Thursday, July 02, 2009

¡Se ha ido el rey del pop!
























"Porque hay una edad cuando todos somos puros, tal vez allí encontremos al verdadero artista y sobretodo, al ser humano."



Sus seguidores obviamente estarán dispuestos a perdonarle todo al rey del pop, pero qué le vamos a hacer, siempre ha sido así, ocurrió con Jeames Deen, con Elvis, y por supuesto, Jackson no iba a ser la excepción. La gente, el mundo en general, necesita de íconos, superestrellas algunos, inalcanzables, de todos modos ellos representan valores, sentimientos, gustos, y un sinfín de otros elementos que merecen ser tratados en un libro aparte, sin embargo, el caso de Jackson no deja a nadie indiferente, y lo digo, no sólo por sus enormes condiciones naturales que manifestó desde niño en relación a la música y al canto, porque eso está demás probado y refrendado. Amado y querido en todas partes, el hijo predilecto de la Industria, con el mundo a sus pies, aún así, el caso convoca las miradas incluso de quienes en vida no lo aceptaron o simplemente se manifestaron indiferentes a su arte. Michael, como lo conocimos, es la prueba evidente del abuso que muchos padres ejercen sobre sus hijos, con el propósito de convertirlos en estrellas y luego vivir de lo que ellos producen. Esto no sólo ocurre en el campo de la música, sino que además, en el campo de los concursos de belleza, en el fútbol, etc., allí, la pasión y el deseo de los padres por hacer de sus hijos lo que ellos jamás pudieron ser, puede desencadenarse de muchas formas, algunas por supuesto, casi la mayoría, reñidas completamente contra los fundamentos de la sana formación que debe recibir un niño, en el momento cuando sus valores y principios recién comienzan a tener algo de sentido, aún así, muchos padres ponen en práctica a diario, un ejercicio fatal en contra de la infancia que luego, cuando ellos han crecido, se vuelve como un bumerang contra quienes, sin pensar en el daño que están provocando, transforman la vida de un niño en disciplinas y metas que para muchos de ellos, son imposibles de alcanzar.


El caso de Michael Jackson puede que sea una fiel referencia de este grave problema que aqueja a la gente de este tiempo, ansiosa de obtener éxitos comerciales y económicos, son capaces incluso de poner en peligro la salud mental, espiritual y valórica de sus propios hijos, con tal de que ellos hagan con sus vidas lo que sus padres les han impuesto. De este modo surge, en el mundo de la música, la imagen de este célebre bailarín y cantante, parte cantando con sus hermanos, Los Jackson five, dentro de una realidad que para nosotros es imposible comprender en su verdadera naturaleza, como es el de ser “negro” en un país de rubios, un problema que significó para el artista y el ser humano que había dentro del icono, entender la música y la vida desde la discriminación de sus propios compatriotas, discriminaciones de toda índole, aún así, Michael logró salvar todas esas cuestiones en un país que dice amar la justicia y el derecho, pronto fue haciéndose de un lugar propio dentro del espectro de las grandes estrellas de su país y luego del mundo entero. Poco a poco también nos fuimos enterando de las excentricidades en las que este extraordinario artista fue cayendo, una por una, desde poseer un Disneylandia propio hasta animales exóticos en su propia casa. Y esto es lo menor, porque ahora, después de su muerte, estamos conociendo todas las cosas que Michael necesitaba en su entorno para lograr tener tal vez, eso que llamamos, “felicidad”, no obstante, y al parecer, Michael nunca fue feliz, es imposible serlo si desde la propia niñez, el que debió protegerte de la maldad que hay en este mundo, te usó para su beneficio y luego te convirtió en lo que a lo mejor, no querías ser.


Pero ya está, vinieron las cirugías, las que hayan sido, excentricidades como las de dormir en un féretro, creer que se puede evadir la muerte, y otros tantos miedos con los que muchos seres humanos conviven a diario, solo que en la vida de un artista tan conocido como él, resultan casi espantosas. La caída todos la conocemos, fue acusado de abusar de niños y esto no es menor, se defendió, pagó millones en indemnizaciones, pero nunca sabremos realmente si él abusó o no de niños, lo triste es que al final, perdimos de vista al artista, al músico, al cantante, al que con magistrales pasos de baile puso al mundo a sus pies, porque todos fuimos testigos de su arte y por ello le admiramos, no obstante, los mismos que lo elevaron al lugar de ídolo, tal vez nunca imaginaron la clase de persona que había detrás del artista, porque eso sí es importante, el ser humano, en todas las profesiones, en todas las instancias de la vida, si nuestro mundo cada día resulta más frío y más hostil, es simplemente porque hemos olvidado que detrás de cada trabajador, detrás de cada persona que vemos en las calles, hay un ser humano, muchos de ellos, con los mismos o más temores que nosotros, por lo cual, ello no nos da razón para jactarnos en la vida, de nada, de nada de lo que tenemos o no tenemos, tal vez, y estoy casi seguro, es que a Michael le faltó eso, eso que es tan importante en la vida de todo ser humano, la presencia de un amigo, un verdadero amigo que le ayudara a entender que la vida real es mucho más fuerte y bella que el sueño en el que él se encontraba viviendo, a Michael le faltó un verdadero amigo que le hubiese hablado de Cristo, que le hubiese dado a conocer que Jesús es el más grande y más bello compañero de camino que todo ser humano puede tener, por ello no deja de entristecerme la vida y el final de este artista, mucho más de lo que ustedes puedan pensar, me entristece saber que en un mundo lleno de todas las cosas, como las que le rodearon a él mientras estuvo con vida, no haya tenido la oportunidad de conocer al Señor Jesucristo.

Pero Michael no está para decirnos si fue así o no, todo nos da a entender que su soledad, era una soledad de vivir la vida sin Cristo y sin Dios, y no me refiero a no creer en Dios, sino, a vivir cada día que pasa, una experiencia nueva con el que un día murió y resucitó por darnos salvación eterna, ello va dejando inexorablemente, una profunda huella en el alma de cualquier ser humano que ha experimentado el amor de Dios en esta vida, imposible de borrar, imposible de extirpar del alma, creo que lo mejor será respetar el dolor de sus seguidores que aún, y por mucho tiempo más, llorarán la partida de uno de los más grandes iconos de la música pop mundial. En cuanto a nosotros, debemos estar agradecidos a Dios por habernos llamado a sus caminos y aún permanecer, gracias a su amor, luchando para que este mundo, en crisis constante de valores espirituales y morales, algún día entienda que vivir sin Cristo en el corazón, es una vida que no merece ser vivida.

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