Friday, April 16, 2010

La paga del pecado es muerte.

















Nunca estaremos de acuerdo, por supuesto que no, es muy difícil que alguna vez podamos concordar en temas trascendentes, siempre habrá una crítica, siempre habrá algo que empañe el producto final de una reflexión, sin embargo, los eruditos de la mendicidad espiritual actual, tienen el campo libre, no hay reprimendas para ellos, no hay llamados de atención, se les acepta sin críticas, sin que se indague en su cristianismo, además, siempre hay que hablar bajito para que los demás no se enteren que no estamos, en absoluto, de acuerdo con semejante flojera espiritual.

Vivir de ese modo para algunos entonces, es síntoma de libertad o liberación, aunque los dos términos no signifiquen lo mismo, pero en mi caso, nunca estaré dispuesto a cambiar el tenor de mis palabras y de lo que he querido decir hasta ahora, el camino se me ha presentado siempre con dificultad, incluso cuando participé en mi juventud como un integrante del Dúo Sal, y sé que lo que me espera tampoco es un camino de rosas, de ningún modo, mi mala salud, que me impide desarrollar por completo mi arte creativo, me ha construido un futuro poco auspicioso al respecto, pero créanme, tengo absoluta certeza de que Dios, el Dios del cielo, el de Abraham, el de Jacob, el de los Profetas, el de Pablo, no permitirá que mis palabras caigan en desuso sin antes haber cumplido con el deber que ÉL les ha enmendado. Para esto he nacido, no para que la religión me exhiba dentro de sus amuralladas realidades, como una de sus más preciadas piezas de colección, no señor, no estoy dispuesto a ello, aunque me signifique quedarme completamente desnudo, por lo demás, ¿por qué habría de sentir vergüenza por mi desnudez? Reformarme por tanto, a estas alturas de la vida, es totalmente absurdo, ningún ofrecimiento que provenga del descanso y la emancipación podría embaucar la lucidez de mi conciencia, la que Dios me ha dado, por pura misericordia, de un día para otro pasar a formar parte de la lista de los que se cansaron de apedrear a los corruptos, sería una completa traición, a los que me escriben y me inundan de fuerzas cuando me dicen que están en esta causa conmigo, con mis palabras, con mis interrogaciones, con mis penas, a ellos, todo mi respeto y gratitud.


Vivir por lo tanto, intentando sobrevivir en medio del lodazal sin dar pausa a ésta, mi costumbre de inquirir, de ir más allá, es una norma imposible de quebrantar, por más que la realidad me haga pensar que todo va a estar bien, que si me reformo, voy a ganar mucho más dinero y tal vez, en una de esas, hasta me inviten a cantar a las grandes congregaciones. ¡Basura nada más! Por que yo nunca he buscado semejante porquería, me basta el canto en su esforzada pero honesta rudeza. ¿En qué se afirmó Pablo, Pedro, los profetas, el mismo Señor? Acaso, ¿no fueron contra el sistema? ¿Se amoldaron a el? ¿Estuvieron de acuerdo? Y si estuvieron de acuerdo, ¿por qué terminaron como terminaron? Entonces, este es mi tiempo, por lo tanto, tengo el derecho más absoluto de decir y hacer las cosas como Dios desea que las haga, cuando Dios, en algún sueño, en alguna demostración de su PODER, revele a mi corazón él por qué está sentido por la manera en que defiendo mis puntos de vista, ahí la cosa será distinta, pero mientras, alguien deberá asumir el reto.


Aquí me encuentro entonces, defendiendo mis palabras, mis modos, el dolor que me une a los afectados, no a la pulcritud de quienes, que por decir “mierda”, piensan que se van a ir al infierno, es decir, nadie ha pensado en lo que piensa Dios cuando, uno de esos que dicen ser representantes de Dios aquí en la tierra, es capaz de abusar y de destruir la vida de un ser humano, indefenso aún, ¿o piensan como el Cardenal Errázuriz, “que son poquitos los caso en Chile? Alguien por ahí, un defensor de la caca romana, decía, a favor de su honorabilidad, que en La Iglesia Católica también hay hombres, así que como hombres con defectos, también pueden equivocarse, el problema entonces, no es que La Puta romana no tenga las gónadas suficientes, sino, lo cuestionable, es cómo toda esa sarta de degenerados llegan a hacerse hombres, en tal caso, la PEDOFILIA es uno de los métodos más practicados por la curia para que sus selectas palomas, según ellos, se hagan hombres.

