Sunday, August 23, 2015

Cristianismo actual, sin vida profética.
































Y ese mar que tranquilo te baña ...



Simplemente destructivo, inclemente, inmisericorde. Esa es la forma en que la naturaleza, una vez más, ha golpeado nuestras frágiles realidades, haciéndonos ver pequeños, inexpertos, inexistentes, incapaces frente al modo en que las fuerzas de nuestro entorno natural, parecen estar condenándonos a la más absoluta destrucción de seguir en esta progresión apocalíptica. No obstante, para mí, no solo testigo de esta poderosa manifestación, sino que fuertemente afectado por ella, me queda la sensación de que la potencia con que esta vez hemos sido vapuleados por los drásticos efectos o cambios de un ecosistema que ya no soporta más el derroche y la irresponsabilidad del hombre, viene a ser para nosotros, La Iglesia de Cristo, una de las más evidentes formas de mensaje que nos da Dios, con respecto al clamor con que deberíamos estar enfrentando el tiempo que nos ha tocado vivir. Los meteorólogos, y todos quienes se encargan de leer e interpretar los signos y la dinámica de los vientos, el comportamiento del mar, y todo lo que se relaciona con el tiempo y sus efectos, eluden estos fundamentales conceptos que La Biblia, como un registro eterno del mensaje de Dios para el hombre, intenta mostrarnos desde la perspectiva espiritual, y sus consecuencias en la realidad social y económica de las naciones, las cuales se hayan insertas en la gran disyuntiva que nos ofrece el Antiguo Testamento, en especial, en el nacimiento, desarrollo, y caída del pueblo de Israel. Está claro que la vida espiritual para los hombres de ciencia, no tiene relación alguna con el comportamiento de la naturaleza, no hay razón para pensar que una catástrofe natural, pueda si quiera pensarse como un llamado de atención de parte de Dios para que la humanidad, cese en su afán materialista y consumista, La Biblia, en este sentido, corrige este error, cifrando todas las esperanzas en que alguna vez, el cristianismo, pueda servir al propósito de Dios, actuando proféticamente y dejando los rudimentos de la fe para los que empiezan, y no para una generación de personas que son herederos de una dinámica espiritual que ha debido sortear todo tipo de contradicciones a lo largo de la historia, y que por esta causa, muchos de los grandes defensores de la fe cristiana, tuvieron que entregar hasta sus propias y valiosas vidas.  

Si bien la acción o dinámica profética ha sido extirpada de la realidad de La Iglesia de Cristo, es inobjetable que el espíritu profético aún, permanece totalmente vigente y sin sufrir ningún tipo de alteración, por lo tanto, la cristiandad, algo debe rescatar de todos estos hechos, y como consecuencia de ello, debe comprender que el programa de Dios, tampoco ha sufrido transformación alguna, de manera que hoy día, viendo el contexto de los grandes cataclismos, huracanes, tifones o “temporales” como le han llamado a esta catástrofe, que están azotando a todos los lugares del mundo, incluido los cambios drásticos en la Tº del mar, la radiación solar y las enormes lluvias en donde nunca llovió, podemos decir con toda seguridad, que en cuanto a poder, no solo han aumentado en su proporción, sino que además, y sumado al desequilibrio del medio ambiente y todas sus impredecibles manifestaciones, el concepto apocalíptico de juicios e inconmensurables dolencias a la humanidad toda, ya se ha instalado como una realidad en este mundo, lo cual se torna preocupante desde la perspectiva espiritual, debido a que gran parte de La Verdadera Iglesia de Cristo, aún permanece en este mundo. Es inevitable, es imposible hacer como si lo que vivimos, nada tiene que ver con el testimonio profético. Entender que todos esos hombres pudieron, por Gracia e influencia del Espíritu Santo, vislumbrar nuestro tiempos, nos debería humildar, desde luego, ponernos en una actitud de ruego como lo advierte La Palabra de Dios, sabiendo que el tiempo ha sido acortado, de manera que LA VENIDA DEL SEÑOR A ESTE MUNDO, ya no se tarda más, por lo tanto, la lectura de todos los acontecimientos, tanto políticos, como de las grandes catástrofes de que hemos sido testigos en este tiempo, solo pueden estar diciéndonos que La Palabra de Dios, no miente, que el espíritu profético ha acertado una vez más, por lo que, la humanidad toda, una vez más, no llegará a comprender los verdaderos y profundos alcances que tiene semejante realidad, y lo que parece inevitable también, es que el propio cristianismo, sumido en las bendiciones materiales y en la arrogancia del disfrute de toda clase de oportunidades que te permite el sistema, tampoco logrará identificar o intuir el momento de La Venida de nuestro Señor a este mundo, como también claramente lo testifica la parábola de las diez vírgenes.            

