A río revuelto ... gana la ignorancia.

¿En qué cosas ha puesto su atención en el día de hoy el cristianismo para elegir a sus llamados: ”lideres espirituales”? ¿Cuáles han sido sus parámetros? ¿Cuáles sus medidas? ¿Cuáles sus exigencias? Basta con ver la realidad para entender la verdadera tragedia valórica y espiritual que la cristiandad actual no acepta estar viviendo para darse cuanta de lo importante que es, al momento de elegir a quienes vamos a tomar como “líderes espirituales”, lo que nosotros estamos exigiendo o vamos a exigir en el campo de la vida valórica.

Porque el problema, sin duda, ha tenido diferentes tratamientos, desde evangélicos sumidos en una búsqueda incesante de espacios para demostrar lo importante que es ser “canuto” en un país plagado de catolicismo, hasta colaboradores de Presidentes en el mismísimo palacio de gobierno. Allí pretenden, los censurados y abyectos CANUTOS, estar cumpliendo con labores evangelisticas de peso, es decir, alguien les metió en la cabeza que la guerra ya no es con el enemigo que se lleva a jóvenes y niños a ese mortal y tétrico mundo de las drogas, por nombrar solo uno de los difíciles trabajos que deberían estar desarrollando a diario los flemáticos, pulcros y bien pagados misioneros y apóstoles de la vergüenza espiritual, sino que, hacerse conocidos, y dejar en claro que ellos también pueden entrar y salir por las mismísimas puertas de La Moneda. Si esto no es manipulación POLÍTICA, entonces, ¿qué es?

El Apóstol Pablo fue conocido por otras cosas, cosas mayores que estas, cosas que trascendieron en la historia del cristianismo no por el cero aporte a la creatividad o urgencia para expandir el mensaje de salvación a los demás seres humanos del mundo, sino, por el valor y el peso espiritual de lo que se atrevió a decir y hacer en un tiempo no apto para flojos y meretrices de sistemas mundanos. El caso es que predicadores y Ministros de Dios congraciándose con el sistema ya no es tema nuevo, tampoco esa tóxica y siempre letárgica nube de ignorancia que promueven y están dejando caer a diario sobre nuestras ciudades los diseñadores de despertares espirituales o “avivamientos”, es casi cotidiano, porque el tema de los miedos dentro de la realidad evangélica, aunque no es menor, no es una causa para detener este umbral de codicia por se reconocidos en un país que ha todo le ha puesto un nombre y precio, por ello es que la ignorancia de muchos de nuestros congéneres espirituales no se justifica en este tiempo, tampoco los miedos, que desde edades medievales, la propia realidad evangélica con su ritualismo y religiosidad propia a sabido fomentar con mucho acierto, ignorando descaradamente los conceptos bíblicos que apoyan el que el ser humano, luego de conocer a Cristo, está en condiciones de entender y tomar razón de sus propios actos, sólo se justifica entonces tal y monumental tragedia, en lugares en donde la cultura y la educación llegan con un retraso mayor al que llegan aquí en la ciudad. Pablo, el gran profeta y Apóstol del Evangelio de La Gracia de Dios, algo tendría que decir si tuviese la oportunidad de aparecer en nuestro tiempo, no obstante, está más que claro que los demagogos y tecnócratas de la fe actual, al oír semejante fanático, optarían por mandar a una clínica mental al desquiciado que trata de arrogantes y soberbios a quienes teniendo la verdad bíblica de su lado, eligieron los dogmas y la religiosidad por sobre La Libertad, de la cual, el Apóstol nos da una clara y certera cátedra en su carta a Los Gálatas. Pero, conociendo la naturaleza del ser humano que era el Apóstol, es seguro además que, desde su reclusión, el no se estaría quieto, por ningún modo, esa clase de hombres no aparecen en la historia para bailar al ritmo de los predecibles ritmos del caudillismo nominal, en efecto, simplemente solicitaría una pluma y un frasco de tinta para luego comenzar a escribir unas cuantas misivas a sus correligionarios, y de este modo, cumplir con la labor que Dios le encomendó. Por su puesto, los detractores pensarían que lo tienen amarrado y sin posibilidad de expresar sus ideas, no obstante, no debemos olvidar que ni siquiera el diario La Cuarta ni el The Clinic notarían su presencia, para qué decir las grandes congregaciones y nuevos movimientos espirituales, no querrían ni por todo el oro del mundo tener en sus espacios a un fanático de esta calaña dictando cátedra del Servicio a Dios a tales analfabetos de la creatividad, créanme, parece mentira, pero es verdad, hace muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuucho tiempo que los canutos dejaron de ser importantes en este sistema, más arraigados a sus costumbres que a la verdad profética y contextual, parecen estar imponiéndose por sobre el estigma histórico con el cual han convivido durante largos y tediosos años de historia en nuestra patria, aún así, yo he escuchado cosas que podrían desarmar a cualquiera en cuanto al valor y a la importancia del servicio en El Evangelio, que por cierto, no provienen de las nuevas castas de vagos que ha producido la religión actual.

