LA IGLESIA QUE SUFRE Y AGUARDA SU VENIDA.
Vivimos tiempos límites, es un
hecho, lo que acontece al mundo entero tanto en el área política, económica, social, como también en el comportamiento de la naturaleza, nos dan claros
antecedentes para afirmar que Dios nos está mostrando que algo sumamente
importante debería ocurrir en el aspecto espiritual y de La Iglesia de Cristo,
porque si juntamos todos estos aspectos uno a uno, veremos que hay un sentido
en todo esto, un sentido que reafirma la profética bíblica, la cual nos insta
en estos últimos tiempos a no descuidar nuestra vida espiritual y moral, a que
no dejemos de buscar y de bucear en lo profundo de Dios, porque el tiempo, en
la medida que se acerca el momento de La Venida del Señor a este mundo, se
tornará cada vez más peligroso.
Los peligros son muchos, muchas
las maneras con que el enemigo de Cristo y de su Iglesia pretende detener el
avance de la revelación, es la revelación de Dios la que Satanás no desea
llegue a los hogares de los hijos verdaderos de Dios, porque ella es la
encargada de darnos a conocer el plan de Dios para estos tiempos, la forma en
que Dios actuará y desea que nosotros actuemos para no correr todos los
peligros que se anticipan colosales. Dios ha establecido día y hora para el
cumplimiento de sus profecías, nada de lo que Él nos ha anticipado a través de
sus profetas queda sin cumplimiento, la exactitud del cronómetro de Dios es
realmente elocuente, aunque la ciencia, la arqueología y otras disciplinas más
lo quieran negar o evadir, existe muestras palpables de lo que Dios hizo en el
pasado, y por supuesto, lo volverá a hacer para que Su Pueblo Bendito, pueda
reconocer en nuestro Dios, al Dios Poderoso de Israel.
La profecía de Dios no es
estática, no está encerrada en cuatro paredes, no pertenece al patrimonio de
ninguna denominación ni de ninguna religión en especial, hasta prostitutas han
tenido acceso según las propias Escrituras al Propósito de Dios, lo cual nos
debe enseñar que tratándose del plan de Dios, todo puede suceder, quienes
pretenden tener el control y el sentido de La Profecía bíblica, cometen un gran
error, porque Dios no esperará que los cristianos actuales se pongan de acuerdo
para que Su Palabra tenga pleno cumplimiento, por el contrario, según el
volumen de deserción de cristianos al propósito de Dios en sus vidas en este último
tiempo, Dios no esperará absolutamente nada, será una huida violenta y total,
al más parecido evento de la escapada de Lot de la ciudad de Sodoma.
Pretender pasarse la vida
reflexionando puramente sentado en una banca de iglesia sin tomar acciones
directas que nos lleven a ponernos en el lugar que nos corresponde, será algo
que Dios tomará en cuenta para intervenir nuestras vidas y decidir seguramente
quienes se irán con Él. Sé que muchos tienen por tardanza La Venida de nuestro
Dios, sé que poco o nada les interesa que Jesucristo vuelva a este mundo, para
ellos no es suficiente con todo lo que hemos visto y vivido en estos últimos
años a nivel global, lo que para mí representa una prueba tangible del nivel de
indiferencia en el cual viven muchos que se dicen cristianos, pero que, con
solo una pequeña auscultación a su cristianismo, nos queda claro en qué realmente
se encuentran. Dejar pasar la oportunidad de hablar de LA VENIDA DE CRISTO A
ESTE MUNDO significa para mí, una gran y desastrosa pérdida, una merma enorme
en lo que respecta al Plan de Dios para con nuestras vidas, soy de los que cree
fehacientemente que Cristo Retorna, estoy seguro de ello, y quiero irme con Él,
quiero que mis hijos se vayan con ÉL, mis amigos, mis familiares, mis vecinos,
para ello, tengo que invertir tiempo, tengo que escribir más canciones, muchas
más canciones que hablen de Su Advenimiento a este planeta.
Nuestra realidad cósmica no ha
sido totalmente hurgada ni entendida, somos personajes que vamos a la
exploración de un espacio que el hombre, con toda su tecnología y adelantos en
el área científica, jamás pudo alcanzar, iremos más allá de las estrellas, al
fin conoceremos el cómo Dios hizo el Universo, las estrellas y los planetas,
seremos testigos de este gran milagro que es la vida, y todo porque fuimos
capaces de esperar, de asumir el costo de un Evangelio que no permitimos se nos
fuera alterado, de ninguna forma. Para ello es que vivimos entonces, para ello
es que sufrimos, padecemos en este mundo, lloramos, aguardamos la aparición de
nuestro Salvador, creemos que no estamos lejanos a este suceso, tenemos la
confianza de que Él volverá.