Lo lamentable, es que el cristianismo hace mucho tiempo dejó de pensar y de vivir proféticamente, dando lugar a una forma de vida basada en las emociones y los sentimientos, olvidando que ese estilo de vida, ya fue rechazado u objetado por Dios en el pasado:

“Este pueblo de labios me ama, pero su corazón, está lejos de mí.”  
                                                                                   Isaías. 29 : 13

No se han tomado en cuenta entonces, todas las dramáticas llamadas de atención que hizo el Señor en todo el proceso que vivió Israel mientras hubo posibilidad de cambio, ello, nada dice a una realidad que se ha convencido que los sentimientos humanos, actuando como verdaderos filtros o catalizadores de nuestras vida espiritual, son capaces por sí mismos, sin tomar en cuenta el entendimiento, el discernimiento, y todas y cada una de las herramientas con que El Espíritu Santo nos ha dotado para percibir LA PALABRA ETERNA DE DIOS, de mostrarnos La Verdad Suprema de Dios para Su Iglesia en este tiempo, y sobreviviendo en medio de un mundo plagado de falsedades y de acciones satánicas enviadas directamente en contra del entendimiento cristiano. La Iglesia en tanto, se ha apoyado en este método, y ha descansado en todas las variantes que le ofrece la alabanza comercial y perfeccionista de la escuela y mercadotecnia norteamericana, incrustada en la vida espiritual y en la conciencia de los cristianos de hoy como un verdadero PERNO, sin tiempo para comprender ni discernir que los planteamientos bíblicos para nuestros días, son rigurosos y contradictorios en relación al modelo escogido por los Ministros actuales, ello simplemente confirma además, que el espíritu Apostata del cristianismo en tanto, tal como lo manifestó Su Palabra hace dos mis años atrás, procedería desde el interior del propio cristianismo y no desde afuera, es decir, la tecnología utilizada por Satanás, no fue percibida ni menos confrontada por la mayoría de los grandes defensores de la fe, a pesar de toda la máquina tecnológica y de los recursos con que se cuenta hoy para supuestamente, servir al Señor, produciendo esta clase de vida espiritual que ya ni respeta los fundamentos proféticos e históricos que traerán de vuelta al Señor de señores a este mundo.

La Iglesia entonces, la verdadera, la que urga, la busca, la que no se ha comprometido con este sistema, la real, la de carne y huesos, la que padece en medio de este desierto, la que aguarda en Su Bendita Palabra, la que se opone a la comercialización de la fe cristiana, sabe y reconoce quiénes son sus profetas y a los que debe oír, no tiene dudas en cuanto a la manipulación que se hace de nuestra fe, ella ha entendido que no son las dulces alabanzas que promueven los arrogantes comerciantes de la fe, las que traerán a Cristo de vuelta sino, “EL GEMIR CONSTANTE EN FORMA DE DOLORES DE PARTO” con que ya muchos de nosotros a diario, vivimos declamando para que Dios, tome finalmente en cuenta el dolor en el que nos encontramos sobreviviendo en este mundo. Así lo establece Su Palabra, por lo tanto, la sensualidad en la que se encuentran la mayoría de los expositores y cantantes de alabanza, apegados totalmente a los designios de este sistema, viviendo como ellos, cantando como ellos, no logrará embaucar el corazón de los verdaderos hijos de Dios, por supuesto que no, el diagnóstico del Espíritu Santo para este tiempo, no contiene sombras de dudas, EL RETORNO DE CRISTO A ESTE MUNDO, ES UNA COMPLETA NECESIDAD, seguir viviendo de este modo, alimenta la peligrosidad y el daño que el sistema, como una aplanadora espiritual, puede provocar a una realidad fuertemente golpeada por la indiferencia como es, La Iglesia desposeída, la de los Ministerios de fe catapultados al olvido, la de los hermanos sin trabajo, la de los hermanos abrumados por el costo de enfermedades que Dios no ha sanado, solo un botón como muestra, porque hablar de toda las perversiones en que ha incurrido el cristianismo actual, nos tomaría un tiempo que en este momento necesitamos para expresar, el enorme cansancio en el que muchos de nosotros ya nos encontramos viviendo, por causa de esta denigración en la que la realidad espiritual de La Iglesia Prostituta nos ha puesto, y por la actitud de indiferencia con que muchos buenos cristianos nos han catapultado a quedarnos en el más absoluto silencio y olvido.

Cristo no vuelve a este mundo entonces para resolver los problemas económicos de nadie, si Él ha de retornar pronto, será porque la sentencia sobre este sistema, ya ha sido efectuada, incluida la cristiandad de las bendiciones materiales y de la arrogancia espiritual. Ninguno de los grandes exponentes de La Palabra actual, habló del costo que significa para un cristianismo lleno de hermanos con profundos problemas socio económicos, mantener a Ministros como los que hoy día alardean de su claridad y transparencia para con el pueblo y con el Señor, es decir, nunca nadie que fue enviado por Dios para hablar a Su Pueblo, gozó de la grandeza y del apoyo material que hoy día el cristianismo da a estos espectros de la verdad, Cristo, en su afán de que La Iglesia comprendiera lo que vendría, habló de este tema, no lo ignoró, de manera que el verdadero hijo de Dios, pudiese tener en cuenta el significado de este mensaje, así que, una vez más, Ministros que han convertido el servicio a Dios en ganancias materiales, son especificados en Su Palabra como: LOBOS QUE ENTRAN AL REDIL PARA COMERSE LAS OVEJAS, O SIMPLEMENTE LLAMADOS, FUNCIONARIOS PAGADOS.

