Thursday, July 30, 2009

Sobrevivir sólo para no condescender.



Pero el mundo está lleno de falsas religiones, y hay mucha gente que está cansada de todo esto, incluido yo, sin embargo no puedo abstraerme de esta realidad cuando veo la ineficacia de los movimientos “espirituales actuales”, con respecto a las verdaderas necesidades de los seres humanos. Lo más doloroso sea tal vez, el reconocer que uno luchó por algo que de pronto se extinguió, algo que simplemente dejó de ser para un sistema que sobrevive en base a la mediocridad, a lo puramente técnico y virtual.

A veces tengo recuerdos vívidos de momentos en los cuales, la experiencia de Cristo, era algo importante para el ser humano, así fue como me acerqué a la realidad evangélica, por una necesidad del alma, porque no podía seguir viviendo del modo que lo estaba haciendo. Eran días cuando el hombre se expresaba con plena libertad y los demás oían, había un “respeto”, una consideración. Pero esos días ya pasaron, hoy no quedan ni vestigios de ese tiempo, cada hombre de Dios protege sus propios intereses y cree estar con ello prestando un servicio a Dios. Lo peor, es que un gran porcentaje de los creativos huyeron, no resistieron tanta vulgaridad, eran capaces de todo, sin embargo, no estaban preparados para enfrentar una realidad espiritual como la que hoy ha invadido el corazón del cristianismo protestante.

En todo este tiempo, no obstante, he creído que la mejor manera de combatir tanta estupidez, es diciendo las cosas como son, aunque a algunos no les guste, aunque no deseen reconocer que las cosas están marchando mal, por ello me la he jugado en todos mis escritos, he dispuesto mi corazón para defender lo que mi conciencia me dicta que es lo correcto, no me he dejado llevar por ninguna clase de influencia que me haga pensar como lo estoy haciendo, hablo desde mi propia realidad, desde mi propia concepción del dolor y la tragedia humana, no me he abstraído de ningún tema, porque pienso que un cristiano de verdad, debe tener opinión, una postura con respecto a lo que sucede, lo demás, sólo me huele a mediocridad y falsedad, esa es mi opinión.

Por esto mismo, es que he tenido muchos problemas para sacar adelante mis proyectos, algunos totalmente inconclusos, otros que sólo se han quedado en eso, en proyectos, pero también con la satisfacción de haber tenido pequeños logros, como mis libros de poesía, como este mismo blog, el cual, gracias a todos quienes lo leen e indagan mensualmente, subsiste, no para elevarse por sobre los demás, no para extinguir la huella de los que dejaron tanto para que hoy día tuviésemos la oportunidad de hablar de Él, sino, para agradecer, a cada uno de ustedes, aún en el anonimato, aún sin conocerles, sin saber siquiera si estarán o no de acuerdo con mi modo de pensar, darles gracias por permitirme expresar lo que siento en mi alma, porque a través de este trabajo también he aprendido mucho, mucho de seres humanos que a diario pasan totalmente inadvertidos, de todas esas personas que con sus trabajos fotográficos, permiten que el Internet no sirva solo como un basural intelectual y nos proyecten, a través de este medio, en las vidas de personas que sufren a diario y que esperan también ser oídos.

Pero esta clase de modo de pensar es el que precisamente la realidad espiritual actual no desea, ellos no quieren por nada del mundo que alguien siquiera les vaya a pronunciar palabras como:

dolor
sufrimiento
padecer
lágrimas,
tristeza
pobreza
hambre

y cuántas palabras más de las cuales está llena la humanidad, por el contrario, sólo admiten a quienes hablan de gozo espiritual, de placer, de prosperidad, y un sinfín de otras prótesis más que pretenden llenar el vació espiritual que ocasiona la vida cristiana centrada en el placer, porque hoy día los cristianos no carecemos de nada, de nada nos privamos, tenemos de todo para cuando llegan los días malos, televisión abierta, por cable, DVD, templos hedonistas, predicadores del placer, etc., el cristiano actual está resguardado y muy bien protegido contra la crítica, contra todo lo que tenga tintes de verdad o sinceridad, a eso le llaman, “resentimiento”, y si es así, entonces toda La Biblia está llena de resentidos. Así es muy difícil ejercer Ministerio alguno, porque uno no se puede pasar la vida entera dentro de los templos cantando lo que la gente te pide o desea escuchar, un hombre de Dios con palabra, no debe transar con el sistema, porque Dios no le ha dado esta vocación para dejar contentos a los cristianos o a los señores ministros, por el contrario, vivimos tiempos de sequedad espiritual y pareciera ser que nada cambiará la situación, por lo tanto, el valor de lo que hagamos o digamos tiene íntima relación con el tiempo y con la expectativa profética que vivimos, y de eso, no hay duda.

Reconozco entonces que el cansancio a veces me ha sobrepasado, no es fácil sobrellevar el peso de las imágenes con las cuales se debe armar un argumento, algunos piensan que no, pero todo depende de las personas, en mi caso, he recibido hasta burlas de cristianos mediocres que no aceptan el que una persona ejerza su libertad en Cristo y manifieste abiertamente lo que piensa, pero eso no es un gran problema para mi, cuando necesito de Dios, sé a dónde ir y cómo llegar a ese lugar, además, ese es el precio, ese es el costo por no aceptar que te cuelguen al cuello un letrero que diga, “estoy domesticado”, para que ocurra eso, deberán pasar muchas cosas, como por ejemplo, que olvide en donde estoy parado, que un día despierte y no recuerde mi vocación, sólo así podría dejar de hacer lo que más amo en la vida, de otro modo, ya no sería el mismo.

Por ser quien soy entonces, te juzgan, te critican cuando eres sincero, con todo eso debes vivir, armarte para hacerle frente a la vida, porque este sistema religioso ha privilegiado sólo a algunas castas, a hombres como nosotros, simplemente nos han dejado de lado, esperando que un día de estos desaparezcamos, pero eso no será posible, por lo menos mientras dure la palabra en mi corazón, no estoy dispuesto a ceder ni un centímetro de lo que he ganado, con la ayuda de Dios, por dar una razón a quienes no la tienen, es más, aquí estaré, disputando codo a codo con la falsa religión de la mendicidad espiritual, para ejercer mi derecho, para disfrutar viendo como se desploman y quedan sus despojos repartidos por el suelo, ¿qué otra cosa podría acontecer antes de su venida?

0 Comments:

Post a Comment

<< Home