Sunday, December 30, 2012

El Apocalipsis de cada día.












Muchos son los que creen que aún el Apocalipsis bíblico no ha ni siquiera comenzado, y por lo tanto, hablan de imágenes supuestamente bíblicas que no tienen relación con el modelo o forma de vida que hoy día estamos viviendo, por el contrario, aplican dichas figuras a un tiempo futuro en donde, supuestamente, el llamado Apocalipsis bíblico, se desenvolverá con toda su potente tormenta de juicios divinos. Quienes piensan de ese modo, seguramente no cuentan con los recursos adecuados como para poder enterarse, a través de los noticiarios más importantes del mundo, de cuál es el verdadero estado de la humanidad actual, el cristianismo incluido, desde hace mucho tiempo, no logra comprender que si no es capaz de discernir el tiempo de Dios, entrará en una especie de nebulosa espiritual que dará como conclusión, la llamada Apostasía. No obstante, no hay que ver debajo del agua para darse cuenta que dicha condición de la vida espiritual, no se halla lejos de nuestras lúgubres realidades, el campo espiritual, saturado de vida sensual y comercial, no solo nos debería dar un índice o señal del tiempo que estamos viviendo, sino que además, ponernos en una perspectiva confrontacional que nos haga ver diferentes, en muchos aspectos, y de este modo, demostrar con evidencias fuertísimas, que La Venida de Cristo a este mundo, no es un juego, sino, la consumación de un proceso espiritual e histórico que ha dejado en el camino, miles y millones de seres humanos muertos, otros millones amputados de alguna parte de sus cuerpos, dolores y enfermedades costosas y dolorosas, en fin, una tragedia innombrable en donde La Iglesia de Cristo, con su modo sensual y parapléjico en el campo de los milagros, avergüenza al mundo entero con su acomodada estadía en ese paraíso ficticio de las alabanzas y las predicaciones por televisión.

Las enfermedades, cada vez más difíciles de tratamientos en el campo de la ciencia, no solo avanzan poderosamente, no obstante, solo la condición inmoral del cristianismo actual, no permite aclarar al mundo entero, que si bien ciertos juicios profetizados en el libro de Apocalipsis para el tiempo del final, aún no se han desarrollado, es cierto que muchos de ellos ya pasaron a ser parte del recurso histórico del mundo secular y el de la fe. Debido a esto mismo, es que a predicadores y adoradores profesionales, la muerte de millones de personas en el mundo entero debido a la peste bubónica por ejemplo, casi no cuenta, para ellos, deberían haber muchos muertos más. Pero sigamos, ¿y toda esa montaña de cadáveres que dejó el brote de influenza a comienzos del siglo pasado? ¿La Tuberculosis, el cáncer, y por cierto, una de las plagas más terribles de este último tiempo, el SIDA? También habría que señalarles a los escépticos profesionales de la fe cristiana actual, que muchos de los tipos de cáncer que hoy proliferan en el mundo entero, se han originado en la detonación de armas nucleares, y es más, con la explosión de las bombas de Nagashaki e Hiroshima, se inicia un proceso de profundo dolor para la humanidad que hace poco tuvimos la oportunidad de observar cuando, en la nación del sol naciente, Japón, un enorme terremoto logró destruir las protecciones de una antigua base nuclear que alimentaba con electricidad a gran parte de ese país, el daño provocado al ecosistema por esa sola planta, equivale a la detonación de no sé cuántas bombas nucleares juntas. Si esto no es Apocalipsis, entonces, ¿qué es? De este mismo modo, aunque los tercos científicos y gobernantes de la ex Unión Soviética lo quieran negar, el daño que provocó la antigua base nuclear de Chernobil a los seres humanos y al ecosistema en general, todavía hoy, en pleno siglo XXl, sigue dañando las vidas de las personas, efectos que pueden ser constatados en los hospitales ingleses en donde son tratados, muchos de los hijos de aquellas generaciones que han nacido con el estigma del daño atómico sobre sus espaldas. El daño ha sido inconmensurable. Si esto no es Apocalipsis, entonces, ¿qué es?