El mensaje de Cristo a La Iglesia de Laodicea en Apocalipsis, es determinante para comprender el fondo de esta realidad, no obstante, los señores Ministros, han evadido el fuerte peso de esta palabra, dejando como máxima, la importancia del diezmo, el cual seguramente, jamás llegará a beneficiar a los Levitas para los cuales fue creado, porque cualquier estudioso honesto de La Palabra Bendita de Dios, sabe que el diezmo y las ofrendas eran dedicadas a los que servían a Dios, en especial, a los Levitas, es decir, a los que ayudaban al transporte del Arca y se encargaba de todas las preparaciones en relación al servicio de los sacrificios, lo que quiere decir entonces, es que si hoy día podemos hablar de diezmos y ofrendas, ellas debieran a lo menos alcanzar a quienes de verdad hemos dejado todo por servir al Señor, y además, que lo que hacemos para el Señor, lo hacemos de manera Levítica, y no para beneficiar a quienes utilizan EL EVANGELIO DEL SEÑOR JESUCRISTO PARA MANTENER UNA CONDICIÓN PURAMENTE DE IMAGEN Y NO DE CONTENIDO O PROPÓSITO DIVINO.

¿Pero quiénes son los Levitas en la actualidad? ¿No somos acaso todos los que hemos dejado absolutamente todo para servirlo a Él? ¿No somos los que a diario vivimos consagrados para ejercer este tipo de realidad que la cristiandad ya ni siquiera nombra?

Entonces:

¡Alguien roba, alguien está usufructuando de lo que nos pertenece!

Por ello Cristo, en el mensaje a las iglesias, se encuentra a la puerta, por ello, Él no intenta una acción masiva, no pretende capturar la atención de todas las personas que se encuentran en esa realidad, su afán, tal como lo describe Su Palabra, es individual, Él siempre ha estado interesado en el hombre y todos sus conflictos, y no en la construcción de tal o cual realidad material de supuesto reino de Dios, por ello es que lo masivo, carece de importancia para Él, ya ha pasado ese tiempo de las grandes cantidades, y por lo tanto, ahora es el tiempo de intimar con ÉL, ello es que lo que cuenta para Dios en estos días, la calidad de nuestro cristianismo, el espíritu o el pensamiento cuantitativo aplicado a Su Iglesia, no tiene ninguna importancia para Él, el sistema religioso para el Señor, se ha corrompido, de manera que lo único que queda por hacer, es salvar a quienes aún esperan dentro de él por un acto divino. Eso explica el por qué Él se encuentra fuera y no dentro de Su Propia Iglesia.          
   
Los sinceros en tanto, como lo he dicho miles y miles de veces, son avasallados por grupos prepotentes que protegen los intereses de la organización, de modo que ninguno de ellos, ya sea en forma de cantantes, adoradores, escritores o lo que sea, se puedan acercar siquiera a estas realidades. Muchos buenos cristianos además, sorteando las enormes dificultades que ha presentado el sistema, se inoculan, abandonando el basural, quedando expuestos a la más absoluta lejanía, sin afectar ni un solo miserable espacio de esta verdadera dictadura de la mediocridad, ejerciendo en la lejanía, una especie de vigilancia en contra de esta estructura, pero sin entrometerse demasiado en lo que respecta a la acción en la cual la realidad organizacional se haya. Está claro que ni el propio Señor Jesucristo, escapó del juicio que se le impugnó por su responsabilidad en los hechos que cuentan los evangelios, pudiendo haberse eximido, tampoco sus profetas, ni menos sus Apóstoles, ellos nacieron para este tipo de causa, lo cual no explica ni apoya la conducta de los Ministros actuales en relación al estilo de vida que muchos de ellos han asumido, es más, si uno pregunta, ¿cuánto es lo que realmente se invierte en los hermanos que sufren necesidades, en relación a los millones que se gasta en viajes para pastores y en construcción de templos? La respuesta simplemente es elocuente. Esta sola interrogante, pone de manifiesto la dinámica en la que se encuentra la realidad espiritual actual, y de por qué ellos no permiten que personas como nosotros, con Ministerios sencillos, podamos expresar en sus reductos lo que pensamos de la fe cristiana, ellos prefieren inocular al pueblo y proporcionarles una forma de canto que no generé grandes interrogantes, de manera que los ministros de Dios, sigan, en muchos de los casos, capitalizando millones y millones de pesos en nuestra realidad chilensis, gracias al silencio en el que han postrado la conciencia de un pueblo generoso. En tal condición, nosotros, los pequeños Ministerios que tiene Dios aun sirviéndole por amor en esta tierra, quedamos prácticamente sentenciados, observando cómo, una realidad espiritual que se jacta de su cercanía con Dios, es capaz de practicar la injusticia y de poner al servicio de los hermanos, una forma de creencia que no aprende absolutamente nada acerca del valor de los MINISTERIOS DE FE, los cuales, indefectiblemente, y para bien de los capitalistas de la fe corrompida, tendemos a una inobjetable, DESAPARICIÓN, porque con esa cantidad de diezmos y de ofrendas, bien se podría ayudar en algo a estas pequeñas realidades, pero no quisieron, no creyeron al llamado de Dios, así que el peso de la justicia de Dios, en algún momento, tendrá que caer sobre estas realidades, al igual como sucedió con Israel Su Pueblo. ¡Es inobjetable!

¿A dónde van a parar los grandes diezmos entonces, las grandes ofrendas?

¿Qué espíritu mueve a los hermanos con buenos recursos económicos a depositar sus ofrendas en realidades en donde no falta nada pero de nada?

¿Se les ha enseñado a ellos que existe en nuestro país hombres que lo han dejado todo por causa de Cristo, y que sí necesitan del apoyo de La Iglesia de Cristo?

