El poder y dinamismo de La Palabra de Dios.
El
poder y dinamismo de La Palabra de Dios, debería ponernos en alerta, claro que
sí, más en el tiempo que nos ha tocado vivir, porque si el propósito de Dios es
alcanzar con ella nuestras almas, entonces, no debemos pensar que el principado
que tiene atada a gran parte de la humanidad, y que además engaña al mundo entero,
permanezca intacto, como desconociendo la influencia y los efectos que produce
en el hombre su Bendito consejo, y más aún, como lo afirma Su propia Palabra,
sabiendo él que el desenlace final es, precisamente, liberar a los hijos de
Dios de semejante oposición a través de este extraordinario recurso como es La
Palabra Eterna de Dios. Las maquinaciones del diablo son definitivamente
reales, desde siempre, desde que él decidió dar la espalda a Dios y volverse
contra sus propósitos, desde ese preciso momento, él no sólo se ha opuesto a
los dictados de Dios, sino que también, ejerce, desde su privilegiada
ubicación, todo un sinnúmero de influencias contra el cristianismo en cuestión,
y ello, fundamentalmente, para que los cristianos en algún momento, estemos
dispuestos a desertar si es posible de la misión encomendada por el Señor hace
tantos siglos atrás, por tanto, la labor desarrollada por La Iglesia en este
mundo, no puede mirarse ni aceptarse como puramente contemplativa, desde
ninguna perspectiva, ya que por Llamamiento y mientras dure nuestra
peregrinación en este mundo, no sólo estamos destinados a dar gloria a Dios por
su grandeza y poder inefable, sino que además, a levantar y establecer dentro
de nuestras realidades, verdaderas murallas espirituales que impidan la filtración
de Satanás, por ello, cada hermano, dentro de lo posible, debe esforzase por producir
verdaderas coyunturas con sus hermanos de camino, se trata de alianzas en el
campo de la fe que tengan como propósito principal, proteger y resguardar el
patrimonio de Dios manifestado en nuestros corazones, solo de este modo podemos
ser testigos de cómo el mundo de las tinieblas comienza a retroceder, y el
Reino de Dios, como consecuencia, revelado además por el propio Señor
Jesucristo a todos sus discípulos y a Su Verdadera Iglesia, comienza a hacerse
cada vez más evidente y palpable en nuestras vidas.
El
estar intactos o sentirnos intocables desde la perspectiva de la prueba para
muchos cristianos, puede que sirva como argumento para favorecer la
interpretación que se relaciona con la protección y cuidados divinos por
nuestras vidas, de lo cual, no estoy tan seguro, y permítanme explicarlo, porque
a la verdad, no creo que el propósito de Dios sea finalmente el que nosotros,
los Llamados a propagar las eternas verdades de Su Reino, primero, no tengamos movilidad
ni suframos ninguna clase de contradicción dentro de la esfera espiritual en la que nos encontramos viviendo, luego, que estemos prestando un servicio
solamente religioso a Su Eterna Voluntad, o que finalmente no vivamos ninguna clase de sobresalto mientras aguardamos el Retorno de Su Persona a este mundo, La Palabra de Dios, como vehículo y
traductor del Pensamiento de Dios, nos da a conocer con suma claridad que un
hijo de Dios, realmente involucrado en el quehacer espiritual, debe sufrir todo
tipo de obstáculos por parte de los antagonistas al plan maestro de Dios cuando
se trata de defender los principios que dan dinamismo y existencia a nuestra fe
cristiana, no es un invento humano, para nada, está inserto en el principio
doctrinal de nuestra fe, es inherente además al curso histórico y profético
vivido por los distintos estamentos, como por ejemplo, Israel mismo, con ello, es
claro que Dios nos quiere decir que la batalla contra el diablo aún no está
ganada en toda su dimensión, por lo menos en la realidad cotidiana, por ello es
que todavía además, permanece La Iglesia de Cristo dentro de este mundo u
esfera cósmica, de otra manera, simplemente ya no estaría, habría sido
retirada, en fe mientras tanto, sí creemos que Cristo lo ha derrotado en el
calvario de la cruz, no obstante, el príncipe de este mundo, sabiendo que le
