Monday, September 08, 2014

La complicidad del cristianismo actual y los políticos.


Es claro que para el cristianismo apóstata, colmado de aparentes y muy materiales realidades, la condición del mundo actual, puede encontrar solución dentro de los marcos puramente humanos, y dentro de ellos, en la política misma. Desde luego que sí, no obstante, no está demás decir que ellos no tienen ni siquiera la necesidad de un mundo a la manera de Dios, a la manera de un Cristo que publica verdades en medio de un sistema, prácticamente indolente frente a los grandes dilemas que hoy vive una gran parte de la humanidad postergada y sesgada de los bienes que produce esta inicua sociedad, a ellos, obviamente, les importa un mísero comino que hoy día la África de las dolencias, la África de los cuadros terribles que produjo el hambre hace algunos años nada más, se encuentre absolutamente sobrepasada hoy día con la enfermedad el Ébola, un virus que se presume, corresponde a un plan; porque ya no se trata de experimentos nada más; el que pretende en todo su rigor, exterminar vidas humanas, sí, a la manera de La Inquisición católica en la Edad Media, o en el mejor y más patético ejemplo dado por los nazis en la segunda guerra mundial, cuando, influenciados por esa mente diabólica que produjo la sociedad alemana de aquél tiempo, se decidieron a crear una maquinaria de destrucción de vidas humanas jamás vista en toda la historia, lo cual, indudablemente, fue lo que sirvió como modelo en las décadas pasadas, para que cuando aparecieran en el mundo los gobiernos militares, no tuvieran mucho en qué pensar cuando se tratara de erradicar del sistema, a todas aquellas personas que no pensaran como ellos, fue el caso de Argentina, Brasil, Paraguay, y por supuesto, nuestro querido Chile.

Sin embargo, esta claro también que el dolor de nuestras sociedades, el de nuestros hijos, el de nuestros hermanos, el de nuestros compatriotas, ha servido incluso, para que otro ámbito o esfera de la vida humana, un lado oscurísimo por cierto, pueda servirse de esta triste realidad. Es así como políticos, específicamente políticos de nuestro país, de ambos lados, nos han dado en estos últimos tiempos de la llamada DEMOCRACIA, un muy claro ejemplo de lo que es posible hacer cuando el alma humana, carece en absoluto de aquello que los cristianos llamamos, “vida de Dios”, ellos, atribuyéndose nuestra representatividad, han lucrado con nuestras deficiencias como sociedad, abriendo caminos expeditos a sus propios familiares, dentro un sistema que ha dado a luz, a verdaderas “castas” en lo que concierne a la vida en sociedad, lo que evidentemente constituye, en una muy indudable e incuestionable prueba de cómo el mal, disfrazado ahora de benefactores o servidores públicos, hace su aparición en nuestro medio, protagonizando una de las más vergonzosas y pueriles actuaciones dentro del campo de la vida política de nuestra sociedad chilena. Todo lo que hemos visto y de lo cual hemos sido testigos en estos últimos tiempos a través de los medios, y con nuestra propia experiencia, incluida la JUSTICIA CHILENSIS, con todas sus decadentes y perversas manifestaciones, solo nos hablan de decadencia moral, de una patética forma de vida en la que solo pueden llegar a alcanzar algo de esa lujosa y elítica naturaleza, todos los que sean capaces de llegar a acuerdos con esta clase de abusadores profesionales, nada más, los demás, quedamos prácticamente excluidos de tal posibilidad, totalmente descartados, como parias, como excluidos de sus metodologías perversas.

