Sunday, September 04, 2011

¡A los héroes anónimos!

















Las sociedades las componemos y las hacemos todos, todos los seres humanos, sin exclusión alguna, y es claro que cada uno de nosotros debe cumplir con una función específica mientras viva y se sostenga sobre este planeta. Algunos han comprendido de manera muy exacta cuál es esa función o propósito que debemos cumplir, tal vez porque en un momento de sus frágiles existencias, eligieron desertar de los egoísmos propios en los cuales a diario converge gran parte de la humanidad, no lo sé, no lo tengo tan claro, de todos modos, las personas que sí lo han hecho, saben que nada de lo que se les exige como propósito en esta vida, está exento de sacrificios y renuncias, por ello es que nunca logran llevar vidas predecibles o estar de acuerdo con la inmensa mayoría que prefiere dejarse llevar por la rutina y hacer caso omiso a esa voz que a veces nos inunda y nos convoca. Así es como poco a poco, lentamente, como si se tratara de una enorme vocación, irrevocable, inevitable, las sociedades perdemos de vista al amigo, al hermano, al esposo incluso, al padre de familia, y debemos aceptar que no siempre tenemos la razón cuando intentamos definir, cuál y cómo será el futuro de nuestros hijos, aún no estamos preparados para abordar semejante empresa, solo sabemos que debemos estar cerca de ellos, que debemos acompañarlos, hasta donde podamos, porque no sabemos en qué momento dejarán de ser nuestros hijos para convertirse en hombres y valientes mujeres de este gran y valioso cuerpo que llamamos humanidad, que a pesar de todas las limitaciones con que debemos enfrentar a diario la realidad, siempre existirá en este mundo los héroes, los valientes, los que están dispuestos a dejarlo todo para que nosotros podamos continuar con nuestras tareas cotidianas, sin olvidar que alguna vez en la vida, ellos también fueron niños, niños como todos nosotros, que estuvieron llenos de sueños, llenos de anhelos, pero que también un día, junto con soñar, descubrieron que mucho más importante que soñar, era luchar por realizar cada uno de esos valiosos sueños convertidos ya en ideales, aunque parecieran imposibles, aunque con ello un día se tuviese que entregar, hasta la propia vida. A esas personas, a esos héroes anónimos, solo nos queda imitarlos, quererlos, cuidar porque la semilla que ellos plantaron en este mundo, el viento de la indiferencia no las arranque de nuestras almas, de llegar a suceder de este modo, estaremos completamente perdidos, extraviados del maravilloso significado que tiene el hecho de saber, que por muy humilde que sea el trabajo que se nos ha dado para colaborar en el crecimiento y cuidado de esta sociedad, siempre será más importante el ejecutarlo, porque inexorable y completamente imposible, es que otros puedan hacer lo que con tanto cariño Dios nos ha dado a cada uno por hacer mientras vivamos en este mundo.



...A la memoria de las valiosas vidas que se perdieron en el mar... porque este dolor no es solo para los amigos y familiares de las víctimas, sino, para todos los que creemos y tenemos ideales en esta vida.


1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

amado hermano, muchas bendiciones para ti y los tuyos, y gracias por todo lo que escribes y compartes , gracias al Señor por tu música y por ser quien eres . El John

8:36 PM  

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