Saturday, November 19, 2011

Nueva Ley antidiscriminación. ¡Así no se trata al prójimo!


Si yo hubiese tenido la oportunidad de elegir la enfermedad que me iba a tocar enfrentar a esta edad, hubiese preferido otra, diferente en todo a lo que me afecta, por muchas razones, porque a pesar de todo lo que uno pueda ser capaz de explicar y dar a conocer de ella a los demás, uno siempre se queda corto, no sólo porque es inmensa, sino porque además, intentando humanizar un poco más la visión que la gente debería tener de un predicador de Cristo, puede incluso llegar a cansar a quienes le escuchan. Pero ese es el costo, ese es el precio que hay que pagar, y yo, por nada del mundo, no tengo problema alguno en asumirlo, al final de cuentas, la enfermedad ocupa casi la totalidad de horas de mis días, y por lo tanto, no tengo por qué evadir un tema de tanta trascendencia para mí en éste, mi propio espacio.

Todos tenemos grandes conflictos para sobrellevar lo que hemos creído como verdad suprema de Dios, en eso, no tengo dudas, algunos, pienso, deben hacer tremendos esfuerzos para ello, de otro modo, no sé de qué forma podrían asumir el costo de su cristianismo, por lo tanto, el no utilizar este espacio para dar a conocer lo que a mí, personalmente me cuesta tener a Cristo en mi vida, sería un favor enorme que le estaría ofreciendo a la miseria de la Prosperidad y todo su ejército de burócratas y tecnócratas según ellos, “espirituales”, así que, quiéranlo o no, seguiré hablando del dolor, en todas sus formas, no pretendo cambiar el rumbo de mi reflexión solo porque a algunos les apesta oír acerca del sufrimiento, del humano me refiero, del dolor y el sufrimiento que experimentamos muchos aún siendo hijos de Dios. Yo no tengo claro quién o quiénes habrán dado origen a la doctrina de la Prosperidad y todos sus derivados, inobjetablemente se trató de seres humanos que no entienden absolutamente nada acerca del dolor y de la experiencia humana en su más cruda expresión con relación al sufrimiento, por ello es que se dieron cita, para originarla, en medio de un espectro de fe en donde quienes la pensaron, gozaban de una enorme reputación de ser ellos, los líderes modernos que restaurarían la fe cristiana. Pero nada estaba más lejos de ello, de verdad, hasta Marte, hasta Saturno se encuentra más cerca, porque los doctores en mierda espiritual, asentados en sus realidades blindadas de oro y de poderes mundanos, no tenían contemplado nada más que lo que ellos iban a dejar para la posteridad, y en ello, créanlo o no, la música cristiana sería de gran importancia, por el efecto disuasivo y permisivo a la vez con que los compositores de obviedades espirituales, han sido capaces hasta hoy de enfrentar la realidad.

Pero saben, a pesar de todo lo ignorante que puedo ser para muchos, yo nunca me tragué el cuento ese, en serio, nunca estuve claro si Marco Witt le cantaba de verdad a Dios o solo quería un Grammy, con todo el sucio billete que ese fenómeno le ha proporcionado, siempre supe que algo extraño había detrás, no sé, tal vez por intuición, lo cierto es que no compré, y así me fui quedando excluido, viviendo en una especie de exilio, porque si tú no navegas con ellos, simplemente te quedas fuera, y yo, fiel a mis principios, no iba a morder el anzuelo solo porque a un estúpido cantante de mierda como Witt se le ocurrió decir que la alabanza debía ser restaurada. ¡Qué enorme montaña de mierda no! En todo caso, muchos le creyeron, por eso el hombre hasta se jacta de sus millones, aunque yo no encuentre un solo y minúsculo texto en toda la enseñanza apostólica que de fundamento y pie a semejante porquería, pero la realidad a veces es mucho más fuerte de lo que uno se imagina, siempre la realidad nos supera, porque un solo dólar, como lo he dicho en muchas oportunidades, puede servir para salvar del hambre a una familia en África, sí queridos correligionarios, esa platita que te gastas en mierda y porquería en este sucio sistema construido de caca, podría fácilmente cambiar la vida de muchos seres humanos injustamente castigados por la naturaleza como los miles de niños y hombres que viven en ese solo continente. Por ello es que yo, personalmente, no aspiro a tener pantallas planas o equipos de sonido de última generación, no envidio absolutamente nada de nadie, no obstante, muchas cosas que compran los cristianos actuales, valen callampa, porque cuando compran, nunca piensan en los que sufren, y no solo porque les interesa un carajo la vida de los que sufren, sino porque además, quienes deberían ponerlos al tanto del dolor en este mundo, no hacen la pega y simplemente se la pasan viajando por el mundo entero, a espaldas del miserable vagabundo que a veces nada tiene para echarle al estómago. Por esta razón es que me importa una mierda si a los pastores de hoy les importó o no la nueva ley anti-discriminación, no estoy para ello, y como no tengo convenios con esos señores, fui capaz incluso de ir ese día al congreso y gritarles desde afuera:

