Wednesday, December 07, 2011

El Retorno inesperado de Cristo a este mundo.





Entonces, esa cantidad enorme de cristianos que pernoctan en las plácidas terrazas que ofrece algún lúdico y suntuoso mall de ciudades modernas, no desea el retorno de Cristo, no les interesa en definitiva el tema, están demasiado complacidos con el sistema como para perderse en este tipo de reflexión, además, hallándose rodeados de bendiciones materiales y de todo un cuanto hay que ofrece la mercadotecnia espiritual, no son capaces de confrontarse a sí mismos, ese tipo de reflexión no cuenta en lo más mínimo con el respaldo de sus ministros asalariados que, tratándose de cosas tan desequilibrantes para la conciencia del cristiano, es mejor guardar silencio, recatarse un poco y absorber de cualquier modo la ingenuidad y el mimetismo que te proporciona una forma de cristianismo basado en lo externo. Así solo te conviertes en un residente pasajero de verdades fundamentales, un niño intensamente plural en el campo de la vida exigente del espíritu, porque solo respondes a aspectos básicos del llamamiento, no te cuestionas nada, absolutamente nada, brindándole al alma, una cantidad suficiente de elementos que provienen de aquella realidad en donde a diario sucumbe gran parte de la humanidad.

Esta clase de cristianismo es la que se funda en la bendición material, es la que valora a Dios solo si ÉL es capaz de darle respuestas a sus más íntimos pensamientos materialistas, de otro modo, simplemente desertan, no sirven ni se interesan en el servicio a Dios y al prójimo en lo más mínimo, aún así, muchos cristianos en el mundo, llenos y rodeados de bendiciones de este tipo, solo piensan en vivir para cuidarlas, nada más que eso, se trata entonces de una forma de miseria que heredamos de este sistema enraizado y construido en el consumo, es la respuesta que ofrece el cristianismo actual a una forma de vida que en el mundo entero ha producido millones y millones de gente viviendo en la más absoluta miseria y desigualdad con respecto a un pequeño grupo de seres humanos que tiene a su haber, no solo el poder que te brinda el dinero sino que además, el de la información. Cristianos atrapados y convencidos de que esta lujuriosa forma de vida es la correcta, no es necesario buscarlos para hallarlos, de ningún modo, están en todos los lugares, la religión incluso los ampara, los necesita, se nutre de sus impuestos, saben que ellos no están interesados en descubrir si Dios está o no de acuerdo con sus formas de vivir, por lo tanto, cualquier cosa que tú digas en bien de la sensualidad que te produce el dinero, los deja inmunes, a la crítica, a indagación del Espíritu Santo, piense solamente en los santos Apóstoles del Señor, personas que cuando recibieron el Llamamiento, de inmediato renunciaron a todo lo que podría empañar un servicio honesto y leal a lo que Jesucristo les estaba demandando, sus vidas fueron una respuesta aclaratoria, demasiado convincentes como para que tengamos que ignorarles, no señores, La Palabra de Dios no tiene dobles interpretaciones, esos hombres que produjo el cristianismo primitivo, no están dormidos, sus vidas hablan por sí mismas, no podemos ignorarlas, no debemos aceptar que la cándida y reluciente atmosfera que producen los santuarios de la sensualidad actual, impidan a nuestras almas el conocimiento de la verdad.


