Saturday, February 04, 2012

Cuando la cobardía se disfraza de piedad.














Ocultarse tras la imagen de un cristianismo que condesciende con toda esta clase de perversiones, parece, a simple vista, hasta agradable, placentero, nada hay que defender, por nada debes contender o intranquilizarte, es decir, se trata de la más absoluta y letal invitación que te hace el sistema para que no te muevas un ápice de lo que te encuentras o no haciendo, aunque con ello ni siquiera te cuestiones a ti mismo, de manera que tus convicciones se mantengan intactas e inalterables, sin haber perdido nada en esta batalla, ni un solo rasguño de tu piel, a la manera de los grandes líderes que ha producido esto que llaman “cristianismo actual.” Así es imposible que tu fe sea probada, que puedas escabullirte alguna vez de lo predecible e inútil que fomentan los predicadores de turno, todo para que de algún modo, sosteniendo esta clase de vida, seas capaz de negarle a Dios el privilegio de decirte a dónde y de qué manera debes ir cuando ÉL te necesite, como lo hacía con los profetas.

Pero este no es tema para quienes se encuentran hoy día disfrutando del sol y de las pavorosas bondades que te brinda el navegar lejos de Su Honesta Voluntad, no señores, la sequía no tiene importancia, es más, muchos, totalmente apernados dentro de este sistema, como cristianos incluso, piensan que no tienen ninguna responsabilidad en ello, es decir, el pasaje de Elías haciendo llover en medio de los falsos profetas simplemente no tiene importancia, porque repitiendo como loro las últimas alabanzas de Witt, se hallan completos, tan plenos de esperanza que no les alcanza la vista para ir un poco más allá y deprenderse, aunque sea solo por un momento del Harry Potter cristiano, solo para enterarse de las mortandades que está dejando el hambre en el mundo entero, y no solo el hambre física, sino que también la del alma, la del espíritu.

¡Sosegados!

¡Calmados!

¡Llenos de esperanza!

Ese parece ser el lema, otros temas no tienen importancia, la vida valórica de los seguidores de esta casta de mediocres no conoce otro lenguaje, están creídos y juran por Dios de guata que Witt, el predecible interprete de las alabanzas, los lleva directo al cielo con su arsenal de cantos espirituales. Yo conozco ese tipo de cristianos Light, los huelo a lo lejos, no necesito tanto discernimiento para darme cuenta que no sirven para nada, que solo se valen de cantar y cantar alabanzas, que jamás nunca tendrían estos cobardes, el valor de preguntarse, ¿quién o quiénes son los culpables de que en este miserable mundo, sí miserable queridos hermanos y amigos, lectores en general, exista tanto niño muriéndose de hambre y de frío, mientras, en el mundo entero, muchos seres humanos, amparados y protegidos por leyes estúpidas e injustas, y por el silencio cómplice que los propios cantantes como Witt fomentan a través de lo que ellos llaman, “cantos espirituales”, disfrutan de bienes que muchos de estos niños necesitan para subsistir a diario, como por ejemplo, los niños de África, que mueren a diario sin que nadie todavía hasta este momento, sea capaz de ponerle fin a un dolor semejante. Por ello es que mi vida ha estado siempre llena de profecía, porque no temo a la verdad, porque me importa un carajo lo que piensan los demás cuando Dios me inspira algún tema para escribir o componer con mi guitarra, por ello también, me producen nausea, tanto los seguidores como la persona misma de este energúmeno amante de los cochinos dólares, por inmorales, porque no existe un mezquino y escurridizo texto en toda la Biblia que pueda respaldar a un hombre de Dios, a decir que debemos enseñar a nuestros hijos a amar los dólares. Si eso es cristianismo, ¿entonces qué es la verdad?

Mimetizarse y dejarse respaldar por una institución sin producir frutos, aparte de ser un acto cobarde, es obvio que representa una manera de ser dentro de la esfera espiritual actual que te brinda, toda clase de comodidades, sobre todo en el ámbito de los valores, en de la conciencia, porque un hijo de Dios no debería depender tanto de semejantes torres de Babel, para ello es que Cristo nos dejó Su Evangelio, no el de Chaparrote, tampoco el de Edito Espinoza, ni el del mismísimo Witt, sino, el de la verdad, el confrontacional, el que terminó por llevarlo directamente a la Cruz. - ¡Ah pero a esta hora, a esta misma hora! ¿Quién desea hablar de dolor en el cristianismo si estamos llenos de cobardes; menos de la Cruz? Porque en buenas cuentas, el dolor simplemente fue extirpado del lenguaje de los cristianos, hace ratito, hace una montonera de años, porque para que farsantes y cobardes como Witt y otros semejantes a él, que viven lloriqueando cuando nos les falta nada que comer ni que vestir, que no deben interrogarse nada a la hora de elegir cuál o qué tipo de zapatos deberán comprar a sus hijos cuando llegue la hora de entrar a clases. Con parámetros de este tipo, igualitos a la Camila Vallejos, que luego de dirigir un movimiento estudiantil poderoso en nuestro país, simplemente resultó incólume, indemne, tanto así que fue elegida como un ejemplo para el mundo entero en cuestión de liderazgo y ahora, cuando muchos de esos estudiantes que sufren porque no saben si seguirán estudiando por habérseles negado su matrícula, ella viaja, placenteramente, financiada por un andrajoso partido político pasado de moda, dando charlas, lo más lejano posible de los que están sufriendo con todo el problema que generó “la revolución estudiantil.” Pues bien, con este tipo de parámetros, el dolor no cuenta, porque la historia no miente en cuanto a esto, la historia es demasiado honesta como para poner en duda la vida de verdaderos líderes que la humanidad ha conocido, como el pequeño pero extraordinario hombrecito de La India, Mahatma Gandhi, ¿sigo? Después mejor, porque ustedes mismos deben contar con una lista enorme de hombres singulares, a la manera de Cristo, que sí fueron y seguirán siendo fuentes de inspiración para millones de personas en todo el mundo, no como estos pelafustanes que ha producido la flojera actual de la fe, que basa toda su dinámica en el poder que te brinda el dinero y no en los frutos que debería producir el Espíritu Santo en el corazón de todo hombre que se jacta de ser un seguidor de Cristo.

