Tuesday, April 28, 2009

La fe carroñera del gozo no descansa.























¿Pero a quién le puede interesar las verdades de otro, cuando quienes tienen la responsabilidad de mantener a las personas en completa vigilia están interesados en otras cosas “aparentemente mayores o más importantes”? ¿Para qué podría servir una miserable verdad dentro de una realidad extasiada de gozo, y en donde la vida valórica de los cristianos se haya sintetizada o limitada a la experiencia de una alabanza, en donde el recurso profético e histórico carece de importancia? ¿Quiénes realmente necesitan de la verdad entonces? Porque no hace falta poseer, ni los conocimientos de un cirujano, ni las técnicas que ellos deben aprender en las escuelas de medicina para hacer una disección honesta de la realidad que nos ofrece esta súper visión del Evangelio sensualizado, no señores, porque es única en su forma, y por lo tanto, se encuentra hasta en los más recónditos lugares en donde uno tenga la posibilidad de hallarlos, así de básicos y predecibles. Diseminados de tal forma, conquistan territorios, sin importar las tragedias, se disfrazan de terno y corbata para aparentar ser buenos discípulos de Cristo, aunque por dentro, la carroña espiritual se encuentra vigente y expectante, cuervos que te comerán los ojos si te atreves a declararles lo que piensas de ellos. Con una dictadura tal, es imposible reflexionar, es imposible hablar a la conciencia de miles de cristianos antidotados para no pensar en lo que de verdad es importante para sus vidas, además, ¿qué puede importarles a ellos un par de honestas lágrimas que derramaste por el sentimiento que te provoca el no poder entender cómo, una realidad que te bendijo tanto, y a tantos en otro tiempo, hoy día se encuentre absolutamente atestada de un GOZO que inocula al cristiano, contra supremas verdades y demandas bíblicas que no deberían ser olvidadas por ningún motivo, ni menos dejadas de lado?

Yo pensaba entonces, que todo esto se trataba de afectos, de vida, de mejorar con la ayuda de Dios, nuestra condición humana, pero todo eso no era verdad, solo querían comprar tu conciencia para que no les dijeras lo absurdo que te parece el Circo, en circunstancias que el cielo y la tierra se nos viene abajo, ahora que las epidemias, las enfermedades y las mismas plagas de Egipto, comienzan a tener sentido para el cristiano presente, para el cristiano con propósito, pero ellos, los desertores, los desleales, no desean oír tus lamentos ni menos saber de tus lágrimas, se encuentran demasiado ocupados como para detenerse en una línea de una canción en la que te jugaste la vida, ellos no saben del costo de tener la obligación de decir lo que otros no se atreverían a decir ni por dinero, la farándula espiritual entonces, accede, siempre accede, como una prostituta ofrece sus encantos y muchos caen rendidos a sus pies, en cambio yo, yo me he quedado totalmente solo, solo por una enorme necesidad de tener que defender, hasta con mi vida, si es necesario, mis fuertes y siempre no comprendidas convicciones y creencias, las que hoy día no sirven, no ofrecen panorama alguno para los sátiros del poder que se jactan de sus arrogantes coincidencias con la realidad mundana y secular. ¿Con tal puerilidad por delante, cómo podría componer alabanzas entonces? ¿Cómo podría complacerlos esta vez? No voy a dejar de hacer lo que tengo que hacer, he visto lo que me ha tocado ver en este mundo, y eso, no lo puedo extirpar de mi mente ni de mi alma, son imágenes demasiado fuertes y contundentemente reales como para ofrecer mis dones y todo lo que Dios me dio, a una forma de creencias basadas en la mordacidad e indiferencia con que se manejan, todos sus arrogantes y soberbios representantes.

En suma, me he quedado distante de toda esta cultura de la basura espiritual, me he quedado totalmente ausente de sus parafernalias, de todas sus demostraciones de poder, sin embargo, no me he quedado sin Dios, sin luz ni pan, tengo aún un espacio en el cual mis sueños pueden hacerse realidad, me he convertido sí, en un solitario de esos que muchos de ustedes no pueden ni podrán comprender jamás, porque a nadie le agrada estar solo, porque somos capaces de mentir y de adular al mismísimo diablo con tal de no quedarnos solos y aislados por cosas tan menores como son nuestras convicciones, no obstante, en aquél espacio, aunque ustedes no lo crean, pululan de un lugar a otro mis nuevas composiciones, mi poesía no ha dado aún todo lo que Dios desea que ella diga, es decir, para Él, aún soy un niño, un constructor de palabras con sonidos que no ha vendido ni su alma ni sus dones al sistema, y que a pesar de mis grandes y constantes necesidades, no he roto con Dios mis vínculos afectivos ni espirituales, a pesar de ello, me he decidido a detestarlo todo, a no tomar en cuenta sus rezos, sus cantos, sus oraciones, sus alabanzas, he comprendido que Dios es más grande que todo aquello, mucho más amable que una predicación por radio basada en el terror, muchos más comprensible que una “dictadura espiritual” construida de poderes fácticos en los que la gente común y corriente, simplemente no existe, y si existe, es solo para servir como corderos, sin conciencia, sin una forma de pensar, propia y personal, yo en cambio, no estoy nuevamente para sus circos espirituales, podría vomitar sobre ellos y no sentiría ni una miserable culpa, aquí los culpables son otros, son esos Ministros que dicen llamarse, “Ministros de Dios”, y que terminan sus días engordados y sin ningún tipo de dolor en el alma. ¡Carroña igual a esa, jamás ví en toda mi vida!

