El costo por decir la verdad de Dios.

¿En qué pecamos cuándo nos atrevemos a declarar lo que Dios ha puesto en nuestros corazones, y no precisamente para que se añeje dentro del alma y esperemos que otros nos digan cuándo y cómo debemos decirlo? ¿Qué falta podemos estar cometiendo? ¿En qué podemos convertirnos? La verdad, es que muchos, dentro de la realidad evangélica, desearían que sus íconos actuales de la mendicidad espiritual, pudiesen decir algo importante como para cambiar en algo, el triste y deprimente espectáculo que hace largo rato ya vienen dando muchos aquellos que dicen ser, “los representantes de Dios”, sea en la latera expresión de las fábulas musicales de estudio, o simplemente versiones locales con aires de centroamericanos o mexicanos. El caso es que, más hipertrofia espiritual, no creo que exista, no obstante, el ataque artero de la horda espiritual se hace sentir, se dice ser conocedor de Las Escrituras, aunque manejan ciertos y únicos textos bíblicos que todos conocemos, pero que sacados de su contexto pueden significar todo lo que cualquier patán desea que signifiquen. Así de económico es todo, lo único que podría ocurrir entonces, como hace poco me ocurrió, es que nuevamente, por declarar lo que Dios desea que declare, alguien se atreva a vomitar sobre mis escritos y asegure con verdad, casi bíblica, que el Juicio final Dios lo ha creado para terminar con personas como yo, sin “pitutos” dentro del sistema religioso que me aseguren un porvenir más que dichoso, sin condescender con los mediocres, sin buscar mi propio provecho en la manifestación del mensaje que Dios me ha dado, sea este en forma de canto o escrito.

El problema es que, desde hace mucho tiempo dejé de pensar en el Juicio final, no es tema para un verdadero hijo de Dios, un siervo, o un instrumento de Dios aquí en la tierra, debe pensar en lo que debe decir cuando la circunstancia histórica y las convicciones urgen que la palabra revelada en el corazón, sea dicha sin tapujos, sin imitar a nadie, tal como uno la entiende, sin pasar por la escuela norteamericana, sin mencionar a los profetas de la esquelética versión del Gozo espiritual, allí, en esa soledad, un verdadero hijo de Dios debe confrontarse a sí mismo y

El pueblo evangélico, con todas sus perversas manifestaciones, también ha desertado en el plano de la fe histórica, esto es algo que no se puede obviar. Oí una noticia hace poco en donde algunos representantes de la curia protestante chilena, pedían perdón, perdón por no haberse

De este modo, queda claro que Dios habla, sí señores, habla, clarito como el agua, revisen páginas pasadas de este blog y lo tendrán más claro, “el pecado nacional”, “la responsabilidad sacerdotal”, ¿pero acaso ustedes creen que ellos me van a llamar para preguntarme de qué modo Dios trata con mi vida para escribir de este modo? ¡No señores! Porque a penas se oyó el perdón, fue tan suave que los cobardes al final le pidieron a una mujer con voz muy suave y juvenil que terminara ella de disculparse con el pueblo chileno por tal drama ético. En los tiempos de David o de los profetas, esto hubiese servido para llamar al ayuno y a las cenizas por supuesto, vestiduras rasgadas y todo eso, sin embargo, el perdón pedido por tales desertores de la fe histórica de Dios, es semejante o tiene directa relación con la visión que ellos tienen del dolor de otros seres humanos, mínima. De otro modo, ¿cómo uno entiende que un problema Ético de esta envergadura haya sonado más a : ¡puchas que la embarramos!, en vez de:

¡Estamos arrepentidos por haber cometido tal pecado, por habernos preocupado más de la plata y del crecimiento de nuestras congregaciones en vez de haber obedecido al llamamiento que nos hace Dios a través de Su Palabra! ¡Estamos avergonzados de nuestro proceder! ¡A Dios pedimos perdón, por no haber oído la voz de nuestros profetas a quienes hemos simplemente olvidado y enterrado! ¡Le hemos fallado a Dios y estamos dispuestos a cambiar!



Pues bien, como decía, no es fácil escribir, cantar o como sea, decir lo que Dios nos pide que digamos en el tiempo que nos ha tocado vivir, porque se trata de una acción que está más relacionada con el Carácter de Cristo que con la sensualidad con que hablan hoy día las


Por ello no valoro está puesta en escena de la fe evangélica mundial, vendida al ECUMENISMO, prostituida y llena de incongruencias, el triste espectáculo lo están dando todos quienes no se atreven a desprenderse de tal cultura y por fin, ofrecer al mundo sin Cristo una verdadera salida a tanta corrupción y porquería que nos cansa ver a diario. De seguro cuando esta clase de personas se informan, leen La Cuarta, o La Segunda, o La Que sea, jamás La Palabra como es, sacan un texto de ella con pinzas y ya creen tener una verdad, pero no reconocen cuando se equivocan, no tienen humildad para ello, han sido enseñados para tener GOZO y PASARLO bien, aunque la propia Palabra de Dios nos indique que en este tiempo debemos lamentarnos y llorar. Pero esto no cuenta para ellos, y como no cuenta, es necesario hacer las diferencias, porque la evidencia interna de La Palabra de Dios, nos muestra que la Iglesia de Cristo en el proceso de la historia, se prostituye, sí señores, SE PROSTITUYE, y como se vuelve PUTA, o FORNICARIA, Dios no deja sin esperanza a su verdadero pueblo, a ellos les llama REMANENTE. ¿Pero qué es un Remanente? ¿El contenido? ¿El litro de leche que pasa por el colador? Imposible, Remanente es lo que queda, no en el recipiente en donde vaciamos la leche sino, en el COLADOR.

Desde hace tiempo que perdieron el Norte, se creen perfectos sólo porque tienen todos los medios materiales, lean Apocalipsis entonces, lean lo que el Ángel declara a Laodicea, que representa el espíritu y la condición actual de la esquelética versión de la fe comercial. Yo sé que no tengo plata para grabar ningún CD ni editar libro alguno, sé además que no tengo ni un solo peso para poder hacer una grabación decente que me ayude en parte a palear mi dificultoso Ministerio, pero eso no es motivo para no servir Al que todo lo dio por mi, esa no es razón para no seguir escribiendo canciones, El Apóstol Pablo ya lo dijo:
“TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE”.
Me gustaría saber, ¿qué harían algunos si Dios les pidiera hoy día que sólo se sostuvieran en Su palabra y con solo un instrumento frente a todo este enorme sistema? ¿Cuánto durarían? ¿1 mes, 1 año, un par de semanas? ¿Cuán valientes son, a ver? ¿Pero querrán soltar todas sus amarras para seguir solamente la voz del Altísimo? ¿Desearán no tener vacaciones y tratamientos especiales cuando deban declarar todo lo que Dios ponga en sus corazones? ¿Estarán de acuerdo con que un hijo de Dios reciba tratamiento de advenedizo en medio de su pueblo?

Por eso yo no imito a los mediocres de hoy, no tienen valor, su cristianismo no me dice nada, ni el de sus seguidores, por eso mi guitarra no desea dejar de sonar, aunque no tenga un solo centavo para grabar, aunque vomiten sobre mis cantos, YO SÉ QUE MI REDENTOR VIVE, eso es suficiente, sólo Dios sabe si tendré fuerzas para terminar mi labor, pero yo, desde mi realidad, desde este organismo cansado y enfermizo, seguiré dando hasta la última pelea, hasta que Dios nuevamente diga basta, sólo así me dormiré, sólo así descansaré, pero antes, jamás.
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