Friday, June 06, 2014

La verdad y la toma de decisiones.

Sé que muchos moralistas y reformadores que existe hoy día en El Evangelio de Cristo, mimetizados en medio de la cristiandad, haciendo como si nadie los ve, no van a estar de acuerdo una vez más conmigo, pero eso a mí, no me importa, sé cuál es el costo que uno debe pagar en esta realidad por pensar diferente, por intentar siquiera ser, un hombre real, un hombre de carne y huesos, sujeto a pasiones, igual que los hombres de La Biblia, y no como los intocables y afeminados que produce esta religión miserable, la que día a día corroe y destruye los valores que nos han de adherir fuertemente a la vida del Cristo de la gloria, esa gloria que los magnates del comercio espiritual actual, le han ido robando desde hace mucho tiempo atrás a nuestro Señor. Los que nacemos en tanto, embebidos y bajo el designio de esta extraña vocación, conflictiva, problemática, siempre vamos a estar bajo la lupa de los inquisidores, eso es inobjetable, por ello sé, y tengo absoluta certeza, de que el pueblo mismo de Dios, la gente común, posee sus propios parámetros espirituales, sus propias formas de entender y de vivir El Evangelio de Cristo, y por lo tanto, la experiencia me ha enseñado que ellos, a pesar de todas sus limitaciones, han sido capaces de elegir a quienes oirán, y no a los que la religión contaminada ha pretendido imponerles, a través de esta cruzada implacable de costumbres y actitudes venidas desde algún subterráneo olvidado en las heladas y áridas vertientes espirituales del consumismo religioso norteamericano.
No obstante, los seguidores de cantantes de moda y de avivamientos artificiales, obviamente poseen sus propios parámetros, los cuales deambulan, incuestionables, incontrovertibles por en medio de la gente, disfrazados, encubiertos accediendo a cualquier tipo de oferta que este podrido sistema nos brinda en sus diferentes y multitudinarias representaciones. Yo por lo menos, he luchado arduamente por mantenerme a la distancia, no solo de estas ofertas, sino que de estas perversas maneras de instituir en el alma, una nueva pero decadente forma de ver y de entender la fe de Nuestro Señor Jesucristo, lo cual me parece, absolutamente justo, viéndolo desde la perspectiva de mi ardua persistencia. De este modo, como ustedes saben, más lenta que rápidamente, he ido construyendo dentro de esta gigantesca realidad que llamamos el Internet, un espacio en el cual, he podido ir manifestando cada una de mis propias ideas al respecto, lo cual, me ha traído duras y fuertes controversias con personas que no aceptan en un siglo como el nuestro, que una persona como yo, llena de enfermedad y dolencias propias de quien ha batallado con el alma contra la ignorancia de nuestro pueblo, se atreva a defender un par de honestas verdades, les parece escandaloso, pero ello, no es producto de la soberbia como algunos ingenuamente pretenden rotular mi trabajo, la verdad es otra, un día, así como el de hoy, oyendo a los predicadores de moda, escuchando sus retóricas basadas siempre en el dinero, decidí darle a mi vida una nueva dirección, la cual se basa en una profunda reflexión, y por supuesto, en el agotamiento propio que estas esqueléticas realidades, han ido provocando con el paso del tiempo, a mi siempre pero muy congestionada existencia. Así, y de esta manera, es como un día concluí, el no aceptar que mi vida por lo menos, pudiese tener algún tipo de representación en las personas que hoy día manejan el mundo de la fe prostituida, se trata de un cambio brusco y brutal, el cual además, pretende estar dando vida en mi experiencia con Cristo, a ese llamado que en Las Escrituras El Señor nos hace:
Isa 52:11  Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová.
Por lo tanto, mis arduos y fieles contestatarios oponentes, una vez más, y de manera muy tenaz, no tomarán en cuenta estas palabras, y dirán que esto es solo historia y que estas cosas pertenecen al pasado, lo cual me parece muy ad-hoc para gente a la cual le importa nada la condición de otros hermanos y otras realidades ministeriales, es más, ellos son los que desvirtuaron los principios bíblicos y acomodaron la realidad de los ministerios a su propio antojo, no hay otros culpables, de manera que yo, en uso de mi razón, y aferrado de todo corazón a la realidad de Cristo, no tengo por qué aceptar que patanes de esa calaña puedan tener siquiera algo que ver con mi vida, no señores, no hay pasaje en la Escritura que puedan respaldar tal situación, no en vano está este Llamamiento en Isaías, de lo contrario, ¿para qué El Señor nos podría a resguardo? Quienes no entienden la dimensión de esta problemática, pueden seguir escuchando a Marco Witt, Adrián Romero, y todo ese patrón de mediocres espirituales, llorones profesionales, pero además, viciosos comerciantes de la fe, además, pueden continuar dejando sus diezmos en congregaciones que son financiadas además por multinacionales de la Fe, ustedes los conocen, no tengo necesidad de nombrarlos, en esa enorme lista están también los seudo Apóstoles, autonombrados embajadores de Cristo delante de nuestros gobernantes, los cuales adoran ser entrevistados por televisión para dar a