Saturday, December 27, 2014

El Cristo que se resiste a desaparecer.

El amor incondicional hacia un Dios Supremo como Jehová en La Persona de Su Hijo Jesucristo, es lo que me ha llevado a persistir en esta vida en la condición en que me encuentro, ello, por supuesto, cuando se trata de la vida espiritual, porque en la realidad humana, son muchas también las razones que me dan fuerza para soportar toda clase de inconvenientes relacionados con el dolor. Sin embargo, es claro que quienes no padecen ninguna clase de mal crónico o alguna enfermedad que te va quitando la vida de a poco, como el cáncer, o cualquier otra enfermedad, es obvio que no pueden entender a quienes diariamente detrás de profundas dolencias, hacemos esfuerzos hasta sobrehumanos por conservar los valores y principios que nos han sido enseñados de nuestra fe cristiana, es inevitable que exista esta clase de personas, es claro además, que muchos de ellos, viven también indiferentes al Llamado de Dios en relación con el sufrimiento, es más, lo evitan, logran sortear con una sapiencia casi delictual cada uno de los tantos llamados de atención que hizo Jesús en relación con la congoja y las amarguras humanas, ellos, por una cuestión de simple economía espiritual, no serían capaces de comprender que el sufrimiento del Señor duró apenas unas cuantas horas, a diferencia del nuestro, que en muchos de los casos, dura casi toda una vida.

Los cobardes, a mi modo de pensar entonces, no son quienes están dispuestos como yo incluso, a renunciar a su fe por causa de los ineptos que hoy día llenan y llenan las filas del llamado Evangelio de La Prosperidad u otras castas más, de ningún modo, es ahora cuando el carácter oriental de la fe cristiana, logra tocar profundamente las fibras entrecortadas de mi interior, para llegar a provocar en el, una profunda necesidad de alcanzar al Cristo que subía a los montes a orar, y no a esa patética figura de un cristo que la religión actual, ha alzado como una imagen que debemos reconocer y adorar, sin mediar ningún tipo de reflexión o necesidad superior. El valor que adquiere uno cuando debes lidiar día y noche con una enfermedad que te corta la vida, por supuesto que no es tema para los grandes profetas de la mediocridad espiritual que han centrado todo su mensaje en el ya conocido y repetido tema del dinero, tampoco podrían entender que Jesús se pasó el corto tiempo de Su Poderosa vida, sanando enfermos y expulsando demonios, de manera que es difícil encontrarse en nuestra realidad con parámetros semejantes, uno mira el panorama y solo advierte la presencia de avaros, cristianos inmersos en sus deudas, viviendo de sus esclavitudes, sobreviviendo y apenas alcanzando a comprender que el valor de la vida en Cristo se encuentra en el amor al próximo, y no en lo puramente individual y egocéntrico como la vida que te ofrece el marketing actual. Con una perspectiva de vida semejante, estas personas no son capaces de dar un solo paso importante en sus vidas espirituales y morales por defender de verdad la vida cristiana de quienes deben pagar el costo más grande para que los demás, puedan disfrutar sin culpa alguna de las delicias que este mundo y este sistema corrupto a diario les ofrece. 

El culto al dios oriental Krishna en tal circunstancia, poco o nada tiene de malo cuando medimos o comparamos la condición del cristianismo actual, en relación a la manera como hemos entendido el dolor humano y la forma en que debemos tratarlo, porque una sola oración por el que sufre, simplemente no sana y ni siquiera puede acercarte un milímetro a lo que en verdad necesita un enfermo Terminal o crónico. La Palabra de Dios nos muestra con suma crudeza al verdadero Cristo, en ello no hay objeción alguna, el cristianismo en cambio, el de los Apóstoles actuales, el de los profesionales de la fe, el de los cantantes que ganan cifras millonarias por cantar alabanzas, el de los cristianos que ni siquiera son capaces de cuestionarse estas realidades corruptas de fe, está en decadencia hermanos, y se encuentra en decadencia no porque El Cristo de Las Escrituras haya errado en Su Propósito, de ningún modo, el problema se gesta en la necesidad que mueve a los próceres de la fe actual, y en la medida que ellos eligen para concebir al personaje central del cristianismo que es Jesús. Allí, es donde a mi modo de pensar, se encuentra el cisma o el punto de inflexión, no hay otro, porque para el cristianismo de las sutilezas actual, resulta mucho más económico y practico a la vez, aceptar la realidad de un Cristo no relacionado con las dolencias humanas, el costo por seguir a un personaje de estas características, vuelve a los seguidores absolutamente predecibles, sin poderosos fundamentos en el área valórica y espiritual como para discrepar con el sistema, ni con la mediocridad espiritual envasada que llega a nuestras realidades desde distintos puntos de la tierra. El hecho asume ribetes de tragedia cuando los enfermos, centro de toda aspiración ética en el mensaje de Cristo, dejan de tener importancia en los mecanismos que posee la religión cristiana actual para hacer y reflexionar la vida de fe.


