VALPARAÍSO NO DESEA ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS.
Aquí, en casa de mis padres en Valparaíso, reponiéndome de
mi salud, intentándolo todo con tal de estar bien, bien para servir, bien para
asumir nuevos retos. Sé de todos los inmensos obstáculos que me esperan, aun
así, el carácter que Dios me ha dado me permite mantenerme en una constante,
para eso debo nutrirme, alimentarme de Su Palabra, leer y releer a aquellos
valientes profetas que hablaron en el Nombre del Señor, sólo así puedo
conservar una actitud para dar vida a esto que Dios ha puesto en mi corazón.
Cantar con una guitarra y una armónica a Dios solamente, parecerá
no tener tanto problema, desde luego que no, solo se trata de una persona que
dice algunas cosas y punto, sin embargo, puedo comprender y discernir la
magnitud de lo que Dios me ha dado, de lo contrario, téngalo por seguro, las
puertas se abrirían de par en par, no tendría que estar poniendo mi cuenta Rut
cada vez que publico en Facebook, ni tampoco solicitando a algún hermano con
dinero que done un automóvil a mi Ministerio para que mi lucha no sea tan
desigual.
El tiempo que he permanecido acá en Valparaíso, simplemente
no sirve mucho en el ámbito espiritual, esta ciudad, inundada de reaguetón, de
fiestas y mucha jarana, a pesar de las tragedias, no quiere nada con Dios, la
vida del espíritu es muy poco valorada, entonces, no se valora tampoco el
sacrificio que puedas hacer para trasladarte en las condiciones en que yo lo
hago, y te quedas con la sensación de que lo tuyo, lo que haces para Dios, no
está destinado a repartirlo a gente que está simplemente satisfecha con lo que
está viviendo. Yo no lo creo de este modo, pero la realidad me muestra esto, a
una realidad espiritual indemnizada y protegida, llena de una seguridad que no
permite a nuestras realidades, aportar con lo que hacemos para Dios.
Santiago es otra cosa, tú llegas a esa urbe y comienzan a
llamarte, desean saber de ti, de cómo te sientes, de qué te falta, y si puedes
ir con tu Ministerio a bendecir sus vidas, no sé con qué moral la gente de las
regiones pueden criticar la vida de los santiaguinos, si no la conocen, si no
aprenden de ellos, si yo me hubiese quedado en Valparaíso con todo el drama que
estaba viviendo antes de irme a Santiago, yo creo que aquí me muero, me seco a
las cuántas semanas, no hay suficiente vida espiritual como para asumir retos
enormes en Dios, así que por lo tanto, la decisión de partir a Santiago, está
no solo justificada sino, totalmente acertada y respaldada por Dios, allí me
quedaré hasta que el Señor no diga otra cosa.
Bueno, es inevitable pensar en las tragedias que está ciudad
ha vivido y en el poco o nada de interés que esta gente tiene por las cosas
espirituales, es más, casi no relacionan nada de lo que sucede con la vida
espiritual, es decir, los templos están de más, la fe cristiana para qué decir,
todo lo que existe si no pasa por el mundo cultural, no sirve, lo cual es una
completa y total desgracia para una realidad que necesita tanto de Dios, tanto
de la oración, de la plegaria de la búsqueda del Propósito eterno, en fin, la
impronta política al lado de la cuestión cultural, arrasa con lo demás,
cualquier punto de vista desde la perspectiva espiritual será tratado como algo
extremo, es decir, ellos no desean oír nada que provenga de una realidad de
Dios con Carácter, con Propósito, la Nueva Era está instalada como norma de vida,
respaldada además por un Congreso que no toma en cuenta La Ley de Dios, Los
Mandamientos, Los Principios de Dios, el cristianismo en tal condición, es
inocuo, por ello no puedo entender la actitud de estos ministros orgullosos, si
no están ganando ninguna batalla, es más, las estamos perdiendo todas, así que
necesitan de la ayuda externa, de todo lo que Dios pueda enviarles.
Israel procedió de la misma forma en una etapa de su
desarrollo, un etapa que los marcó hasta el día de hoy, porque la nación que
está allá en el cercano oriente, no es la Nación de Dios, es Israel, pero es un
Israel que formaron los judíos seculares, políticos, a espaldas de los fundamentalistas
y gente que ama y espera el retorno del Mesías prometido, pero el pueblo y los
sacerdotes del período más triste de Israel, cayeron en idolatría, fue un momento
terrible que le sobrevino a la nación de Dios, ellos olvidaron La Ley de Jehová
y tuvieron que pagar por ello, estaba escrito, el contrato matrimonial lo dice
claramente en el Éxodo 19… :
“En el
mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el
mismo día llegaron al desierto de Sinaí.
Habían
salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto;
y acampó allí Israel delante del monte.
Y Moisés
subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa
de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
Vosotros
visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os
he traído a mí.
Ahora,
pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi
especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Y
vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las
palabras que dirás a los hijos de Israel.
Entonces
vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos
todas estas palabras que Jehová le había mandado.
Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha
dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo.”
(Éxodo 19: 1 – 8)
El contrato es condicional, …si diereis oído a Mi Voz, y
guardareis Mi Pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos…
está claro. No es menor lo que acontece con Valparaíso, no sé de qué manera asumen
los ministros de Dios el desafío, cuando en 1906 fue derramado el Espíritu
Santo, creo que esta manifestación contenía elementos teológicos casi
semejantes a los que Dios le planteó a Israel en Sinaí, no obstante y al
parecer, la cosa no ha sido tomada en cuenta de este modo y por lo tanto, si
Valparaíso no se convierte, si sus Ministros no entienden la dimensión del
Llamado de Dios, todo puede perderse, tal como se perdió Israel cuando llegaron
los Asirios dirigidos por Senaquerib, y terminaron con Israel o el gobierno
septentrional. Los que quedaron vivos se pasaron a Judá, y allí se convirtieron
junto al rey Ezequías cuando le fue leída la Ley de Jehová.
Este Valparaíso, el de los carnavales culturales, de los
fuegos artificiales, de los mega incendios y muchas otras catástrofes más,
tiene un Llamamiento de este porte, yo lo sé, y sé cuánto cuesta servir al
Señor en esta ciudad, sé de familias completas que no desean tomar
responsabilidades espirituales y prefieren ignorar la Voz de Dios, puede que en
un momento a otro, a pesar de La Gracia de Dios, La Misericordia comience o ya
esté menguando, y todo lo que hemos estado viendo durante estos últimos años,
en cuanto a las catástrofes de que ha sido blanco esta ciudad, y muchas otras
de este país, no sea otra cosa que la decisión de Dios de hacerle ver a esta
Nación, que a pesar de la indiferencia con que son tratados Sus Principios por
parte de políticos y gobernantes pusilánimes, Dios sigue pendiente de nuestros
procesos sociales y de cómo a diario este Chile, abandona, literalmente, todo
lo que concierne a la vida valórica y a Los Mandamientos de Dios, y todo porque…
“de Jehová es la tierra y Su Plenitud, el mundo y los que en él habitan”,
INCLUIDO ESTE CHILE Y ESTE VALPARAÍSO DE LAS FIESTAS Y LA BULLA…
¡Así ha dicho Jehová!
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