La complicidad del cristianismo actual y los políticos.
Es
claro que para el cristianismo apóstata, colmado de aparentes y muy materiales
realidades, la condición del mundo actual, puede encontrar solución dentro de
los marcos puramente humanos, y dentro de ellos, en la política misma. Desde
luego que sí, no obstante, no está demás decir que ellos no tienen ni siquiera
la necesidad de un mundo a la manera de Dios, a la manera de un Cristo que
publica verdades en medio de un sistema, prácticamente indolente frente a los
grandes dilemas que hoy vive una gran parte de la humanidad postergada y
sesgada de los bienes que produce esta inicua sociedad, a ellos, obviamente,
les importa un mísero comino que hoy día la África de las dolencias, la África
de los cuadros terribles que produjo el hambre hace algunos años nada más, se
encuentre absolutamente sobrepasada hoy día con la enfermedad el Ébola, un
virus que se presume, corresponde a un plan; porque ya no se trata de
experimentos nada más; el que pretende en todo su rigor, exterminar vidas
humanas, sí, a la manera de La Inquisición católica en la Edad Media, o en el
mejor y más patético ejemplo dado por los nazis en la segunda guerra mundial, cuando,
influenciados por esa mente diabólica que produjo la sociedad alemana de aquél
tiempo, se decidieron a crear una maquinaria de destrucción de vidas humanas
jamás vista en toda la historia, lo cual, indudablemente, fue lo que sirvió
como modelo en las décadas pasadas, para que cuando aparecieran en el mundo los
gobiernos militares, no tuvieran mucho en qué pensar cuando se tratara de
erradicar del sistema, a todas aquellas personas que no pensaran como ellos,
fue el caso de Argentina, Brasil, Paraguay, y por supuesto, nuestro querido
Chile.
Sin
embargo, esta claro también que el dolor de nuestras sociedades, el de nuestros
hijos, el de nuestros hermanos, el de nuestros compatriotas, ha servido
incluso, para que otro ámbito o esfera de la vida humana, un lado oscurísimo
por cierto, pueda servirse de esta triste realidad. Es así como políticos,
específicamente políticos de nuestro país, de ambos lados, nos han dado en
estos últimos tiempos de la llamada DEMOCRACIA, un muy claro ejemplo de lo que
es posible hacer cuando el alma humana, carece en absoluto de aquello que los
cristianos llamamos, “vida de Dios”, ellos, atribuyéndose nuestra
representatividad, han lucrado con nuestras deficiencias como sociedad,
abriendo caminos expeditos a sus propios familiares, dentro un sistema que ha
dado a luz, a verdaderas “castas” en lo que concierne a la vida en sociedad, lo
que evidentemente constituye, en una muy indudable e incuestionable prueba de
cómo el mal, disfrazado ahora de benefactores o servidores públicos, hace su
aparición en nuestro medio, protagonizando una de las más vergonzosas y
pueriles actuaciones dentro del campo de la vida política de nuestra sociedad
chilena. Todo lo que hemos visto y de lo cual hemos sido testigos en estos
últimos tiempos a través de los medios, y con nuestra propia experiencia, incluida
la JUSTICIA CHILENSIS, con todas sus decadentes y perversas manifestaciones,
solo nos hablan de decadencia moral, de una patética forma de vida en la que
solo pueden llegar a alcanzar algo de esa lujosa y elítica naturaleza, todos
los que sean capaces de llegar a acuerdos con esta clase de abusadores
profesionales, nada más, los demás, quedamos prácticamente excluidos de tal
posibilidad, totalmente descartados, como parias, como excluidos de sus
metodologías perversas.