Pero no todo se ciñe a esta clase de elementos puramente, para nada, el problema no termina allí, porque al final de cuentas lo que debería estar haciendo la cristiandad, es clamar, sí, clamar, por la pronta Venida de Cristo a la tierra, con lo que hemos visto y sido testigos hasta este momento, es claro que el Señor ya no tarda más, sin embargo, vaya usted a decirle a esta forma de cristianismo que se hallan cautivos, lo mandan para afuera, no le permiten ni rezar con ellos, porque como les decía anteriormente, ellos están en otra cosa, celebrando tal vez, pero no clamando porque Dios tenga finalmente misericordia de este mundo y se decida a dar cumplimiento final a Su Palabra, ellos, en esta condición de hijos de Dios, es obvio que ya desertaron, cuando aceptaron que el silencio era la mejor arma contra cualquier forma de pensamiento venido de un corazón sincero. La dolorosa realidad que se encuentran viviendo entonces, se asemeja a la de los israelitas en Egipto, es claro, no obstante, hay claras diferencias al respeto, como por ejemplo, el tipo de esclavitud que hoy día enfrenta la cristiandad, una forma de sujeción que Las Escrituras ya definían como engaño, porque no es el carácter ignominioso ni déspota que recibieron los esclavos judíos de parte de los egipcios idólatras lo que hoy día vive el cristianismo, para nada, el engaño ha hecho que los cristianos crean que ellos pueden y deben disfrutar de todo lo que este mundo ofrece, total, para eso estudiaron, para ello se prepararon, ¿y el llamamiento?


El tipo o forma de esclavitud que vive el cristianismo actual no tiene parangón en la historia, tal vez lo que tuvieron que vivir los primeros cristianos cuando el emperador Constantino fundó la religión que todos conocemos, pero antes, nunca, se trata de una muy especial manera de difundir y establecer en corazón del hombre de Dios, verdades aparentes, supuestos consensos que te permite la verdad de Dios, en la cual, los Ministros que debieran ser llamas de fuego, se convierten en “facilitadores” de tal tragedia espiritual. El sacerdocio, a estas alturas, simplemente no corre, no hay demandas sacerdotales para los que viven en esta clase de ambientes, es suficiente con el perfume de la palabra, mientras tengan adelante a un repetidor de palabras, todo marcha bien, la cosa es guardarse de los honestos, de los sinceros, de otro modo, estaríamos ganando toda esta plata con la enorme necesidad que hoy día existe dentro de La iglesia por oír o declarar una verdad de esas en el Nombre del Señor. Pero Dios no nos quiere en eso, el llamado que Dios nos está haciendo a todos los que tenemos ministerios que han sido profundamente dañados por esta realidad, es a mantenernos en el frente, a esperar por completo en su Bendita Palabra, porque ÉL no fallará de ningún modo, ha establecido un tiempo para que este supuesto cristianismo, converja en dentro de un período que todos conocemos como La Apostasía, y en el cual, serán desatadas las más potentes pruebas jamás conocidas por el cristianismo, salvo las que debieron enfrentar nuestros hermanos del cristianismo apostólico e histórico.


Dejando sobre las espaldas de ese pequeño grupo de fieles que dan forma al verdadero cuerpo de Cristo la responsabilidad de clamar, a como dé lugar, por el pronto retorno de Cristo a este mundo, serán absorbidos por completo, el mensaje para ellos es solo arrepentimiento, volverse a Dios, clamar para que aquellos días no los encuentre ciegos y desnudos, como dice Su Palabra, el elemento sorpresa con que cuenta Dios para solucionar esta clase de males, está por verse, sin embargo, contamos con el anticipo que nos da Su bendita Palabra, en ella, queda totalmente establecido que ni siquiera el trato de Dios logró salvar a muchos de los que iban por el desierto, si ni siquiera entraron a la tierra prometida, es Palabra de Dios. La verdad, es que no sé si tiene sentido aún, pasados tantos años de un predecible colonialismo gringo en el campo de la vida espiritual, traer predicadores extranjeros para que nos digan qué debemos hacer con nuestro cristianismo, no creo que sea necesario, no obstante, hay quienes se desviven pensando en la próxima adquisición para ofrecer al pueblo de Dios esas jornadas en donde, hasta el acento de los extranjeros me resulta tedioso. Pero esto se debe seguramente a mi condición de cantor itinerante, al hecho de haber aprendido desde niño en Cristo a leer Las Escrituras, a no dejarme llevar por la flojera que te puede provocar las interminables horas frente a un televisor plagado de imágenes estúpidas y de programas que no permiten reflexionar sobre problemas enormes en el campo de la vida espiritual y valorica. Lo que sí tengo absolutamente claro, es que en lo personal, sé en donde se encuentra parado el cristianismo actual, en ello no puedo estar tan equivocado, son muchos los años de sacrificio y de esfuerzo como para equivocarme en algo tan sensible para mi entendimiento, por ello, poner el dedo en la llaga, a mi modo de pensar, es lo mejor que uno puede hacer en un tiempo como el nuestro, todo lo demás me huele a cobardía y flojera, a mediocridad, algo que detesto en lo más profundo de mi ser, si hasta mandé a la punta del cerro al Doctor que me atendía por mi enfermedad, el problema es que él, siendo uno de los connotados en el campo de la medicina de los bronquios y pulmones, no sólo no tenía ni la más mínima idea de lo que estaba ocurriendo con mi organismo, habiéndole dado toda una descripción de lo que estaba ocurriendo, sino que además, aseguró, en una de esas consultas:

