Tuesday, July 26, 2011

"El anhelo de vivir, en Cristo."


El frío ingresa por mi cuerpo con una lentitud abismante, mis vías respiratorias no pueden hacer nada para impedir que el dolor se propague y multiplique en mi interior. Aquí me encuentro detenido entonces, en un invierno eterno, viendo pasar los días sin poder cambiar en algo mi condición, sin poder transfigurarme como lo hago siempre para evadir el peso de esta enfermedad, una enfermedad que ya me supera desde hace mucho, y que por supuesto, involucra todo el enorme significado de no poder defenderme ni defender completamente a los míos.

Allí es cuando las interrogantes pueden ir debilitando las convicciones si uno no está preparado para semejante circunstancia y dejarte muy mal, peor tal vez del daño que te puede ocasionar la propia enfermedad. Por ello es que cuando recién supe de la verdadera dimensión del daño de esta enfermedad en mi cuerpo, supe también que alguna vez tendría que enfrentarme a algo muy superior a mis fuerzas, y que esa vez sería para defenderme con todo, y así ha sido, pasados a penas uno o dos años de conocer el significado de los exámenes, me veo enfrentado en esta guerra a un enemigo que no comprendo y del cual, solo conozco la forma en que me ataca, lo suficiente como para comprender que el costo de esta guerra ya se torna en insostenible. Puedo recordar con total y absoluta claridad al experto en este tipo de males, diciéndome que lo bueno era que este mal no provocaba dolor, a otro de ellos simplemente no deseo recordar al detectar que en mi garganta, casi al borde de mis cuerdas vocales, allí también se desarrolla esta enfermedad que pertenece al misterio más absoluto cuando hablamos del origen o razones de por qué nuestro aparato óseo sufre deformaciones.

La traqueopatía osteocondroplástica, es una enfermedad que me está quitando la vida, todos los días un poco, es un cáncer mucho más lento que se alberga, como dice su definición, en mi tráquea. Allí existe un enorme cultivo de pequeños pero dañinos cristales de calcio que juntos, pueden no solo provocarte el dolor que ya he descrito muchas veces, sino que además, un malestar incomparable que solo puedes mitigar con el uso de un medicamento derivado de la morfina. No es nada de lo que te dicen los médicos, ellos no saben nada de lo que da origen a esta clase de enfermedad, no entienden por ejemplo, que cada una de esas rarezas habitando en tu aparato respiratorio, son un potencial siniestro para albergar cualquier tipo de microbio o infección, por lo tanto, todos los días corres con el riesgo de que tu fiebre suba y que el dolor de cabeza que acompaña todo el cuadro de malestar, simplemente se desborden por todas las ligaduras de tu ser. En tal condición, los corticoides no te ayudan, todo esto te vuelve inoperante, al tener lesionada en dos partes la tráquea, justo en la garganta y en donde se ramifica para que el Oxigeno se distribuya a los pulmones, no tienes elementos favorables que te provean al menos, de un solo y poderoso día en que no recuerdes que tu pecho dolerá.

