Sunday, June 29, 2014

UN REINO CON BENDICIONES SOLO PARA ALGUNOS.















Después de escuchar y poner atención al gran exponente de la adoración protestante y Doctor en premios GRAMMY en una entrevista en el canal de la CNN mexicana, Marco Witt, me queda claro que la lentitud de nuestros procesos entonces, los ministeriales por supuesto, no estén en absoluto relacionados con los pérfidos argumentos que nos ofrece la irreflexiva y mutante Doctrina de La Prosperidad, lo cual me permite pensar con un poco más de ponderación mi propia realidad ministerial, y desde luego, creer con toda el alma que en esta humilde condición, y con los pocos recursos con que uno cuenta para servir a Dios dentro de un sistema que te exige esfuerzos sobrehumanos para subsistir solamente, es posible con la ayuda de Dios, y con un poco de esa suerte que tienen los brasileños para robarse absolutamente todo cuando se trata de Fútbol, que aún me encuentre en condiciones de poder sobrellevar la realidad de un Ministerio en un país tan mercantilizado como el nuestro, incluida por supuesto la realidad espiritual evangélica, tal vez, no a la manera de los grandes exponentes del comercio de la fe actual, pero si con una poderosa y gran similitud con los parámetros que Las Santas Escrituras nos demanda en el campo de las realidades ministeriales, incluida la vida y los principios valoricos que deberían de sustentar tales realidades. No obstante, y a pesar de los enormes esfuerzos que a diario debemos hacer para salir adelante con nuestras vidas no más, no somos ni siquiera tomados en cuenta por las poderosas instituciones que hoy día pretenden estar siendo la cara visible del Reino que Cristo trajo a este mundo, no se nos respeta como Ministros, padecemos de este modo, del más absoluto menosprecio de parte de las CASTA RELIGIOSAS IMPERANTES, razón por la cual, pudiendo utilizar este espacio para evangelizar, enseñar tal vez, me he visto en la obligación desde que comencé con este trabajo virtual, de tener que confrontar, al más puro estilo que me ha caracterizado desde el principio, con todas aquellas personas o corrientes de pensamientos enraizadas en el mundo evangélico, que tienen como único objetivo, barrer prácticamente con aquellos que solo buscamos enaltecer aún más El Glorioso Nombre de nuestro Señor Jesucristo, con nuestras muy humildes pero siempre honestas formas de servirle.

Para ello es que me he preparado durante toda mi vida, para ello es que a diario me esfuerzo, otra cosa en este medio, no es posible, no tengo cara para ofrecer a los hermanos y amigos, un tipo de reflexión que vaya en contra de mis propios principios ni tampoco con aquella demanda que El Señor hiciera a mi vida, cuando le acepté en mi corazón y juré servirle con toda mi alma hasta el día de mi partida. Pero esta manera de ver y de entender la vida, desde luego que no se encuentra en venta, desde hace mucho tiempo atrás, yo diría, desde mucho antes que conociera y me convirtiera al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, y tal vez sea este, uno de los más poderosos motivos de por qué un día creí y decidí seguir al Señor, puede que exista otras razones, pero con el tiempo, me he ido dando cuenta que la verdad y la sinceridad con que uno debería enfrentar la realidad, son aspectos que en la experiencia cristiana, no debieron haberse dejado pasar por alto jamás, a ningún costo, ni menos permitir que los manipuladores de sueños, pudiesen siquiera tener acceso a hablarnos de estos valores, no señores, porque para pretender educar y hacer reflexionar al pueblo del Señor en cuanto a la vida valorica, en primer lugar, una persona debería contar con ciertos elementos que claramente La Palabra del Señor exige y demanda, a manera de requisitos ministeriales, a todas aquellas personas que anhelan o sirven a Dios detrás de una realidad ministerial, de manera que el hombre de Dios, al ser alcanzado por uno de estos principios bíblicos que ofrece La Inmutable e Infinita Misericordia de Dios, pueda tener al fin, una verdadera y genuina experiencia de fe, con el Autor y Sustentador de nuestras convicciones, y no solamente quedar anonadado a la manera de prisionero, o abducido espiritual, con la verborrea que te puede ofrecer uno de estos meretrices del sistema religioso estructurado y comercial.

