Mi experiencia de escribir.
Por ello es que a diario le agradezco a Dios por haberme
permitido un día comprender que un cantautor, no solo debe tratar de transmitir
a través de un canto, algo de lo que su percepción logra retener en lo que dura
una canción, sino que también, por permitirme darme cuenta que al escribir, mi
alma logra elevarse lo suficiente como para atender a esos pequeños momentos
que para otros, como antes lo señalaba, pasan imperdonablemente sin ser tomados
en cuenta. Nosotros, por lo tanto, los que pasamos largo tiempo ya sea, esbozando
algún tipo de escritura sobre un papel o en el mismísimo computador, sabemos
que para que cada experiencia suceda en la realidad, deben a lo menos confluir
una cantidad enorme de hechos en la vida de otras personas, he ahí entonces una
de las razones más importantes del por qué, a mi modo de entender la vida, es
importante llevar todas estas experiencias al plano de la escritura, solo allí
es cuando uno entiende que cada uno de nosotros, por separados, formamos parte de la vida de otros
seres humanos, así que el escribir, viene siendo una de las más antiguas formas
de poder humanizar nuestra propia existencia, lo cual, inevitablemente, nos va haciendo más conscientes
de lo que sucede a nuestro alrededor, y de los habituales signos que nos ofrece
el destino para desentrañar nuestra bella experiencia humana.
En mi caso, padeciendo la enfermedad que muchos de ustedes ya
conocen, el escribir, me permite detenerme mucho tiempo en las vidas de las
personas, de manera que nadie que se me acerca, pasa inadvertido, por pequeño o
insignificante que parezca a los demás, porque lo mío es tratar de capturar en
esos mágicos minutos que dura una pequeña conversación, esa bella intención que tenemos todos quienes
colaboramos en el desarrollo de nuestra humanidad a través de Cristo, eso
simplemente constituye en lo sustantivo, dentro de una realidad tan quebrantada por la enfermedad como
la mía, en todo un enorme y muy significativo logro humano, un logro que se conjuga con las
experiencias de cada una de las personas que a través del canto, consigo
conocer. Así ha sido, así ha ocurrido desde que tengo uso de razón, este
maravilloso hábito me ha permitido confiar, llenarme de posibilidades que no consienten
a mi alma, retroceder o caer en una especie de oscuridad que dejaría a mi alma, absolutamente inmóvil, esa llama que un día encendió Su Amor en mi vida, es la
que a diario entonces ilumina mi existencia, y
obviamente, la que espero en Dios, esté iluminando a todos quienes están cerca o lejanos de mi vida, no es posible vivir sin Él, no hermanos.
No es fácil, sin embargo, el que un hombre verdadero de Dios, pueda excluir, a la hora de las cuentas, a sus grandes amores, no amigos, en mi caso, estoy unido a una mujer extraordinaria que Dios me permitió conocer, y que hasta ahora, no solo se ha convertido en la madre de mis dos pequeños, Mateo y Efra, sin contar a mi Danielita que vive con su madre, sino que también, en la persona con la cual construimos el diario vivir, y gracias a Dios, tiene sentido nuestro paso por este mundo. Congeniar con el alma gemela en el arte, en las costumbres de un artista, en las debilidades y fortalezas de quienes vemos la realidad desde otra perspectiva, no ha sido fácil, desde luego que no, nosotros, los que vivimos en torno al arte, somos capaces de evadir a veces la propia realidad para dar sentido a lo puramente abstracto, o a lo que aún no existe o no tiene sentido en lo concreto, es allí cuando empiezan los verdaderos problemas, porque uno de lados más fuertes con que contamos también los artistas para desarrollar nuestros proyectos e ideas, es la fortaleza de nuestro carácter, lo cual, en esos instantes, nos puede correr muy en contra, no obstante, el Señor ha sido fundamental para aprender a sobrellevarnos y darle valor a la comunicación, porque si no nos comunicamos, todo simplemente se desvanece. En ese sentido, hemos aprendido a sobrellevarnos, y desde luego, a aprender a respetar y a valorar el espacio de cada cual sin provocarnos heridas que pudieran dejar icónicas cicatrices. Además, están los niños, así que nuestro comportamiento debe ser entrañablemente ejemplar en todos los sentidos.
