Friday, February 15, 2008

El Tabú como pretexto. (segunda parte)
























¿Pero qué es lo que se puede ver en espacios explícitamente preparados para adultos? Eso y mucho más. No apto para cardiacos, sin embargo, todo gira en torno al mismo tema, órganos sexuales al por mayor, relaciones sexuales de toda índole y en todas las circunstancias, lésbicas, homosexuales, etc., más de lo que nuestra propia imaginación es capaz de generar, infinitamente mucho más. Es decir, estamos hablando de una monotonía virtual que raya casi en lo absurdo, en donde, tanto la mujer como el hombre, son usados para dar forma y contenido a un tipo de información que nos supera en lo que respecta a las verdaderas posibilidades y normales actitudes que tenemos frente a nuestra intrigante a veces sexualidad. ¡Y eso que no accedí a la invitación de ver páginas en donde se ofrecía sexo entre personas con animales, lo que se llama, zoofilia!

La visita a estas páginas puede llevarte eso sí, desde una arritmia cardiaca, hasta la más completa desolación cuando en lo que estás viendo interviene tu vida valórica. Siendo ésta una realidad que debería provocarte sólo y absolutamente sólo placer, hay momentos en los cuales puede llegar a desconcertarte si piensas en lo ruin y profano que es el ser humano cuando éste, sin realidad de Cristo en su vida, es capaz de manipular la vida sexual de miles de personas y ponerlas al servicio de un comercio que no discierne entre lo sano y bello de nuestra sexualidad humana, con lo burdo y obsceno que es el sexo sin propósito. La cantidad de millones que mueve esta sola industria puede dejarnos pasmados, no tenemos idea de lo generosa que es con quienes lucran con las fantasías y perversiones sexuales de millones y millones de seres humanos en el mundo entero, es que no estamos dispuestos de verdad a reconocer que en algún sentido, hemos colaborado a veces con nuestro silencio a su enriquecimiento. No obstante, no debe ser un misterio para nadie en este tiempo que La Industria de la Pornografía es una fuente de ganancia inimaginable para cualquier teórico de la Economía mundial, no por demás hasta jueces y políticos prominentes han sido procesados por haber participado en alguno de estos negocios que provee el bajo y oscuro mundo de la imagen sexual virtual.

El problema puede ser analizado de mil formas y nunca terminaremos, no obstante, la enormidad y la importancia de él nos obliga a no quedarnos estupefactos admirando las frías y siempre certeras estadísticas, y tratar por todos los medios de expandir nuestros criterios, de modo que podamos llegar a entender, con las herramientas que nos da la vida y la madurez, los verdaderos alcances de una manifestación humana que despierta todo tipo de actitudes cuando se confronta como es la sexualidad humana.

Reflexionando entonces al respecto, he pensado que tal vez, la ignorancia y la indiferencia nuestra, actúen de manera cómplice en el sentido de que si ésta no existiera, me refiero a la ignorancia y al tabú en torno al sexo, La Industria de la Pornografía no sería más importante que vender dulces o chocolates en la Alameda de Santiago. Pero la realidad, que siempre es más fuerte que las suposiciones, nos dicta en esta ocasión otra clase de parámetros, es que al correr de los años, hemos ido construyendo nuevas formas de esclavitudes que complotan con el bienestar de nuestra alma y de la realización del ser humano en todas sus valiosas y preocupantes dimensiones, más aún ahora, que la sociedad actual necesita de la participación de un tipo de ser humano que posea fuertes y reales planteamientos éticos y espirituales, de lo contrario, la noche simplemente se nos vendrá encima y ya no tendremos qué hacer para remediar el grave problema que dejó la secularización y la relativización de nuestros valores ancestrales. En este sentido, también he pensado que, la propia religión cristiana, en su versión Protestante, y por supuesto, más aún la Católica, por su hipócrita y pervertida representación del carácter de Cristo en lo que respecta al campo de la sexualidad humana, y debido a que ellos, por estar inmersos en el corazón de la sociedad, deberían haber ayudado a dilucidar cuanto misterio existe con respecto al tema del sexo, cosa que ninguno en realidad ha abordado con altura y madurez, por el contrario, que cuando lo han hecho, siempre la tendencia es a ver el tema de la sexualidad humana, desde la perspectiva del pecado, es decir, no existe otra alternativa, no obstante, sobretodo la religión católica, que dice ser protectora de la vida valórica y espiritual de nuestra sociedad, no sabe cómo explicar el celibato de los curas y como consecuencia, esconden y protegen a cuanto cura violador de niños es capaz de producir con su espantosa y antinatural doctrina del celibato. Recuerde que son millones de dólares sólo en Estados Unidos los que ha debido desembolsar la curia romana para indemnizar a quienes han padecido con este perverso flagelo que surge, como una de las plagas del Apocalipsis aquí y ahora mismo, sin todavía provocar un cambio en nuestra sociedad y exigir a esta clase de religiones, una explicación y un cambio en sus postulados que permitan a las sociedades todas, vivir tranquilamente sin pensar que el día menos pensado, uno de los representantes de Cristo ha violado a uno de nuestros hijos.