La espiritualización de la fe cristiana por parte de los grandes economistas de la saga teológica gringa, solo han producido indiferencia, sí, mucha indiferencia contra el dolor y la desdicha humana, por ello es que el hambre, que en el mundo entero se ha tomado millones de vidas INOCENTES, no cuenta en sus predicaciones y en sus cantos de alabanzas, la economía espiritual les permite negar de primera mano, el hecho de que nos encontramos viviendo un Apocalipsis interminable, que no sabemos cuándo llegará a su fin, lo cierto es que los vestigios humanos que dejó, tanto La Primera como la Segunda Guerra mundial, se cuentan por millones, al igual que los desamparados que produce cada día este ignominioso sistema económico mundial que implantó el Anticristo. Si el cristianismo actual espera señales acerca del tiempo que deberá aparecer el Hijo de Dios para juzgar, de una vez por todas, a todos quienes han llenado este mundo de miseria tanto espiritual como intelectual, no hay otras, las señales están dadas, solo falta el actor más importante, y ese es Jesucristo, el cual, en un momento de estos aparecerá, y los muertos en Cristo se levantarán primero, pero de señales, el mundo está lleno, como llena la historia de niños violados, de dictadores que son capaces de matar niños y mujeres con el propósito de hacer valer sus ideales, como lo que sucede en SIRIA. Si ello no es Apocalipsis, entonces, ¿qué es? ¿Qué es para el cristianismo de las alabanzas el saber que a diario se mutilan niños en Siria? ¿Qué puede significar para hombres súper poderosos como Witt y sus seguidores la palabra Treblinka, o ya se olvidaron de los campos de concentración?

Yo no espero más de este tipo de cristianismo, lo tengo claro, por lo tanto, tampoco tengo dudas de qué irá a suceder, lo inobjetable para mí, es que la propia indiferencia del cristianismo actual, no permite que el corazón de Dios pueda sensibilizarse contra todas las injusticias que a diario debemos soportar en este podrido sistema, teniendo un Dios enorme como el nuestro, debemos soportar estoicamente la enfermedad, porque de milagros, ni hablar, esa es la realidad que estamos viviendo, por ello es que no creo en los predicadores actuales ni en los profesionales de la música cristiana actual, porque más enorme es el daño que provocan en la vida valorica y espiritual de quienes creen en ello, que lo positivo que ellos puedan dejar, por lo tanto, mi esperanza está puesta en Cristo, no en este sucio sistema ni en un cristianismo pusilánime que niega el valor y la importancia de la verdad en la vida de los seres humanos, de ser así, estaría obligado a pensar como todos los seudo profetas que hoy día invaden nuestros hogares con sus predicciones apocalípticas, y como yo no creo en ellos y sí en lo que Cristo predicó, solo aguardo en sus promesas, no hay mejores días para la humanidad, pero el recreo espiritual para la, supuesta Iglesia de Cristo, pronto terminará, en ese instante desearán contar con los disidentes que desdeñaron, violentamente de sus sesgadas congregaciones, para poder comprender en algo lo que se encuentran viviendo, pero me temo que ello no será posible, ya todo está dado, llega el tiempo de los escogidos, y la luz de Cristo ha de resplandecer, y de ser así, ¿cuál de los cantantes profesionales podrá siquiera percibirlo?     

Solo en esa condición precaria, los seguidores del dios establecido por el sistema actual, sabrán cuán difícil es realmente luchar por unas cuantas convicciones, el cristianismo apostata, sabrá en ese momento, que la guerra espiritual apuntaba más a una confrontación valorica que de la otra, y por lo tanto, muchas de sus llamadas “guerras espirituales”, no tenían sentido, el Anticristo no aceptará excusas, solo la Gracia de Dios permitía que los hombres disintieran, todo lo demás era mentira, así que, frente a una perspectiva de esta naturaleza, yo no estaría seguro de nada, salvo de todas las adversidades que me toca a diario enfrentar por causa de Su Bendito Nombre y de Su Santo Evangelio.

¡A Él sea toda Honra y toda la Gloria!

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