No obstante, para producir esa clase de frutos, créanme, de verdad créanme, y por decirlo sé que no voy a ganarme un Grammy, los millones de Witt no valen nada, absolutamente nada, porque no hay un solo texto en todo el argumento evangélico que respalde a estos sinvergüenzas chupasangre que hoy día se han comido todo lo que estaba puesto en la mesa, dejando a una gran cantidad de hermanos mirando como ellos, absortos y totalmente concentrados en los dólares y no en los frutos del Espíritu. Esa es la verdad, la verdad que muchos de ustedes no se atreven a nombrarla ni a decirla, por ello me tienen a mí en este lugar, porque muchos de ustedes son unos cobardes, le tienen miedo a Dios, creen que Dios los va a castigar si le dicen ladrón y sinvergüenza a ese que lucra con la fe y con el Nombre del Señor, y si es así entonces, ¿para qué están los profetas? No me hagan reír, tengo claro que muchos de ustedes no osarían discutir una sola palabra con Dios por el respeto que dicen tenerle, sin embargo igual pecan, mienten, y hacen de todo cuando nadie los ve, lo miserable entonces no es que mientan, o que pequen, o que hagan lo que hacen cuando están solos, sino, hacer creer a lo demás que no quiebran huevos y que por lo tanto, postulan a ser los santos de los últimos días.

El cristianismo evangélico hace rato también que dejó de ser para mí algo confiable, no se puede cuando hombres supuestamente convertidos a Dios, hacen alarde de los millones que han ganado cantando alabanzas, ese acto cobarde que yo repruebo con toda mi alma, solo aumenta mi pena sabiendo que a diario los propios cristianos evangélicos de mi país, amparados por no sé qué poder, nos roban el pan de cada día cuando, sin permiso alguno, hacen uso de nuestra creatividad y por ello no pagan un solo peso, ello, en el campo valórico de Cristo, simplemente es ROBO, sí amigos, con cristianos que roban de esta manera, difícilmente podremos ver milagros como los que anuncia La Palabra, entonces, nos encontramos con una disyuntiva real y cruda que empobrece nuestros ministerios y que difícilmente podrá cambiar, los propios cristianos colaboran para que nuestros trabajos, costoso en lo moral y material, simplemente sean extirpados de Internet por los seguidores de Cristo y luego, hasta jactándose en sus face book, no cancelen ni siquiera el costo, ¿quién puede así?
Por ello es que no tengo miedo a decir todo lo que pienso, por ello no le tengo miedo a Dios, porque yo no reclamo solo por las cosas que le pertenecen a Él, sino que además, por esas cosas que a los cristianos les parecen triviales y sin valor alguno, esa es una de las razones que no me permite tomar en serio a los evangélicos de mi país, lo cuentan con humor, con risa incluso, porque ellos no piensan en nuestras familias cuando piratean nuestra música, en el costo que tiene el haber podido grabar un solo CD dentro de este podrido sistema, ellos creen a lo mejor que no comemos, que no nos enfermamos, que tenemos alas, ¿dónde la vieron? Todo esto es evangelio queridos hermanos, y por todo esto igual tendrán que dar cuenta, porque con este proceder, han empobrecido nuestras vidas un poco más cada día, razón por la cual, cualquier esfuerzo que hagamos para mejorar nuestra condición de vida, es insuficiente mientras los cristianos no solo dejen de piratear nuestra música sino que además, restituyan, pagándonos todo lo que nos han estado robando por mucho tiempo.

Finalmente, nosotros no somos mejores que nadie, yo lo tengo bien clarito, los cobarde nos están ganando, porque son los cobardes los que piensan que mejor es callar las cosas y no hablar de ellas, en tal caso, ¿qué cosas deberíamos los cristianos defender en este momento? ¿O por ser hijos de Dios y sentirnos amados por ÉL, eso no nos da derecho de decir la verdad como la sentimos? Sé que después de esto nada va a cambiar, todo va a seguir igual, sin embargo, en este pequeño trabajo, si hay algo de lo que sí me puedo hasta jactar, es de haber dicho todo, absolutamente todo sin pelos en la lengua, y ese, ese sí que es un acto liberador y lleno de hombría, otra cosa en este blog, no es posible.