En la cátedra de los indiferentes.
Yo no
recibo diezmos de nadie, nadie en este país ha sido conmovido por el Señor todavía
a bendecir de tal forma mi humilde Ministerio, que pueda pensarme un fin de
mes, tan solo un fin de mes, que voy a contar con 20 ó 30 lucas más para el gas,
la luz o el agua, no señores, para ello es que oro y me sumerjo diariamente con
los míos, en las fuentes mismas de la esperanza, con tal de obtener fuerzas de
parte de Dios, y con ello, sobreponerme a los efectos de la morfina, y sobre todas
las cosas, a los debacles que ha de provocar esta cruda enfermedad a mi cuerpo
ya deteriorado, de tal forma que lo poco que pueda obtener con nuestro
sacrificio, nos sirva para seguir viviendo en esta complicada y desigual
esperanza de la fe cristiana. Por ello además, es que no los soporto cuando
hacen ostentación de su espiritualidad, dentro de un show predecible como los
Te Deum, en donde, quienes menos deberían, utilizan estos medios para hacernos
meditar en sus mediocres puntos de vista. Cierto es que para este tipo de
cristianismo, los ciegos abundan, porque a decir verdad, hace harto tiempo que
el pueblo evangélico chileno quedó completamente ciego, y esto no es nuevo, y
lo peor, no se trata solo de ceguera, añadamos la sordera, y esto sí que es
imposible de curar, porque lo más contradictorio de esta situación, es que
ellos hablan como si tuvieran toda la razón, como si de verdad fueran ellos los
representantes, al igual que la curia romana, de todo un modo de ver la fe del
Hijo de Dios, no obstante, Dios nos aclara en Su Palabra, qué cosas y de qué
modo debe proceder un verdadero enviado de Dios, aún así, ellos tienen la cara
tan dura como el mármol, tanto como para cobrar, a fin de mes, sus onerosos sueldos
que el sistema apóstata está dispuesto a cancelarles, a cambio de mantener a
esa misma gente, absoluta y totalmente distante de cualquier complicada verdad
que pudiera hacerlos meditar en lo distanciado que se encuentra el cristianismo
evangélico, de aquellas simples verdades que el Hijo Poderoso de Dios, El
mismísimo Señor Jesucristo, dejó caer hace dos mil años atrás, en las duras
tierras del Mar de Galilea.
Pues
bien, sus discípulos comprendieron su mensaje, grandes apóstoles como Pablo de
Tarso, son de esos ejemplos que uno piensa, tal vez los haga meditar, sin
embargo, nada parece conmover a estas verdaderas estatuas de sal, erigidas en
medio de un sistema que no tiene interés en cambiar en absoluto, su forma o
modo de subsistencia. Por ello es que no me provoca problemas tomar mis herramientas
y salir a ganarme un par de pesos, desde luego que no, lo terrible sería que
por ello dejara de servir a mi Dios, no obstante, ello no ocurre, el ejemplo
del Apóstol Pablo me impulsa a seguir adelante, no puedo detenerme en
semejantes torres de Babel, sé que Witt se la pasa contando dólares, y que
todos sus seguidores, asiduos consumidores de su música y mensaje, solo
invierten tiempo en realidades virtuales que en nada colaboran a la
manifestación del verdadero Reino de Dios, ni tampoco a la vida valorica que se
supone, un buen hijo de Dios debería defender con toda su alma a través de los
medios con que cuenta. Así que, por nada yo pertenezco a ese tipo de
cristianismo, no señores, sino más bien, a ese gran conjunto de hermanos que
deben sacarse la cresta a diario para ganarse un par de pesos, con tal de que a
los tuyos nada les vaya a faltar, por ello además, es que no escribo alabanzas,
no tengo tiempo para aquello, invierto gran parte de mi vida espiritual, para
sobreponerme, como decía anteriormente, a todos los difíciles efectos que me
provocan las drogas que a diario debo administrar a mi cuerpo para seguir viviendo,
es decir, con todo lo que Dios representa para mí, con todo lo que Dios me ha
hecho ver hasta este momento, Él, jamás ha pretendido siquiera tocarme para
impedir que esta enfermedad siga avanzando, de modo que los sentimentalismo en
este tipo de relación, entre Dios y yo; porque la cuestión según entiendo es
personal; simplemente no corre, Dios me ha hecho ver que no le interesa en lo
más mínimo que yo escriba alabanzas, Él, aunque ustedes no lo crean, me ha dado
a conocer que muchos cantantes, al estilo Witt, solo le sirven a Él por el
precio que cobran a fin de mes, de otra manera, no correrían en estas difíciles
lides, desde luego que no, por ello es que ganan lo que ganan, y tú, me ha
dicho El Señor, deberás sostenerte solo con mi GRACIA, lo cual agradezco
profundamente, aunque ello no me deja en absoluto en silencio frente a las
posibilidades que podrían darse en mi Ministerio, si muchos de quienes me han
ofrecido ayuda en mi duro paso por la fe cristiana, cumplieran su promesa, y no
hablo de los millones que Witt necesita parta comprarle las joyas a su señora o
los I POD a sus pequeños bebés, no queridos hermanos, solo hablo de
creatividad, de financiar proyectos, de abrirnos hacia campos que nos permitan
manifestar a este mundo perdido, todo lo que Dios desea declarar con letras que
sí digan lo que tienen que decir y no referirnos a Dios solo con conceptos
súper hedonistas que nada tienen que ver con la verdadera guerra que muchos
hijos de Dios estamos dando en este podrido mundo, y que a pesar de los libros
que puedan escribirse a favor de Felipe Camiroaga, Cristo aún tiene mucho que
decirnos con respecto al estilo de vida que muchos cristianos han adoptado como
propios. Eso es lo que uno espera en un Te Deum, que alguien como el Señor
Jesucristo, que sí lo hacía, se salga de madre y hunda el dedo en la llaga, de
manera que la sangre fluya, de tal modo que la Alameda Bernardo Ohiggins, solo
pueda ser restaurada un par de meses después que haya corrido todo el sanguíneo
fluido de sus cuerpos heridos, solo así el cáncer del que adolece este mundo
guiado por tipos como esos frescos que aparecieron en TV., el día de la gran
cátedra de hipocresía, sucumba ante la fuerza redentora de semejante líquido.