El encubrimiento de realidades sexuales dentro del panorama bíblico también es un acto perverso cometido por las grandes cofradías del Protestantismo mundial, sin embargo, si en algo se asemejan tanto protestantes como católicos, es en el tema de la sexualidad humana, el pecado, para ellos, tiene un nombre, “el sexo, sí, el sexo”, así se ha comprendido y explicado todo, es más, a todas las religiones cristianas se les ha relacionado con el tema de que el pecado cometido por Adán y Eva, es un pecado relacionado con el sexo, de hecho, para muchos el fruto es la manzana, cosa que la Biblia no aclara, no obstante en nuestra cultura, manzana = sexo. Con esta clase de ignorancias no nos queda otra alternativa más, sólo ver como el antro religioso fomenta y ayuda al desconocimiento y a la desorientación, de modo que los dogmas humanos proliferen, tanto así como afirmar que María, la madre de Jesús, no tuvo más hijos. Insostenible desde el punto de vista teológico, ya que los propios Evangelios plantean abiertamente la maternidad de María. Pero ellos, la prefieren pura e inmaculada porque la sexualidad ha sido interpretada como pecaminosa, y claro, ¿cómo la madre de Dios iba a tener relaciones sexuales? Aunque la Biblia no lo diga ni lo afirme, no, ellos dicen que no, y punto, es más fácil para ellos amputar un trozo importante de La palabra de Dios y dar sentido a su perversión, que aceptar a un hijo o hija de Dios como fue María, con una sexualidad normal y tal y cual como Dios nos creó y nos dejó en este mundo.

Pero bien, no quiero extenderme demasiado en este tipo de reflexiones, simplemente aclarar que las religiones, que dicen ser cristianas, a veces no tienen respuestas claras a esta clase de problemas, por lo tanto, la exacerbación del tema es inobjetable, la ambigüedad para tratar el problema de la sexualidad humana ha dejado en el hoy, una oscura huella de contradicciones que más que aclarar el tema, lo ha tornado nebuloso. Si pensamos en los planteamientos ortodoxos, siempre se ha dicho que la sexualidad humana sólo sirve para la reproducción, y en un punto casi inconmensurable del Universo infinito, para la integración del ser humano con el otro yo, desde la perspectiva del placer. Ello entonces es lo que, a mi modo de pensar, ha colaborado potentemente en la proliferación de una Industria como la Industria del Sexo, el desconocimiento y tratamiento que se da a la realidad sexual, no permite una comprensión de la realidad humana en su total dimensión, y por lo tanto, ellos, que están dispuestos a sacar cualquier rédito de una situación tal, no tienen mejor tierra para cultivar que las mentes y las vidas de quienes no han comprendido el profundo significado de la realidad sexual vista desde la perspectiva del desarrollo y del placer humano dentro de una sana y normal convivencia.

Pensemos por un momento, que aún hoy, cumplida casi ya la primera década del siglo en cuestión, dentro de un mundo absolutamente globalizado y que nos tiene llenos de cámaras Web a donde vamos, con todo el Internet invadiendo absolutamente todo, aún hoy, con esa inmensa cantidad de pornografía sacudiendo nuestras bases y amuralladas realidades valóricas, la desnudez humana es tratada como tabú, como algo malo, algo oculto, como algo de lo que tenemos que sentir vergüenza. En ello los medios de comunicación juegan un papel preponderante, no obstante, la basura y el desperdicio amontonado en nuestras casas debido a la acumulación de periódicos viejos y de revistas adicionales, fácilmente podría servir para construir carreteras en el espacio, enormes y extraordinarias carreteras espaciales interconectadas en donde los comerciales aparecidos en las revistas de Ripley, Falabella y otros, serían la más clara demostración de lo indiferente e irresponsable que han sido los medios de comunicación con respecto al tema de la sexualidad humana. Razón tenían Los Prisioneros con su tema que habla de SEXO, SEXO, SEXO VENDO, SEXO, nos guste o no Los Prisioneros, la verdad es incuestionable desde toda perspectiva.