¡Lo bueno es que tu enfermedad no provoca dolor!

En ese mismo instante me puse de pie y le dije, ¡chao no más! No hay nada más que hacer, si al menos supiera lo que produce esto que sobrellevo, lo entendería, pero, con médicos así no se puede, por lo tanto, lo mejor es sincerarse a sí mismo, no contar con un médico que te entienda lo que te sucede puede ser un buen síntoma para encontrar otros mecanismos para enfrentar la desdicha de la enfermedad. Así me ha ocurrido a mí, porque desde que decidí hacer pública mi condición, no ha habido jornada en que hermanos, siervos de Dios, se han encargado de poner mi caso en oración, razón por la cual me siento agradecido, íntimamente gozoso porque aún existe, dentro del campo espiritual y sin la ayuda de predicadores ni ministros extranjeros, personas que se interesan en el bienestar de hermanos que a veces ni conocen, ellos, con sus vidas en muchas ocasiones fragmentadas por las pruebas y los problemas, son capaces de ofrecerte con un cariño inmenso, todo lo que ellos tienen, amor, cariño, fidelidad, porque sin haber ido al extranjero, y sirviendo al Señor solo con herramientas nacionales y gracias a que también aquí en Chile opera el Espíritu Santo, se han armado de manera que nadie, absolutamente nadie podrá moverlos de lo ellos se encuentran, eso sí que es valioso.


Ese tipo de cristianismo para mí es importante de reconocer, desde todos los puntos de vista, me pregunto, a los predicadores y expositores extranjeros, a los señores profesionales del canto cristiano actual, ¿les interesará saber de estos hermanos? ¿Querrían incluirlos en sus predicas? ¿Se interesarán en ellos, preguntarán por ellos cuando llegan a esta amada patria? Lo dudo, lo más probable es que los meretrices con que cuentan para hacer lo que todos sabemos, no están realmente interesados en el quehacer de La Iglesia verdadera de Cristo aquí en Chile, es más, los ignoran, desconocen con deliberado engreimiento la verdadera importancia de esta clase de personas que sirven a Dios de manera silenciosa e integral en algunos de esos templitos que aún queda en esta tierra que hoy día ostenta de todo lo que tiene, incluso de lo que no. Por ello es que no alterno con ciertas modas, no estoy disponible, ustedes lo saben, y seguramente muchos de ustedes también lo estarán pensando de este modo, de lo contrario, ¿para qué leer el recolector?