No hay idea de por qué el aparato óseo sufre de este tipo de malformaciones, he investigado todo, y la verdad, es que no hay nada que pueda explicarlo, por lo tanto, todos los medicamentos conocidos, solo pretenden ayudarte a salir de las
crisis respiratorias en que te puedas encontrar, los demás, a desinflamar un poco esos puntos que se dañan con la presencia de estos "cristales". Así vivo cada día, por muchos y largos años, solo que desde hace un poco de tiempo, la enfermedad parece haberse salido de control y ya no sé cuando las crisis abordarán mi cuerpo, dejándome expuesto a todos los detalles que he venido explicando en lo relacionado con el dolor y el malestar de muerte que esto provoca. Pero en este proceso, no me he quedado quieto sin entender lo que me está sucediendo, menos si tengo vida espiritual, menos aún si mi conciencia se encuentra lúcida gracias a Dios, muy por el contrario, la dinámica de Su Amor ha sido fuertemente en nuestras vidas, no hemos sido defraudados por ÉL, cada día que pasa, si bien no puedo recuperarme, es un nuevo y bello desafío de amor para la familia que hemos formado, por lo tanto, tenemos vida, y esa misma vida que ha ido generando Cristo en nuestras almas, es la suficiente fuerza que necesito para desprenderme ligeramente de esta condición, lo que me permite disfrutar, a veces de cosas muy sencillas, como del cariño y la presencia de mis pequeños hijos, del amor y preocupación de mi hija, de mis sobrinas, la de mis hermanos, del cariño de mis padres, de los padres y familiares de mi mujer, de la fidelidad y preocupación de muchos hermanos que se han desafiado a sí mismo y oran, constantemente como hago yo por la salud de ellos, si este enorme capital no estuviese en mi vida, no tendría las fuerzas que son necesarias para levantarme cada día y dar gracias Dios a pesar de la enfermedad, por ello es que tal vez, justifico en parte al que duda del poder de Dios en una circunstancia de este tipo, de verdad, sin embargo, creo que la vida de un hijo de Dios tiene tantas cosas que experimentar en Dios, que un obstáculo como éste, solo viene a refrendar la importancia de haber conocido y servido al Señor desde mi juventud.

Es cierto, ya no soy el mismo, cómo iba a serlo, no obstante, si hay días en que me siento bien, y puedo, salgo con mi guitarra a servirlo, no me quedo en casa, sigo y seguiré hasta el final de mis días con lo que más amo y que es, expresarme a través de mis composiciones y de mi instrumento, es más, pretendo, aún con mis fuerzas mermadas, grabar un nuevo CD, si Dios me lo permite, y luego, presentarlo. He terminado mi nuevo libro de poesía y ya estamos trabajando en su edición. Es decir, no he dejado de soñar, es inevitable si que la influencia de esta enfermedad no aparezca en mi trabajo, sería desleal, por lo menos a lo que Dios me propone como ser humano, pero, estoy dispuesto, y tal vez, esa misma disposición, finalmente, sea la que Dios bendice, con fuerzas, con ganas, con entereza para mirar a los míos y aprender a confiar en la verdadera provisión que proviene de Sus Manos. Hasta esta hora no he mendigado, no he necesitado del engaño para bendecir a los míos, por el contrario, Dios ha sido clave en los momentos cuando más lo he requerido, por eso estoy agradecido, por eso es que cada vez que puedo, tomo mi guitarra y salgo, no me quedo detenido para esperar que el viento letal de esta sociedad desfigure mi existencia ni la de los míos.

Uno quisiera tenerlo todo en la vida, mejor pasar tal vez, mejor salud, etc., pero uno no puede tenerlo todo, no es justo, la salud es un bien que hay que cuidar y dar gracias de continúo a Dios por ella cuando se tiene, pero me temo que en la forma de vida que hemos adoptado, como lo he venido planteando en este trabajo, pequeñas cosas como las que he manifestado en esta reflexión y que son poderosas raíces que me unen a Dios y a la vida, lamentablemente ya no sean motivos para amar y seguir a Cristo, sé que el cristianismo ha cambiado, las personas hemos cambiado, no obstante, el anhelo de vivir es mucho más fuerte cuando veo que el dolor se interpone entre mi alegría y la de los míos, el anhelo de vivir quizás sea aún, el mayor y más importante motivo por el cual sigo luchando con la ayuda de Dios, en él, incluidos mis pequeños, mi hija, y toda esa larga lista de personas a las cuales amo y respeto, y por las cuales además, no me voy a dejar vencer tan fácilmente.

1 Comments:

Blogger CAZA DEL LIBRO said...

Hola florencio, soy manuel nayte, hoy me entere ke tienes un blog, espero ke podamos comunicarnos

http://cazadellibro.cl
cazadellibro@hotmail.com
facebook, caza del libro nayte silva
072962345

1:56 PM  

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