Sunday, August 23, 2015

Cristianismo actual, sin vida profética.
































Y ese mar que tranquilo te baña ...



Simplemente destructivo, inclemente, inmisericorde. Esa es la forma en que la naturaleza, una vez más, ha golpeado nuestras frágiles realidades, haciéndonos ver pequeños, inexpertos, inexistentes, incapaces frente al modo en que las fuerzas de nuestro entorno natural, parecen estar condenándonos a la más absoluta destrucción de seguir en esta progresión apocalíptica. No obstante, para mí, no solo testigo de esta poderosa manifestación, sino que fuertemente afectado por ella, me queda la sensación de que la potencia con que esta vez hemos sido vapuleados por los drásticos efectos o cambios de un ecosistema que ya no soporta más el derroche y la irresponsabilidad del hombre, viene a ser para nosotros, La Iglesia de Cristo, una de las más evidentes formas de mensaje que nos da Dios, con respecto al clamor con que deberíamos estar enfrentando el tiempo que nos ha tocado vivir. Los meteorólogos, y todos quienes se encargan de leer e interpretar los signos y la dinámica de los vientos, el comportamiento del mar, y todo lo que se relaciona con el tiempo y sus efectos, eluden estos fundamentales conceptos que La Biblia, como un registro eterno del mensaje de Dios para el hombre, intenta mostrarnos desde la perspectiva espiritual, y sus consecuencias en la realidad social y económica de las naciones, las cuales se hayan insertas en la gran disyuntiva que nos ofrece el Antiguo Testamento, en especial, en el nacimiento, desarrollo, y caída del pueblo de Israel. Está claro que la vida espiritual para los hombres de ciencia, no tiene relación alguna con el comportamiento de la naturaleza, no hay razón para pensar que una catástrofe natural, pueda si quiera pensarse como un llamado de atención de parte de Dios para que la humanidad, cese en su afán materialista y consumista, La Biblia, en este sentido, corrige este error, cifrando todas las esperanzas en que alguna vez, el cristianismo, pueda servir al propósito de Dios, actuando proféticamente y dejando los rudimentos de la fe para los que empiezan, y no para una generación de personas que son herederos de una dinámica espiritual que ha debido sortear todo tipo de contradicciones a lo largo de la historia, y que por esta causa, muchos de los grandes defensores de la fe cristiana, tuvieron que entregar hasta sus propias y valiosas vidas.  

Si bien la acción o dinámica profética ha sido extirpada de la realidad de La Iglesia de Cristo, es inobjetable que el espíritu profético aún, permanece totalmente vigente y sin sufrir ningún tipo de alteración, por lo tanto, la cristiandad, algo debe rescatar de todos estos hechos, y como consecuencia de ello, debe comprender que el programa de Dios, tampoco ha sufrido transformación alguna, de manera que hoy día, viendo el contexto de los grandes cataclismos, huracanes, tifones o “temporales” como le han llamado a esta catástrofe, que están azotando a todos los lugares del mundo, incluido los cambios drásticos en la Tº del mar, la radiación solar y las enormes lluvias en donde nunca llovió, podemos decir con toda seguridad, que en cuanto a poder, no solo han aumentado en su proporción, sino que además, y sumado al desequilibrio del medio ambiente y todas sus impredecibles manifestaciones, el concepto apocalíptico de juicios e inconmensurables dolencias a la humanidad toda, ya se ha instalado como una realidad en este mundo, lo cual se torna preocupante desde la perspectiva espiritual, debido a que gran parte de La Verdadera Iglesia de Cristo, aún permanece en este mundo. Es inevitable, es imposible hacer como si lo que vivimos, nada tiene que ver con el testimonio profético. Entender que todos esos hombres pudieron, por Gracia e influencia del Espíritu Santo, vislumbrar nuestro tiempos, nos debería humildar, desde luego, ponernos en una actitud de ruego como lo advierte La Palabra de Dios, sabiendo que el tiempo ha sido acortado, de manera que LA VENIDA DEL SEÑOR A ESTE MUNDO, ya no se tarda más, por lo tanto, la lectura de todos los acontecimientos, tanto políticos, como de las grandes catástrofes de que hemos sido testigos en este tiempo, solo pueden estar diciéndonos que La Palabra de Dios, no miente, que el espíritu profético ha acertado una vez más, por lo que, la humanidad toda, una vez más, no llegará a comprender los verdaderos y profundos alcances que tiene semejante realidad, y lo que parece inevitable también, es que el propio cristianismo, sumido en las bendiciones materiales y en la arrogancia del disfrute de toda clase de oportunidades que te permite el sistema, tampoco logrará identificar o intuir el momento de La Venida de nuestro Señor a este mundo, como también claramente lo testifica la parábola de las diez vírgenes.            

