Friday, November 10, 2017



Vivimos entonces, al borde de un gran precipicio de hechos que nos mantienen en vela cada día y a cada momento, y no es que yo quiera exagerar o intentar con lo que escribo, atraer la atención de todos quienes aman la palabra, por ningún motivo, una de las cosas más importantes que he aprendido al leer los escritos proféticos de La Biblia y todo lo que concierne a sus enseñanzas, es la brutal honestidad con que todos ellos dejaron para la posteridad este importantísimo testimonio de lo que Dios, en un momento de la historia, dijo a través de estos grandes hombres de Dios. 

Así que no pretendo atraer la atención de nadie ni tampoco exagero al decir que nuestras vidas se encuentran en peligro, en un grave y latente peligro que ya nadie puede ocultar o mimetizar, porque en definitiva, la vida que vivimos, ha sido alcanzada por los hechos que profetizaron los antiguos interlocutores de Dios, y ello, no pertenece ni es fruto de algún tipo de alocución relacionada con la adivinación o el esoterismo que carcome el alma de nuestra sociedad, no queridos amigos, ello está dentro de lo que la humanidad no ha querido aceptar ni menos creer, y es el hecho de que Dios, como un ser extraordinario, se ha adelantado una vez más a todo el derrotero que la ciencia atea y nihilista, sembró en los jardines de la vida que este mismo Dios nuestro, creó alguna vez con el poder de Su Sola Palabra, así de simple y perfecto a la vez.

Es lo que convierte a Dios, al Dios nuestro, en Alguien diferente, en un Ser que no tiene iguales en todo el Universo, porque su capacidad para adelantarse a nuestra conducta de saberlo todo sin saber nada, es simplemente impresionante, estrictamente sorprendente, porque cuando me refiero a que el peligro se ha hecho parte de nuestra forma de vivir, ya sea en el comportamiento de la naturaleza, con todas sus poderosas demostraciones de poder, o en la conducta de los hombres que no entienden o no desean comprender que fuimos creados para Obedecerle, solo estoy retratando hechos que normalmente hoy día estamos viendo a nuestro alrededor como, “asesinatos por cantidades indescriptibles, violencia y desintegración de la familia, destrucción de la vida valórica y moral, desprecio por la vida humana, migraciones y desolación en  países devastados por la guerra, hambre, dolor, miseria, soledad”, y un sinfín de otros hechos más que todos ustedes conocen, y que por cierto, debemos intentar poner en un cierto orden, para que al final podamos comprender de algún modo, cuál es el verdadero sentido que deben seguir nuestras vidas con tal de no caer en el absurdo de creer que las cosas ocurren porque sí nada más.

Mucha es la tinta que gastan los periódicos del mundo entero intentando dar cuenta a la gente de las catástrofes que hoy día asolan a la tierra, CNN, y grandes cadenas informativas de todo el mundo, hacen esfuerzos increíbles con tal de mantenernos al tanto de lo que ocurre en países como México, Puerto Rico, o donde sea, la idea es que lo sepamos todo, que no nos quedemos con ninguna duda al respecto, con tal de que la información, nos mantenga al día en lo referente a lo que sucede en gran parte de este mundo. Lo que alarma desde mi punto de vista, es la casi nula comprensión que estas mismas cadenas informativas, poseen en lo concerniente al plan de Dios y del desarrollo del ambiente profético, me resulta casi alarmante el hecho de darme cuenta que esta sociedad, es realmente incapaz de canalizar toda esta montaña de información, y por consiguiente, darle un sentido a todo lo que hoy nos sucede.

Obviamente algo extraordinario está aconteciendo con nuestro mundo, algo está por ocurrir, algo que sin duda es mucho más enorme que todo lo que hemos visto y esperado, quienes nos ocupamos de enseñar y estudiar lo referente al plan de Dios y Su Propósito Redentivo, sabemos que los tiempos de Dios se cumplen, siempre, con exactitud impresionante, Dios, cada cierto tiempo, interviene el acontecer histórico de la humanidad, hay testimonio de ello, la evidencia es elocuente, sin embargo, el descaro y la indiferencia de los hombres por no relacionar los hechos que hoy están sucediendo con lo que Dios está haciendo, impresiona también, conmueve ver a la humanidad intentando tomar decisiones sin considerar el consejo de un Dios que lo ha dado todo a la humanidad, Amor, Misericordia, Gracia, Perdón, es decir, entristece darse cuenta de cómo el hombre, imbuido en su propia compresión de las cosas que le rodean, ha dejado de confiar en lo verdaderamente trascendente, y que no es otra cosa que La Persona de este Dios dispuesto a ayudarle en todos los ámbitos.  

Pero la Palabra de Dios acertadamente ya lo decía, con claridad extraordinaria:

“Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aún se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver ni oír, ni andar; y no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.”  (Ap. 9: 20 – 21)

Se trata de un estilo de vida, de un modo de ser en el cual el concepto de arrepentimiento es visto como un síntoma de debilidad y no de honestidad, así que, por lo tanto, no solo seguiremos siendo testigos de cosas tremendas que habrán de suceder en el mundo entero, sino que además, seguiremos oyendo el silencio con respecto a lo que Dios ya ha dicho en lo relacionado con estas mismas cosas que hoy están sucediendo. Cristo está a la vuelta de la esquina, es innegable que todo apunta a Su Retorno, es una verdad a voces que la humanidad no desea aceptar, nunca la aceptó, incluido el cristianismo apostata que hoy día, guardando un silencio cómplice, se alineó con el sistema para adquirir riquezas y poder mundano que nunca antes La Iglesia de Cristo, aspiró a poseer.

El cristianismo, entonces, se haya en medio de toda esta enormidad informativa, si no logra liberarse de la conducta retrógrada que le ha impuesto el sistema y la religión imperante, si no logra separarse del circo inventado por los adoradores de turno y predicadores en general que no dicen nada con respecto a la verdad, tiene su futuro absolutamente contado y definido, está escrito, y por lo tanto, es algo que no se puede obviar, pero tampoco debemos olvidar que el cristianismo lo hacemos nosotros mismos, con nuestras formas de ser y de vivir, no hay más sobre la tierra que quienes dicen poseer la evidencia de Cristo en sus corazones, todo lo demás es solo información, un espejo de palabras y hechos que a diario se multiplican y nos anuncian algo mucho más enorme como La Venida de Cristo a este mundo, dejar sin explicación profética lo que hoy nos acontece, puede que deje tranquila a gran parte de la humanidad que no se interesa en lo que Dios está haciendo o hará con la humanidad, no obstante, el cristianismo verdadero, el que es guiado por El Espíritu Santo, el que ha obedecido verdaderamente a los dictados de Dios y no ha mutado, sino que se ha mantenido fiel a los principios divinos, aguarda y cree con claridad absoluta que los acontecimientos solo indican que la hora está lista, Cristo Viene a este mundo, la pregunta es importante y preocupante a la vez: 

¿Quiénes le verán?

¿A quiénes viene a buscar?

¿Quiénes se irán con Él?
Quiera Dios que muchos de los que alcancen a leer estas sencillas palabras de fe, podamos tener la oportunidad no solo de verle, sino que también, de irnos con Él.

Florencio Navarro

Cantautor Cristiano Chileno.

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