El dolor ahora se convierte en una constante plegaria, en una voz disidente que se haya estupefacta al ver la realidad y en lo que se han convertido, gracias a un título que jamás les perteneció, toda esta indecente muestra de indiferente vida supuestamente “espiritual”, pero la hora de la verdad se aproxima, y espero estar vivo para ver ese momento, para ver las caras de quienes pudiendo llevar vidas austeras, dejaron la verdad de Cristo para enriquecerse y así asegurar un buen porvenir para sus hijos, ellos también lo van a saber, no podrán ignorar el peso de la historia, son cosas demasiado fuertes como para dejarlas pasar, como las imágenes que ví en mi vida cuando recorrí este país de Norte a Sur, de Mar a Cordillera, predicando el Evangelio de Cristo, todas ellas, como una interminable procesión, no dejan de aparecer en mi conciencia, cuando me levanto, cuando respiro, cuando escribo, cuando lloro, cuando me voy a dormir, siempre están presentes, y me acompañarán hasta el día de mi muerte, de eso estoy seguro, y por ellas, doy gracias a Dios, porque sin ellas, ¿qué podría cantar? ¿Qué iba yo ha decir a un grupo de estudiantes en el patio de un Liceo, esperando algo de un cantor que a esa hora de la mañana se atrevió a desafiar la indiferencia en que se encuentra La Iglesia de Cristo? Ellas son mi único parámetro, las miserias de La Iglesia sensual solo servirán para ser ignoradas, para eso fueron dadas a luz, y quienes hoy día se complacen con sus pomposidad, desde luego acabarán en el olvido, o en el peor de los casos, en el vómito de Un Dios que aún no ha dicho la última palabra con respecto a toda esta basura.


Mis certezas ahora son imposibles de cambiar, sé que ha de venir la tormenta, sigo aguardando el momento, sé que llegará, nadie lo va a impedir, todo resultará vano a la hora de la verdad, ni sus cultos de gloria y de poder, ni todas sus vanidades juntas podrán impedir la auscultación del Ojo divino, una mirada que no toma en cuenta títulos humanos, hipocresía espiritual, ni ninguna clase de condescendencias, sólo la verdad, la que han amputado con toda esta magnífica y cruel demostración de desidia, de ignorancia, y por sobre todas las cosas, de indiferencia por las necesidades de quienes tenemos algo que decir, y que a cambio de toda la mierda ofrecida por los itinerantes bailarines de la plaga del gozo, han preferido ignorarnos descaradamente, sin importarles absolutamente nada, ni la precaria salud con la que sobrevivimos y libramos nuestras batallas, ni el valor de nuestras convicciones, como una madre que tiene a sus hijos y luego los abandona, de ese modo han actuado. Pero ya viene el tiempo, a la velocidad de un rayo, y el aborto espiritual con el cual han procedido y ejercido su falsa paternidad sobre nuestras humildes realidades espirituales, terminará por condenarlos, porque Dios no es como los jueces de la tierra, que pueden ser comprados o hacerlos cambiar de opinión, ya han tenido mucho tiempo para cambiar y se la han pasado bailando y gozándose como en un prostíbulo, ello no los dejará inmunes ni exentos de castigo, por nada del mundo, porque con toda la porquería acumulada y sus infecciones de sanidad interior que sólo han producido COBARDES y AFEMINADOS, pero jamás, un solo cristiano verdadero, esta maquinaria espiritual solo se ha ganado el oprobio de un Dios que a pesar de lo lleno de amor que lo puedan percibir, sigue siendo el dueño de las almas y de la historia, y por lo tanto, pedirá cuenta a quienes son los responsables de tal conducta.