queda poco tiempo, se ha levantado con mucha más fuerza y autoridad sobre las
vidas humanas, dejando como testimonio que él, a pesar del poderoso dinamismo
de La Palabra, aún no ha sido totalmente derrotado. Testimonios de toda esta
tragedia además, los vemos plasmados a diario en todos los países y lugares del
mundo, porque no existe un solo y pequeño lugar de este planeta que se
encuentre exento a todas sus perversas maquinaciones, niños que son ofrecidos
como mercadería sexual, políticos indiferentes al dolor de los seres humanos, padres que ven,
cómo la propia sociedad en la cual todos hemos depositado nuestra confianza
para que eduquen y protejan a nuestros hijos, abusen de ellos,
permitiendo que toda una casta de pervertidos se haya dado a luz en estos días solo en nuestro país. Corrupción en la política, injusticias soliciales, religiosos y cristianismo en general sumidos en el materialismo de este mundo,
el negocio de los medicamentos y de la salud manejado por empresarios sin
escrúpulos que ven, en la tragedia de la enfermedad humana, el más lucrativo
negocio del cual conseguir ganancias millonarias, el trafico de drogas, la
delincuencia, la prostitución infantil, el aumento de las realidades
homosexuales en el campo del matrimonio guy, la ineficacia y desigualdad ante
la ley por parte de los administradores de de la justicia humana para poner
tras las rejas a los verdaderos delincuentes, etc. Esta es solo una pequeña
pero no insignificante muestra de cuán perverso es el diablo y de la forma como
él, diariamente, actúa en el interior de nuestras decaídas realidades, sin que
podamos siquiera ponernos de acuerdo para orar y solicitar a Dios, su inminente
intervención en estos asuntos que también le incumben a Dios mismo, y por
supuesto, al cristianismo mundial, del cual, todos formamos parte, queramos o
no reconocerlo, estemos o no de acuerdo.
Cristo,
por lo tanto, ha dejado a Su Iglesia en este mundo para cumplir con parámetros
muy claramente establecidos a través de todo el rigor de La Palabra, códigos de
lucha, claves espirituales sobre las cuales podemos andar con seguridad para
que nuestras convicciones y motivaciones en ÉL, no se vean alteradas, de manera
que al tener que enfrentar las pruebas o ardides del diablo, aún perdiendo
alguna elemento en la batalla, nuestra vida de fe, no pierda el rumbo, ello es a
lo que la instancia profética nos alienta, tenemos que esforzarnos por alcanzar
lo que Cristo nos ha pedido, ser capaces de derrotar al enemigo sabiendo de
antemano que nada es tan gratuito, que algo tenemos que perder en esta batalla,
es una característica que a pesar de haber sido despojada del fundamento divino
en estos tiempos por la propia cristiandad apostata, debe mantenerse en la
conciencia de aquellos que sí están dispuestos a no retroceder frente a la
poderosa embestida del enemigo de nuestras almas, eso debe estar más que claro.
Por ello es que el mundo estático de fe simplemente no existe, el no abordar la
fe tal y cual nos propone Dios en Su Palabra, no tiene lugar en la mente ni en
el corazón de Dios, el bendito consejo de Su Palabra no deja ninguna duda al
respecto, el único cristianismo posible en este mundo, es el que no está
dispuesto a renunciar a la batalla, el que siempre da la cara, el que invierte,
el que está dispuesto a perder para ganar finalmente, he allí el dilema para la
realidad espiritual actual, “ser o no ser”, ya lo cantábamos hace 20 o 30 años
atrás, el ser en Cristo no da lugar a las apariencias, ello no tiene ni
siquiera un pequeño lugar en todo el enorme significado de nuestras vidas en
Dios, el no ser, obviamente, ha de producir un cristianismo apóstata, con
ciertos matices o pequeños significados en apariencia, verdaderos o vinculados
a la verdad de Cristo, con axiomas incluso parecidos a los que un verdadero
hijo de Dios utiliza cuando se trata de vivir conforme a Cristo, pero el ser en
Dios, es y debe ser para el cristiano finalmente, la única y verdadera
motivación de encarnada lucha que debemos dar en el Nombre Santo de nuestro
Dios contra Satanás y sus secuaces.