Lo lamentable, es que el cristianismo hace mucho tiempo dejó de pensar y de vivir proféticamente, dando lugar a una forma de vida basada en las emociones y los sentimientos, olvidando que ese estilo de vida, ya fue rechazado u objetado por Dios en el pasado:

“Este pueblo de labios me ama, pero su corazón, está lejos de mí.”  
                                                                                   Isaías. 29 : 13

No se han tomado en cuenta entonces, todas las dramáticas llamadas de atención que hizo el Señor en todo el proceso que vivió Israel mientras hubo posibilidad de cambio, ello, nada dice a una realidad que se ha convencido que los sentimientos humanos, actuando como verdaderos filtros o catalizadores de nuestras vida espiritual, son capaces por sí mismos, sin tomar en cuenta el entendimiento, el discernimiento, y todas y cada una de las herramientas con que El Espíritu Santo nos ha dotado para percibir LA PALABRA ETERNA DE DIOS, de mostrarnos La Verdad Suprema de Dios para Su Iglesia en este tiempo, y sobreviviendo en medio de un mundo plagado de falsedades y de acciones satánicas enviadas directamente en contra del entendimiento cristiano. La Iglesia en tanto, se ha apoyado en este método, y ha descansado en todas las variantes que le ofrece la alabanza comercial y perfeccionista de la escuela y mercadotecnia norteamericana, incrustada en la vida espiritual y en la conciencia de los cristianos de hoy como un verdadero PERNO, sin tiempo para comprender ni discernir que los planteamientos bíblicos para nuestros días, son rigurosos y contradictorios en relación al modelo escogido por los Ministros actuales, ello simplemente confirma además, que el espíritu Apostata del cristianismo en tanto, tal como lo manifestó Su Palabra hace dos mis años atrás, procedería desde el interior del propio cristianismo y no desde afuera, es decir, la tecnología utilizada por Satanás, no fue percibida ni menos confrontada por la mayoría de los grandes defensores de la fe, a pesar de toda la máquina tecnológica y de los recursos con que se cuenta hoy para supuestamente, servir al Señor, produciendo esta clase de vida espiritual que ya ni respeta los fundamentos proféticos e históricos que traerán de vuelta al Señor de señores a este mundo.

La Iglesia entonces, la verdadera, la que urga, la busca, la que no se ha comprometido con este sistema, la real, la de carne y huesos, la que padece en medio de este desierto, la que aguarda en Su Bendita Palabra, la que se opone a la comercialización de la fe cristiana, sabe y reconoce quiénes son sus profetas y a los que debe oír, no tiene dudas en cuanto a la manipulación que se hace de nuestra fe, ella ha entendido que no son las dulces alabanzas que promueven los arrogantes comerciantes de la fe, las que traerán a Cristo de vuelta sino, “EL GEMIR CONSTANTE EN FORMA DE DOLORES DE PARTO” con que ya muchos de nosotros a diario, vivimos declamando para que Dios, tome finalmente en cuenta el dolor en el que nos encontramos sobreviviendo en este mundo. Así lo establece Su Palabra, por lo tanto, la sensualidad en la que se encuentran la mayoría de los expositores y cantantes de alabanza, apegados totalmente a los designios de este sistema, viviendo como ellos, cantando como ellos, no logrará embaucar el corazón de los verdaderos hijos de Dios, por supuesto que no, el diagnóstico del Espíritu Santo para este tiempo, no contiene sombras de dudas, EL RETORNO DE CRISTO A ESTE MUNDO, ES UNA COMPLETA NECESIDAD, seguir viviendo de este modo, alimenta la peligrosidad y el daño que el sistema, como una aplanadora espiritual, puede provocar a una realidad fuertemente golpeada por la indiferencia como es, La Iglesia desposeída, la de los Ministerios de fe catapultados al olvido, la de los hermanos sin trabajo, la de los hermanos abrumados por el costo de enfermedades que Dios no ha sanado, solo un botón como muestra, porque hablar de toda las perversiones en que ha incurrido el cristianismo actual, nos tomaría un tiempo que en este momento necesitamos para expresar, el enorme cansancio en el que muchos de nosotros ya nos encontramos viviendo, por causa de esta denigración en la que la realidad espiritual de La Iglesia Prostituta nos ha puesto, y por la actitud de indiferencia con que muchos buenos cristianos nos han catapultado a quedarnos en el más absoluto silencio y olvido.