Pero la desnudez humana, vista desde la perspectiva y los ojos de un artista, tiene otro sentido, otra comparecencia, otra manera de abordar el tema, de otro modo no seríamos testigos de tantas y tantas obras relacionadas con la desnudez y la sexualidad humana, obras de un valor infinito que la humanidad toda ha aprendido a valorar. Pinturas de gran valor en donde el tema de la desnudez es tocado de manera tangencial, son las que enriquecen museos y el arte clásico en general. Así que el artista, estructurado para ver la realidad desde otra perspectiva, debe a diario trabajar con el cuerpo humano desnudo, en donde la piel humana, que para la sociedad sensualizada y erotizada en todos sus estratos es causa de imágenes sexuales puramente, es transformada ahora en un tablero de trabajo, en un enorme y extendido lienzo en donde las sensaciones ópticas y percepciones en general, colaboran y convergen hacia una nueva y poderosa idea creativa que es capaz de captar, en ese mismo cuerpo, una infinita posibilidad de formas, claros oscuros, etc., en donde la piel humana deja de ser un envolvente y no se reduce solo a posiciones de carácter pornográfico u otros. El arte honesto es capaz entonces de ofrecernos con el cuerpo y en especial con la piel humana, una escena erótica y sensual sin perder ni apartarse del concepto del Arte, ello, porque el artista, es decir, el que construye y manifiesta el arte, está concluido en su carácter personal y creativo para darle a la desnudez humana, un sentido a veces, hasta pedagógico. De este modo el artista colabora, constantemente con su trabajo, en la liberación del hombre de sus trabas culturales y espirituales, y como instrumento creativo potencia además, su influencia en la sociedad en que vivimos y nos desarrollamos.

Pero, a pesar de lo potentemente ignorantes que somos del tema, es necesario hacer ciertas salvedades, aún aunque muchos quisieran que ignorásemos el tema o la pasáramos por alto, pero el tema de la sexualidad humana y de la utilización de él dentro de la realidad de la pornografía no puede ser pasado tan salvajemente por alto, es demasiado importante como para ignorar su importancia, por lo tanto debemos hacer un esfuerzo por reflexionar, y que además, dichas reflexiones se encuentren a la medida del problema, pero estoy claro sí, y más que seguro, que dentro de la falsa moral de muchos seudo cristianos que ejercen algún tipo de autoridad dentro de la escueta realidad evangélica, si pudiésemos, según ellos, termináramos el asunto con la fuerza que nos da aquél antiguo golpe de látigo con que nos enseñaron nuestros antepasados, una forma de enseñanza probadamente equívoca que nos mantuvo distanciados del conocimiento y de la integración propia de seres que han nacido y han sido creados libres por Dios, pero con propósitos convergentes, ellos, provistos de una misericordia casi Inquisitiva, no van a estar de acuerdo con estas salvedades por supuesto, aunque la razón y el Espíritu, en su Insobornable y Santa Soberanía, diga otra cosa, es que siempre será más fácil y cómodo adoptar actitudes Inquisitivas frente a realidades semejantes antes de hacer una introspección a nuestras propias deficiencias. Censurar, tener una actitud castigadora o prohibitiva frente al tema, parece ser la mejor herramienta para quienes viven dentro de este sistema, es más, la utilizan a menudo contra quienes intentan de manera muy valiente, esclarecer este tipo de conductas, de hecho, está probado que ni el castigo ni las prohibiciones hizo más libres a los seres humanos, por el contrario, se multiplicaron los temores y por supuesto, nos han heredado una forma de vida en el tiempo en donde los tabúes son parte de nuestra deliberada conducta diaria, de modo que la solución no va por ese medio.