¿Han sido capaces de ello los Ministros de La Prosperidad, o simplemente han obviado el tema, como siempre?

Para mí está claro, ya no queda tiempo para construir más templos en la tierra, lo que se ha corrompido, es el corazón del cristianismo; en lo cual han ayudado fielmente los propios Ministros y hermanos que nada hacen porque la situación cambie; de manera que con más templos, no se corrige el problema ético, valórico u espiritual que nos ha dejado esta novedosa forma de embaucar seres humanos o de esclavizarlos a costa de culpas a los demás. Ya no más plata para templos, el verdadero templo es el ser humano, y no lo quieren reconocer, no quieren hacer el verdadero trabajo que El Señor nos mandó a hacer, y que es, salvar al ser humano que necesita a Cristo, por ello, seleccionan a las personas, por ello discriminan a quienes entran en sus congregaciones, no cualquier individuo puede tener acceso a estas grandes aspiradoras de conciencias, por ello existe además, congregaciones para gente de escasos recursos, como también, las de altas esferas, dedicadas a gente con recursos económicos suculentos, es decir, las pragmáticas. El dolor en tanto siempre será el mismo, la tragedia, la misma de siempre, por un lado, los que permanecemos despiertos, y que por estarlo, somos maldecidos, y por el otro, esa inmensa fila de seres humanos dispuestos a creer cualquier cosa con tal de que sus dolencias puedan ser aminoradas. Por ello creo que un verdadero Ministro de Dios, siempre ha de decir la verdad, por lo menos esa es la premisa bíblica, no obstante, muchos buenos ministros deben transar para permanecer dentro de esta capsula de tiempo en la cual nos tiene Dios, hasta el día en el cual Él regrese, para ello, la manera en la que podemos colaborar a Dios, es diciendo la verdad, como acto primero, es inevitable, luego, ser capaces de desertar de cualquier tipo de realidad espiritual que vaya contra los dictados de La Palabra de Dios, y para ello, se necesita de mucho valor, valor para reconocer que uno ha sido engañado, y luego valor para poder levantarse y seguir luchando tal vez, desde la clandestinidad como lo he venido haciendo yo desde hace mucho, pero mucho tiempo. Adherir a una causa como esta, también te libera, de todos los que quieren hacer de nuestras vidas, solo reproducciones, semejantes todas, como clones, lo que constituye dentro del plano de Dios, en una verdadera aberración, porque cuando Dios hace algo, lo hace diferente a todo lo que existe. La pregunta entonces cae por su peso, ¿seguirás dando tus diezmos a quienes no lo necesitan para sortear verdaderos dramas de vida por servir al Señor en este tiempo?
El evangelio ha caído en manos de corruptos, de gente que es capaz de ignorar el drama que vivimos muchos en este mundo, ¿por qué no han sido capaces con todo el dinero que han recibido, de hacer una cooperativa para ayudar a todos los que padecemos enfermedades graves por ejemplo? ¿Por qué, habiendo tanta bendición material, no se ha creado ningún tipo de oficina o departamento que se encargue de ayudar a todos los hermanos que por causa de la manifestación de la naturaleza, lo han perdido todo? Les voy a contestar yo mismo la razón queridos lectores, porque no nacieron para ello, por ello además, dice Su Bendita y Sagrada Palabra, “… que las prostitutas y los borrachos van primero…”. Cada uno de nosotros tiene responsabilidad en todo esto, no se puede evitar que lo escrito en este pequeño espacio, también sea Palabra de Dios, de ningún modo, nosotros, los Ministerios de fe que quedamos aún, seguiremos dando la batalla como decía el Apóstol Pablo, hasta morir, no trepidaremos en dar a conocer las grandes verdades del Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, no hacerlo, sería una deserción de este porte, y además, convendría a todos los que esperan que nosotros, los del tercer mundo de la fe cristiana, algún día callemos esa Poderosa Voz que nos dio El Señor Jesucristo antes de Su Partida. Esperamos con anhelo entonces, Su Pronto Retorno, ¿quiénes más que nosotros estamos interesados que El Dueño de la hacienda, se haga cargo pronto de todos los dramas que han acontecido mientras Él Se Ausentó?


¿O piensan también como los demás que lo escrito, no se ha de cumplir? 

Sunday, August 09, 2015

Los Cerdos de la prosperidad engordados por La Iglesia de Cristo.


Es en el desierto entonces, en donde Israel debió haber aprendido las mejores y más importantes lecciones, allí, en ese enorme espacio, bajo el alero de Dios, fue tratado en lo más íntimo de su carácter, Dios no iba a permitir que los estragos producidos por la esclavitud en sus corazones, terminara por hacer fracasar sus verdaderos planes, eso pone de relieve la implicancia   que tuvo para Dios, la toma de decisiones mientras dirigió sus pasos por esa inmensa soledad. Llevarlos a la Tierra de la Promisión no iba a ser fácil, de ningún modo, todos los elementos que habrían de participar en esta epopeya, aparecen en nuestras biblias, y por lo tanto, no son en absoluto desconocidas para la cristiandad, así que el drama de la Nación en cierne, no se ciñe en absoluto a imágenes superpuestas o de alguna otra naturaleza, como que si el hecho en sí no hubiese ocurrido, las especificaciones de esta dramática experiencia, serán las que tomarán los profetas en el futuro para dar a conocer a Israel, La Nación de Dios, las infinitas razones que tuvo Dios para declararles que ese momento, allá en la expansión y lejanía del desierto, cuando Él los tomó como un especial tesoro, ha dejado de tener valor, y no porque Dios haya dejado de amarles, por ningún motivo, como lo explican estos valiosos instrumentos de Dios, los profetas, es el propio Amor de Dios, declarado como un esposo a una mujer infiel, Israel, el que también conmoverá el corazón de Dios para perdonarles y después, a través de un proceso doloroso, volver a poner a Israel en el centro de toda expectativa espiritual y profética, no sin antes proporcionar al mundo entero, en especial a La Iglesia de Cristo, de una historia incomparable de Amor entre Dios y Su pueblo.

