Friday, November 11, 2011

El voluminoso expediente de los apostatas actuales.

















Sin adquirir compromisos valóricos con problemas de verdad inmensos de la vida, entonces es fácil para uno de estos representantes de la economía espiritual actual, mantenerse distante, ser evasivo a la hora de comunicar el verdadero Evangelio de Cristo, ellos lo saben hacer muy bien, son artistas consumados de la mentira televisiva, yo los puedo detectar a miles de kilómetros de distancia, tal vez porque a mí, a diferencia de los cantantes y compositores de alabanzas, sí me interesa la crueldad con que son tratados a diario, miles de seres humanos en todo el mundo, no tengo en mi corazón espacio para desertar de este tipo de cosas, el hombre, imagen de Dios, no debería recibir semejante trato, pero, con íconos de la talla moral de Marco Witt, Jazi Velázquez, y toda una comparsa inútil de pregoneros de vidas crediticias en el campo de la vida valórica defendiendo lo indefendible, al pueblo cristiano simplemente no le afecta que exista el hambre en el mundo por ejemplo, no, allí no está el problema, lo realmente grave y vergonzoso para mí, es que a ellos, como representantes de la vida espiritual de la nación, les importa un rábano que hombres de la talla de Witt, y otros que no alcanzo a nombrar aquí mismo en Chile, hagan de la vida espiritual y valórica, un negocio de verdad suculento, y peor aún, que utilicen estos medios de comunicación para jactarse de lo que es posible adquirir con el dinero que logran capitalizar a través del campo de la fe, una vergüenza que no logran comprender ni pesar los propios cristianos que no ven peligro en esta práctica diaria, pero que un día deberán dar cuenta por ello al mismo Dios que viven alabando y loando en sus reuniones.

Cuando una realidad espiritual, comandada por estos expertos en el lucro ilegal es incapaz de plantearse siquiera dentro del plano profético, es cuando la apostasía se vuelve una absoluta y total realidad, porque no existe ninguna clase de antídoto para impedir en este mundo, que la hediondez ocasionada por la muerte espiritual, comience a desencadenarse y de este modo, termine en pudrición. Hoy día existe sin duda alguna, esa clase de siervos de Dios, esa clase de miseria espiritual que los cristianos incluso respaldan, hombres de Dios, mensajeros que no tienen interés alguno en denunciar la corrupción y lo perdida que puede estar sin Cristo, la propia realidad de su enorme país, así, cualquiera se enriquece, cualquiera gana Gramys con la música de Dios, la cual, en vez de recibir estos premios, debería dedicarse a ganar almas para Cristo en primer lugar, y luego, intentar desde la perspectiva que le brinda la bonanza económica, una especie de avanzada contra cualquier forma de pecado, por ello, por lo falsas que me resultan todas estas propuestas comerciales, por la mediocridad del pueblo en general para enmudecer frente a estas enormes realidades, cualquiera, cualquier ser humano, sin poseer incluso el Espíritu Santo en su vida, es capaz, utilizando el Nombre de Cristo, de ganar y abonar a sus cuentas bancarias, los millones que estos parásitos han ganado con el Evangelio de Salvación, porque para ello, solo hay que desertar, mantener desinformados a los creyentes de cuántas muertes produzco el hambre solo en este día gracias a la infamia con que los poderosos grupos económicos de todo este planeta, manejan el negocio de la política y el de las finanzas, sin tomar en cuenta la fragilidad de la mayoría de personas que apenas subsisten a diario con un solo y miserable dólar, y otros ni siquiera con un dólar.

Si la Iglesia de Cristo no tiene demandas proféticas ni mensaje de Dios para cuestionar siquiera este tipo de conductas, entonces, ¿para qué está? ¿Para qué se reúnen los cristianos? ¿Para qué pierden tanto tiempo predicándose unos a otros? Es claro que la dinámica espiritual de estos últimos años, está centrada en la importancia que muchos siervos de Dios le han dado al aspecto material de la vida del hombre, en especial los cultores y sostenedores de doctrinas como la de La Prosperidad, con ello, simplemente, han ofrecido a esta sociedad la conciencia de una realidad que siempre debió haber estado en el otro lado de la circunstancia, no obstante, ya es claro para mí que los cristianos actuales no desean adquirir compromisos con la verdad, prefieren la comodidad que les brinda la indiferencia, con todas sus antesalas, así pueden disfrutar y hasta sentirse orgullosos si lo prefieren, incluso me he hallado con cristianos y ministros de Dios que han mirado en menos mi Ministerio, ¿con qué moral?, ¿basados en qué tipo de cristianismo, en qué tipo de experiencia con Cristo? Ello explica entonces la gran cantidad de personas convertidas que prácticamente ignoran voluntariamente el mensaje que me ha tocado no sólo a mí defender por largos años aquí en mi país, sí en mi país, porque con la plata que se gastan algunos “expertos comerciantes de la fe en viajes por el mundo”, como Australia, Estados Unidos, y muchos países más, créanme, muchas de mis fuerzas las derivaría en servir mejor a mi Señor dentro de una Nación como la nuestra, que ve a diario con impotencia, cómo la delincuencia y la drogadicción destruyen el alma de su pueblo, mientras que, hombres que son financiados por verdaderas castas políticas y espirituales inmersas en estas mediocres realidades, acumulan y acumulan dinero para financiar sus viajes por el mundo. Si todo esto no constituye una falta valórica, un desapego a la demanda ética del mensaje de Cristo, una deserción enorme a los principios divinos incluso, entonces yo estoy loco, no sé de lo que estoy hablando, pero como ya lo he planteado antes, no tengo miedo a las represalias, no vivo de esto, hasta el momento Dios me ha dado las fuerzas necesarias para poder ganarme, como lo hizo con el Apóstol Pablo, con mis propias manos el pan de cada día, y de esta manera, no tener que depender de verdaderos mafiosos que hoy día se han apoderado de la vida espiritual de La Iglesia de Cristo, no señores, he reconocido públicamente a esos hermanos que me han ayudado en los momentos más difíciles de mi vida en el aspecto económico, por todo lo que ustedes ya saben, no obstante, mientras pueda, seguiré luchando con mis manos para no tener que poner en duda ninguna verdad que El Espíritu Santo de Dios, desea que cante o exprese a través de este u otro medio.