Cristo no vuelve a este mundo entonces para resolver los problemas económicos de nadie, si Él ha de retornar pronto, será porque la sentencia sobre este sistema, ya ha sido efectuada, incluida la cristiandad de las bendiciones materiales y de la arrogancia espiritual. Ninguno de los grandes exponentes de La Palabra actual, habló del costo que significa para un cristianismo lleno de hermanos con profundos problemas socio económicos, mantener a Ministros como los que hoy día alardean de su claridad y transparencia para con el pueblo y con el Señor, es decir, nunca nadie que fue enviado por Dios para hablar a Su Pueblo, gozó de la grandeza y del apoyo material que hoy día el cristianismo da a estos espectros de la verdad, Cristo, en su afán de que La Iglesia comprendiera lo que vendría, habló de este tema, no lo ignoró, de manera que el verdadero hijo de Dios, pudiese tener en cuenta el significado de este mensaje, así que, una vez más, Ministros que han convertido el servicio a Dios en ganancias materiales, son especificados en Su Palabra como: LOBOS QUE ENTRAN AL REDIL PARA COMERSE LAS OVEJAS, O SIMPLEMENTE LLAMADOS, FUNCIONARIOS PAGADOS.

El mensaje de Cristo a La Iglesia de Laodicea en Apocalipsis, es determinante para comprender el fondo de esta realidad, no obstante, los señores Ministros, han evadido el fuerte peso de esta palabra, dejando como máxima, la importancia del diezmo, el cual seguramente, jamás llegará a beneficiar a los Levitas para los cuales fue creado, porque cualquier estudioso honesto de La Palabra Bendita de Dios, sabe que el diezmo y las ofrendas eran dedicadas a los que servían a Dios, en especial, a los Levitas, es decir, a los que ayudaban al transporte del Arca y se encargaba de todas las preparaciones en relación al servicio de los sacrificios, lo que quiere decir entonces, es que si hoy día podemos hablar de diezmos y ofrendas, ellas debieran a lo menos alcanzar a quienes de verdad hemos dejado todo por servir al Señor, y además, que lo que hacemos para el Señor, lo hacemos de manera Levítica, y no para beneficiar a quienes utilizan EL EVANGELIO DEL SEÑOR JESUCRISTO PARA MANTENER UNA CONDICIÓN PURAMENTE DE IMAGEN Y NO DE CONTENIDO O PROPÓSITO DIVINO.

¿Pero quiénes son los Levitas en la actualidad? ¿No somos acaso todos los que hemos dejado absolutamente todo para servirlo a Él? ¿No somos los que a diario vivimos consagrados para ejercer este tipo de realidad que la cristiandad ya ni siquiera nombra?

Entonces:

¡Alguien roba, alguien está usufructuando de lo que nos pertenece!