Es por esta razón que la implicancia que ha de tener el mensaje profético para la cristiandad en el día de hoy, reviste el carácter de “trascendente”, son los profetas como Amos, Habacub, Isaías, Jeremías, etc., quienes se encargan de asumir el costo ético por una realidad afectiva entre el creador y sus criaturas, es decir, entre Dios e Israel. Ellos en tanto, toman las diferentes variables de esta relación, y a través de imágenes poéticas, cargadas de sentimientos y múltiples expresiones del alma o del ser, acuden hacia el dolor más estremecedor, y nos dan a conocer la inmensa soledad, ya no de los hombres que viven la ausencia del amor, sino que por el contrario, los que rodeados por una clase de Amor Incomparable y Eterno, no han sido capaces de percibir la enorme misericordia con la cual, el Dios que los llamó desde Egipto y luego los guio por el desierto para traerlos hasta Canaán, hoy día se encuentra sufriendo por la infidelidad con que ellos han respondido al llamado de Su Hacedor. Israel, en su pecado, carece de discernimiento para comprender la ilimitada forma de perdón que hay en El Señor cuando, el corazón abatido, es capaz de humillarse frente a Su Redentor, lo cual explica el que estos iluminados de la historia como son los profetas, tengan que pagar hasta con sus propias vidas por el rechazo de Israel a esta prerrogativa de una forma de Amor incomprendido y denegado a un Dios que día a día, solo quiso el bien para ellos y sus descendientes, no obstante, no estaba en los planes de esa nación el que Dios, con la misma energía que los amó y los bendijo, les hiciera desde el momento en que abandonaron Egipto hasta establecerse en La Tierra Prometida, una serie de demandas relacionadas con la obediencia y los planes de Dios con respecto a ellos mismos y a las naciones que habrían de ser alcanzadas a través de ellos por Misericordia puramente divina, Israel no fue capaz de comprender que Dios, es Un Dios de Carácter, de principios, de valores, de Propósito y por lo tanto, como creador, conoce la naturaleza humana y la imposibilidad que tenemos los hombres para mejorar nuestros caminos por nuestra propia voluntad, de manera que, casi todo el Antiguo Testamento, basa su experiencia en imágenes conmovedoras y otras sumamente fuertes, incluso sangrientas cuando la experiencia humana no permite que la claridad de Dios, o la inspiración de Él, en la persona de los profetas, pretenda a lo menos iluminar el corazón de los hombres, y de esta forma, evitar el sufrimiento en todas sus formas.

Pero la narrativa escritural, no nos permite otra cosa que estremecernos frente a semejante expectativa, los profetas, son hombres elegidos Personalmente por Dios, han sido extraídos desde la multitud para cumplir con el rol que Dios les asignara, muchos de ellos con grandes e inevitables dramas en sus propias vidas, otros simplemente, declarándose incapaces frente al mismísimo Dios, para ejercer el Ministerio desde el punto de vista humano en el que ellos se encuentran, como el caso de Moisés. Pero bueno, son los profetas en tanto los que nos dan a conocer, de qué o cuál manera el pecado de Israel, ha dañado la relación y confianza de Dios en ellos, como interlocutores, está claro que ellos tuvieron que experimentar en sus propias vidas con el Amor profundo de Dios, de manera que la reflexión o la figura que habrán de utilizar para declarar a Israel su pecado, lleve una enorme carga emocional y por supuesto, una relativa a las razones y explicaciones que dan forma al juicio o castigo de Dios por el abandono de ellos a los Pactos establecidos con Su Persona. Israel en tanto, como experiencia espiritual, nos sumerge en un itinerario fantástico, a veces dulce, piadoso, tierno, no obstante, con la misma ternura con que a veces es tratado por Dios, también debemos tener claro que a Dios, no le tiembla la mano cuando se trata de ponerlos en el lugar que corresponde, y en este aspecto, podemos decir con toda seguridad, que el mismo Dios que guió los destinos de Israel en su proceso por el desierto, inevitablemente es el mismo que ahora dirige nuestros destinos, no existe otra prerrogativa que pueda hacernos cambiar de idea, Dios no ha cambiado, Su Palabra asegura que Él es el mismo de ayer, de hoy y de siempre, así que por lo tanto, la invocación profética, ya no se trata solo de ideas con respecto a Israel solamente, sino que ahora se añade Su Iglesia, es decir, nosotros, los cuales estamos siendo alcanzados por Él, a través del trazado profético y por medio de la Obra intercesora del Espíritu Santo, un recorrido que no obvia las enormes implicancias del tiempo que nos ha tocado vivir, por el contrario, lo contempla, es la forma en que Dios trata con los suyos, y por lo tanto, el carácter de Su Llamamiento y la respuesta que Él demanda, no ha sufrido, a pesar del mundo virtual en el cual se halla sumida la cristiandad toda, ninguna clase de variantes, son los cristianos los que piensan que, debido a los cambios que hemos sufrido en estos milenios que lleva la humanidad recorrida, Dios también ha cambiado en Su trato para con el hombre.

