Friday, July 22, 2011

El valor de nuestro cristianismo.
















Pero un trabajo como este, no debe servir solo para despotricar contra semejantes cobardes, porque cualquiera podría pensar que mi vida y experiencia con Cristo no tiene importancia, y sí la tiene, más ahora que me encuentro en esta condición, precaria, difícil, pero como decía el gran Apóstol Pablo, no derrotado, “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez mas excelente y eterno peso de gloria” 2° Corintios 4:17 Y así me siento yo en este momento, atribulado por esta enfermedad, acongojado, pero en mi fuero interno, soy el mismo de siempre, el mismo que lucha y expone con la misma y total honestidad, el que no espera el apoyo de los demás para levantarse contra una forma de fe que ha burlado absolutamente todo.

Sin embargo, no es fácil mantenerse de este modo, pues tengo mi propia dinámica, mi propia forma de enfrentar la realidad, y cuando ves que las fuerzas se disminuyen, te debes resignar, no hay otra manera, para ello es que existe la enfermedad, para ponerle límites a tu cuerpo, a tu existencia, por lo menos en el campo físico, porque lo que es en el sentido espiritual, solo puedo decirles que mi alma se fortalece, las limitaciones físicas no me impiden soñar, no me impiden por lo tanto continuar, sigo avanzando con los días, aquí, junto a mis hijos, junto a los míos, nada impedirá entonces que mi mundo pueda llegar hasta donde debe llegar, a ese límite que solo Cristo conoce, a ese horizonte que solo Dios sabe que existe y donde se encuentra, mientras tanto, combato, me armo, doy las últimas pinceladas a mi último libro de poesía, he aquí, en mis manos ya, todo un logro, luego vendrá la edición, y de ahí, a volar, para nunca más regresar. No puedo quejarme, aún puedo ver y disfrutar a mis pequeños hijos junto a mí. Todas las cosas están en las manos de Dios, todo, absolutamente todo, nada queda fuera de ÉL, ni aún mis dolencias en este instante, tengo claro que no estoy solo, que ÉL está junto a mí y permanecerá, aquí, a mi lado.

Pero una de las estrategias que he comenzado a utilizar ahora, ahora que el cristianismo ya no valora nuestra experiencia con Cristo, es visitar a mis amigos y familiares y contarles lo que Dios está haciendo con nuestras vidas, la bendición en el alma no tiene límites ni precio y está asegurada, créanme, apagamos la tele, oramos juntos, es decir, creo que la mejor manera de combatir a los seductores de almas, es preocuparnos por los nuestros y por nuestro cristianismo, muchos de nosotros necesitamos de la oración cotidiana, es una necesidad urgente, y si no nos movemos nosotros entonces ¿quién lo hará? Por ello es que mi cristianismo no se suscribe solo a criticar a través de este blog, si lo piensan así, están equivocados en cuanto a mí, yo no soy esa clase de cristianos, me gusta visitar y orar por los enfermos, pues yo mismo cargo con una enfermedad incurable, y saben, en ese campo, puchas que hace falta la mano de obra, cuántos hermanos yacen en sus camas sin que nadie los visite, olvidados, ¿cuántos viejitos que lo dieron todo en la vida ya nadie ni siquiera los recuerda? Sé que el cristianismo está en crisis, es lo que he venido planteando hace mucho tiempo en este trabajo, pero es tiempo ya de salir, de devolverle al cristianismo las alas que otros le robaron, de lo contrario, todo se perderá, todo finalmente se dilapidará, y eso Dios no quiere que ocurra. Yo no tengo las fuerzas en este instante para seguir haciendo lo que más amo en la vida, mi cuerpo no me lo permite, pero si puedo decirles que muchos de ustedes llevan largos años sin hacer lo que antes sí hicieron, como era visitar enfermitos, hermanos algunos que nadie los visita, muchos de ellos que están solos, a veces sin luz, tan solo con la compañía de una vela, pero ellos también son hijos de Dios, son mucho más importantes que Marco Witt, la Jazi Velazquez, o quien sea, la comodidad no puede matar nuestras almas hermanos, la necesidad es enorme en este mundo, tal vez no podamos llegar jamás a ir en ayuda de los niños en África, pero no hay que ir tan lejos para darse cuenta que en este mundo existe el dolor, sí porque a veces no somos capaces de apagar ni la tele para orar, entonces, ¿cómo podemos hacer lo que Dios nos manda? ¿Cómo podemos cambiar el destino de este mundo? Porque no solo se necesitan agallas para salvar lo que se está perdiendo en este mundo hermanos, sino que también coraje, sí, mucho coraje para olvidarse del dolor propio y asumir que somos piezas importantes en las manos de este Dios Todopoderoso.

