Saturday, February 13, 2010

¡Cuando la verdad bíblica se hace más evidente que nunca!























Ahora sí que realmente no hay que ofrecer tantas explicaciones, no se si los profetas de la mediocridad espiritual tendrán otra opinión con respecto a la liberación de las últimas fotografías que muestran el gran humo del incendio de las Torres Gemelas. Para los mercaderes, hijos de La Gran Ramera, de seguro debe ser común el ser testigos a diario de semejantes tragedias, y por lo tanto, deben a diario codearse con las profecías como para detenerse en alguna que ponga en duda sus aciertos, total, la hipocresía está de moda, y en tales circunstancias, es muy fácil tapar el sol con un dedo, pero el peso de los hechos en cuestión, no deja dudas, después de analizar cada texto bíblico que hace referencia a este tema, cada interpretación, queda claro que los propios teólogos gringos y la gran cantidad de seguidores que tienen en todo el mundo, ya no tienen cómo retorcer más Las Escrituras, porque el Llamado de Dios al Convertimiento de esa sola nación, ya no posee más defensas que resistan la mirada de Dios. Congelados hasta el cuello, los grandes paradigmas de la fe norteamericana eso si, logran evadir esta realidad, ellos han vivido en holganza material desde hace muchos años, tanto como para no querer subir al monte y dialogar con Dios allá en el Sinaí y permanecer en aquella intimidad un par de preciosas horas.

La urbe, en tales condiciones, el pueblo o la Nación en general, queda expuesta a los agoreros, a los falsos profetas, a los engañadores, a toda esa clase de géneros de espíritus que La Palabra de Dios detalla con minuciosidad, los cuales, con una destreza casi hollywoodense , logran evadir las fronteras construidas de paja con que la gran ramera gringa, pretende protegerse de los embates del enemigo, y ahora, del Poderoso y siempre Eterno Llamado de Dios.



No sé qué estarán pensando quienes se nutren de aquella realidad, me refiero a los latinos, obviamente, que no ven riesgos, que no advierten el peligro, el pecado de sanidad con el cual actúan en el campo de la vida valórica y espiritual, los deja presos en aquella liviandad y optan simplemente por el Gozo, viajan a las nubes, se drogan con la alabanza, evadiendo el fuerte peso de la verdad profética y espiritual que hoy mismo arremete sobre nuestras vidas. ¡Así no se puede, no hay manera de permear una fortaleza de esta envergadura!

¡Ni Dios!

¿Cómo podría?

Si la excusa que tienen los deja blindados contra la verdad reveladora de La Palabra de Dios, entonces:

¡Pobres profetas del Dios altísimo, obligados a guardar, en muchos de los casos, un doloroso silencio, un silencio bestial y atroz como ninguno, sólo semejante al impuesto al profeta Jeremías allá en la cisterna en el Antiguo Testamento, sin posibilidad de nada!


Entonces, esta realidad de adictos a la alabanza, para poder comprender y recibir el peso de semejantes realidades espirituales, tendría primero que hacerse una evaluación con un especialista, y luego, determinar de qué modo se podría hacer una limpieza en el cuerpo y en el alma de los creyentes para ponerlos en un perspectiva que se relacione con temas de verdad relevantes para la vida espiritual. Pero, volviendo al tema de las fotografías, uno podría hacer como que no sabe nada o no entiende nada de nada, como que la profecía simplemente nos queda grande, pero los textos que ilustran tal realidad en Las Escrituras, son de verdad elocuentes, demasiado claros como para que pongamos en duda una vez más, la certeza con que La Palabra de Dios nos da cuenta de los hechos, solo para que quedemos bien con Dios y con los gringos, simplemente la humanidad ha asistido, como lo he venido diciendo desde hace mucho tiempo en todo mi trabajo, a un momento profético excepcional. Pero veamos los hechos:

1. Apocalipsis 18:9: Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean EL HUMO DE SU INCENDIO,

2. Apocalipsis 18:18: y viendo EL HUMO DE SU INCENDIO, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?


No recuerdo eso si, otra panorámica neotestamentaria que ofrezca antecedentes proféticos tan claros como los que detalla el Apocalipsis, si ni siquiera hay que ayudarse con un código extraño o secreto de La Biblia, tampoco hay que leer o ser un perito en la saga de mentiras inventadas por Dan Brown, basta al lector los textos y las fotografías, lo demás queda al escrutinio de la conciencia y del entendimiento que da Dios, por lo tanto, no queda duda alguna, una vez más La Santa Palabra de Dios ha dado en el clavo, aunque los gozadores de turno les importe un carajo el problema profético que nos abre este hecho, la profecía y el evento se encuentran allí, sumamente claros para ser comprendidos hasta por los más acérrimos detractores de la fe cristiana apostólica. La pregunta en tanto cae por su peso:

¿Qué hará el cristianismo actual con estas fotografías?

¿Tendrá algún tipo de reflexión al respecto o simplemente harán como que nada ha pasado?

Lo notable de este trabajo, es que al parecer, el ojo periodístico hubiese estado cumpliendo con un itinerario, como si deliberadamente ALGUIEN, hubiese estado dirigiendo sus cámaras desde el helicóptero, para que al mundo entero no le cupiese ninguna duda del mensaje profético, porque esto no se trata de una coincidencia más, o algo que ocurre de vez en cuando, porque incendios de edificios estamos sino acostumbrados, por lo menos de vez en cuando, pero que ejerzan una tan poderosa influencia y efectos en la mente y la vida de un colectivo tan inmenso, sólo ésta, por sus dimensiones, por su importancia, porque esa nación no es cualquier nación, no me quieran hacer creer ahora que Dios no tiene nada que ver en esta nación porque no se las voy a creer, a otro perro con ese hueso. Pero, lo realmente asombroso, luego de todas las declaraciones de guerra contra el Islám y todos los enemigos de la gran Babilonia norteamericana, aún no tenemos claro qué realmente fue lo que ocurrió en ese lugar, todos los aspectos de estas enormes construcciones, antes y después de las caídas, han sido tratadas de todas las maneras, pero mientras el Gobierno Norteamericano no de una explicación clara y concisa de lo que realmente ocurrió el 11 de Septiembre de 2001, las elucubraciones seguirán, convirtiéndose esta tragedia, como ha sido hasta ahora, en el pan de cada día de periodistas, novelistas, investigadores, documentalistas, etc., hasta del común de la gente.

Por ello es que la aparición de estas últimas fotografías de la caída de World Trade Center, viene a reforzar, para todos los que aguardamos el cumplimiento de La Palabra de Dios, una enorme y vieja convicción que dice:

“Que toda Palabra de Dios ha de cumplirse, nos guste o no.”

Todas las cosas entonces han de suceder, tal como lo anuncia La Biblia, pero si estas fotografías son entendidas fuera del contexto del espíritu profético, entonces no habremos entendido absolutamente nada, y por lo tanto, no sólo habremos desvalorizado la pérdida de tantas vidas como en aquél día, sino que además, habremos dejado pasar, un valioso recurso histórico que viene a validar un planteamiento profético que muchas veces ha sido hasta ridiculizado por los neófitos.

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