La basura espiritual existe por lo tanto, como la propia muerte espiritual, como el cáncer que corroe y afecta la existencia de miles y miles de seres humanos diariamente en todo el mundo, como los virus computacionales, como los gases tóxicos que expelen las industrias y que contaminan el aire, los ríos y los mares por su puesto, las impurezas y los vicios propagados por los predicadores profesionales dentro de realidad eclesiástica actual, son innumerables, absolutamente incalculables, tanto así que es imposible ya siquiera poder contarlos, nos tomaría una gran cantidad de tiempo tal vez hacerlo, así que solo me remitiré a dar cuenta de su existencia, de modo que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones. Pero, el hecho objetivo en toda esta confusa situación, es que si un cristiano, en un momento cualquiera, llegase a ser alcanzado por alguna de estas pervertidas inmundicias venidas desde los más oscuros y letales suburbios ¨del mundo cristiano aportillado¨, embebido de cantos súper espirituales propagados por la radio emisora de turno, o simplemente descentrado en su modo de pensar por la sensualidad de algún Súper fenómeno de la predicación actual, puede que por esta situación, ese cristiano no solo llegue a ignorar que ha sido afectado en su fuero espiritual más íntimo, por un minúsculo y extraño virus espiritual, sino que además, no tenga éste en absoluto conciencia de que nuestra fe, nuestra propia CONCIENCIA DE DIOS, y por supuesto, nuestros hechos, terminarán por afectar de igual modo, positiva o negativamente, a toda la realidad de nuestra gran sociedad, es parte del PROPOSITO DE DIOS, está escrito en LA BIBLIA, se encuentra claramente expresado en los evangelios, así que de hacerlo negativamente, caeremos en lo que de La Palabra de Dios se sub-entiende como: PECADO SOCIAL O NACIONAL, es decir, el margen o la superficie que nos permite afectar El Señor con nuestras creencias y convicciones, se extiende mucho más allá del circulo que encierra a nuestra cotidiana y normal manera de existencia, lo cual nos hace ver que el acto de creer solamente en ÉL, es algo que Dios nos ha dado para que con nuestras convicciones, podamos afectar positivamente a la gente que vive sin Cristo, y de esta manera, colaborar con El Señor en la propagación de Su Evangelio, y por supuesto además, en la manifestación del Reino que ÉL MISMO estableciera aquí, en este mundo, en esta misma tierra plagada de injusticias y desdichas, y por lo tanto, dejar bien en claro que Su Iglesia, es decir nosotros, los que creemos en ÉL, y no las Instituciones religiosas, son las que ÉL utiliza para dar a conocer a esta sociedad, cuál es el PROPÓSITO que tiene para la humanidad toda, el que un día, JESÚS EL SEÑOR, haya entregado Su Vida para morir en una CRUZ, y de este modo, permitir que nuestras convicciones en Dios, ya no pertenezcan únicamente a la esfera individual, sino que ahora, por la importancia de ellas, y por la enorme necesidad que evidentemente afecta al mundo entero, trasladar nuestra fe en El Señor Jesucristo, a la sociedad toda, y no solo a un pequeño grupo de personas, ni menos dejar este aspecto de nuestra fe, en manos de un enorme grupo de rapaces espirituales que solo buscan la conveniencia monetaria con la predicación del mensaje de LA CRUZ.

Pues bien, contrariamente, la distancia o el espacio que nos han determinado para que nos movamos con nuestra fe los acreedores espirituales, dista mucho de ser siquiera parecido a lo que nos propone el principio bíblico, ellos, habiendo conocido la fe de Nuestro Señor Jesucristo y las reconocidas verdades de Su Santo Evangelio, no solo las invalidan con sus métodos y multidimensionales formas con que han logrado hacerse millonarios en el mundo en que vivimos, sino que además, al quebrantar los principios espirituales divinos, están ayudando a que la manifestación y establecimiento del reino del Anticristo, encuentre incluso dentro de los pasillos de la cristiandad materialista, todos los elementos religiosos y espirituales necesarios para justificar su realidad, y por supuesto, engañar con ello al mundo entero, sin poder ser advertido como tal, lo cual encaja perfectamente en los escritos bíblicos que hacen referencia a este tipo de mensaje, y de este modo, permitir que el cumplimiento exacto de las profecías que apuntan a la forma corrupta de fe que ha emergido y se propaga en estos oscuros y muy difíciles momentos, sean una completa y objetiva realidad, ya. Por esta razón es que ellos no desean este tipo de reflexión en sus congregaciones, por este mismo motivo no desean nuestras contradicciones a sus modos de hacer Evangelio, por ello nos desautorizan, nos descalifican, nos ignoran como el señor Witt en sus circenses apariciones en la CE ENE ENE, y finalmente, nos dejan sin bendiciones, ellos, como vampiros espirituales, absorben absolutamente todo, todo para que nosotros nos cansemos y dejemos de lado este duro debatir de La Palabra de Dios que solo busca esclarecer, a la cristiandad en general, estas oscuras metodologías que hoy día el evangelio APÓSTATA, al igual que La Inquisición en el pasado, ha puesto y seguirá poniendo en marcha.