Pero
ello no acontecerá, desde luego que no, como tampoco que alguien con vida
urgente de Dios, decida a colaborar a un Ministerio como el mío, eso ni soñar,
los cristianos de hoy ya no cuentan con parámetros estables como para
desencadenar bendiciones de este tipo, por ello además es que cuando me invitan
a cantar, lo digo todo, nada queda guardado en el tintero, yo no soy quien para
detener el mensaje de Dios, al fin de cuentas, Dios bendice mi hogar, y cuando
tengo falta de algo, sé cómo y a Quién ACUDIR, todo lo demás es soportar,
simplemente soportar, pastores caras duras, ministerios como el de Witt, lleno
de bendiciones materiales, sin siquiera visitar una sola cárcel en México, ministros
que viven de viajar por el mundo con la plata de los hermanos, pastores que no
conocen el frío ni las indulgencias de una vida ministerial comprometida con la
verdad. Sin embargo, debo ser sincero, el no tener compromisos con nadie, me
permite un espectro de seguridad en cuanto a lo que debo decir en el Nombre del
Señor, y ello, es un logro de Dios y no de mi persona, más en el tiempo en que
vivimos, en donde el materialismo y hedonismo, ha sido impartido abiertamente
por los propios demoledores de valores cristianos como, los cantantes de moda,
los predicadores virtuales, los programas de radio que acostumbran a pedirle
plata a la gente, y muchas otras especies más que en este instante no recuerdo,
Dios se las ha arreglado en mi vida para que el amor al dinero, no logren subyugar
de tal modo mi alma, que un día de esos termine sucumbiendo al encanto de la
vanidad que puede provocarte, una bella alabanza que nada diga del hambre y de
los niños que han sido violados y ultrajados por la PUTA ROMANA, de lo cual,
tampoco nada se dijo en dicha representación de mediocres en la CATEDRAL DE LAS
MENTIRAS.
Es
cierto, la plata es importante, pero no como para depender o construir una
realidad basada en sus posibilidades puramente, el acierto bíblico al respecto,
nos pone a resguardo frente a este tipo de disociaciones, ella, en toda su
valiosa inmensidad, nos muestra ejemplos que los dignatarios de la Súper
realidad evangélica y profesionales de la fe tipo Witt, simplemente han
ignorado, eso duele, sí porque cada uno de esos valiosos testimonios, fueron
escritos a precio de sangre, y frente a una expectativa como esta, me resulta
mucho más integral leer la vida de un guerrillero como el Che Guevara, que
murió peleando por sus convicciones en alguna selva de esta contradictoria
realidad, que escuchar las alabanzas y logros de un personaje que cuando es
invitado por la CNN, jamás siquiera nombra la vida del Apóstol Pablo o de algún
ejemplo digno de seguir, para él, todo se circunscribe a ganar GRAMYS, otra
cosa no tiene valor, la vida valorica en la cual, su propia realidad se
encuentra balanceándose, no tiene un pequeño pensamiento que pueda hacernos
pensar que él, es el que ha sido enviado por Dios para darnos cátedra de cómo debemos
asumir nuestro cristianismo, lo peor, es que al pueblo ignorante, nada le
importa, para ellos, no hay nada que agregar, mientras la cosa siga igual, no
hay nada en que pensar.
Pablo,
el Apóstol a los gentiles, siempre tuvo conocimiento de los riesgos que corría
si aceptaba cualquier tipo de soborno, por ello es que su Ministerio está lleno
de sacrificios, de dolor y de cuanta prueba pueda un hombre soportar cuando
dice ser un discípulo de Cristo, La Escritura lo certifica, por ello además, es
que gran parte del Nuevo Testamento concentra, en casi todas sus páginas, la
vida de este enigmático pero valioso hombre de Dios, muchos en la antigüedad quisieron
ser como él, pero el enemigo de Dios, hace mucho tiempo, si de algo se puede
jactar, es de haber convencido a los cristianos de hoy, que el ejemplo del
Apóstol, es imposible de poder imitar en el hoy de los famosos, y yo, disidente
a esta forma de pensamiento cobarde, también hace mucho tiempo que vengo
sosteniendo una fuerte controversia con estos verdaderos parásitos de la fe
actual, partiendo por imitar al Apóstol de los Gentiles, trabajando con
mis propias manos, otra cosa no es
posible, ese es el mejor homenaje que podría hacer con mi vida hasta el momento
en que esta enfermedad se decida a terminar por completo con mi vida, porque finalmente,
es su vida, y lo que Cristo hizo en él, lo que sigue dándome fuerzas para
seguir creyendo que, a pesar de la negación de los hermanos a bendecir mi
Ministerio, nunca faltará en mi hogar, ni el pan ni el agua, ni tampoco el trabajo
que nos permite sacrificarnos y ganarnos los pesos que nos permiten sobrevivir
en medio de un sistema totalmente colapsado de desigualdades y materialismo
nunca visto, incluido el cristianismo actual, con todas sus perversiones.
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