Pues bien, dentro de estas salvedades, por que sí las hay, porque quienes viven del comercio sexual también son seres humanos que necesitan del plan salvífico, habría que separar a todas aquellas personas que utilizan su cuerpo sólo para fines exhibicionistas, y que gracia a un medio como el Internet, logran expresar la inmensa necesidad de romper con una enorme cantidad de mitos y tabúes que dan forma a nuestras vidas, y que sólo tienen respaldo en una vida basada en la ortodoxia de hombres que están llenos de falsa moral y de prejuicios con respecto al tema de las sexualidad humana. Separar entonces a esta clase de personas de otras manifestaciones dentro del mundo de la sexualidad virtual nos hace bien, y también a quienes creen que todo lo que trata sexualidad humana es pornográfico, sin medir distancias entre lo puramente pornográfico de lo pedagógico si es que lo hubiera. Es obvio que también, dentro de de esta necesidad, se encuentra el eterno consumidor de imágenes sexuales, es el boyerista, aunque a decir verdad, todos tenemos algo de él, ¿o no? De lo contrario, invalidaríamos lo que el Señor dijo con respecto a este tema. Pero en fin, los seguidores de Marcos Witt no van a estar de acuerdo conmigo, ellos no ven ni tienen imágenes sexuales en su vida, son inconcientemente célibes, por lo tanto no tienen deseos sexuales, sólo piensan en el otro santamente, reproducción, nada más, lo demás es considerado falta de espiritualidad, un desperdicio, y quienes practican el sexo son unos perdidos, unos degenerados, tal como los que deben vivir mostrando y exhibiendo sus cuerpos para llevar el sustento a sus hogares porque nacieron pobres y en lugares en donde la cultura no llegaba. Pero como ellos dicen que no ven imágenes sexuales porque son unos santurrones de mierda, yo les voy a decir que mienten, porque la verdad es que con la clase de música que el Nerd de Witt les da, no es necesario más excitación, es suficiente con la erotización y sensualización del evangelio por parte de estos cantantes para que ellos pasen gran parte del día excitados y lleguen con una temperatura media agradable en el cuerpo, a la hora de la reunión o fiesta espiritual, aunque lo nieguen, es parte del Pack del Gozo.

Pero hagamos un pequeño alcance, es que el ser un boyerista virtual te hace finalmente un degenerado?, un depravado? No, por supuesto que no, mil veces no, todavía estás a salvo si recibes la ayuda necesaria, nada está perdido. Ahora bien, no estoy diciendo que el ser boyerista sea normal, lo anormal es que exista personas dentro de nuestra sociedad erotizada y sexualizada hasta las masas, que niegue la realidad sexual que nos invade a diario a modo de tormenta, lo que equivale decir que el boyerista, de algún modo, es una consecuencia y una necesidad provocada por el sistema que lo ha erotizado absolutamente todo, incluso la religión. ¡Hoy día ya no es necesario creer en Dios sino, sentirlo…! Pero Jesús no habló de ello, Él dijo: el que en mí cree … y no …
el que me siente. Dentro del boyerismo debe haber límites por supuesto, y allí hay que hacer salvedades. La Pornografía ha llegado a límites de perversión, por lo tanto, aunque las autoridades se esfuercen, la utilización de niños en esta clase de conductas, aunque penadas por la Ley, son una constante, una triste y lamentable realidad que no ha sido comprendida en nuestra sociedad como debería, desde Obispos católicos, hasta Pastores evangélicos, Rabinos, Abogados, Jueces, quienes dictan leyes, es que ha existido una verdadero complot para permitir que esta clase de depravación no tenga los castigos correspondientes al daño que provoca en quienes sufren con este drama. El ejemplo más elocuente y cercano, es la libertad concedida por un Juez o jueza chilena a uno de los más representativos exponentes de la pedofilia en nuestro país, Zacarach. ¡No tiene sentido!

Entonces, no deberíamos perseguir al boyerista, él también se encuentra enjaulado y por lo tanto necesita ayuda, más bien deberíamos hacer un esfuerzo enorme por entregar medios para EDUCAR, intelectual y espiritualmente a gente que padece esta clase de conductas, de manera que la sexualidad humana deje de ser un Tabú, el cual alimenta la necesidad de seguir absorbiendo imágenes de carácter sexual.

Finalmente, es claro que dentro del mundo de la Pornografía no hay límites, la liberación sexual trajo como consecuencia una forma de vida que lo permite absolutamente todo, y todo aquello llega casi sin ninguna clase de límites hasta nuestros hogares, y lo peor, es que aunque no quisiéramos, por sí o por no, nos encontramos a diario con imágenes de fuerte contenido sexual, el sistema funciona así, el sistema nos ha puesto un tipo de información que tal vez quisiéramos mantener a distancia pero será muy difícil, aún así, el Todopoderoso Dios que nos ama, nos guarda, y Él, en su amor eterno, nos dará la salida si es que nos vemos atrapados en las redes de esta clase de enemigos virtuales. De este modo, el tema, aunque queramos dar a conocer a los demás que no nos interesa, o que se encuentra lejos de nosotros, nos afecta sensiblemente, y al parecer, no va a ser posible dentro de los próximos años tratarlo con la altura y la seriedad que merece. Nosotros, como pueblo de Dios, debemos involucrarnos con el tema y reconocer que hemos estado ausentes al tratamiento de él, y que nos ha faltado madurez para lograr comprender el dilema y asumirlo en su verdadero y genuino contexto.

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