Yo nunca entendí el Evangelio de otra manera, por ello jamás me interesé en las alabanzas, de hecho, yo escribo canciones, pero no es porque yo no sienta que es importante alabar a Dios, para nada, alabar a Dios es una de las expresiones más necesarias e importantes que debe experimentar cualquier cristiano, no obstante, en mi opinión, no se puede vivir alabando a Dios sin hacer nada valorable por los demás, allí está mi fuerte controversia con esta realidad espiritual, se alaba porque sí no más a Dios, y eso me parece perverso, porque el concepto de prójimo en La Palabra, está subrayado con la sangre del Señor Jesucristo en el calvario de la cruz, por lo tanto, no puede haber alabanza a Dios y desdeñar el sufrimiento de los seres humanos, de ningún modo, el cristianismo actual lo ha planteado así, por eso cantantes como Marco Witt se han hecho ricos cantando alabanzas, y lo realmente asombroso, es que el cristianismo no ha dicho nada, y eso para mí es realmente pavoroso, aterrador, como la indiferencia de sus composiciones, en las cuales, el dolor en forma de prójimo simplemente no existe, por ello no creo en esa clase de meretrices, ni en sus seguidores tampoco, por ello además es que mi trabajo itinerante lo ejecuto lejos de las normas tradicionales de fe, no estoy disponible ni siquiera para los aduladores, no los necesito, si ellos se decidieran a colaborar y financiar un trabajo de este tipo, yo estaría dispuesto a cambiar en algo mi proceder para con ellos, pero mientras sigan en esa santa comodidad que les brinda la indiferencia, aquí les voy a estar aguijoneando.

Así que no hay excusas, no hay explicaciones, el cristianismo no es una filosofía de vida para esconder u ocultar cosas, el cristianismo es una forma de vida que Cristo nos trajo para que comprendamos que no estamos en este mundo para cortar flores, no señores, la vida se nos ha puesto cuesta arriba, porque mientras los señores políticos se sacaban fotos en La Moneda, en Dichato la realidad era otra, porque lamentablemente, así como en el Evangelio nos representan gente que no sufre lo que cualquier cristiano sufre a diario, en la política la historia se repite, políticos apitutados y conformes con un sistema que cada día nos saca hasta los ojos por vivir en este país que no te perdona el que no tengas recursos para subsistir. ¿Cómo un Presidente que es uno de los hombres más ricos de este mundo va a entender y defender a quienes creemos que tanto la bencina como la parafina son demasiado caras para un país como el nuestros, lleno de pobres, de indigentes, de gente que sufre? ¿Podrán los políticos que ganan una barbaridad por no hacer nada solucionar el problema de la educación en Chile? Ese es el gran problema de vivir en este país, ese es el gran desafío que no presenta el Señor, de no ser así, la desolación es absoluta, porque caer en manos de gente como esta, ya es lo último, si solo bastaría con que uno de ellos tuviese que esperar en una unidad de emergencia para ser atendido para que todo esto cambiara, pero no hay voluntad, no hay sino más que sonrisas, fotografías y aplausos para los ministros que cambiaron y que tienen a este país sumido en uno de los peores desordenes sociales de estas últimas décadas. Por ello es que no podemos descansar, porque es demasiado evidente que el tiempo apremia, porque los inversionistas de almas, al igual que los dueños de bancos y empresas, lo han capturado absolutamente todo, si hermanos, todo, los medios y las realidades espirituales, y quienes se manifiesten en oposición a sus dictámenes, son simplemente desalojados, desarraigados, así que a moverse, a no quedarse quieto, la única forma de cristianismo salvable que nos queda, es la que nos ha de redimir ahora mismo, aquí, en este preciso instante, todo lo demás es paja, paja nada más.

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