Saturday, February 23, 2008

Un Franco de Vita totalmente descomprometido.


























Pues bien Franco, finalmente llegaste a la Quinta. ¿Realmente lo deseabas tanto? ¿De verdad? A mi no me quedó claro, por supuesto, pensando como un compositor o cantautor de baja monta como yo, y no como uno enorme como tú. Sabes, siempre te he admirado porque has tenido el valor y la hombría para pararte en cualquier escenario y decir lo que piensas, quizás sea éste tu mayor y mejor mérito, nuevamente, desde mi pequeño y casi inadvertido punto de vista, pues bien, por ese cariño que tengo por lo que haces en cuanto a tus composiciones que defienden valores como: la defensa que haces por las mujeres que son golpeadas, además, porque en tu prédica también asumes el tema de la tolerancia, y por supuesto, lo que más me interesa a mi, porque has tenido los cojones para defender en este mugroso y pervertido mundo a los que menos armas tienen para defenderse, es decir, a los niños, me he propuesto la dura y siempre difícil tarea de criticar tu trabajo sobre la Quinta anoche, sólo porque siempre he creído necesario que uno debe morir con las botas puestas y no venderse jamás al cochino sistema, sin embargo, por ese cariño que muchos te guardamos, creo necesario hacerte algunas preguntas que tal vez te van a incomodar un poco, como por ejemplo: ¿no ensayaste para venir a este “festival de la canción? ¿A qué se debieron tus desafinaciones? ¿En dónde dejaste al luchador que hay en ti? ¿Se quedó con Chávez o lo dejaste en Miami, allá, en esa podrida babilonia?

Nada concuerda, esperaba más de ti, esperaba un mensaje, una solidaridad, una consecuencia, tu canto romántico sólo fue coreado por “minas” calentonas de mi país que poco o nada saben del dolor que hoy día vive nuestro mundo con respecto al daño que el hombre ha provocado a la mujer, y para que te digo con los niños. Esperaba una presentación impecable, pero me di cuenta inmediatamente a qué venías, si necesitabas tanto los premios para exhibirlos como trofeos de tu ardua y sufrida carrera sobre tu brillante piano, no era necesario tanto derroche de mediocridad, un hombre como tú, tan lleno de talento, con una voz especial con la cual te dotó Dios; porque debes estar claro que nada de lo que tienes es tuyo, lo tienes claro eso; tiene todas las armas que se necesitan para enfrentar a ese público y no tener que arrastrarte toda la noche sobre ese escenario para que te regalen un par de antorchas que bien, con el dinero que te da la Industria, y ahora que has agregado a tu lista un nuevo cliente para tus composiciones como Luís Jara, el cual, seguramente, a penas pase el Festival de Viña te hará algún pedido, fácilmente te habrías “GANADO” esos premios, sí amigo, “que te regalen algo” no es lo mismo “que lo ganes”, y en mi humilde modo de pensar, en relación a tu pobre presentación en Viña, esos premios los trabajaste, creaste un ambiente, les dijiste desde el escenario que te regalaran los premios, no dejaste que naciera de ellos, querías los premios y lo lograste, pero debe quedarte bien claro, que no fue por tu presentación, fue muy pobre para tantos premios, y por último, fue una verdadera lata verte rogando desde la orilla del escenario. ¿Qué ocurre contigo Franco? ¿Tanto necesitas de premios para decir un par de verdades y cantar un par de canciones romanticonas?




A mi me quedó claro sólo una cosa de tu presentación en Viña, lo comercial te ha superado en todos los aspectos, de verdad, pero no te juzgo por ello, todos los que viven de esa Industria tratan de sacarle el máximo de partido porque saben que cuando ya no puedes, te botan, por ello, está bien, pero lo que me duele realmente de alguien como tú, un cantante que aún puede entregar mucho con respecto al canto valórico, es que hayas descaradamente usado uno de los escenarios de mi país para ofrecer, como comerciante y como un producto más, tus composiciones a muchos cantantes de habla hispana a través de la señal de Televisión, ¿o crees que no nos dimos cuenta los chilenos de lo que hacías? ¿Tan predecibles nos creías? No Franquito, te caíste, fuerte y duro, eso de que el Ricky Martin canta tus canciones me pareció vergonzoso, ese cantante no es parámetro para gente como nosotros, háblame de un Dylan, de una Violeta, de un P. Simons, a ti, los que te invitaron al Festival de Viña y te trajeron para acá, no te pagaron para que hicieras promoción de tus composiciones o para que adularas al público de la quinta, no señor, se te pagó para que cantaras, para que dejaras el alma sobre el escenario, como Peter Frampton, que a pesar de los años el hombre trajo un recital a la altura de su fama. Ni yo que soy un viejo roquero pensé que traería algo de tan buena calidad, pero tú, no estuviste a la altura, yo creo que una sana reflexión no vendría mal, siempre retomar el espíritu de las cosas nos hace bien, la fama y el billete pueden desperfilarte de lo que haces, investiga, si todavía permaneces en Chile, quién y como vivió una de las mayores compositoras del mundo, como fue nuestra querida Violeta Parra, sólo eso, puede que recibas una fuerte bofetada en tu vida valórica, acéptalo, con humildad, y luego dale gracias a Dios por ello. Yo pienso que los premios amigo, deberías devolverlos y prometer regresar, en un par de meses más, y luego que hayas ensayado como corresponde tu presentación, darle a toda esa gente que espera siempre algo más de gente como tú, un concierto a la altura de tu calidad. No seas mentiroso contigo mismo, cuando veas sobre tu hermoso piano el gran logro de la Quinta, por lo menos de este año, recuerda que no fue porque tu presentación haya cumplido con el requisito máximo que se impone a un artista de prestigio, sino, porque simplemente la gente aceptó todos y cada uno de los sobornos con que los adulaste y luego ellos, sin ninguna reflexión, te regalaron algo que no te ganaste.

Para terminar, no sé si yo seré la persona más apropiada para darte algún consejo, lo más probable es que me equivoque, casi siempre meto la pata y por ello recibo muchas críticas, no obstante, asumo el reto con humildad. Pienso que el rumbo que uno elige en la vida y por el cual uno se descresta, es la mejor señal de cómo la vida nos va llenando de cosas, de esas cosas que nos dan la posibilidad de ir creando letras, músicas, palabras, verdaderas poesías musicales, tú sabes y conoces muy bien tu don, no permitas que nadie te desperfile de él, ni siquiera tu mismo, sabes, en el libro de los libros hay un pasaje maravilloso que fácilmente encarna lo que quiero decirte con mucho cariño, y con lo cual deseo terminar, lo dijo un viejo hombrecito de allá del Oriente, se llamaba Pablo, o Saulo de Tarso:

¡ No descuides el don que hay en ti, CUÍDATE DE TI MISMO !
Pablo
Apóstol de Jesucristo.

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