Es así
como en una sociedad que después de la gran victoria social, como fue, echar a
la Junta militar de Gobierno y terminar con la Dictadura en Chile, lo único que
ha visto hasta este momento, ha sido latrocinio, usurpación, y una
ejemplificadora forma de iniquidad que La Escritura define muy clara y
acertadamente en el proceso de Israel, para llegar a ser o formar, una enorme
Nación. Dios, en su gran misericordia, permitió que Israel cayera en tales
perversiones, para lo cual, envió profetas, hombres destinados a declarar
abiertamente el pecado de la nación, de manera que cuando Él tomara otra clase
de disposiciones con su propio pueblo, el pueblo, en todas y cada una de sus
estructuras, tanto sociales como espirituales, porque se trataba de una
Teocracia, no tuviera en absoluto alguna excusa, por el contrario, después de
la aparición de alguno de estos hombres, Dios permitía que el pueblo
reflexionara en su conducta, y por lo tanto, si bien la aparición del profeta
correspondía o era una parte legible del juicio mismo que Dios enviaría, el
tiempo entre la declaración profética y el del cumplimiento de dicha profecía,
era el indicado por Dios, en última instancia, para tomar alguna decisión, es
decir, cambiar de actitud, de manera que el pueblo de Dios, al ser representado
por sus ministros y sacerdotes en su intervención, fueran lo suficientemente
elocuentes como para impedir que el castigo o la disciplina de Dios, a lo menos,
llevase mucho de la misericordia que ellos sí conocían del Dios que les había
llevado hasta esa realidad. Por lo tanto, en su genética espiritual, en el
conocimiento impartido por los Sacerdotes, en la propia Ley de Jehová, ellos
entendían que el propósito de Dios al enviar a uno de sus profetas, no era
finalmente destruirlos o castigarlos, sino, brindarles una oportunidad en el
campo valorico y espiritual, por lo menos así lo entendían los judíos, el
problema es que la forma de pecado que intervino en su realidad, muchas veces
no era perceptible en su forma más evidente, sino que, y solo a través de la intervención
del profeta, quedaba en evidencia que dicha situación, era la que estaba
mermando en su relación con Dios, lamentablemente, y como es de comprensión de
todos nosotros, el pecado muchas veces, hace cautiva la mente del hombre, la
mente y el corazón, de tal modo que el hombre no tiene en absoluto intención de
oír o de obedecer La Voz de Dios, aunque sonara con evidente perfección, precipitándose
a veces, como sociedad, en una muy peligrosa vertiente que hoy, en nuestra
realidad, parece estarse repitiendo, con las mismas y peores condiciones que
cuando se dieron en Israel, de manera que si no hacemos algo como sociedad y
como individuos de esta sociedad, este verdadero cáncer que corroe a nuestra
realidad, terminará por destruirnos, completamente, dejándonos prácticamente
sin alternativas, sin ninguna clase de posibilidad, lo cual no está lejos de
suceder, debido a las condiciones en que desde hace varios años, los llamados
servidores públicos, vienen interviniendo en una realidad que se supone debería
ser mucho más justa, más equitativa, y por supuesto, mucho más considerada con
los que más sufren, en especial, con todos aquellos que no tienen en absoluto,
alguna posibilidad si quiera de cambiar en algo sus precarias realidades.
Esta es
entonces la sociedad que nos trajo la llamada DEMOCRACIA, esta es la realidad
por la cual lucharon tantos que dieron hasta sus propias vidas, incluido un
Presidente de la República. En tal caso, la guerra está declarada desde hace
mucho tiempo atrás, una guerra que pretende, en su naturaleza, dar a conocer, todas
las diferentes perversiones que llevan a cabo diariamente los llamados
SERVIDORES DE LA NACIÓN, deberíamos entonces estarles agradecidos por
defendernos, por crear leyes mucho más justas para los trabajadores de mi país,
por permitir que de una vez por todas, la salud y la educación en mi patria,
sean un DERECHO INALIENABLE, sin embargo, tal como lo mostraba un programa de
televisión que denunciaba hace unos días atrás, que muchos diputados ni
siquiera tenían evidencias de buenas notas en su escolaridad, dudo que algunos
ilustres sepan siquiera, cuán importante es que una persona que desarrolla su
vida en el campo del SERVICIO PÚBLICO, conozca la importancia del término,
INALIENABLE. Es claro y decidor entonces, que esta sociedad, manejada por estas
castas, no han pensado jamás en construir una sociedad mucho más justa, de
ningún modo, las desigualdades y el patrocinio del propio Estado en la
educación de los herederos de las castas, son un pequeño pero muy
representativo ejemplo de cómo, LA INIQUIDAD, ha sido parte esencial en el
proceso democratizador de nuestra realidad, es decir, la repartición de la
riqueza, la construcción de una sociedad con derechos para todos, no han sido
en absoluto, desde la aparición de la DEMOCRACIA, un propósito que mueva a estos
caras duras a ejercer la política como un bien social, contrariamente, la percepción
de la sociedad con respecto a los que hacen la política, es negativa con respecto
a estos problemas y otros miles más. Es claro que el propósito de continuar con
el modelo económico heredado de la dictadura, siempre fue un propósito en sí, y
por lo tanto, nunca estuvo siquiera en el alma de los senadores y diputados, el
de lograr al más corto plazo, una sociedad más justa, al igual que otras
sociedades, por el contrario, cuando nosotros hemos ejercido nuestro derecho a
votar en las elecciones, me parece que solo estamos votando para que este
modelo económico perverso, el cual sigue produciendo más y más daño a millones
y millones de personas en todo el mundo, continúe, se perpetúe en nuestras
vidas, lo cual nos convierte en cómplices, en encubridores, de manera que La
Palabra profética, en forma individual, y ya no de manera general o como
nación, apunta a que nosotros, como hijos de Dios, solo tenemos una muy
importante alternativa que cumplir, para que cuando se produzca el descalabro
total, Dios pueda mirarnos con misericordia, y ese transe se encuentra en Su
Bendita Palabra, sí queridos hermanos y amigos, no hay otro lugar en donde
podamos hallar la respuesta que tanto necesitamos para alinearnos, y no
alienarnos con Dios y su Perfecta Voluntad.