La alfombrada realidad de la visión actual, sucumbe de este modo y permite, absolutamente todo, menos la verdad, menos la sinceridad, sólo sobreviven gracias a su soberbia, a la altanería con que pretenden estarnos adoctrinando o defendiéndonos de nuestros archienemigos, el problema es que desde hace tiempo vengo advirtiendo que la mayor y más potente oposición para desarrollar nuestra realidad ministerial en nuestra propia patria, viene desde dentro mismo de la realidad evangélica y no desde afuera, para nada, afuera te encuentras con pintores, poetas, artistas, escritores, y otras disciplinas más que al ver tu proyecto creativo espiritual, se convencen una vez más que algo anda mal, algo anda muy mal dentro del mundo espiritual, porque no es posible que creadores y artistas en general, llenos de un mensaje profético y de amor para hacer algo importante por el Señor en nuestro país, se encuentren aislados y sin ninguna clase de ayuda venida desde el paraíso terrenal que les ha construido el ganador de un Grammy, no encuentran razón a tal desperdicio, no así los “canutos”, llenos de porquería y trivialidad, no soportan el que en este país alguien sea capaz de escribir o hacer una canción que contenga los verdaderos propósitos que diferencian a un adorador de un contextual, eso les parece inmerecido, sólo aceptan esos dones si vienen con envoltorios centroamericanos o gringos, pero chilenos, ¡que se jodan!

¡Vaya porquería no!

Aquí estamos, sumidos entonces, desde la lejanía, componiendo nuestras propias creaciones, sin robarle un peso a la mierda evangélica, sin sacarle un miserable pedazo a esos ministros de pacotilla que lo único que saben es pedir y pedir plata y no enseñan un carajo de la verdad bíblica, como el básico de Chaparro y otros más. Sé además que a muchos no le interesa el tema, pero a mi si, y como este espacio es mío y no de ustedes, tengo absoluta libertad de expresarme como mejor me parezca, y pienso que quienes leen mensualmente mi blog, tienen además, derecho de que alguien les diga de vez en cuando, alguna verdad que les haga meditar en la miseria en que los mercenarios de la fe actual tienen postrada a la realidad evangélica chilena. Pues bien, aún a pesar de los problemas que conlleva el no recibir apoyo para construir tu trabajo, aquí estoy de nuevo, con algo nuevo, por fin ha llegado el día de ver mi libro de poesía terminado, los sueños son posibles, aunque a Dios se le haya olvidado que aquí también existimos nosotros, y que también tenemos algo que decir en este podrido mundo, más importante incluso que decirle a Él que es muy grande, el caso es que tenemos ya en nuestras manos el primer libro para ofrecer, sin ayudas corporativas, sin un solo grito de júbilo, sin una miseria de apoyo de la mierda del FONDART, porque mi conciencia no tiene precio y por lo tanto no se vende, aquí está, y quienes lo deseen lo podrán adquirir, no es gratis, hay que juntar algunos pesos, pero les aseguro que, dejando de tomar Coca Cola un par de días, como dijo la señora de Piñera, que es más mentirosa que Pinocho, lo podrán adquirir, La Poesía de las Migraciones ha iniciado su vuelo, su primer vuelo, y ya tiene un destino y un propósito definido, manifestar a las personas que somos libres, libres de pensar que la tierra prometida nuestra no está allá en Palestina, no señores, al carajo con todo y que me perdone Dios, no me interesa quitarle un centímetro de tierra a los judíos ni ambicionar su historia, aquí mierda está nuestra tierra prometida, en Chile, no en Israel, en chilito lindo, en sus paisajes, en sus pobrezas, en sus miserias, en sus personas, en su gente, humilde por cierto, con las cuales aún puedes compartir un taza de té con un pan con mantequilla, ¿qué más se puede pedir, qué más necesitamos? Esta es nuestra tierra prometida y no Palestina ni Israel, esa tierra les pertenece a ellos y no ha nosotros, cuando venga el Mesías deberá comprender que nosotros también amamos el pedazo de tierra que Dios nos dio, deberá conformarse con tal realidad y defender la vida que aún nos queda por vivir sobre este angustioso y exiguo planeta. Renuncio pues, a cualquier visión que pretenda anonadarme o desinteresarme de mis valores, los que me fueron enseñados, los que me fueron inculcados por mis padres, mis amigos, mis maestros, mis profesores de básica, del liceo, esta extraña y podrida influencia venida desde La Puta norteamericana, no tocará mi alma, se los aseguro, allí donde esté mi alma estará mi tierra prometida, en ningún otro lugar.

Termino por hoy mi reflexión, considerando por cierto, que toda regla, aunque nos parezca iluso, posee su propia excepción, esto lo digo por la generalización, puesto que dentro de la realidad evangélica existe un sinnúmero de personas que no están de acuerdo con el prostíbulo espiritual, y por tanto, a ellos mis respetos, al igual que a esos esforzados hombres de Dios, que en las mismas condiciones que yo, han sabido defender sus convicciones lejos del mundanal ruido de la caca espiritual del Gozo. Finalizo ofreciendo mi nuevo trabajo poético a quien lo desee, pueden escribir a mi dirección de correo para hacer las preguntas pertinentes, lo que sí, les aseguro, es mucho más barato y enriquecedor que lo que se gastan en convenciones y seminarios que no han hecho mejores cristianos a nadie. Vaya mi gratitud a todos quienes han colaborado, desinteresadamente, en esta nueva propuesta, a mi mujer, por su apoyo constructivo y acervo literario – espiritual, sin el cual, sus fundamentos técnicos ofrecidos de nada hubiesen servido.

A Dios sea toda la gloria.