Las horas de oración y de reflexión en los montes, el alejamiento del Señor de los suburbios para hablar y conversar con Su Padre, su estilo de vida absolutamente austero y oriental, cumpliendo con todo el rigor de una circunstancia colapsada de ritos, hizo de Su Mensaje y de Su Vida, una posibilidad cierta para los que esperaban esa clase de  Mesías, y no otro, al igual que los que aún esperamos sumergidos en nuestras dolencias, no uno a la medida de los secuaces comerciantes norteamericanos, saturados de carroña, como los predicadores y encantadores actuales, un tipo de Cristo que no se sirvió de los dolores y esclavitudes de la gente para convertirse en Salvador del mundo, Él nació para ser un Salvador, no se formó para dar cuenta o amalgamarse con los religiosos de su tiempo, por el contrario, fueron ellos sus más grandes y poderosos detractores, a diferencia de los que sí recibieron el toque de su amor en forma de Sanidad divina, y quienes tuvieron esa fortuna, supieron que este Cristo, Jesús de Nazaret, era el anunciado por Las Escrituras y no otro, por ello dice Su Palabra:

Fui buscado de los que no preguntaban por mí; fui hallado de los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba Mi Nombre: Heme aquí, heme aquí.
Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos... (Isaías 65)

Este era el destino de un Mesías semejante, Él sabía de antemano que sus coterráneos no habrían de comprender su mensaje ni el poder transformador de Su Verdad.

Por ello es que muchos hermanos cuando leen mi Blog, me juzgan y me condenan sin conocerme, sin saber el por qué yo pienso de este modo. Otros más incautos aún, me ignoran, pensando que uno se gasta la vida escribiendo pura basura, no reconocen Ministerio alguno en tus palabras, no se dan cuenta que muchas de las líneas que han llegado hasta este trabajo virtual, han sido redactadas incluso desde las salas de un hospital, o cuando el rigor de la enfermedad te puede hasta quitar la vida. No, ellos no son tan valientes como para acceder a conocer a alguien que podría hacerlos hasta titubear un poco en su fe acomodada y mediocre, no señores, solo el que es valiente puede acceder a semejante mensaje, porque la verdad no solo es cruda en tal condición, sino que además, tiene un costo, y ese costo está relacionado con el cambio que Dios espera, opere en nuestras vidas cuando hemos oído un mensaje de esta naturaleza. Hay personas que se atreven a vivir esta experiencia profunda con EL CRISTO DE LOS MILAGROS, sin embargo, hay otros que adoptaron desde hace mucho tiempo atrás, una actitud de conformidad que no va a permitir absolutamente ningún tipo de cambio que pueda alterar el estado en que en la actualidad vive tal creyente, él, para tal condición, se ha preparado, se ha instruido, se ha capacitado, no está en condiciones de dar vuelta y ver todo lo que Dios desea que él vea, por su puesto que no, el costo simplemente por voltear a ver la verdad marginal, es absolutamente impagable.
        

Existe una infinidad de Cristos en el mundo entonces, existe los corporativos, los preocupados por el dinero, los incapaces de dolerse con los que sufren. Están también los intelectuales, que creen saberlo y comprenderlo todo, pero que jamás apuntan hacia la negación de su Yo, de un eterno Yo que solo conduce a la separación del hombre de los verdaderos deberes establecidos por Dios en Su Santa y Perfecta Ley. Pues bien, pero también existen los cristos más pequeños, como los marginales, los que aún se suben a los cerros a orar, y que buscan con un afán casi oriental la salud, o el bálsamo que precisan nuestros cuerpos para seguir luchando, esa clase de cristianos son irreemplazables, no hay manera de que el cristianismo de las profecías económicas y comerciales, pueda producir un solo y pequeño de estos importantes cristos, no queridos amigos, para ello, muchos tendrían que depender menos de los interlocutores mexicanos, colombianos y hasta argentinos para dar paso a la verdad pura de Su Santo Evangelio, y créanme, ello, en esta realidad contaminada, solo podría ser operado por Dios, y a través de un poderoso milagro que en mis parámetros, ya no es posible, no hermanos, no porque Dios no lo pueda hacer, sino porque cada uno algún día, deberá dar cuenta de su fe, es decir, de qué realmente fue capaz de defender en esta vida como valores cristianos, y en ello, Dios no puede hacer más que lo que ya ha hecho para salvarnos y llegar a nuestras vidas como es, enviarnos a Su Hijo Jesucristo a morir por nuestros pecados, y dejarnos Su Evangelio para entender qué es realmente La Verdad por Él proclamada hace a penas 2000 años atrás. 

Monday, December 08, 2014

Defendiendo lo que Dios nos ha dado.


