Llamados a desertar.

Me había prometido que este tema no iba a ser recurrente una vez más aquí en mis reflexiones virtuales, sin embargo, la necesidad es elocuente, a veces lo que decimos jamás haremos, es lo que primero emprendemos cuando el alma está inquieta y el espíritu del hombre se desbanda en diferentes direcciones, en interminables jornadas de dolor, es que en esas letárgicas noches en que el sueño no llega, puede ocurrir lo impensado, en esta oportunidad, a mi me toca esta situación y no la voy a dejar pasar, por nada del mundo. Después de transcurrido algún tiempo, pareciera ser que todo ha vuelto a la calma y no hay necesidad de retornar a las antiguas reflexiones que han dado vida a esta bitácora virtual, en donde no me he quedado mudo con respecto a ningún tema que me he propuesto retratar, adeudo tal vez, algún ápice de honestidad que a pesar de lo deslenguado y directo que a veces creo ser, pienso que la realidad supera toda la ficción y por lo tanto, siempre estaré en deuda con todos los que me han acompañado hasta aquí, detractores y también quienes se dan fuerza para amarme a pesar del costo que ello pueda significar.

Es que el tema en cuestión, aunque resulte tendencioso y agotador, no está del todo terminado para mí, si apenas empiezo, es que las circunstancias suelen a veces superarnos, como la realidad, y no contamos con armas para dilucidar todo el daño que la propuesta comercial del llamado “canto espiritual o del gozo”, con el Sr. Witt como su máximo representante y a la cabeza de tal cruzada, ha causado a nuestras pequeñas y frágiles realidades. Nuevamente nos vamos a comportar como siempre lo hemos hecho, es decir, como cobardes, nadie se atreverá a tirar ninguna piedra al Ungido de Dios, que gracias a la ignorancia de un pueblo seducido y asfixiado de hedonismo, se ha llenado los bolsillos del verdoso y cochino dólar, sólo porque a él, y no a otro, se la ha ocurrido la brillante idea de decir que el canto cristiano debía restaurarse, aunque para ello no tuviese ni siquiera un miserable y pequeño vestigio de apoyo en la siempre indiscutida Palabra de Dios. Este señor entonces, con un lenguaje casi de cristiano, ha logrado hacerse de un imperio comercial con la complicidad de un cristianismo que no ha podido comprender, el cómo es posible embaucar en el día de hoy; con todo este arsenal de librerías cristianas disponibles, con toda esta aparatosa y expresiva colonia de predicadores y expositores bíblicos a disposición de la cristiandad, con toda la compleja urbe de colegios cristianos que no hacen a ningún ser humano mejor cristiano, porque para serlo hay que practicarlo, en donde sea, y no dentro de las frías murallas de una realidad paralela, a un cristianismo que no desea ver otra cosa que repeticiones, burdas y casi traumáticas muestras de decadentes vidas de hombres que dicen haber conocido a Dios y sin embargo, viven lejos del dolor, se manejan como empresarios, escriben lacra, sin admitir que a Dios a veces se le pasa la mano con el dolor, no con el dolor de ellos, sino con el dolor de los que sufren, de los que son expatriados por algún ideal, por algo que ellos han sido capaces de defender. Esa es, en mi opinión, la mejor manera de cómo demostrar el daño que tal cruzada, encabezada por dicho personaje, ha causado a la cristiandad toda, y que ahora, en su versión ECUMÉNICA, pretende el hombre ignorar que la historia simplemente no existe, que todo puede significar lo mismo, que con un par de palabras vía Internet se puede hacer razonar a quienes nos toma toda la vida, defender lo que creemos es intransable.

Pero a gente que carece en absoluto de amor por una verdad bíblica e histórica como la nuestra, ¿qué le puede importar que nosotros pensemos distinto a él? ¿Por qué habría de afectarle a un ser Omnipotente como él, rodeado de meretrices y ayudantes mediocres, una verdad histórica? Parece ser que al señor Witt, con todo el ejército de señoritas lloronas que él ha formado, se le ha olvidado últimamente echar un vistazo a la historia, es decir, lo que a Lutero y a toda esa colonia de valientes reformadores les tomó la vida, simplemente él se lo ha echado al bolsillo, y ahora es lo mismo ser católico que cristiano con ciertas raíces de apostólicos. Él, para aceptar tal invitación, como cantarles a los católicos, debió preveer el costo, siendo un hombre de Dios, siendo un profeta o algo por el estilo, aunque yo, jamás le he oído decir ni una sola palabra profética que nos haga reflexionar en los tiempos que vivimos, debió haber tomado en cuenta la historia, porque sin quererlo a veces, Dios nos hace partícipes de ella, y si no entendemos el tiempo que vivimos, finalmente podemos salir heridos de tales circunstancias. Hoy día el hombre, gracias a su participación en este nuevo circo de los famosos evangelistas, ha logrado unir el último cabo que faltaba para que la Iglesia católica con la Protestante se uniera, vino a ser, gracias a su empuje y empeño por vender más y más CDs de alabanzas, la guinda que faltaba a la torta. Nadie podrá evitar ahora que a los católicos se les haga pensar que están equivocados, si hasta los cantantes del pueblo evangélico hacen causa común con ellos. Esto me recuerda el caso de varios que en la historia ya desertaron, como por ejemplo:

Billy Graham

Benny Him

Rex Humbard

Y ahora, Marcos Witt.