conocer sus miserables puntos de vista con respecto a condiciones que merecen algo más que una protesta, la condición humana que Dios creó, lo merece, pero estos canallas, enarbolando la bandera de la fe cristiana, haciendo uso incluso de La Bendita Palabra de Dios, no solo han puesto en ridículo la fe del Hijo de Dios, sino que además, dan muestra de una de las más perversas maneras de entender la Misericordia y el Amor de nuestro Señor Jesucristo, ellos a mí, NOME REPRESENTAN, POR NINGÚN MOTIVO, TENDRÍA QUE ESTAR LOCO. Pues bien, como esa clase de cristianos se vendieron al sistema, los necesitan, los comprendo y desde luego que no van a estar de acuerdo conmigo, sin embargo, les aclaro que todavía queda gente en este mundo que desea adquirir un CD mío, o de algún periférico cantante cristiano que no ha vendido todavía su alma y su conciencia a este podrido basural espiritual, lo cual me permite no solo bendecir al Señor con toda mi alma, sino que además, comprarme los medicamentos que necesito para sobrevivir, lo demás, pertenece a la siempre Bendita Misericordia del Señor,      
Nací por lo tanto y vivo aún en la ciudad de Valparaíso, desde luego, no cuento con la ayudad que reciben constantemente los representantes de la mediocridad espiritual, aunque en ello se me vaya la vida entera, aunque me quede sin fuerzas incluso para luchar contra la enfermedad, el caso es que ellos, agrupados y fuertemente protegidos por las cúpulas poderosas de la fe actual, no se interesan en nuestras realidades, prefieren seguir fomentando la ceguera y la indiferencia que hoy por hoy, seduce y forma parte de la cruzada en que los poderosos de la economía espiritual, viven alejados de la dolorosa realidad que intercepta a veces nuestras vidas. Pero nosotros, los nacidos en estas condiciones, viendo y viviendo las indulgencias propias de la realidad, tenemos absolutamente, visiones contrapuestas de la vida y de la fe por supuesto, lo que nos permite, con toda libertad y seguridad moral, confrontar con el propio cristianismo de cristal, todas nuestras verdades, ignoradas por los constructores de paraísos terrenales, de manera que nuestro cristianismo, nacido en estas periféricas circunstancias, posea su propio carácter, lo cual, visto desde la perspectiva de un hombre que ha luchado como soldado en la fe, posee hasta tintes de heroico, algo de lo cual, a mi modo de ver, carece en absoluto el circo actual de la fe moderada y comercial.       
Pensando de este modo entonces, puedo preguntar a Dios, algunas cosas que solo pueden ser respondidas por Él, y no por los inocuos interlocutores que hoy día manejan la conciencia dormida del cristianismo pusilánime, como por ejemplo, ¿no podría El Señor, con la misma y poderosa fuerza con que mueve la naturaleza y nos castiga, enviarnos algunas bendiciones? ¿Solo algunos pueden hablar de las bendiciones materiales? ¿O Dios les da bendiciones materiales a los de la Prosperidad porque ellos sí son espirituales? He tenido conocimiento a lo largo de mi andar en El Evangelio de Cristo en mi país, que no es poco, de personas que murieron esperando una respuesta que jamás llegó, ancianos que con una fidelidad a toda prueba, terminaron por conformarse, lamentablemente, el problema no es precisamente una cuestión que pueda importar a los conductores de esta realidad ampulosa que hoy vive el cristianismo de las bendiciones, lo que hace o constituye a esta problemática, en una muy periférica circunstancia, tan limítrofe que no alcanzará a ser jamás tomada en cuenta por quienes tienen, como responsabilidad sacerdotal, hacer reflexionar al pueblo con respecto a las condiciones en que se da el cristianismo en estas latitudes.
Los gimnastas espirituales de hoy, a todo ritmo se preparan para el mundial que se aproxima, es obvio, y lo hacen con la misma fuerza y entereza con ellos creen estar esperado el retorno de Cristo a este mundo, (son mesiánicos, por ello escuchan cantantes que nada dicen de la  verdad) porque el Circo fomentado por los abductores de conciencia, a través de todo este largo período, es claro que ha logrado inmunizar a sus entes reflexivos, comprando sus conciencias para evitar, una vez más, que el pueblo mismo de Dios, no cuente con parámetros valoricos reales, de manera que el cristiano común y creyente, no cuente en su entorno con murallas morales que le permitan, valerosamente, defender sus principios espirituales y éticos, y de ese modo solamente, seguir inoculado contra toda posible fisura que pudiera producir la verdad cuando ésta, impulsada y embebida por la fuerza que nos brinda El Espíritu Santo, al igual que en los tiempos de Los Apóstoles, agrede la comodidad y el bienestar que produce ese estado específico de espiritualidad. Para llegar a tales propósitos, el cristianismo frágil de la prosperidad, cuenta con sus propias conductas, sus propios interlocutores, como dije antes, lo cual, transgrede groseramente los principios bíblicos, ya que los Ministerios que Dios ha dado a La Iglesia, aparte de no tener usos personales, o garantistas en el campo de la vida espiritual, son de uso abierto y para la cristiandad toda:1Pe 1:10  Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,