Pero su pueblo, el pueblo sufriente, el que abdicó del Gozo afeminado de los cantantes miserables, ese pequeño remanente, ténganlo por seguro, es el único que será tomado por Jesucristo, porque en un abrir y cerrar de ojos, Él bajará, sacará a Su Iglesia, y luego de tomarnos, ha de llevarnos a un viaje infinito desde el cual nunca más volveremos, nunca más oiremos de toda su infame pestilencia espiritual que dañó a más cristianos y honestos hombres de Dios en este solo tiempo, que todo el daño que hizo este sistema incrédulo a toda la humanidad, a todo lo largo y ancho de la historia. ¡Y les aclaro! No estamos, ni estaremos mudos, jamás podrán enmudecer una sola voz que haya encendido el fuego del Espíritu Santo, lo quisieron hacer en el pasado con Los Profetas de Dios, pero no lo lograron, mientras más dolor le inflingieron a esos santos hombres, Su Palabra tuvo muchas más alas para alcanzar hasta lo último de la tierra, y de la propia historia, al profeta Jeremías, al cual le rompieron y llenaron de pestilencia todo su trabajo poético y profético en varias ocasiones, ¿pudieron acaso interrumpir el peso de su palabra con tales deserciones? ¿Acaso algunos de estos fanfarrones del gozo ha escrito algo mayor que él en toda su vida? Ahí ven su trabajo, todos los días, en todos los lugares de la tierra, Jeremías no podrá jamás ser olvidado, porque fue un héroe, un valiente de Dios. A Isaías, lo cercenaron vivo, pero el Príncipe de los Profetas sigue iluminando con su virtuosismo poético y la revelación que Dios le dio, los corazones de aquellos que esperamos el Retorno del Señor a la tierra. A Juan, el último de los profetas, le cortaron su cabeza, pero El Señor dijo que de los nacidos de mujer, ninguno es más grande que Juan. También los primeros cristianos sufrieron persecuciones, muerte en los circos romanos, y una gran cantidad de contradicciones por razón de la verdad, aún así, muchos de ellos dieron sus vidas pensando que con ello estaban rindiendo un servicio a Cristo y a su verdad, pero hoy día le llaman servicio a Dios el cantar alabanzas encerrados en un templo dentro de una realidad contextual en donde a nadie se le prohíbe creer en Jesucristo, ¿dónde está el servicio entonces? ¿Dónde el cato sacrificial? Constantino, el emperador romano, debe estar contento en su tumba, si es que aún queda algo de él, pensando en el bien que hizo al cristianismo con otorgarle espacios consagrados a los sacrificios de animales para el servicio del culto al Señor. ¡Pura basura!

¿Pero qué hay en lugar de todo lo que debería haber en el cristianismo actual? ¡Gozo! ¡Cánticos de Gozo! ¡Hedonismo espiritual! ¡Placer! Todas prótesis que en nada colaboran a la comprensión de lo que Dios desea para nuestras vidas en este difícil momento que nos ha tocado vivir, y si no creen que es así, es porque aún no han entendido ni han visto nada. Pero a pesar de la soberbia de los constructores de poder espiritual y despertares artificiales, aún así, el dolor y el clamor de aquellos hombres que la Puta romana eliminó con el pretexto de llamarlos “apóstatas o herejes”, como Los Valdenses, Los Cátaros, Los Hugonotes, no ha sido apagado por las hordas del GOZO imperante, ni el cobarde de Marcos Witt, ni ningún otro podrá acallar el clamor de los santos que han dado su vida por el Evangelio del Señor Jesucristo, no señores, sus almas están allí, frente al crucificado, frente al Glorioso Cristo de Pablo, esperando y clamando a diario:

Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra?
Apocalipsis 6: 9 11

Pero llega el tiempo, las noticias en este mismo instante dan cuenta de lo que La Biblia predijo hace miles de años atrás, aunque los científicos duden, aunque los historiadores y religiosos corruptos como los propios gnósticos lo nieguen, Jesucristo, El Señor de Señores, viene a la tierra, en eso debería estar la cristiandad, en eso debería reflexionar, ¿pero qué ha pasado para que los cristianos hayan cambiado su modo de concebir la fe apostólica? El sistema simplemente ha corrompido todo, el pensamiento secular del tener y poseer más de lo que podemos sobrellevar, ha terminado por ahogar esa llama que algún día Cristo y Su Palabra, mantuvieron encendida, algo ha hecho creer a los propios cristianos que el Señor ya no vendrá, que Su Venida, es solo un juego de niños, que se tratará de algo solamente espiritual y que jamás tendrá efecto en la historia, de este modo tenemos como fruto todo lo que estamos viendo hoy, cantos de gozo sin realidad ni contexto histórico ni menos profético, una especie de experiencias carismáticas puramente sin un ápice de comunión con la verdad suprema que nos revela La Palabra bendita de Dios. La Iglesia es quien debió haber previsto tal situación, como ente espiritual capacitado e instrumentalizado por Dios mismo para confrontar cualquier embate venido de las tinieblas, debió haber hecho lo imposible por no dejarse embaucar por tales movimientos “espirituales”, y haber esperado solamente en La Palabra que Dios deseaba revelar a su corazón, la elección ha sido tomada y concertada con los propios creyentes, aún así, sé que hay remanente dentro del sistema, sé que ellos no se dejarán embaucar por los impostores, han perseverado y serán también los que atestiguarán contra los procedimientos y predicamentos de una fe cuyos representantes han ignorado sistemáticamente, el valor de La Palabra que Dios nos está revelando en el día de hoy, a todos quienes aún no hemos vendido nuestra alma ni convicciones a un sistema que ha burlado, absolutamente todo lo que Dios ha dejado para proteger a los cristianos, de las mentiras y los engaños que el diablo ha traído a este sistema para impedir que el alma de los verdaderos creyentes en Jesucristo, siga recibiendo inspiración y la confianza necesaria para seguir esperando el Retorno de Cristo por segunda vez, a este mundo.

¡A Él sea toda la gloria!

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