertas notables prudencias, absolutamente justificadas cuando se trata de abordar la existencia humana, logran persuadir con exquisitas y volubles estrategias a un enorme conglomerado de creyentes en Cristo que aún no logran entender que, a pesar de la oferta comercial que propone el siempre activo supermercado de la fe, el Evangelio del Señor Jesucristo, sin apellidos ni nombres aleatorios, sigue siendo el mismo y uno solo, uno que se encuentra claramente expresado en aquellos 4 Evangelios con los cuales se inicia el Nuevo Testamento, y que luego gracias a la obra poderosa del Espíritu Santo, llegó a afectar las vidas de muchas personas que aguardaban por una experiencia como la que nos ofrece el libro de Los Hechos de los Apóstoles y las cartas escritas por los continuadores de la obra y demandas del propio Señor Jesucristo.

Pero, los agoreros de la fe comercial actual, haciendo todo tipo de ofertas y gimnasia espiritual, y utilizando infinitas estrategias que propone el manual de la utilitaria fe norteamericana, la del marketing espiritual, no cesan en su creatividad, ellos no están dispuestos a terminar con tanta farsa espiritual y a decidirse a vivir vidas realmente honestas en donde, el hambre y la codicia por tener y poseer todo lo que este podrido sistema nos ofrece, quede simplemente en manos de otros personajes y no de gente que dice estar teniendo fuertes experiencias en el plano espiritual, con una realidad de Dios que poco o nada hace cuando estos aristócratas de la fe, lucen sus trajes de altanería en medio de un mundo que se encuentra plagado y prácticamente atosigado de copias e imitaciones de la verdad, y en muy pocos casos, de genuinas o fieles representaciones de un cristianismo histórico que hoy se haya en completa retirada, y esto, obviamente, no porque Dios lo haya querido así, por ningún motivo, está claro que las clonaciones hoy día no afectan sólo a la industria del Diseño, las producciones musicales o artísticas en general, sino que además, también afectan el plano espiritual, lo que por ningún motivo podría catalogarse de menor importancia, tratándose la vida o el campo del espíritu del hombre, de uno de los más importantes territorios con que cuenta aún el hombre para salvaguardarse de la podredumbre intelectual, cultural y espiritual por la que hoy atraviesa el mundo y sus contornos.

Los forjadores de ilusiones espirituales lo tienen muy claro, ellos saben de qué cosa adolecen o carecen las personas, y por lo tanto, no llegan a ellas con las manos vacías, para ello se han dado el trabajo de estudiar el comportamiento humano y de sus necesidades, y por lo tanto, están sumamente claros de qué cosas las personas carecen, entonces, habría que entender que no por lo aburrida que creamos que sea la vida espiritual es que ellos existen, muy por el contrario, capacitados en el arte del engaño, ellos han comprendido que el campo de la vida espiritual del hombre, es donde él logra capturar muchos de los estímulos venidos desde afuera, en especial, los que vienen desde muy arriba, y es en donde además, suele filtrar un sinnúmero de imágenes o ese enorme torrente de información que nos acecha, y que luego, aceptadas en nuestra conciencia espiritual, enriquecerán o empobrecerán, si es el caso, nuestra propia vida valórica, esto, en cuanto a aquellas personas que sí tienen vida o realidad espiritual.

Por esta razón, lejos de desaparecer o de quedar en la banca rota, los agoreros de la fe actual, han hallado la piedra filosofal en un tiempo en donde la necesidad de las almas se ha convertido en un nutrido y muy suculento negocio, hablar de culpas entonces sólo puede provocar mucho más dolor, no obstante, y a pesar del costo, se hace necesario, por lo menos, adjudicar algún tipo de responsabilidades a quienes han hecho caso omiso de lo que El Único Dios de la verdad ha planteado como verdad absoluta, para que la cristiandad tenga, a lo menos, un comportamiento digno en lo que se refiere al planteamiento valórico espiritual, y junto con ello, que el desenfreno espiritual en el cual hoy día se encuentra, reciba su merecida sanción, y que por nada del mundo, quienes han jugado con la buena voluntad y fe de las personas, queden inmunes al castigo de Dios, eso sí sería trágico, demasiado inconsecuente con una realidad de Dios Bíblica y profundamente honesta, el castigo si bien no perfecciona a nadie, está determinado por la propia desobediencia a los principios divinos, por lo tanto, quienes traspasan las fronteras de las convicciones Proféticas y Escriturales, están simplemente jugando con cosas que no tienen ninguna clase de repuesto, como es el caso de la vida humana, y muy en especial, con todas esas personas que siguen a ciertos prospectos de una verdad que no llega jamás a encauzar ni dirigir la vida del hombre, para ello, eso sí, e indudablemente, Los Evangelios, para los otros, un castigo ejemplar y el mismo infierno si es que además han jugado con la enfermedad y el dolor de las personas.