El espíritu del Profeta por consiguiente, no ha desaparecido, por ningún motivo, aunque la cristiandad actual haya pretendido hacer como si La Gracia iluminadora del Espíritu Santo, ya no tenga ni la fuerza ni el interés en tocar nuestras fibras del alma, tal como lo hiciera en el pasado con nuestros antecesores, o peor, que para ser tocados o tratados por Dios, Él necesita de toda una súper estructura comercial y económica como lo hace la industria de fe norteamericana y todas sus meretrices, quienes postulan semejante incredulidad, son los mismos a quienes apunta la reflexión de Su Palabra con respecto a las interpretaciones que hoy día han dado a una gran cantidad de textos y pasajes importantes de La Biblia. En su afán carroñero, el espíritu profético ha sido desplazado, una vez más, como lo hizo Israel con los Profetas que Dios levantó para hablarles, los religiosos modernistas actuales, saturados de elementos tecnológicos como Tablet, celulares, y otras más, ni siquiera comprenden la importancia o el valor de LA PALABRA, hoy día, como una caja de cigarrillos, La Bendita Palabra de Dios, por comodidad, se puede llevar en un bolsillo, causando un daño irreparable a la imagen o al carácter que Dios ha tratado de imprimir en nuestras conciencias de Su Propia y Bendita Palabra, la comodidad, hija y baluarte de la prosperidad, en este caso, logra suplantar la preparación que debe tener todo cristiano que hoy día se haya enfrentado a tan difíciles contextos, proporcionándonos una forma de estudioso Light que, a pesar de manejarse con estas nuevas tecnologías, no es capaz de comprender la profundidad de estos escritos heredados por nuestros antepasados de la fe, realidad que suministra a nuestras vidas, un formato de cristiano que con solo el toque de sus dedos, es capaz de introducirse a la realidad bíblica y profética.

Está claro que en este sentido, los propios Ministros de Dios son los encargados de desvirtuar el valor de la enseñanza bíblica, acudiendo ahora, cuando utilizan el púlpito, ya no con el LIBRO para compartir la enseñanza misma, sino que por el contrario, con un tipo de tecnología que no nos advierte acerca de las grandes diferencias éticas y espirituales que existe, particularmente, cuando se trata de Su Bendita y Eterna Palabra, frente a cualquier otro uso que se da a esa clase de tecnología, nivelando el mensaje de Dios, ahora como si se tratara de cualquier mensaje, y ya no como un elemento específico de la Bondadosa y Reveladora Gracia de Nuestro Señor para la salvación de nuestras almas y el crecimiento espiritual, pasa de este modo a ser La Biblia, un elemento más dentro de los muchos que tiene un celular u otras tecnologías, lo que a mi modo de pensar nos da a conocer como evidencia, la liviandad con que el cristianismo actual enfrenta el mensaje Eterno de Su Palabra. Entonces, son ellos, los señores Ministros de Dios, los que no desean que el contenido de la verdad profética, presente en nuestras vidas, pueda alcanzar sus protegidas realidades, de manera que la cristiandad toda, sepa y tenga claro que la empresa en la cual han convertido el camino de la fe, no tiene ni ha tenido jamás, el carácter de una realidad fuertemente intervenida por una Conciencia mucho mayor que el estilo de vida impuesto por los arrogantes defensores de la Alabanza actual, y por supuesto, sin dejar de lado a los profesionales de la predicación comercial.
Los profetas actuales en tanto, no logran penetrar a pesar del fuerte respaldo de Dios, semejantes murallones de incredulidad, ellos se ven obligados a renunciar o tal vez a escoger algún modo que les permita, con mucha inteligencia, atravesar el amasijo de orgullo que los propios Ministros han construido, para hacerles llegar el mensaje de parte de Dios, ya no de que Cristo Vuelve Pronto, sino que, para aclararles que la última y más dura prueba para el cristianismo desposeído de verdades y conciencia de lo eterno, se haya a las puertas, y que no será el enorme conglomerado de personas abducidas por las artimañas de una Babilonia forjada en las escuelas del saber bíblico norteamericano, el que llegará a alcanzar las firmes y perfectas promesas hechas por el mismo Dios que en la antigüedad fue rechazado en Su Carácter de formador por el pueblo de Dios, sino que tan solo será, un pequeño REMANENTE, SI, UN PEQUEÑO REMANENTE sacado de una forma de cristianismo que, a través del sufrimiento y las disyuntiva con que la propia realidad espiritual trató sus vidas, mientras sobrevivió en esta tierra, el que Jesús, nuestro Señor y Salvador, viene a pronto a buscar, no a las industrias de fe comercial, no a los adictos a la fe virtual, no a los que perseveran en menoscabar la importancia de nuestras sufridas realidades, por el contrario, Dios ha establecido ya de antemano, quiénes son o forman parte de Su Iglesia, y por consiguiente, no está en la mente ni propósito de Dios, dejar fuera de tan importante evento como su Retorno, a los que, por causa del Reino y del mensaje de La Cruz, lo dieron todo en este mundo.