Los
años han pasado rápidamente, uno quisiera tener el poder para devolverlos, para
hacerlos retroceder un poco, para tener la oportunidad de corregir con ello,
todos los errores que en algún momento nos hicieron tambalear de la seguridad
en la que debemos caminar en este mundo como hijos de Dios, pero ello no es
posible, no nos está dada en esta vida semejante variación, solo podemos esforzarnos
por aprender de nuestros errores pasados, podemos por lo tanto, capitalizar con
la ayuda de Dios, todo aquello que nos ocurre y nos ha ocurrido en la vida en profundas
y valiosas experiencias, y si a ello le sumamos que el poder de La Palabra
eterna está completamente vigente, además, que el Espíritu de Dios nos acompaña
en esta circunstancia, entonces no podemos poner en duda que el transe actual
por el que estamos atravesando, aún con la enorme dificultad con que se nos
presenta, busca reproducir y producir además, dentro de la esfera de nuestras
vidas, aquellas fuertes e irremplazables coyunturas propias de la vida de un
Cuerpo como es el Cuerpo de Cristo, un Cuerpo real, un Cuerpo que vive y se
nutre de experiencias reales en Dios, que no teme al futuro ni al devenir de
los hechos, que espera el momento en que todas las cosas serán transformadas y
puestas bajo los pies de nuestro Salvador, en esa esperanza podemos tener
seguridad que a pesar de lo fuerte y riguroso que nos parezca el presente,
nuestras almas con ello se purifican, y junto con la prueba, se acrecientan
nuestras certezas en Dios, lo que nos permite en el campo de las convicciones, el
darnos cuenta del enorme significado de aquellos textos bíblicos que dicen “que
nada podrá separarnos del amor de Cristo, ni la prueba, ni el dolor, ni el
cansancio”, nada podrá desarraigarnos de un amor semejante, porque en este
mundo, lleno de desdichas y de sufrimientos, haberle encontrado a ÉL, es un
completo milagro, un gran y portentoso milagro que debemos cuidar y proteger,
aquí, en nuestras almas, aquí, dentro de nuestros corazones, el que no ha
probado a Cristo desde luego, no podrá entender lo que decimos y vivimos, los
que sí hemos recibido a Cristo en nuestras vidas, sabemos que tenemos aún mucho
porque luchar, mucho aún porque sobreponernos, porque las pruebas presentes no
se comparan con la gloria que nos espera cuando estemos con Él, porque Cristo,
más que una vida, es La Vida misma, y por lo tanto, si estamos en esa Vida,
nada podrá impedir que a pesar de los problemas que nos ofrece este mundo, la
bendición de tenerle a Él, no se compara con nada de lo que este sistema nos
quiera ofrecer.
Yo
estoy aprendiendo muchas cosas en este tiempo, no ha sido fácil este transe,
nada ha sido fácil para mí ni para los míos, mi recuperación es lenta, no
obstante, los logros en mi salud desde que dejé el Hospital, son inmensamente
mayores a todo lo que me podría imaginar, y en ello, también veo el trato de
Dios, porque si en algún momento llegué a dudar de que Dios quisiera sanar mi
cuerpo, hoy puedo decir con toda la fuerza de mi alma, que Dios ha sido conmigo
en todo, aún con las dificultades, aún con las enormes pruebas, sin ÉL, no
habría podido avanzar hasta donde he avanzado, y por ello también doy gracias a
Dios, por los que en forma invisible hacen la obra de Cuerpo, por aquellos
hermanos que, no mirando mi condición itinerante dentro de esta realidad, han
valorizado el hecho de que un pequeño hombre de Dios como yo, se haya puesto de
pié en este país en el Nombre del Señor, a ellos les debo todo, al cariño de
sus hijos y familia en general, a esa enorme cantidad de amigos que oran y
reclaman día y noche porque el Nombre de Nuestro amado Salvador, ocupe el lugar
que debe ocupar en las vidas de todas las personas que creemos en Su Bendita
Verdad, a esos siervos y siervas de Dios que no han querido someterse a las
ataduras religiosas de los sesgados sistemas inventados por los hombres para
adorar a Dios, a ellos, todo mi reconocimiento y gratitud. Yo no tengo otro
destino en este mundo que servirle a ÉL, ese fue el camino que elegí siendo muy
joven, cuando apenas era un muchacho, desde ese momento decidí seguirle y
servirle, y en eso me mantengo, en ello persevero, o por lo menos lo intento,
aún sobrellevando una gran cantidad de cosas que a veces parecieran imposibles
para mí. Pero allí está el Señor, animándome, levantándome, fortaleciéndome, no
permitiendo que mi alma decaiga, por ello es que no dudo en lo que Él nos está
proponiendo en este tiempo, aunque parezca difícil o imposible ante nuestra
limitada mirada de las cosas y de la vida por supuesto, por ello mismo doy
gracias a Dios además, porque son muchos los hermanos que formaron y seguirán
formando parte de mi humilde Ministerio, al menos en el Espíritu una gran
mayoría de ellos, a ellos, toda la gratitud del alma, no puedo pensar si quiera
que estoy solo en todo esto, sería absurdo, por ello es que hoy, con toda
seguridad y la certeza de mi corazón, puedo decir que “enfrentamos” un difícil
momento, los que están detrás de mi Ministerio lo saben, defender a los niños
ultrajados en esta sociedad no ha sido una tarea fácil, es mejor tal vez cantar
alabanzas y sustraerse de la realidad cotidiana que nos toca vivir a todos, sin
embargo, el mensaje valórico, es, y seguirá siendo uno de los más importantes recursos que
Dios nos ha dado en este tiempo a los cristianos como herramienta de lucha para dar a conocer al
mundo sin Cristo, y a los que tienen a Cristo, que los cristianos de en este mundo, no estamos
mudos, que por lo menos un pequeño remanente de Su Pueblo, en este lejano país,
si tiene algo diferente que decir a la sociedad, que nos estamos tranquilos,
que no existe antídoto que nos haga pensar que las cosas van a cambiar, y por
lo tanto, la inquietud que vivimos, está fundamentada en el devenir de Su
Bendita Palabra que nos insta a prepararnos, a no dejarnos mover de nuestra
forma de pensar, ello es lo que nos abre a diario, un infinito abanico de
posibilidades para servirlo, e intentar algo completamente distinto a lo que
han elegido los cristianos de este sistema para enfrentar la desdicha humana.