1Pe 1:11  escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.

1Pe 1:12  A éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.


Llamamiento a una vida santa

1Pe 1:13  Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;

1Pe 1:14  como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
2Pe 1:19  Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;

2Pe 1:20  entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,

2Pe 1:21  porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. 

La buena batalla de la fe

1Ti 6:11  Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre.

1Ti 6:12  Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.

1Ti 6:13  Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato,(A)

1Ti 6:14  que guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo,

1Ti 6:15  la cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores,

1Ti 6:16  el único que tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén.
Pero ello no ocurre en esa clase de cristianismo, por supuesto que no, menos la reflexión de inmensas problemáticas existenciales o espirituales, así que el desahogo no tendría por qué ofender al Señor primeramente, y luego a los ya conocidos moralistas de la fe, ya que si ha existido alguien que ha ido en defensa de los que más sufren en el mundo,  fue el propio Señor Jesucristo, el cual, provisto de Su Palabra solamente, intentó poner las cosas en su lugar cuando anduvo en este mundo, trabajo que aparte de no gustar a los religiosos poderosos de aquél tiempo, terminó con la vida del joven Jesucristo en el Calvario de la Cruz. No es de ignorar entonces, el que podamos interrogarnos en cuanto a las demoras de nuestras oraciones, porque si bien entiendo, si no oráramos, estaríamos mal, mal con Dios, mal con nosotros mismos, no obstante, es justo preguntarnos acerca de cuánto es lo que muchos de nosotros debemos esperar para que Dios pueda responder finalmente por lo que tanto a diario clamamos, ¿un día, un mes, un año, la vida entera? Dios debe tener razones para hacernos esperar tanto, sin embargo, no puedo estar de acuerdo con Él cuando la realidad, agotada ya de desigualdades e injusticias,  no solo golpea a las mismas personas, sino que además, invade incluso la realidad de la propia Iglesia de Cristo, lo cual, a mi modo de pensar la fe del Señor Jesucristo, es una clara y tangible muestra del nivel de Apostasía en la cual se encuentra hoy la propia cristiandad.

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