¿Cuánto les pagó Edito Espinoza por el Show?

¿Cuántos miles tiene en su cuenta bancaria?

Porque nunca he visto una sola pancarta en contra del enriquecimiento ilícito en el campo de la fe, eso sí que no, es más fácil satanizar a los homosexuales, eso sí, así de obvios. Bueno, pongamos las cosas en su lugar entonces, si Dios está contra los homosexuales, ¿por qué no destruye el mundo entonces, si el mundo está lleno de ellos? Yo sé que a muchos les gustaría creer que los terremotos y todas las tragedias que han ocurrido en este mundo, son porque existen los homosexuales, eso les gustaría, sin embargo yo, como padre, como hijo de Dios, tengo bien clara la película en relación a esto, y sé que muchos ministros de Dios en todo el mundo, han convertido el evangelio en un mercado, y eso, créanlo, eso sí que es un pecado, enorme, el cual, por una cuestión ética y moral, impide a estos prototipos de profetas actuales, alzar la voz en nombre de una realidad como la evangélica. ¿Dónde la vieron? Pues bien, igual hicieron sonar sus tambores y cuantas cosas llevaron al congreso, pero no ganaron, la ley igual corre, porque si hay alguien en este mundo que ha sido violentado y humillado por toda la sociedad por muchos y largos años, son los homosexuales, sí señores, porque lo primero que Hitler envió a los campos de concentración, precisamente eran homosexuales, y en eso, los profetas que vinieron de Santiago a corear el nombre de Jesús desde las orillas del congreso, nos pueden dar hasta cátedra, partiendo del cara dura de Edito Espinoza, pelota de carne molida que pretende darnos cátedra de moral en un país que está lleno de injusticias y de desigualdades sociales, las cuales, a él, por una cuestión de pura economía nada más, le importa un carajo, pero no así el problema de la discriminación, para él, seguramente, la vida de un homosexual no necesita a Cristo, ellos, según este maniático de la pureza espiritual, están incapacitados de comprender el mensaje de Cristo, seguramente él debe ser un emblema de espiritualidad en el entorno en donde vive, él, con un pensamiento tan purista de la fe cristiana, hasta donde yo sé, debe ser uno de los más ejemplares proyectos olvidados de Dios, porque antes, antes de esta ley, ¿qué sabíamos de él? Nada pues, absolutamente nada, nunca nada. Pero ahora, tampoco nada, a ver que nos diga, ¿cuál es su talento? ¿Escribe? ¿Canta? ¿Pinta? ¿Lava platos en la casa? ¿Ayuda a su mujer a lavar la ropa? Porque créanlo o no, con toda la dificultad que me provoca esta enfermedad, y todos los efectos colaterales que me ha producido la ingesta de drogas, aún con mis 50 años a cuesta, soy capaz de lavarle el poto a mis guaguas y de hacerles la papa, y luego, ayudar a mi esposa en lo que concierne a nuestra casa, y después, a reñir, como dice mi gran amigo y hermano en Cristo, Danilo, a reñir en la pega, pero esta pintura, que nadie sabe si alguna vez le trabajó un solo día a alguien, hoy día las hace de aspiradora moral y pretende, junto a su pequeña comparsa de buitres apestoso, borrar la vida de personas que se merecen nuestro respeto, porque también ellos pagan impuestos en este mundo, porque en sus trabajos son ejemplares, porque han sabido ganarse un espacio en esta sociedad que discrimina a un hombre solo por decir la verdad, los homosexuales para mí, no son personas de tercera ni de cuarta categoría, por el contrario, son personas, personas confiables, seres humanos de una profunda fuerza interior que más allá de su inclinación sexual, han sido capaces de aportar a nuestras sociedad, con grandes compositores, escritores, pintores, educadores, y un sinfín de otras e importantes disciplinas humanas más.