La
Palabra, por lo tanto, seguirá siendo, hasta que seamos rescatados de este
mundo, la lámpara y lumbrera que ha de iluminar nuestro caminar como hijos de
Dios, el parámetro bíblico ofrece expectativas poderosas en el campo de la fe y
de la profecía, a todos los que son capaces de defender la fe cristiana, desde
luego que sí, textos proféticos comienzan a desatar grandes esperanzas y
bendiciones para aquellos que no están dispuestos a continuar dentro del
letargo religioso que proponen los abductores de conciencia, nos regimos, por
lo tanto, por esa indestructible y poderosa intervención espiritual del Santo
Espíritu de Dios en nuestras vidas, el milagro está a la vista, muchos los
estamos palpando, muchos desean el retorno de Cristo a este mundo ¡YA!, no la
mayoría, puede que esa gran mayoría de cristianos incluso, ni siquiera logren
percibir la hora y el momento exacto de Su Advenimiento, eso es lo que está en
juego en esta encrucijada en la que nos encontramos, familias, grupos,
congregaciones completas, personas tienen la oportunidad de cambiar en este
momento y aceptar que se ha estado equivocado por mucho tiempo, por muchos
años, que la inmovilidad espiritual en la que el espíritu de Gozo, fomentado
por las poderosas castas religiosas de la prosperidad, ha prácticamente
enraizado a los creyentes actuales, puede y debe ser quebrantada en el poderoso
Nombre de nuestro Señor Jesucristo. Yo, desde este cuarto, postrado en una
cama, reponiéndome lentamente, no voy a soltarme de aquella atadura que me liga
al Señor y a Su Palabra, oro en este instante por lo tanto, para que muchos de
ustedes, indiferentes tal vez, se nos unan en esta enorme tarea para ayudarnos,
no solo espiritualmente, ustedes ya lo saben, el pueblo cristiano por mucho
tiempo ayudó materialmente a verdaderos parásitos de la fe, embusteros que tal
como lo dice Su Palabra, terminaron con sus bolsillos llenos de dinero, y por
supuesto, engordados como consecuencia del bienestar económico que lograron
gracias a la descarada y anti-bíblica manera de administrar los bienes de Dios,
todo ello para finalmente, no ejercer ningún tipo de servicio a la cristiandad
en el campo de la vida espiritual, y por supuesto, desconectados totalmente de
la realidad social en que se encuentran muchos hermanos que sufren,
valientemente, y en el glorioso Nombre del Señor, las enormes dificultades de
vivir la fe de Jesucristo en medio de un mundo lleno y colapsado de injusticias
y desigualdades abismantes. Eso debe parar, eso ya no debe continuar más,
nuestro cristianismo valorico debe estar en el lugar que le corresponde, los
cantantes de alabanzas deben hacerse un lado y dejar el camino expedito para
que nuestra causa sea oída y comprendida por muchos hombres, los niños abusados
en nuestra patria permanecen esperando, esperando que los padres y el
cristianismo en general, algo diga y haga para que finalmente esta plaga de
pervertidos y degenerados que asola nuestro país, solamente, sea cortada y
desarraigada por completo en el Nombre de nuestro Dios Todopoderoso. Nosotros continuamos,
lentamente, pero seguros de que no seremos comprendidos, no obstante, la fuerte
controversia venida desde La Presencia misma de Dios, no se terminará porque a
los señores cantantes del gozo y predicadores en general, les importe un carajo
este dolor, no señores, el problema es que algún día, en algún lugar de todo
este maravilloso universo, Dios le pedirá cuenta al cristianismo por ello, ¿qué
cuenta le daremos? ¿Seguiremos como cristianismo apoyando a la flojera
televisiva y parafernalia de la fe prostituida? ¡Ustedes tienen la última
palabra!
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