Fueron entonces las verdades dichas en el Nombre del Señor por lo profetas, recuerde, ellos decían: ¡ASÍ HA DICHO JEHOVÁ!, lo que determinó el destino de estos valientes defensores del Derecho de Dios, ¿de cuál derecho se preguntarán? Pues bien, del derecho de gobernar a quien Dios creó, eligió y luego Llamó para que le sirvieran delante de las demás naciones. Dios, en Su Eterna Sabiduría, no Llamó a Israel solamente para mostrarles la libertad y el valor de ella, sino que además, para que en el tiempo que duró el proceso de liberación y luego de caminata hacia la Tierra Prometida, La Nación hebrea comprendiera qué clase de Persona era Jehová, y que al comprender, Israel fuera capaz de hacer lo que Dios les mandó que hicieran. Una tarea realmente incomprendida por los judíos, a pesar de los escritos, a pesar de La Ley, a pesar de Los Mandamientos, Israel fue capaz de evadir los planteamientos de Dios al convertir, un trayecto de solo un par de meses o semanas, en cuarenta años de caminata por un desierto agónico y áspero. Ello debe tener un valor profundo para nuestra fe cristiana, porque en medio de este enorme desierto que llamamos mundo, estamos nosotros, nosotros que en la actualidad, luchamos para sobrevivir, y para que la realidad en la cual estamos inmersos, no termine por destruirnos y hacernos desaparecer, como quisieran muchos de los desertores que hoy día ha producido el cristianismo de la indiferencia, porque al parecer, de eso se trataba todo, de deserción, de abandono, de no mirar al que está a nuestro lado, por el contrario, al igual que Israel en el pasado, el cristianismo en su forma más legible, ha logrado que los principios o postulados de Dios, solo sigan siendo parte de un tiempo histórico, pero que en la realidad, en nada puedan afectar nuestras experiencias de vida, o por lo menos, ¡ciertos aspectos nada más, nada demasiado profundo, no hay para qué sumergirse tanto en algo que ya pasó, total, ya somos salvos!

Pero dentro de esta realidad, como lo he venido planteando claramente, por un lado se encuentran los que ya no dan más de gordura, apenas respiran, porque el sistema los ha diseñado así, llenos y rodeados de bendiciones, henchidos de diezmos y de ayudas materiales que provocan dentro del pueblo de Dios, desigualdades económicas y sociales peores que las que vemos a diario en el mundo sin Cristo, estos son los que se han encargado de capitalizar en cuentas bancarias, todo el recurso que muchos de nosotros necesitamos para ejercer nuestros sencillos Ministerios. Por otro lado, estamos todos nosotros, los pequeños Ministerios de Dios, los ridiculizados por la fe prostituida de la arrogancia moral, que a pesar de la fragilidad de nuestras realidades, somos capaces de hacer verdaderos milagros con la escueta y muy precaria ayuda que recibimos de Dios y sus fieles, juntamos las monedas para calentarnos en invierno, o simplemente para cancelar nuestras deudas y continuar sobreviviendo, nada más. Es lo más cruel que me ha tocado ver en toda mi vida, lo más patético, lo más denigrante, el ser testigos de Ministros que ya no pueden más de tanto engordar, que a pesar de las grandes y dramáticas realidades por la que atraviesa el mundo entero, hambre, frío, deudas, niños en las calles, prostitución, tráfico de drogas, micro tráfico, delincuencia juvenil, catástrofes naturales inconmensurables, solo por nombras algunos estigmas de esta sociedad, ellos aún siguen ignorando el peso de la realidad, y lo verdaderamente vergonzoso para todos los que amamos al Señor, es que esta clase de patéticos comerciantes de la fe, sigue siendo bendecido por una clase de cristianismo pusilánime y defensor de cantantes que en nada han aportado a la reflexión siquiera de nuestra fe, la cual ignora, voluntariamente, el valor y la luminosidad que nos ofrece La Palabra de Dios, cuando en sus aspectos más fuertes con respecto al enriquecimiento y a las prohibiciones éticas que demanda Su Palabra para que un Ministro de Dios, no acceda a semejantes perversiones, es capaz de condenar a quienes operan en el mundo de la fe de esta manera. El ruego constante, la labor profética que ejercemos en bien de nuestro pueblo, pasa inadvertido entonces por estas aspiradoras de conciencias y de DINERO, A DESTAJO, SIN LÍMITES NI ÉTICA, ya ni siquiera son consideradas nuestras plegarias, ya ni siquiera son tomadas en cuenta nuestras vidas, carecemos de todo, mientras, ellos son capaces con los diezmos que en su contexto bíblico eran utilizados para otros propósitos, de cambiar autos, de viajar, darse ciertos lujos y hasta ignorar La Voz Profética que no deja de vibrar en aquellos oídos que sí han comprendido el valor bíblico de nuestra fe cristiana. Por ello pienso, ¡si esto que vemos a diario era el Reino que el Señor ofreció, entonces yo no quiero ser parte de semejante realidad, prefiero el mundo, allí he encontrado más conmiseración por mis problemas que dentro de la realidad de La Iglesia de Cristo! Es doloroso por lo tanto, ver la condición actual de un cristianismo que ha basado toda su experiencia en sensaciones y toda esa porquería que los MINISTROS DE ADORACIÓN, HAN UTILIZADO para embaucar al pueblo de Dios, porque todo aquello, distante de la pura verdad de Dios, no permite al cristianismo darse cuenta de los peligros en que se encuentra hoy, no hay que ser profeta o haber nacido iluminado para darse cuenta que esta forma de cristianismo, a pesar de la inmensa crueldad con que nos definen y nos ignoran los desertores, tiene sus días contados, desde luego que sí, y esto también es Palabra de Dios, porque los verdaderos culpables de esta tragedia, no hay que cavar muy hondo para darse cuenta quiénes son, o dónde se encuentran, los propios Ministros, agazapados en esta forma de crueldad espiritual sin igual en la historia, son los encargados de dictarle al pueblo de qué modo y a quienes hay que bendecir, esa es la razón de por qué existe Ministerios en la realidad que ya no dan más con las bendiciones, mientras, personas como nosotros, como mi familia, que a través de grandes sacrificios aún tenemos fuerzas para servir al Señor de señores, nos vemos a diario impedidos, debido a la indiferencia con que somos tratados por la cristiandad actual, a defender nuestra fe cristiana con mucho más rigor. Mientras tanto, he entendido que si no puedo trabajar con mis propias manos, que ni siquiera he podido levantarme para servir con todas mis fuerzas a Dios, no es porque estoy en pecado, “cretinos de la prosperidad”, lo aceptaría si ignorara qué clase de personas son ustedes y de qué están construidas sus vidas, pero como yo tengo otra naturaleza, diferente a la de ustedes, porque un día si conocí Personalmente al Autor y Consumador de nuestras fe, sé que ha sido Él, el que me ha puesto en tal condición de indefensión, solo para que nada de lo que salga de Dios en mi vida, pueda servirme como para arrogarme algún derecho, no obstante, no son las riquezas como el oro, la plata, o La propia Gloria de Dios lo que Redimió a la humanidad en la Persona de Cristo, sino que, su humanidad quebrantada por las heridas que le provocamos con nuestros pecados.

