!Nunca debemos dejar de agradecer a Dios, incluso cuando nos dolemos!
Deseo dar la infinitas gracias a todos los hermanos que gentilmente están colaborando con sus oraciones y sus ayudas en este período tan duro de nuestras vidas, ustedes saben del padecimiento de una enfermedad tan extraña y por largos años, que no obstante, no ha sido impedimento para que podamos servirle a ÉL con todo nuestro corazón, cuando he contado con salud y con la comprensión de los hermanos. Junto a mi esposa y mis pequeños hijitos, quiero dar las gracias públicamente y una vez más, a mi amado hermano Jaime Videla, el cual, con sus conocimientos y su enorme amor por la causa de Cristo, ha sido, al igual que Lucas para el gran Apóstol Pablo, guardando eso sí la debidas y muy grandes diferencias, de una verdadera bendición de Dios. Si bien el malestar aún no ha desaparecido y el dolor no ha sido mitigado por completo, pienso que lentamente voy a ir recuperando parte de mi salud con la ayuda del Señor, y por su puesto, de quienes están a mi lado, en especial, de mi esposa Janett, que junto con preocuparse por mi condición, debe asumir sola el costo de cuidar a los niños, razón por la cual, ella, de ninguna manera, debe decaer y por su puesto, mantenerse firme, de manera que nuestra vida cotidiana, mantenga el orden que Dios siempre le hadado, ella, en tales aspectos, ha sido la compañera idónea, por la inmensidad de lo que estoy viviendo, por la dureza y el rigor con que esta extraña enfermedad me ha ido tratando a través de todo este período.
También, aunque resulte repetitivo, deseo enormemente dar las gracias a mi amigo y hermano en Cristo Danilo Núñez, el sabe cuán importante ha sido su fe en todo este tiempo largo de mi vida, no solo ahora, sino, todas esas veces cuando en las madrugadas, dedicaba grandes cantidades de tiempo para orar por mi recuperación, recuerden hermanos que los doctores no saben ni como se escribe la enfermedad que padezco, menos como tratarla, así que cuando recurro a ellos en las emergencias, solo voy a sufrir un poco más. Por esta misma razón es que la ayuda espiritual y cada una de sus preocupaciones por nosotros, son valoradas como una genuina muestra del amor y del poder de Dios en este mundo. Gracias hermano y amigo, junto a tu bella familia te amamos, y deseamos con todo el corazón que pronto podamos juntos servir al Señor.
Ezequilel González, su esposa, Luis, Rachel, su hijo, en fin, esa bella tribu de valientes que vive preocupados por nosotros y que no deja de bendecirnos con el amor de Dios, a ellos, infinitas gracias, solo deseo recuperarme, solo deseo estar bien para estar con ustedes cantándole a Dios. Gracias amigos.
Finalmente, no porque no sean importantes los demás, también deseo dar las infinitas gracias a mi amado Pastor Pedro de Santiago, a su esposa, Pastora y hermana Cathy, y toda esa bella familia que siempre ha respondido a mis dramas cuando se les ha requerido, gracias amigos. También a mi hermano Ricardo, gracias amigo, sé que lentamente voy a ir recuperándome para que de un momento a otro podamos pasar un tiempo juntos sirviendo al Señor, transmítale por favor toda mi gratitud a su esposa y a quienes forman parte de su grupo familiar, esto muy agradecido.
Para terminar, hoy día me fue inyectada una droga muy necesaria que gracias a la misericordia de Dios, llegó de manera gratuita a mi vida, por ello es que en este instante, aunque me siento un poquito mareado, he querido redactar estas pocas líneas para que quienes se preocupan por nuestras condición, sepan que Dios está respondiendo a vuestras oraciones, y que por lo tanto, debemos seguir insistiendo, no solo en nuestras realidad, sino en la de muchos buenos hermanos que necesitan de las plegarias e intervención de Dios en sus vidas de manera, MILAGROSA.
Gracias una vez más, a todos mis hermanos y amigos de Puente Alto, gracias hermano Carlos, siempre estaremos agradecidos por todas las enseñanzas que han salido de vuestra experiencia con Él, las cuales, en estos momentos, cobran una relevancia milagrosa. Por todo ello, infinitas gracias, como también a Pablo, su esposa, a los niños, a sus propios hijos hermano Carlos, a la hermana Mary, al Mati y su Familia, ustedes han sido un pilar fundamental en nuestras vidas desde el momento en que llegaron a nuestras vidas. Por ello, gracias.
Pues bien, ahora debo ir a descansar y aguardar a que estos medicamentos puedan hacer todo su trabajo, seguramente lo que viene para nosotros es de mayor bendición, así lo creemos con Janett, así lo percibimos con mis hermanos cercanos, por ello, danos fuerza Señor, fuerza para ponernos de pie, para tomar nuestros instrumentos y continuar con la labor que hace tanto tiempo atrás tomaran los discípulos y apóstoles de Cristo, sabemos que el tiempo de tu retorno está más que cerca, no obstante, te pedimos tengas cuidado de nosotros, como una manada pequeña de personas que te amamos aquí, en un país lejano del Sur del mundo, pero que a pesar de nuestras grandes y poderosas diferencias con las demás naciones que también creen en Ti, también te amamos, también aguardamos por tus promesas, estamos seguros que nada podrá impedir que una vez, podamos levantarnos de las enfermedades que nos aquejan, y dar testimonio no solo de la sanidad, sino que también, del amor con el cual Tú nos has tratado mientras pasábamos por la dura prueba. Bendice por favor a todos estos hermanos que han puesto sus corazones para servirte a través de este sencillo ministerio de amor, porque eso solamente somos, gente que te servimos con amor, y que sabemos también que un día de estos seremos absorbidos, y la muerte ya no tendrá señorío sobre nosotros como dijera el poeta. Este cuerpo cansado de sufrir, será transformado, de seguro, y vamos a recibir la corona que nos aguarda a todos los que hemos luchado con todas nuestras fuerzas en este mundo para que Tu Nombre sea ensalzado una vez más, sobre lo más alto y bello de nuestros humildes corazones.
Toda la gloria y y la honra a ÉL.
Su hermano y amigo en Cristo
Florencio Navarro
0 Comments:
Post a Comment
<< Home