Odiar por odiar, no debe convertirse en un principio que mueva a los evangélicos de Chile o del mundo en general, el pueblo evangélico honesto, se ha ganado su reputación por su tolerancia, por su servicio silencioso al beneficio del alma humana y por supuesto de la fe cristiana, por lo tanto, enarbolar una causa como la que hoy día ha impulsado el retrete de Edito Espinoza, simplemente desperfila de su verdadero propósito a quienes siempre han tenido una actitud misericordiosa para con el prójimo, quien sea. Lamento que muchos cristianos, evangélicos y de los otros, hoy día intenten ideologizar la fe cristiana desde la perspectiva del odio hacia un pequeño grupo de personas de nuestra sociedad, eso lo encuentro y defino como cobarde, más aún cuando la homosexualidad, como antes decía, no es ni ha sido la razón que ha llevado a políticos corruptos a robar y corromper el alma de nuestra nación, tampoco son ellos los culpables de que, tantos niños en el mundo hayan sido violados y ultrajados, no señores, les guste o no, son personas como cualquiera de nosotros los que han hecho de este mundo lo que hoy es, no son culpables los homosexuales de que una casta de sinvergüenzas hoy día, se haya hecho rica por causa de la fe de Jesucristo. Sin duda que muchos no van a estar de acuerdo conmigo en esta oportunidad, no obstante, ¿cuándo lo han estado? Pues yo no escribo para estarlo, jamás, disiento con el pensamiento que se aleja de los principios fundamentales del Evangelio de Jesucristo que hablan de hacer el bien al prójimo, todo lo demás para mí, es basura, por ello escribo lo escribo y canto lo que canto.

Debo decir además, que junto con mi esposa, hemos tenido la oportunidad de trabajar con personas de esta inclinación sexual, y créannos, son de admirar en lo que respecta a ética, nada tengo que decir al respecto, es más, lamenté hace tiempo la muerte de un amigo homosexual que contrajo el SIDA, lo lloré, porque siendo amigos, jamás tuve de él una palabra que no fuera de respeto hacia mi persona, y por esa, y muchas razones más, no voy a estar de acuerdo jamás con gente que pretende vivir en el siglo en que vivimos, como si estuviéramos viviendo en la Edad Media, no señores, es tiempo de que los cristianos aprendamos a convivir con problemas de verdad inmensos, ser cristiano nunca fue fácil, por lo tanto, y lo digo desde la dolorosa realidad de mi enfermedad y como padre y buen esposo que trato de ser, comencemos a cambiar, La Biblia dice que Dios no ama al pecado, pero sí al pecador, y en ello, hay un enorme volumen de misericordia que Dios pretende establecer en el corazón de los creyentes, para que creamos que Él, sí está dispuesto a perdonar a quien así lo solicite, todo lo demás, todas estas cruzadas para intentar ignorar una vez más el sufrimiento de otros seres humanos en el mundo, solo se trata de una forma extinta de evangelio que no tiene sentido en medio de un mundo que a diario necesita de la piedad y de la caridad cristiana, y no del pensamiento hipócrita y discriminatorio de un grupo de personas que dice estar representando, El Carácter de Dios aquí, en medio de este mundo.

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