Es así como en una sociedad que después de la gran victoria social, como fue, echar a la Junta militar de Gobierno y terminar con la Dictadura en Chile, lo único que ha visto hasta este momento, ha sido latrocinio, usurpación, y una ejemplificadora forma de iniquidad que La Escritura define muy clara y acertadamente en el proceso de Israel, para llegar a ser o formar, una enorme Nación. Dios, en su gran misericordia, permitió que Israel cayera en tales perversiones, para lo cual, envió profetas, hombres destinados a declarar abiertamente el pecado de la nación, de manera que cuando Él tomara otra clase de disposiciones con su propio pueblo, el pueblo, en todas y cada una de sus estructuras, tanto sociales como espirituales, porque se trataba de una Teocracia, no tuviera en absoluto alguna excusa, por el contrario, después de la aparición de alguno de estos hombres, Dios permitía que el pueblo reflexionara en su conducta, y por lo tanto, si bien la aparición del profeta correspondía o era una parte legible del juicio mismo que Dios enviaría, el tiempo entre la declaración profética y el del cumplimiento de dicha profecía, era el indicado por Dios, en última instancia, para tomar alguna decisión, es decir, cambiar de actitud, de manera que el pueblo de Dios, al ser representado por sus ministros y sacerdotes en su intervención, fueran lo suficientemente elocuentes como para impedir que el castigo o la disciplina de Dios, a lo menos, llevase mucho de la misericordia que ellos sí conocían del Dios que les había llevado hasta esa realidad. Por lo tanto, en su genética espiritual, en el conocimiento impartido por los Sacerdotes, en la propia Ley de Jehová, ellos entendían que el propósito de Dios al enviar a uno de sus profetas, no era finalmente destruirlos o castigarlos, sino, brindarles una oportunidad en el campo valorico y espiritual, por lo menos así lo entendían los judíos, el problema es que la forma de pecado que intervino en su realidad, muchas veces no era perceptible en su forma más evidente, sino que, y solo a través de la intervención del profeta, quedaba en evidencia que dicha situación, era la que estaba mermando en su relación con Dios, lamentablemente, y como es de comprensión de todos nosotros, el pecado muchas veces, hace cautiva la mente del hombre, la mente y el corazón, de tal modo que el hombre no tiene en absoluto intención de oír o de obedecer La Voz de Dios, aunque sonara con evidente perfección, precipitándose a veces, como sociedad, en una muy peligrosa vertiente que hoy, en nuestra realidad, parece estarse repitiendo, con las mismas y peores condiciones que cuando se dieron en Israel, de manera que si no hacemos algo como sociedad y como individuos de esta sociedad, este verdadero cáncer que corroe a nuestra realidad, terminará por destruirnos, completamente, dejándonos prácticamente sin alternativas, sin ninguna clase de posibilidad, lo cual no está lejos de suceder, debido a las condiciones en que desde hace varios años, los llamados servidores públicos, vienen interviniendo en una realidad que se supone debería ser mucho más justa, más equitativa, y por supuesto, mucho más considerada con los que más sufren, en especial, con todos aquellos que no tienen en absoluto, alguna posibilidad si quiera de cambiar en algo sus precarias realidades.

Esta es entonces la sociedad que nos trajo la llamada DEMOCRACIA, esta es la realidad por la cual lucharon tantos que dieron hasta sus propias vidas, incluido un Presidente de la República. En tal caso, la guerra está declarada desde hace mucho tiempo atrás, una guerra que pretende, en su naturaleza, dar a conocer, todas las diferentes perversiones que llevan a cabo diariamente los llamados SERVIDORES DE LA NACIÓN, deberíamos entonces estarles agradecidos por defendernos, por crear leyes mucho más justas para los trabajadores de mi país, por permitir que de una vez por todas, la salud y la educación en mi patria, sean un DERECHO INALIENABLE, sin embargo, tal como lo mostraba un programa de televisión que denunciaba hace unos días atrás, que muchos diputados ni siquiera tenían evidencias de buenas notas en su escolaridad, dudo que algunos ilustres sepan siquiera, cuán importante es que una persona que desarrolla su vida en el campo del SERVICIO PÚBLICO, conozca la importancia del término, INALIENABLE. Es claro y decidor entonces, que esta sociedad, manejada por estas castas, no han pensado jamás en construir una sociedad mucho más justa, de ningún modo, las desigualdades y el patrocinio del propio Estado en la educación de los herederos de las castas, son un pequeño pero muy representativo ejemplo de cómo, LA INIQUIDAD, ha sido parte esencial en el proceso democratizador de nuestra realidad, es decir, la repartición de la riqueza, la construcción de una sociedad con derechos para todos, no han sido en absoluto, desde la aparición de la DEMOCRACIA, un propósito que mueva a estos caras duras a ejercer la política como un bien social, contrariamente, la percepción de la sociedad con respecto a los que hacen la política, es negativa con respecto a estos problemas y otros miles más. Es claro que el propósito de continuar con el modelo económico heredado de la dictadura, siempre fue un propósito en sí, y por lo tanto, nunca estuvo siquiera en el alma de los senadores y diputados, el de lograr al más corto plazo, una sociedad más justa, al igual que otras sociedades, por el contrario, cuando nosotros hemos ejercido nuestro derecho a votar en las elecciones, me parece que solo estamos votando para que este modelo económico perverso, el cual sigue produciendo más y más daño a millones y millones de personas en todo el mundo, continúe, se perpetúe en nuestras vidas, lo cual nos convierte en cómplices, en encubridores, de manera que La Palabra profética, en forma individual, y ya no de manera general o como nación, apunta a que nosotros, como hijos de Dios, solo tenemos una muy importante alternativa que cumplir, para que cuando se produzca el descalabro total, Dios pueda mirarnos con misericordia, y ese transe se encuentra en Su Bendita Palabra, sí queridos hermanos y amigos, no hay otro lugar en donde podamos hallar la respuesta que tanto necesitamos para alinearnos, y no alienarnos con Dios y su Perfecta Voluntad.                    