Quizás
sea este uno de los pecados más graves cometidos por los perversos
representantes de la dictadura de la Prosperidad actual, el no alinear a los
hijos de Dios con la verdad que Dios desea que todos conozcamos y
sobrellevemos, por el contrario, ellos insisten en que el dinero y el bien
material, es la prueba más que evidente de que una persona se encuentra
viviendo en La Voluntad de Dios, oponiéndose con ello, a toda la enseñanza
apostólica y profética, la cual redunda en aspectos que nos aclaran
fehacientemente lo opuesto, dejando a la cristiandad materialista, sobre un
piso que prontamente comenzará a moverse. Los entes reflexivos de la realidad
espiritual entonces, no han querido confrontar a los políticos perversos de
nuestro país, y con ello, no solo han contribuido a la propagación y
establecimiento de la iniquidad en casi todas las esferas de nuestra sociedad
chilena, sino que además, han dejado a estos especímenes, sin ninguna clase de
regla o medida moral que impida la actuación desenfrenada de estos parásitos,
ello, sin duda, es lo que los profetas de Dios combatieron, ello, es lo que
hombres santos de Dios fueron capaces de enfrentar sin miedo al castigo, sin
aprensión alguna contra las represalias, por el contrario, muchos de ellos,
como lo dicta Su Palabra, fueron capaces de entregar hasta sus vidas, no
obstante, el comunismo, disfrazado de piedad, al igual que la DEMOCRACIA DE
HOY, ha hecho creer por mucho tiempo en el mundo entero, que ellos sí tienen la
varita mágica para resolver todos estos asuntos, sin embargo la realidad, una
vez más, nos muestra que ellos son incapaces de autogobernarse, y por lo tanto,
como lo hemos visto en nuestro país, ocupan un lugar en nuestro Senado y Cámara
de Diputados, sin disentir acerca de un mundo que en su versión más dolorosa,
solo nos habla de un sistema de salud injusto y sin piedad alguno, en donde las
personas, cualquiera sea su edad, han perdido hasta sus vidas esperando por una
atención en un servicio público.
¿A cuál
de todos los políticos les importó algo que ello ocurriera?
¿A cuál
de los importantes ministros de Dios les importó que personas de nuestro país, ancianos incluso, murieran
esperando una atención en un servicio de emergencia?
No nos
encontramos, a mi parecer, cerca de una visión profética o apocalíptica de la
realidad, eso sería cómodo, una versión casi norteamericana de la realidad. Pero
todos somos testigos de lo que hoy es el sueño americano, así que no hay mucho
que ya podamos aprender de ellos, todo depende del tipo de droga que estés
ingiriendo, yo, por la enfermedad que me aqueja, tal vez me encuentre más afectado
que todos ustedes, por los medicamentos que uso, y por lo tanto, esté pensando
que hoy día mismo, aquí, frente a nuestros propios ojos, la verdad profética y
de Dios, esté pasando delante de nosotros sin que podamos percibirla, pero la
dictadura de los medios, usurpando la importancia de Su Palabra en nuestras
vidas, la complicidad de la propia cristiandad silenciada por el estilo de vida
que hoy día lleva, lamentablemente nos impida comprender que los tiempos ya han
llegado, que no hay nada que esperar, solo aquello que los hijos de Dios
verdaderos aguardamos y que no es otra cosa que Su bendito Regreso, otra cosa
no es posible para quienes hemos creído y aceptado de por vida La Voluntad de
Dios, titubear y esperar que el SALFATE nos informe de lo que han sido capaces
lo norteamericanos durante los programas de la noche en La Red, es una cuestión
de personas sin realidad de Cristo, sin realidad de Espíritu Santo, porque bien
lo dice Su Palabra Bendita, “Él nos guiará a toda verdad y a toda justicia”,
¿qué más hemos de esperar, sino a Él?
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