Sunday, November 01, 2015

El dolor que solo Cristo puede sanar.


Yo no sé cuánto puede durar el luto de un ser humano cuando se ha perdido algo valioso, algo como la vida de un ser humano. Existe por lo tanto, muchas razones por las cuales podemos caer en este tipo de experiencia, todas relacionadas con el dolor, el intangible, ese que nos provoca el sentir ese vacío de la pérdida. No obstante, no todos tenemos las mismas capacidades para enfrentar estas problemáticas propias del ser humano, desde luego que no, algunos se desvanecen, otros adquieren destrezas, en el alma, en el espíritu, en fin, los más sufren, una persistente agonía en el alma que los deja sin fuerzas para seguir luchando, para continuar enfrentando el diario vivir. Es en este momento terrible cuando algunos toman decisiones desacertadas con respecto a ellos mismos, y al dolor por el cual están atravesando, el suicidio, como herramienta de escape, se avizora palpable sobre un horizonte no lejano de este mundo que incluye imágenes, sonidos, toda clase de emisiones que puedan dejar a la persona humana, sin ninguna clase de opción en lo referente al poder de decisión.

En este aspecto, los sicólogos, siquiatras, Ministros de Dios, etc., deben lidiar a diario, con las herramientas con que cuentan para advertir, dentro de lo humanamente posible, para poder penetrar estas enormes murallas que el propio ser humano ha levantado con tal de no enfrentar las dimensiones de la soledad y el menosprecio que siente por la existencia. En ello, juega un papel importantísimo el entorno, familiares, amigos, compañeros de trabajo, todos podemos estar siendo testigos de una situación igual o a lo menos semejante, cualquier indicio, cualquier información podría no solo ayudar a la persona que se haya padeciendo esta condición, sino que además, podría hasta salvarla de cometer el acto del suicidio. En tal sentido, los hijos de Dios, aunque llenos de convicciones, al contrario del pensar de la mayoría, no estamos exentos de ser afectados por estas grandes problemáticas, por el contrario, muchos hermanos padecen en la actualidad de depresión, angustia, y otras definiciones técnicas que ignoro pero que sé que afectan a las personas. Las drogas, el alcohol, el cigarrillo, y un enorme volumen de otros medios más con que cuenta este sistema para que el transe de la vida pueda afectarnos lo menos posible, son algunas de los medios que utiliza el enemigo del alma para destruirnos lentamente, pausadamente, lo terrible es que el estigma, lo que provocó el desequilibrio, no desaparece, aumenta, en eficiencia, decretando una especie de Status Quo que no permite a la persona afectada, determinar cuáles son los verdaderos alcances del daño que ahora, junto con la adición,  ha provocado la pena o el dolor.

Los cristianos, los hijos de Dios, sabemos que estamos de paso por este mundo, por lo tanto, intentamos desde todos los puntos de vista, de no alejarnos de la seguridad que nos ofrece El Evangelio en lo que respecta a nuestras convicciones, Jesús, El Señor, nos ha dejado un enorme cúmulo de convicciones, para que el impacto de la realidad, no llegue a tocar o destruir nuestro ser interior, logrando de este modo que nuestra naturaleza, se encuentre protegida. Aún así, a los hijos de Dios también se nos mueren los seres que más amamos, padres, abuelos, tíos, compañeros de trabajo, hijos incluso, nos ocurre lo mismo que a la gente común, y es en esa circunstancia cuando se pone a prueba lo que de verdad creemos o decimos ser, lamentablemente, a veces nos alejamos de la gente, dejamos que la pena consuma a quienes más necesitan de nuestro consuelo, por ello es que la importancia de nuestro testimoniar, es fundamental en un mundo que hoy día mismo se halla padeciendo estas y otras miles de deficiencias más, razón por la cual, se nos exige compromiso, responsabilidad, sensibilidad para entender lo que sufren las personas que no tienen las herramientas que tenemos nosotros para enfrentar la vida. El cristianismo tiene mucho que decir en el campo de los grandes dramas por que atraviesa este mundo, de ello no hay duda, yo mismo, como cantautor y Ministro Itinerante del Evangelio del Señor Jesucristo, que tengo contacto a diario con las personas, que tengo la oportunidad de ser hospedado muchas veces en el año por hermanos de diferentes congregaciones y puntos de vista escriturales, he sido testigo de las grades deficiencias con que contamos en nuestras formas de vivir, no las voy a nombrar, por una cuestión Ética, sin embargo, no hay dudas que por la naturaleza de nuestro Llamamiento y el sentido de nuestra vocación, a veces dejamos mucho que desear en lo que respecta al testimonio que deberíamos estar dando acerca de nuestra fe, y por favor, no lo digo porque me crea un súper cristiano o algo parecido, contrariamente, estoy lleno de defectos, no obstante, el Amor de Cristo me ha permitido darme cuenta que con Su Ayuda, puedo ser útil a muchas de las personas que además, conocen de mis limitaciones por causa de la enfermedad que padezco.


Todos podemos ser útiles en las manos de Dios, todos podemos ayudar a levantar el estado de constante decaimiento en lo espiritual por el que pasa este mundo, sin duda que las filosofías y todos los enormes cambios de que hemos sido testigos en este tiempo como sociedad, traerán fuertes consecuencias en el área espiritual y moral, ¿nos habremos preparado para ello? ¿Dejaremos como siempre que un pequeño grupo sea el que saque la cara por todos? No estoy de acuerdo que sea así, si existe algo en lo que podemos como cristianismo todos colaborar, es en esto, hogares de niños abandonados, de madres adolescentes, asilos de ancianos, que no aparecen en el horizonte de los predicadores materialistas, pueden sernos de gran utilidad si nos disponemos a dejar que Dios, en definitiva, mueva y utilice nuestras vidas en bien de los que se encuentran padeciendo sufrimientos y lutos que nunca terminan. El hombre está imbuido en el dolor, esa una inobjetable realidad, tal vez por ello el corazón del Señor se conmovió al ver a la multitud, porque dice Su Palabra que los vio como ovejas que no tienen pastor, y Él, en Su Santo proceder, desea pastorear a esas ovejitas descarriadas, y no lo va a llevar a cabo porque nosotros no queremos hablar de Jesús a otros, no? Desde luego que no, porque saben algo, en este momento, como ser humano, me encuentro a travesando una problemática tremenda, gigantesca, colosal, no obstante, y a pesar del dolor que impera en mi pecho y desde luego me hace la cosa un poco más pesada, me encuentro apoyando justamente a esas ovejitas olvidadas por las cuales mi corazón se llena de tristeza y mi ojos de muchas lágrimas, pero sé mis amados amigos y hermanos, que mi humilde esfuerzo encontrará rédito en Él, porque quienes luchamos de este modo y a veces en solitario, tenemos una absoluta convicción en nuestras vidas, y es que no estamos solos, desde luego que no, por ello, debemos animarnos a esta clase de obras, no debemos dejar que el mal de este mundo, pueda avanzar más, de hacerlo, también se habrán mitigado nuestras ganas de servirlo, y ello, por todo el Amor que Dios AÚN TIENE POR LA HUMANIDAD Y SU IGLESIA, no puede ocurrir.   

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