Son patéticos, ¿qué hacen en el Evangelio? ¿Qué diría el Apóstol Pablo si estuviera aquí y viera el espectáculo que estos hombrecitos han ofrecido a los seguidores de Diana de los efesios? Simplemente elocuentes, ya Pablo de Tarso no existe para esta gente, lo han silenciado, lo han condenado a no opinar como sólo él lo hacía, ellos se han impermeabilizados con tal de hacer lo que les parezca, el problema ahora es, ¿contra quién deberemos luchar los cristianos? Al parecer, los propios enemigos de la fe cristiana apostólica y bíblica además, están dentro de nuestras propias filas, no obstante, siempre habrá mediocres que lo van a defender, que por sobre el amor que debemos a Cristo y a su Santo Evangelio, está el amor que ellos sienten por este cobarde que es capaz de disfrazarse y hacer como que estar en los dos lados es lo mismo, esta es la mejor exposición del Evangelio que promueve Witt y su séquito de seguidores, ya no hay conflictos, no son necesarias las discusiones teológicas, el principio no mueve al todo, sino que el interés de unos pocos hace que la industria logre administrar de modo vergonzoso el capital de la fe bíblica. Él podrá dar muchas explicaciones a sus seguidores, podrá incluso decir que no es lo que él ha querido decir o hacer, pero lo grave de todo, no radica en eso, sino, en que estando en las mismas fauces de la Puta romana, sentado y compartiendo con gente que venera el culo de uno que se sienta en Roma sin trabajarle un día a nadie, y que además es protector reconocido de curas pedófilos y uno de los últimos conservadores del espíritu de La Inquisición católica, no fue capaz de decir una sola y transida verdad, algo que nos hiciera pensar a todos, algo que respaldara ahora todas sus explicaciones, sin embargo, habrá quienes lo defenderán, mariquitas como él, cobardes, gentes que no tienen la gracia de Dios para escribir un solo texto de una canción, ellos, por supuesto, le deben y seguirán debiéndole mucho a él, pero yo, ni siquiera limpiaré mi trasero con ese papel sucio, tengo mi dignidad.

Asumir entonces nuestro cristianismo con todas nuestras imperfecciones y debilidades propias de seres humanos que se ahogan en el hoy, parece tener mucho valor en horas en que el cristianismo evangélico prácticamente ha ignorado la actitud de uno de sus mayores exponentes, a eso yo le llamo, “caca”, así de simple, no sé como quieran llamarle ustedes, pero yo, simplemente “caca”, hedionda y ecuménica, porquería que no inspira a nadie y que además, transgrede el principio que por largos años ha primado por sobre la conciencia de muchos cristianos en el mundo entero, que a diario ven el riesgo de amistarse o hermanarse con una Prostituta espiritual como La Institución romana. Él Ungido entonces, no oró a Dios, no leyó La Palabra, no habló con sus asesores espirituales, se lanzó no más, y ahora ha pretendido a través de una explicación en youtube, poner paños fríos a una verdad innegable como la situación por él vivida. Seguramente Marcos, como le llaman sus amigos, seguirá llenando estadios y grabando CDs con alabanzas, esa veta no falla, siempre hay lugar en el corazón de Dios para un pecador que se arrepiente, no obstante, ¿qué hemos de esperar nosotros los cristianos cuando uno de sus máximos íconos de la predicación musical hace amistad con el peor enemigo que la cristiandad ha tenido en la historia? ¿No debemos hablar de ello? ¿Deberemos guardarnos las reflexiones? ¿Deberán sus seguidores protegerlo hasta que la muerte los separé?

Mientras tanto,
mi música y mi canto en este momento aumentan sus sonidos
en mi paladar espiritual,
con mis tristes figuras del hambre a cuesta,
con esos rostros de niños que nada tienen y que nada quieren ocupando las líneas de mis cantos,
con desconsoladoras figuras de hombres ignorados deambulando por siempre aquí en mis sueños,
aquí en mis versos
aquí en mis sillones
sin poder desarraigarlos de mi mente
sin tener cómo ni cuando poder desterrarlos de mi vida.
Pero es posible para mí continuar,
aún con el costo de la enfermedad sobre mis hombros
con el dolor de una grave lesión en mi pecho transgrediendo todo el ímpetu de mi añorada juventud lejana.
Aquí me construyo de años
de maderas oxidadas
de ausencias invernales,
cobijado y abrigado con la piel de las palabras que no callan
que no enmudecen como las horas,
observando y viendo pasar las noches,
deteniéndome a contemplar el único espacio posible que el exilio me permite ver
el de la libertad
el de los pájaros silvestres merodeando,
aquí no hay tempestades de hombres impermeables que me aturdan
oigo simplemente,
el lánguido deceso de las almas que no mueren y me arropo
con el vientre humedecido de la tierra que me llama
con las alas de la noche que se agolpan y que pronto
cubrirán de estrellas lúcidas y extintas los antiguos ventanales de la vida
que algún día Tú Señor, me regalaste.