No es fácil, sin embargo, el que un hombre verdadero de Dios, pueda excluir, a la hora de las cuentas, a sus grandes amores, no amigos, en mi caso, estoy unido a una mujer extraordinaria que Dios me permitió conocer, y que hasta ahora, no solo se ha convertido en la madre de mis dos pequeños, Mateo y Efra, sin contar a mi Danielita que vive con su madre, sino que también, en la persona con la cual construimos el diario vivir, y gracias a Dios, tiene sentido nuestro paso por este mundo. Congeniar con el alma gemela en el arte, en las costumbres de un artista, en las debilidades y fortalezas de quienes vemos la realidad desde otra perspectiva, no ha sido fácil, desde luego que no, nosotros, los que vivimos en torno al arte, somos capaces de evadir a veces la propia realidad para dar sentido a lo puramente abstracto, o a lo que aún no existe o no tiene sentido en lo concreto, es allí cuando empiezan los verdaderos problemas, porque uno de lados más fuertes con que contamos también los artistas para desarrollar nuestros proyectos e ideas, es la fortaleza de nuestro carácter, lo cual, en esos instantes, nos puede correr muy en contra, no obstante, el Señor ha sido fundamental para aprender a sobrellevarnos y darle valor a la comunicación, porque si no nos comunicamos, todo simplemente se desvanece. En ese sentido, hemos aprendido a sobrellevarnos, y desde luego, a aprender a respetar y a valorar el espacio de cada cual sin provocarnos heridas que pudieran dejar icónicas cicatrices. Además, están los niños, así que nuestro comportamiento debe ser entrañablemente ejemplar en todos los sentidos.
Estas semanas en cambio, han sido completamente distintas a las pasadas,
es ya fin de año y por lo tanto, es tiempo del cierre de algunos proyectos que ya salieron de nosotros y que hoy, gracias a Dios, ya poseen su propio caracter, en un momento solo fueron ideas, buenas ideas, cuando el año recién cernía sus pequeños vástagos en medio de la
ruidosa estación de Verano. Janett ha culminado su año de estudios y de clases,
logrando finalizar con una enorme cantidad de conocimientos que le permitirán
avanzar en su carrera, están además sus alumnas, esas grandes mujeres que
participan en sus cursos a través de la Municipalidad, logrando coronar el año
con una ceremonia en el Instituto chileno Norteamericano de cultura en Valparaíso.
Para ello hubo preparación, tuvimos que abusar de los padres de Janett, sumándose
a ello, el que en esta misma semana que pasó, finalizaba el curso de Xilografía
en Con Con, todo esto unido al Ministerio que en esta oportunidad, me obliga a
partir hacia la ciudad de Rancagua en donde recibí una invitación para cantar
el Domingo que pasó. A ello se le debe sumar que hoy día Martes 18, debo irme a
Santiago para ensayar una presentación el Sábado que viene, es decir, si Dios
quiere, el Miércoles en la noche, recién voy a estar de vuelta en mi casa, así que,
quien piensa que cantar canciones en el Nombre del Señor es fácil, no entienden
todo lo que debe hacer un cantautor como yo para poder llegar y cumplir con los
compromisos.
Esta enorme cantidad de actividades, nos permite acercarnos
como decía al principio, a todas esas personas que en forma totalmente
cariñosa, luego que me presento en una congregación o donde sea, se acercan a
mí para darme ánimo, o para ofrecerme simplemente sus sinceras plegarias en pro de mi
recuperación, lo único claro para mí, es que mientras dure este momento, debo
intentar guardar en mi memoria cada una
de las tantas demostraciones de cariño y afecto por parte de personas que recién
comienzo a conocer, al guardarlas o retenerlas dentro de mí, llegado el momento,
les daré el uso que se merecen, sé que cuando vuelva a mi casa, el agotamiento
me tendrá un par de días en cama, porque sé que cuando salgo lejos y voy con un
equipaje de cantautor, lo estoy dando todo, absolutamente todo, y ellos, mis
hermanos, y todos quienes recién estoy conociendo, se dan cuenta que yo no
pertenezco a la maquinaria demoledora de experiencias, contrariamente, saben
que el aprecio es mutuo, que la valorización es mutua también, por lo tanto,
nos debemos, nos involucramos en una especie de cadena espiritual que llega a
reconfortarme y a fortalecerme para lograr todas las metas que humildemente nos
hemos propuesto alcanzar con mis hermanos y amigos, y por supuesto con mi
compañera del alma.
Así que esta vez, fue distinto, debido a que me sentí un
poco mejor, mi estadía a durado más de lo pensado, y por supuesto, he podido
abrazar y compartir con quienes siempre esperan algo más de un canto tan
diferente como el mío. La partida de Rancagua es ya un hecho, y bendigo a Dios
por darme las fuerzas necesaria para resistir mis crisis diarias, por ofrecerme
todos los medios posibles para que la industria del canto comercial cristiano,
no desvanezca esta bella y siempre duradera experiencia de fe que vivimos tanto
quienes apoyan este canto, como los que con su esfuerzo diario, permiten que yo
pueda viajar y quedarme en sus casas, de manera que la experiencia de mi canto,
más que desvanecerse, cobre todavía más, mucha y mucha más fuerza en el Nombre Glorioso de nuestro Señor Jesucristo.
¡A todos ellos, muchas gracias!
Este es mi nuevo correo electrónico:
florencioenavarro@gmail.com
Todos los agradecimientos del alma por sus oraciones y preocupaciones constantes.
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