Quizás sea este uno de los pecados más graves cometidos por los perversos representantes de la dictadura de la Prosperidad actual, el no alinear a los hijos de Dios con la verdad que Dios desea que todos conozcamos y sobrellevemos, por el contrario, ellos insisten en que el dinero y el bien material, es la prueba más que evidente de que una persona se encuentra viviendo en La Voluntad de Dios, oponiéndose con ello, a toda la enseñanza apostólica y profética, la cual redunda en aspectos que nos aclaran fehacientemente lo opuesto, dejando a la cristiandad materialista, sobre un piso que prontamente comenzará a moverse. Los entes reflexivos de la realidad espiritual entonces, no han querido confrontar a los políticos perversos de nuestro país, y con ello, no solo han contribuido a la propagación y establecimiento de la iniquidad en casi todas las esferas de nuestra sociedad chilena, sino que además, han dejado a estos especímenes, sin ninguna clase de regla o medida moral que impida la actuación desenfrenada de estos parásitos, ello, sin duda, es lo que los profetas de Dios combatieron, ello, es lo que hombres santos de Dios fueron capaces de enfrentar sin miedo al castigo, sin aprensión alguna contra las represalias, por el contrario, muchos de ellos, como lo dicta Su Palabra, fueron capaces de entregar hasta sus vidas, no obstante, el comunismo, disfrazado de piedad, al igual que la DEMOCRACIA DE HOY, ha hecho creer por mucho tiempo en el mundo entero, que ellos sí tienen la varita mágica para resolver todos estos asuntos, sin embargo la realidad, una vez más, nos muestra que ellos son incapaces de autogobernarse, y por lo tanto, como lo hemos visto en nuestro país, ocupan un lugar en nuestro Senado y Cámara de Diputados, sin disentir acerca de un mundo que en su versión más dolorosa, solo nos habla de un sistema de salud injusto y sin piedad alguno, en donde las personas, cualquiera sea su edad, han perdido hasta sus vidas esperando por una atención en un servicio público.

¿A cuál de todos los políticos les importó algo que ello ocurriera?

¿A cuál de los importantes ministros de Dios les importó que personas de nuestro país, ancianos incluso, murieran esperando una atención en un servicio de emergencia?    


No nos encontramos, a mi parecer, cerca de una visión profética o apocalíptica de la realidad, eso sería cómodo, una versión casi norteamericana de la realidad. Pero todos somos testigos de lo que hoy es el sueño americano, así que no hay mucho que ya podamos aprender de ellos, todo depende del tipo de droga que estés ingiriendo, yo, por la enfermedad que me aqueja, tal vez me encuentre más afectado que todos ustedes, por los medicamentos que uso, y por lo tanto, esté pensando que hoy día mismo, aquí, frente a nuestros propios ojos, la verdad profética y de Dios, esté pasando delante de nosotros sin que podamos percibirla, pero la dictadura de los medios, usurpando la importancia de Su Palabra en nuestras vidas, la complicidad de la propia cristiandad silenciada por el estilo de vida que hoy día lleva, lamentablemente nos impida comprender que los tiempos ya han llegado, que no hay nada que esperar, solo aquello que los hijos de Dios verdaderos aguardamos y que no es otra cosa que Su bendito Regreso, otra cosa no es posible para quienes hemos creído y aceptado de por vida La Voluntad de Dios, titubear y esperar que el SALFATE nos informe de lo que han sido capaces lo norteamericanos durante los programas de la noche en La Red, es una cuestión de personas sin realidad de Cristo, sin realidad de Espíritu Santo, porque bien lo dice Su Palabra Bendita, “Él nos guiará a toda verdad y a toda justicia”, ¿qué más hemos de esperar, sino a Él?    

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