Los cristianos de hoy, con su silencio y la horrible permisividad con que han actuado frente a todas estas voluminosas tragedias espirituales venidas del corazón mismo del cristianismo actual, han hecho que estos personajes oscuros de la realidad espiritual, no solo se sostengan en el tiempo, lo trágico es que ellos, con el expediente de las alabanzas, han prácticamente cauterizado al cristianismo en su conciencia para que este pueda discernir y diferenciar con total claridad, un canto de una alabanza de uno contextual o profético, y de por medio, como lo planteaba anteriormente, dejar en la más absoluta soledad a quienes debemos sobrellevar, junto con el peso de la verdad que se nos ha encomendado exponer, el fuerte rigor de sabernos hasta cuestionados por la manera en que decimos nuestras verdades. El cristianismo por lo tanto, basado en estas plácidas experiencias, no tiene más Norte que la persuasión, su aceptación de que la responsabilidad que jura estar experimentando, no tiene más demandas que cantar y cantar alabanzas a un Dios que poco o nada tiene que decir al corazón mismo de un cristianismo pusilánime y promiscuo como el nuestro o el de la mayoría. En cuanto a esto, yo no tengo nada de qué avergonzarme, he dicho todo lo que Dios ha puesto en mi corazón, sigo cantando mi verdad, quiéranlo o no lo mercenarios de la fe, me acepten o no, y si no quieren oír en sus congregaciones mis canciones que hablan del hambre, la miseria y la violencia con que vive el hombre actual, ello no me preocupa, sé que existe dentro y fuera de la realidad de la llamada “Iglesia de Cristo”, muchas personas que aman profundamente a Dios, personas que aunque no tienen un título eclesiástico o un cartel que defender, pero que son capaces de entender que la enorme necesidad de este mundo, comienza por uno mismo, que ningún ministerio, por humilde que sea, carece de importancia, que uno debe ser capaz de reconocer y de aceptar la verdad de Dios como suprema, que no se puede estar ciego toda la vida, que en algún momento uno debe ponerse en el lugar que le corresponde, eso es de hombres, eso es de valientes, todo lo demás es cobardía, que es de lo que más uno puede encontrar en estas oscuras realidades, otra cosa no es posible.

El campo profético en tanto, ignorado por los cultores de experiencias materialistas y “espirituales de salón”, pregonan a su dichado antojo, el beneficio de mantenerse en silencio, de no tener que alzar la voz en el Nombre del Señor para decir basta a jueces mediocres y políticos corruptos, no advierten al pueblo que los ama y los sigue, el enorme peligro en que se encuentran, simplemente le ocultan el fuerte peso ético y moral de La Palabra de Dios en estos aspectos para prescindir de ellos, y de esta manera, acceder al interés mayor que se encuentra en los bolsillos de los creyentes. Esto explica a mi modo de pensar, la conducta mediocre en el campo de la fe por parte no solo de los creyentes, sino que también, de los propios ministros de Dios, lo que pone de manifiesto además, el peligro en que se encuentran muchos cristianos que defienden aún estas podridas realidades, sin tomar en cuenta que lo escrito en La Palabra, siempre será determinante a la hora de la evaluación, de ello no hay duda, la únicas dudas que a mi modo de pensar existen de verdad, son las que proceden de esta forma de entender la fe, la cual, bajo el lente de la verdad revelada en el espíritu profético, carece en absoluto de respaldo divino, y por lo tanto, actúa en total divorcio con el mensaje bíblico. Finalmente, si los propios cristianos son capaces de aceptar y de fomentar semejantes sinvergüenzas, entonces la cuenta que debe dar la cristiandad actual ante Dios, no es poca, no señores, el archivo se torna voluminoso, y entonces pasa de ser, una simple crítica en este blog, para convertirse en un fuerte argumento profético al declarar que la apostasía, dentro de nuestras realidades, está en completa y absoluta vigencia.

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