Por ello Cristo, en el mensaje a las iglesias, se encuentra a la puerta, por ello, Él no intenta una acción masiva, no pretende capturar la atención de todas las personas que se encuentran en esa realidad, su afán, tal como lo describe Su Palabra, es individual, Él siempre ha estado interesado en el hombre y todos sus conflictos, y no en la construcción de tal o cual realidad material de supuesto reino de Dios, por ello es que lo masivo, carece de importancia para Él, ya ha pasado ese tiempo de las grandes cantidades, y por lo tanto, ahora es el tiempo de intimar con ÉL, ello es que lo que cuenta para Dios en estos días, la calidad de nuestro cristianismo, el espíritu o el pensamiento cuantitativo aplicado a Su Iglesia, no tiene ninguna importancia para Él, el sistema religioso para el Señor, se ha corrompido, de manera que lo único que queda por hacer, es salvar a quienes aún esperan dentro de él por un acto divino. Eso explica el por qué Él se encuentra fuera y no dentro de Su Propia Iglesia.          
   
Los sinceros en tanto, como lo he dicho miles y miles de veces, son avasallados por grupos prepotentes que protegen los intereses de la organización, de modo que ninguno de ellos, ya sea en forma de cantantes, adoradores, escritores o lo que sea, se puedan acercar siquiera a estas realidades. Muchos buenos cristianos además, sorteando las enormes dificultades que ha presentado el sistema, se inoculan, abandonando el basural, quedando expuestos a la más absoluta lejanía, sin afectar ni un solo miserable espacio de esta verdadera dictadura de la mediocridad, ejerciendo en la lejanía, una especie de vigilancia en contra de esta estructura, pero sin entrometerse demasiado en lo que respecta a la acción en la cual la realidad organizacional se haya. Está claro que ni el propio Señor Jesucristo, escapó del juicio que se le impugnó por su responsabilidad en los hechos que cuentan los evangelios, pudiendo haberse eximido, tampoco sus profetas, ni menos sus Apóstoles, ellos nacieron para este tipo de causa, lo cual no explica ni apoya la conducta de los Ministros actuales en relación al estilo de vida que muchos de ellos han asumido, es más, si uno pregunta, ¿cuánto es lo que realmente se invierte en los hermanos que sufren necesidades, en relación a los millones que se gasta en viajes para pastores y en construcción de templos? La respuesta simplemente es elocuente. Esta sola interrogante, pone de manifiesto la dinámica en la que se encuentra la realidad espiritual actual, y de por qué ellos no permiten que personas como nosotros, con Ministerios sencillos, podamos expresar en sus reductos lo que pensamos de la fe cristiana, ellos prefieren inocular al pueblo y proporcionarles una forma de canto que no generé grandes interrogantes, de manera que los ministros de Dios, sigan, en muchos de los casos, capitalizando millones y millones de pesos en nuestra realidad chilensis, gracias al silencio en el que han postrado la conciencia de un pueblo generoso. En tal condición, nosotros, los pequeños Ministerios que tiene Dios aun sirviéndole por amor en esta tierra, quedamos prácticamente sentenciados, observando cómo, una realidad espiritual que se jacta de su cercanía con Dios, es capaz de practicar la injusticia y de poner al servicio de los hermanos, una forma de creencia que no aprende absolutamente nada acerca del valor de los MINISTERIOS DE FE, los cuales, indefectiblemente, y para bien de los capitalistas de la fe corrompida, tendemos a una inobjetable, DESAPARICIÓN, porque con esa cantidad de diezmos y de ofrendas, bien se podría ayudar en algo a estas pequeñas realidades, pero no quisieron, no creyeron al llamado de Dios, así que el peso de la justicia de Dios, en algún momento, tendrá que caer sobre estas realidades, al igual como sucedió con Israel Su Pueblo. ¡Es inobjetable!

¿A dónde van a parar los grandes diezmos entonces, las grandes ofrendas?

¿Qué espíritu mueve a los hermanos con buenos recursos económicos a depositar sus ofrendas en realidades en donde no falta nada pero de nada?

¿Se les ha enseñado a ellos que existe en nuestro país hombres que lo han dejado todo por causa de Cristo, y que sí necesitan del apoyo de La Iglesia de Cristo?

¿Han sido capaces de ello los Ministros de La Prosperidad, o simplemente han obviado el tema, como siempre?