53  ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?
Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le deseemos.
Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.
Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.
Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.
10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
Isaías 53

El cáncer espiritual del cual se haya afectado una gran parte del cristianismo actual, no es el que hoy día aqueja a mi cuerpo o a mi alma, y doy gracias a Dios por ello, lo mío es una enfermedad incurable que Dios, al igual que El Apóstol Pablo, no ha querido curar, solo para que los demás me vean doliente, sufriente, con aflicción buscando Su Presencia hasta el día en que Él Venga a buscarnos. Los profetas de Dios en este tiempo, son los que me han dado fuerzas para seguir luchando, ellos, con el testimonio de sus vidas y de lo que debieron soportar por causa de Su Palabra, me han inspirado para cuando llegue el momento en que Dios, El mismo Dios de La Misericordia, me levante de esta condición y me permita servirle con toda la fuerza del alma, que es lo que más anhelo, por lo tanto, estamos en sus brazos, sé que muchos quisieran ayudarme a sobrellevar esta inmensidad, pero Dios no lo ha permitido, otros simplemente, sabiendo de mi estado, se han dejado llevar por la indiferencia, no obstante, y gracias a Dios, los fieles a Dios primeramente, y luego, los que se acordaron de mí en esta circunstancia, sean bendecidos por Él, porque cuando un Ministerio como el nuestro, no recibe de la ayuda para subsanar todas las inclemencias propias de una condición como esta, está pronto a desaparecer, pero Dios, una vez más, no lo ha querido de este modo, a pesar de los desleales de siempre, a pesar de los desertores, El Señor, El Dios de toda Sabiduría, tiene todavía el control de nuestras vidas, y seguramente, algo más tiene que decir a través de esta sencilla pero persistente existencia en ÉL. Tal vez por ello es que aún nuestras vidas no se resuelven en su aspecto material, no obstante, si la realidad de la Iglesia se comprometiera con esta clase de Ministerios y dejara de apuntar con sus diezmos y ofrendas a quienes ya no dan más de gordura, les aseguro que otra sería la historia, otros los sueños y planteamientos, dudo que El Señor esté protegiendo y bendiciendo a esta clase de desertores, lo dudo tenazmente, Él no persiguió ni respaldó con Su Vida esta forma de plagio de la verdad, Él abogó en su corta vida en esta tierra, para que todos los que de verdad le amaron y le sirvieron, pudiesen alcanzar también las bendiciones, lamentablemente, hoy día el mensaje de Cristo ha sido vapuleado y usurpado, de manera que los buenos diezmos y las ofrendas, caigan por montones en donde puedan ser usados para otros diferentes fines, diferentes para lo que inventado. A muchos se les olvida que El Señor inclinó su corazón por la necesidad, por ello dijo lo que dijo, de otro modo, los comerciantes actuales de la fe, tendrían razón para no ser cuestionados, sin embargo, esto también es parte del mensaje de Cristo, las últimas sentencias al respecto lo dejan claramente establecido, evadir el sentido y la exposición de Su Mensaje, resulta en estos momentos para mí, en un enorme subterfugio que solo traerá a esta forma de cristianismo, desolación, tristeza y una angustia incomparable por haberse desviado del verdadero y único Evangelio de Salvación.