Pues bien, la vida predecible y parasitaria que te ofrece la religión actual, no es capaz de desertar del sistema, ya lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, tanto así que podría asegurar que si todos aquellos que hoy día forman parte de este ejército dormido de la fe pragmática hubiesen estado en Egipto, todavía Moisés no saca al pueblo de Dios de la esclavitud, y eso que han pasado todos estos años, aún así, ellos no han querido aceptar que estamos de pasada por aquí, que aún ganándote el Kino deberás guardar fidelidad a Dios y responder a Su Llamado, sé que muchos se encuentran en esta situación, no es algo nuevo, los irresponsables son muchos más que aquellos que desean obedecer a lo que La Palabra de Dios demanda, es bíblico, La Palabra, aunque no lo acepten ni tampoco lo deseen entender, La Palabra habla de REMANENTE, no habla de corporaciones o de instituciones religiosas, ese tema es para otro tipo de realidades pero no para un pueblo que dice haberse desprendido alguna vez de la mentira, no señores, lo único real es que estamos a la espera de que algo extraordinario ocurra con nuestras vidas, algo como lo que el Apóstol Pablo llamó, el arrebatamiento o levantamiento de La Iglesia de Cristo, eso es lo que aguardamos, no otra cosa, todo lo demás es simplemente engaño, trampa, timo, los cristianos estamos aquí en este mundo para dar testimonio de La verdad y para anunciar al mundo sin Cristo el pronto retorno de Su Persona, aún con todas las deficiencias con que
contemos para declararlo, el mensaje es éste, no podemos nosotros, como creyentes en ÉL, rebajar la importancia de un mensaje semejante, menos en un tiempo como en el que vivimos ni en las condiciones en la que se haya el mundo actual, por nada, yo les aseguro hermanos, que tan solo con anunciarle uno de estos días, recibirás fuerza de Dios, es lo que a mí me ocurre, a veces, cansado de luchar y de sobrellevar esta agotadora jornada de dolor en mi cuerpo, me basta con declarar el mensaje a otras personas para recibir la fuerza que necesito para continuar, y créanme, no espero que los señores ministros entiendan o no lo que intento decir, ese ya no es mi problema, somos profetas en este mundo, sí, PROFETAS, porque anunciamos la Venida del Señor, y si ÉL lo prometió, lo va a cumplir, exactamente como lo predijo, así que no estemos ociosos como si no tuviéramos nada que hacer, la red debe ser lanzada, alguien debe hacer el trabajo, no podemos esperar que otros hagan lo que Dios nos ha mandado hacer a nosotros, eso no está bien.
Sin embargo, está claro que gran parte de nuestro cristianismo no desea a los que hablan este tipo de estas cosas, como si fueran antibíblicas, el problema es que el tiempo apremia, desprenderse de este sistema no es un juego sino una demanda, también bíblica:

¡Salid de ahí pueblo mío y no os contaminéis!

Pronto deberán suceder cosas realmente tremendas para la humanidad, más de todo lo que hemos visto, mucho más enormes que lo sucedido en Japón o en Chile, el discurso profético es directo y claro, incluso si tuviésemos que remitirnos puramente a lo escrito, es claro que vienen cosas tremendas, no obstante, Su Pueblo, ese pequeño Remanente esparcido sobre este mundo en pequeñas comunidades, que añora y aguarda su retorno, que no se ha dejado embaucar por las ofertas que a diario bombardean su vida, ese tipo de cristiano, probado, aprobado, endémico, de fuertes raíces en Cristo, que no cae derrotado porque el sistema lo segrega, ese tipo de cristiano será totalmente guardado, es La Palabra la que lo asegura, ¿o se nos olvidó lo que sucedió con el último cataclismo? Dios siempre tiene sus propios planes, por ello es que a veces también nos cuesta tanto comprenderlo, hacemos grandes esfuerzos por generar algún tipo de entendimiento al respecto, pero siempre resultan insuficientes, Dios tiene su propia metodología, su propia forma de hacer las cosas, por lo tanto, no hay excusa que valga, quedarse detenido en este sistema sin considerar la voz profética que demanda esfuerzos enormes a los que nos encontramos metidos en este mundo, puede resultar hasta fatal a la hora de las determinaciones, La Palabra en ello también es absolutamente explícita, los que no estuvieron preparados, simplemente fracasaron, así que, de nada sirven los viajeros extranjeros que vienen a rescatarnos de no sé qué, el pueblo de Dios, y toda su sufrida realidad, sabemos con mucha claridad lo que esperamos y de qué manera debemos esperar, todo lo que se nos ofrezca, simplemente lo vamos a ignorar, por pura necesidad de hacer lo que Dios nos manda, por no dejarnos mover fácilmente de nuestro valioso modo de pensar, eso, también es fidelidad a Dios, ¿o no?

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