No se puede entender de otro modo la realidad, la doble lectura de ella puede hacernos cómplices, puede ponernos en el otro lado de la calle, convirtiéndonos en simples testigos silenciosos de un pecado tan grande como el que hoy día está cometiendo una de las congregaciones religiosas más poderosas del mundo, como es la religión católica. Lo he dicho muchas veces, callar te hace cómplice, de otro modo, ¿cómo debería enfrentar un hijo de Dios semejante porquería? Hay cristianos que no desean saber que estamos al borde del precipicio, que nos estamos mojando todos por igual, que este mundo simplemente se nos viene abajo, pero que frente a ello, las enormes catedrales arrasadas por la fuerza del terremoto, nuevamente serán levantadas, con la ayuda incluso del Estado, el cual, abiertamente se declara partidario de las imágenes e idolatría de una de las formas de cristianismo más patéticas que jamás habíamos visto, justo cuando La Venida del Señor se acerca, justo cuando las cosas comienzan a tener sentido para los hijos de Dios, allí, la indecencia propagada históricamente por aquella profetiza de la lujuria, nos deja caer su estocada de sangre, haciéndonos creer que nuestras plegarias no tienen sentido alguno, que nuestros hijos no están a salvo de nada, que en cualquier momento los lobos disfrazados de ovejas atacarán.

Y eso no es todo, desde el momento en que me propuse atacar este tema con toda mi verdad y mi honesta conciencia, he recibido apoyo de muchos cristianos cansados de ver, cómo la realidad espiritual se deja estar para asumir una actitud mediocre frente a algo tremendamente importante y relevante para La Iglesia de Cristo como es la condición actual de la humanidad. Es la hora entonces de comenzar a despertar amigos, de pronto las palabras deberán convertirse en proyectiles para proteger lo que Dios nos ha dado, recuerden que La Ramera posee en su historial de delincuencia, un amplio y voluminoso prontuario de asesinatos en su haber, y que por ningún motivo se dejará amedrentar ni menos ridiculizar por quienes dicen y afirman, en este mismo momento, que todo lo que está aconteciendo en este mundo, se debe a la crisis valórica y espiritual que la propia realidad romana ha fomentado con su hipócrita condición de célibes monjes dotados de gónadas sólo para usarlas en el ultraje de niños que el mundo no protegió, ni menos defendió.


¡Alguien tiene que alzar la voz!

¡Alguien tiene que confrontar semejante depravación!

Una cosa son los separados y divorciados, y otra, los degenerados que, amparados por una religión llena de gente ciega que no responde frente a los actos de sus propios Ministros y Pastores, son capaces de evadir la justicia y decir que “la homosexualidad está íntimamente relacionada con la pedofilia”. Un mensaje así, dicho por uno de sus más importantes representantes después del Papa, sólo daña aún más, no a la imagen destruida de una religión llena de contradicciones, sino que, a los afectados por los actos inmorales cometidos por sacerdotes católicos y de la religión que sea. Ellos, los que han sufrido en carne propia el dolor de las violaciones y perversiones, no entienden cómo, después de tantos años, el mismo que guardó silencio y protegió a los pedófilos de turno, hoy día desea reunirse con los afectados. Si esto no es demencia, entonces, ¿de qué estamos hablando?


El castigo de Dios para este mundo por esta sola razón, ha sido duro, y seguirá siéndolo hasta que los verdaderos culpables sean puestos detrás de las rejas, y los sufrientes reciban el apoyo de una sociedad que los ignoró y jamás consideró que su dolor era importante. Así, la naturaleza de nuestro mundo insiste en continuar como si nada estuviese ocurriendo, pero es claro, Dios no guardará silencio ni detendrá su mano porque a mí, o a quienes tienen valor de enfrentar la realidad se nos enrostra nuestra humanidad, ¡al carajo con todo eso! ¡El Evangelio del Señor Jesucristo es predicado desde el comienzo aquí en la tierra por hombres, imperfectos sí, pero no degenerados! ¿Qué hará el mundo para aplacar la ira de Dios? ¿Qué harán los grandes dignatarios de las naciones del mundo para que la mano del Señor, en algún momento, deje de mover las aguas y la tierra, y finalmente, nos permita descansar de todas estas grandes y terribles tragedias que hoy, enlutan al mundo entero?

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