Para mí está claro, ya no queda tiempo para construir más templos en la tierra, lo que se ha corrompido, es el corazón del cristianismo; en lo cual han ayudado fielmente los propios Ministros y hermanos que nada hacen porque la situación cambie; de manera que con más templos, no se corrige el problema ético, valórico u espiritual que nos ha dejado esta novedosa forma de embaucar seres humanos o de esclavizarlos a costa de culpas a los demás. Ya no más plata para templos, el verdadero templo es el ser humano, y no lo quieren reconocer, no quieren hacer el verdadero trabajo que El Señor nos mandó a hacer, y que es, salvar al ser humano que necesita a Cristo, por ello, seleccionan a las personas, por ello discriminan a quienes entran en sus congregaciones, no cualquier individuo puede tener acceso a estas grandes aspiradoras de conciencias, por ello existe además, congregaciones para gente de escasos recursos, como también, las de altas esferas, dedicadas a gente con recursos económicos suculentos, es decir, las pragmáticas. El dolor en tanto siempre será el mismo, la tragedia, la misma de siempre, por un lado, los que permanecemos despiertos, y que por estarlo, somos maldecidos, y por el otro, esa inmensa fila de seres humanos dispuestos a creer cualquier cosa con tal de que sus dolencias puedan ser aminoradas. Por ello creo que un verdadero Ministro de Dios, siempre ha de decir la verdad, por lo menos esa es la premisa bíblica, no obstante, muchos buenos ministros deben transar para permanecer dentro de esta capsula de tiempo en la cual nos tiene Dios, hasta el día en el cual Él regrese, para ello, la manera en la que podemos colaborar a Dios, es diciendo la verdad, como acto primero, es inevitable, luego, ser capaces de desertar de cualquier tipo de realidad espiritual que vaya contra los dictados de La Palabra de Dios, y para ello, se necesita de mucho valor, valor para reconocer que uno ha sido engañado, y luego valor para poder levantarse y seguir luchando tal vez, desde la clandestinidad como lo he venido haciendo yo desde hace mucho, pero mucho tiempo. Adherir a una causa como esta, también te libera, de todos los que quieren hacer de nuestras vidas, solo reproducciones, semejantes todas, como clones, lo que constituye dentro del plano de Dios, en una verdadera aberración, porque cuando Dios hace algo, lo hace diferente a todo lo que existe. La pregunta entonces cae por su peso, ¿seguirás dando tus diezmos a quienes no lo necesitan para sortear verdaderos dramas de vida por servir al Señor en este tiempo?
El evangelio ha caído en manos de corruptos, de gente que es capaz de ignorar el drama que vivimos muchos en este mundo, ¿por qué no han sido capaces con todo el dinero que han recibido, de hacer una cooperativa para ayudar a todos los que padecemos enfermedades graves por ejemplo? ¿Por qué, habiendo tanta bendición material, no se ha creado ningún tipo de oficina o departamento que se encargue de ayudar a todos los hermanos que por causa de la manifestación de la naturaleza, lo han perdido todo? Les voy a contestar yo mismo la razón queridos lectores, porque no nacieron para ello, por ello además, dice Su Bendita y Sagrada Palabra, “… que las prostitutas y los borrachos van primero…”. Cada uno de nosotros tiene responsabilidad en todo esto, no se puede evitar que lo escrito en este pequeño espacio, también sea Palabra de Dios, de ningún modo, nosotros, los Ministerios de fe que quedamos aún, seguiremos dando la batalla como decía el Apóstol Pablo, hasta morir, no trepidaremos en dar a conocer las grandes verdades del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, no hacerlo, sería una deserción de este porte, y además, convendría a todos los que esperan que nosotros, los del tercer mundo de la fe cristiana, algún día callemos esa Poderosa Voz que nos dio El Señor Jesucristo antes de Su Partida. Esperamos con anhelo entonces, Su Pronto Retorno, ¿quiénes más que nosotros estamos interesados que El Dueño de la hacienda, se haga cargo pronto de todos los dramas que han acontecido mientras Él Se Ausentó?


¿O piensan también como los demás que lo escrito, no se ha de cumplir? 

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