No es un tema menor entonces el intentar comprender algunos aspectos que la realidad de los ministerios y ministros actuales no contempla; recuerde que los Ministerios son instituidos por Dios y no por los hombres, lo cual pretende con ello ofrecer, una perspectiva de la realidad espiritual del Reino de Dios en cuanto a su Carácter divino, en el sentido que son ellos, los Ministerios, los encargados de declarar y de enseñar La Bendita Palabra de Dios, tal como El Santo Espíritu de Dios nos ordena, para ello, el hombre de Dios, debe mantenerse en primer lugar, rendido y sujeto a La Perfecta Voluntad de Dios, y a no mantener lazos profundos con el sistema que hoy día destruye y envenena el alma de tantos y tantos seres humanos en todo el mundo, recuerde, Jesús El Señor, dijo hace dos mil años atrás, que Él era el camino, LA VERDAD y la vida, por lo tanto, no debemos desdeñar ni reemplazar sus enseñanzas, por la comodidad que nos ofrece tanto material como espiritualmente este podrido sistema, el cual, a través de todas sus pervertidas maneras, tanto conocidas como por conocer, pretende desestimar la importancia no solo de nuestras convicciones y creencias en Él, sino que además, de minimizarnos espiritualmente, al punto de dejarnos casi infinitamente invisibles o imperceptibles dentro de este sistema, de modo que nuestra fe y nuestra conducta en Dios, no tenga alcances sobre esta deteriorada y ya destruida realidad. Y cuando una forma de cristianismo de este tipo, ha sido convencido de tal y monumental falsedad, es claro que éste ya no tiene nada que decir ni hacer en este mundo, nada para afectarlo con la verdad transformadora de Dios, tan solo cumplir con roles puramente rituales como, encerrarse en un templo a cantar alabanzas, seguir a un supuesto ungido de Dios, y finalmente, terminar por ser abducido por tal personaje, de manera que su dinero solo pueda capitalizarse en esa realidad solamente, y no en lugares en donde existe verdadera necesidad. 

O Sea, un CRISTIANISMO DEFINITIVAMENTE PRAGMÁTICO. ¿O ME EQUIVOCO?

¡De ser de este modo la realidad espiritual, mejor sería hacerse musulmán, seguir a Buda o retornar como Witt y hacer como si uno fuera católico! Es decir, CARISMÁTICO.

Así que, queda total y absolutamente claro, que cualquier hermano que cree haber recibido un Ministerio de Dios, no necesita más confirmación que lo que Dios ha puesto en su corazón, recuerde que La Iglesia de Cristo un día fue esparcida por todo el mundo conocido, y obviamente por conocer aún, lo tremendo es que jamás nunca, pero nunca más en la vida se volvió a juntar, salvo cuando Constantino le dio a los cristianos de su tiempo un lugar y reglas para hacerse validar dentro de la sociedad romana, lo que no es ni bíblico ni menos profético, por lo menos dentro de los más valiosos pasajes de La Escritura que hacen mención al tema de La Iglesia, no se da cuenta en ellos de una realidad parecida, simplemente se trató de una muy calculada y pervertida estrategia de un depravado como él. Pero los ritualistas esclavos de las cúpulas religiosas actuales, afectados por el virus del orgullo y de la indiferencia, no tienen ánimo de corregir semejante seducción a la que fue destinada la cristiandad de ese tiempo, por supuesto que no, el hambre por ser conocidos y ganar dinero a costa de la ignorancia, supera el instinto ministerial que El Espíritu Santo desea enraizar en los representante de Su Evangelio, labor que no ha logrado materializarse en la realidad, de todas maneras, es indudable que dentro de esta pervertida realidad, aún existe hombres y mujeres dispuestos a dar la lucha por la cuestión valorica y espiritual, no se quedarán mirando cómo las grandes industrias del poder evangélico actual, terminan por erradicar la experiencia cristiana honesta y periférica de la realidad contingente, para ello es que diariamente buscan, nos esforzamos, nos cuidamos de los pervertidos de la fe actual, de manera que los autómatas espirituales, no tengan absoluto conocimiento de cómo es que ellos han logrado perseverar en tales condiciones, se trata de una forma de evangelio CLANDESTINA, ANÓNIMA, RECÓNDITA, recuerde además que muchos de ellos ya vendieron su primogenitura espiritual, cuando se agregaron a la demanda legal que este sistema democrático les ofreció en forma de Ley de Cultos.

ESO TAMBIÉN ES APOSTASÍA, OTRA COSA NO ES.   


Siguiendo con el tema en cuestión, ellos no desean que tu Ministerio, junto con tus convicciones en Dios, primero, no tengan valor para ti mismo, y después, que al darte cuenta de la inmensidad de ellas, no desees darlas a conocer o propagarlas con la fuerza de la libertad y al modo que El Señor te haya dado para la gente que aún necesita de ellas, para estos perversos representantes de la fe prostituida, tanto el amor como la forma en que tú y yo hemos decidido valientemente propagar El Evangelio de nuestro Amado Salvador en este mundo, no tiene valor alguno, por ello es que no recibimos ayuda alguna de estas industrias de fe megalíticas, por ello es que no se nos reconoce como Ministros de Dios, ni menos como Ministerios, al contrario, prefieren ignorarnos y dejarnos sin posibilidad de bendición, de manera que al ser ignorados por ellos, lentamente y con el paso del tiempo, también nuestras fuerzas vayan declinando, y de este modo, nuestra realidad ministerial deje de tener cualquier influencia dentro de la Vida de La Iglesia de Cristo. Se trata de un engaño, de un diabólico engaño con el cual Satanás, que engaña al mundo entero, pretende enmudecer a los verdaderos cristianos, y por supuesto, paralizar el avance de la verdadera y única Iglesia que Cristo ha dejado en este mundo para testificar DE ÉL Y DE SU PRONTA Y GLORIOSA VENIDA A ESTE MUNDO EN COMPLETA CONFUSIÓN, Y DENTRO DE EL, EL PROPIO CRISTIANISMO.

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