Thursday, April 26, 2007

Justica chilena: ¿Justicia?




















¿Quién es más peligroso? ¿El que es delincuente o el que lo deja libre, sabiendo que es un peligro para la sociedad, y pudiendo además condenarlo porque posee envestidura y los antecedentes del caso sobre la mesa? El problema no lo tienen entonces quienes tienen el deber de perseguir y llevar ante la justicia a un delincuente pervertido como Sacarach, sino quienes tienen el deber de protegernos de esa clase de delincuentes como son los violadores de niños.

Desde hace algún tiempo que los intocables Inquisidores de la podrida Justicia chilena no están haciendo su trabajo, y esto no es ninguna sorpresa, todos lo sabemos, más aún en un país en donde abiertamente se ha catapultado la posibilidad siquiera de poner en tela de juicio el proceder de los “honorables Ministros de la Justicia chilena”, levantando “ellos” el dedo acusador contra quienes tengan siquiera, la posibilidad de cuestionar la triste y abandonada labor de juzgar, si porque en esta realidad nacional la incoherencia no pasa sólo por el Transantiago o políticos que en nada colaboran para sensibilizar a las castas superiores de nuestro país, en cuanto a que, con los miserables sueldos que reciben los obreros y gente más humilde de mi Nación, no alcanza para estructurar una vida como Dios manda, ellos mismos protegen los intereses de los poderosos, de aquellos hombres que, como Faraones Egipcios, cogen al obrero y lo hacen esclavo de un sistema inicuo y pervertido, en donde la dignidad de las personas, simplemente no existe. No creo tampoco haber descubierto la polvora, lo que sucede, es que los noticiarios nacionales, afectado por el dedo de los Inquisidores, no logra perpetrar las amuralladas defensas de esta extraña pero singular casta que ejerce, básicamente, para juzgar y no para dictar cátedra acerca del Derecho. Recuerdo muy bien un pequeño rótulo en el cuarto de mi hermano cuando apenas comenzaba su carrera de Derecho, al principio no lo entendía muy bien, sin embargo, hoy día está tan claro para mí, que quien haya escrito tal cosa, primero, entendía que a la Universidad no se va a aprender Justicia sino Derecho, y en segundo lugar, que a pesar de lo complicado que parezca a nuestra comprensión todo ese montón de leyes que deben aprenderse de memoria quienes siguen la carrera en cuestión, existe algunos, los menos por supuesto, que comprenden la diferencia entre Derecho y Justicia, ah, creo que el rótulo decía algo así:

“Aboga y defiende el Derecho, pero cuando se encuentren en pugna el Derecho con la Justicia, defiende la Justicia.”

Quien haya escrito estas palabras, me alentó por un tiempo a creer en la Justicia como valor supremo, que los hombres somos capaces de juzgar nuestras causas y, como decían los romanos, “dar a quien lo que se merece”, no obstante, esta controversia entre el Derecho y la Justicia,
seguirá carcomiendo y debilitando la fuerza moral con la cual debería juzgar la Justicia algunos asuntillos propios de almas que definitivamente irán al mismisimo infierno, y que “ellos”, por una cuestión puramente de Derecho, o mejor dicho, por un “tecnicismo”, del infierno que se merecen, trasladan a través de centros que dicen “rehabilitar” a quienes padecen de estas perversiones hasta el cielo mismo, ah, y sin siquiera haber pasado por Cristo, esto es algo que me revienta el alma y que me hace a veces vomitar contra quienes tienen la responsabilidad “de juzgar y de condenar”, a estas bacterias que, sabiendo el carácter y la gravedad de sus delitos, les permiten pulular por nuestras calles como si se trataran de personas honorables que en el ámbito del Derecho, se ganaron la posibilidad de victimizarse frente a una jueza chilena que por su carácter, pusilánime, no fue capaz de demostrar, con esta oportunidad que le dio Dios, a los niños chilenos y a sus padres, que ellos están protegidos, que la Justicia será Justicia en el momento en que la duda no esté de parte del que se victimiza, cuando se sabe que es culpable, porque él lo ha dicho, “él solicitó su castración”, sino de la verdad.

Ahora bien, como son “Intocables”, es decir, Inquisidores, los propios jueces apoyaron la decisión de la jueza, Diario La Nación.cl dice en su edición del día Martes 24 de abril de 2007 lo siguiente:

El Pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago resolvió ayer no aplicar sanciones disciplinarias a la jueza del Cuarto Juzgado del Crimen de Santiago, Olga Quijada, por las presuntas irregularidades en el proceso contra Rafael Maureira Trujillo, alias “Sakarach”.

Está claro, el dolor provocado a quienes han sufrido por causa de la perversión de esta polilla humana no significa nada, estos meretrices del poder se han constituido entonces en una lacra, sí, en una absoluta y total lacra que en vez de juzgar, que es su labor, han convertido la reputación de los tribunales chilenos, en un verdadero prostíbulo, del cual, difícilmente pueda salir algo de bueno, no obstante, la normalidad con la cual hemos asumido este gravísimo suceso valórico y humano, por sobre todas las cosas humano, traerá sus consecuencias, sí, porque existe también la responsabilidad individual y la colectiva, es decir, como ciudadanos chilenos, también tenemos, aunque no queramos, responsabilidad en cuanto a nuestra postura con respecto a estos sucesos, lo que se llama, planteamiento Ético y Valórico, todos estamos involucrados en la construcción o destrucción de nuestra sociedad chilena, por lo tanto, por moral, todos, pero todos, deberíamos meter el “potito al agua”, y porque además, como sociedad, no carecemos de entes o instancias reflexivas, las que deberíamos obligar o presionar para que ellas o ellos, se plantearan contra las autoridades nuestras con el propósito de que ellas tengan el valor, a cualquier precio, de cuestionar el proceder de estos Ministros que no saben o no quieren entender el valor de la vida humana en toda la dimensión del dolor, pero, a pesar de lo oscura y nebulosa que nos parezca ahora la idea de Justicia por causa de unos patanes que no saben hacer su trabajo, no voy a dejar de creer en la Justicia verdadera de Dios, por ningún motivo. Así que, Zacarach, maldito, no hay lugar en donde puedas cobijarte junto a tu pervertido mundo de mierda, el Dios Único del Cielo, en forma Personal y como Dios que juzga y regula el Universo todo, te ha salido buscar, por lo tanto, no existe un solo lugar de la tierra en donde puedas ocultarte, ah, y cuando te halle, la marca que puso sobre el rostro de Caín, será pequeña frente a lo que Él hará contigo, sólo aguarda, ya llega tu tiempo, tú sabes, te tiene acorralado.