La Iglesia verdadera de Cristo se
está preparando, es un hecho, ninguno de los hijos que el Señor ha llamado con
Su Espíritu Santo en este tiempo quedará indiferente, todos los que han creído
en Su Palabra y se han puesto a cubierto en La Sangre Bendita de nuestro
Salvador, serán guardados, él y sus hijos, es una promesa, una palabra dada por
Él mismo. La sangre en el dintel alcanza a nuestros sucesores, aunque la salvación
sea un hecho personal. Tiene un costo enorme perseverar en medio de un sistema
materialista y nihilista como este, tiene un costo que a veces nos agota, pero
ninguno de nuestros sufrimientos ni de nuestros esfuerzos quedará sin
recompensa:
“Entonces Pedro, tomándole aparte comenzó a reconvenirle diciendo: Señor, ten compasión de ti, en ninguna manera esto te acontezca.
El deseo de Satanás, es que los hijos de Dios perdamos el mayor galardón al que podemos tener acceso mientras permanezcamos en este mundo, como lo hizo con el Señor, y ese galardón es sufrir, padecer por causa del Evangelio, el engaño que utiliza y utilizará Satanás en este último tiempo, hará que muchos retrocedan, que solo cuando se encuentren frente a la realidad sabrán el error que han cometido, no antes, antes simplemente Dios los dejará que hagan lo que deseen con sus vidas, abandonar hijos, destruir hogares, vivir sin reglas morales, hacer con sus vidas lo que les parezca, en fin, la regla es para ambos, hombres y mujeres, porque el cristianismo no puede excusarse en que vivimos bajo una nube de inmoralidad nunca antes vista, esa es una mentira enorme del diablo, porque si hablamos de corrupción y perversión, remitámonos al tiempo del Apóstol Pablo, allí sí que la perversión era terrible, no obstante, Pablo, el insigne Apóstol de Jesucristo, llegó a triunfar en medio de toda la degradación moral que hubo bajo el gobierno del Imperio Romano.
“Entonces Pedro, tomándole aparte comenzó a reconvenirle diciendo: Señor, ten compasión de ti, en ninguna manera esto te acontezca.
Pero Él, volviéndose, dijo a
Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás, me eres tropiezo, porque no pones la
mira en las cosas de Dios, sino, en las de los hombres!
Entonces Jesús dijo a sus
discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su
cruz y sígame.
Porque todo aquél que quiera
salvar su vida la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí, la
hallará.”
(S. Mateo 16: 22 – 26)
El deseo de Satanás, es que los hijos de Dios perdamos el mayor galardón al que podemos tener acceso mientras permanezcamos en este mundo, como lo hizo con el Señor, y ese galardón es sufrir, padecer por causa del Evangelio, el engaño que utiliza y utilizará Satanás en este último tiempo, hará que muchos retrocedan, que solo cuando se encuentren frente a la realidad sabrán el error que han cometido, no antes, antes simplemente Dios los dejará que hagan lo que deseen con sus vidas, abandonar hijos, destruir hogares, vivir sin reglas morales, hacer con sus vidas lo que les parezca, en fin, la regla es para ambos, hombres y mujeres, porque el cristianismo no puede excusarse en que vivimos bajo una nube de inmoralidad nunca antes vista, esa es una mentira enorme del diablo, porque si hablamos de corrupción y perversión, remitámonos al tiempo del Apóstol Pablo, allí sí que la perversión era terrible, no obstante, Pablo, el insigne Apóstol de Jesucristo, llegó a triunfar en medio de toda la degradación moral que hubo bajo el gobierno del Imperio Romano.
Su Pueblo clama, no pierde su
tiempo, es demasiado valioso para ignorar lo que estamos viviendo, ya hay
muertos en Jerusalén producto de todo lo que deberá acontecer, la religión y los
comerciantes de la fe en cambio, en todas sus versiones, predicadores, pastores,
cantantes, etc., no podrán detener ni manipular el avance de La Revelación y el
cumplimiento de La Profecía, por ningún motivo, Dios no lo permitirá, por eso
es tan evidente para los hijos de Dios que el tiempo que vivimos es un tiempo
peligroso, un tiempo que pretende con toda su basura ecuménica, debilitar
nuestras convicciones, es un hecho que La Iglesia sería perseguida antes del
Retorno de Cristo, y si no lo es de manera física, lo está siendo en su aspecto
espiritual y moral, la única alternativa para los hijos de Dios, es confiar, es
dejarse afectar por La Obra sobrenatural del Espíritu Santo, la cual pretende guardarnos
del día que vivimos y de prepararnos para el momento maravilloso y ansiado en
el que nuestras vidas, finalmente, serán arrebatadas para estar para siempre al
lado de nuestro Señor y Salvador.
Florencio Navarro
Cantautor Cristiano Chileno.
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