Siempre he creído que hablar de las cosas que nos afectan y perjudican nuestra vida espiritual, para nada es fácil, pero siendo bien sincero, la verdad es que hablar de ellas no constituye para mí, ninguna clase de problema, el problema se encuentra en que la gente, la cristiandad en especial, a la cual yo tengo por Misericordia del Señor, la posibilidad de llegar con mis cantos, pueda aceptar que en un formato auténticamente nacional, El Dios de toda La Misericordia, El Eterno Dios del cielo y de todo lo que existe en el Universo, pueda decirnos algo con respecto a nuestras deficiencias o debilidades, utilizando como medio para transmitir ese mensaje, nuestras pequeñas y siempre criticadas vidas, tal como si nosotros fuéramos un parlante, eso es lo realmente complicado en todo este problema, más aún en un país que no perdona absolutamente nada a un ente reflexivo que solo intenta cumplir con la demanda que Dios le hace a diario, porque aunque uno haga todos los esfuerzos para que el lenguaje y el estilo con que nos expresamos, sea el adecuado, a pesar de ello, a pesar del esfuerzo, la conclusión es que los chilenos, y en especial los cristianos, nacemos sabiéndolo todo, absolutamente todo, se trata de una realidad inobjetable y por cierto, inequívoca.

Así que nosotros, los cristianos chilenos, no necesitamos que nadie nos explique nada, que nadie nos haga ver los peligros que existen debido a nuestra especial manera de entender y de ver la realidad, al menos alguien con nuestras costumbres y nuestros modismos, se trata por lo tanto, de una conducta endémica, ancestral, atávica, tan vieja como la chicha y la empanada, asombrosamente. Pero, lamentablemente, es esta misma conducta en la realidad, la que no nos permite filtrar todo lo que viene desde afuera, lo que hace que nos transformemos muy rápidamente, en asiduos y persistentes conformistas cuando, de un momento a otro, aceptamos sin mediar cuestionamiento alguno, lo que sea, como si estuviésemos exentos de todos los ataques propios de nuestra condición, total, ¿quién nos va a decir algo, si lo sabemos todo, si lo entendemos todo? 

Esta incapacidad entonces para aceptar y reconocer que Dios, sí nos puede hablar o enseñar a través de otros seres humanos tan llenos de defectos y debilidades como las nuestras, incluso, con las mismas y siempre notorias deficiencias para utilizar el idioma; como si los españoles o quien sea no tuviesen problemas para utilizar el mismo lenguaje que el nuestro o el de ellos; esto, en el lenguaje espiritual, recibe el nombre de, “falta de humildad”, y según Las Escrituras, la humildad es una de las virtudes más importantes que ha de caracterizar la vida de todo cristiano, no el conocimiento que se adquiere a través de libros o lo que sea, ignorar este principio bíblico, implica decididamente, querer vivir al modo de cada cual, es decir, vivir sin tomar como ejemplo de vida, la vida del Señor Jesucristo.

De todas maneras, para que nos vayamos entrando ya en tierras que solo conciernen a La Palabra de Dios, la humildad, como una fortaleza en la formación y sustento del Carácter de Cristo en nuestras vidas, y como consecuencia de nuestro trato con los demás, es una virtud que no es posible encontrar en ninguna de las grandes tiendas comerciales de hoy, porque, aunque Ripley, Fallabela o La Polar, llenen nuestros espacios urbanos con sus avisos de felicidad y prosperidad, esa virtud, específicamente, solo es posible conocer en profundidad, cuando se tiene una verdadera relación con el Creador del Amor, es decir, con nuestro Señor Jesucristo. Puede que en cada comercial, en los cuales se gasta cifras millonarias, y que solo duran un par de segundos, tal como el último video del MINEDUC, que solo tuvo un sencillo costo de, $ 120 millones de pesos, nos hagan hasta llorar, del mismo modo cuando ponemos nuestras vidas espirituales y materiales al servicio de Ministerios que ni siquiera logran explicar el valor de la humildad, de este modo, no solo ponemos en peligro nuestra propia vida íntima de fe, sino que además, alimentamos aún más, el espíritu de orgullo que están fomentando todos aquellos ministros de Dios que han hecho del Evangelio del Señor Jesucristo, una fuente de ganancias con ciertas realidades que con un poco de manipulación o de camuflaje, pueden llegar hasta parecerse a la verdad del Señor, lo cual tiene mucho más sentido dentro de la realidad comercial de este mundo que dentro del Evangelio, porque el costo por decir la verdad en este mundo detrás de un Ministerio, ya todos lo conocemos. Recuerde que hoy día existe en el mundo de la fe, hasta humoristas detrás del pulpito, así que no hay que esforzarse mucho para encontrar a esta clase de patanes que todos ustedes ya conocen y de los cuales, no voy a gastar un solo centímetro cúbico de tinta, no solo porque ustedes los conocen y los identifican, sino porque además, la tinta a mi también me cuesta cara, así que por lo tanto, intentaré solamente remitirme al problema en si, y ustedes se encargarán de los detalles. ¿Ya?   

En nuestro caso, Chile, porque el nuestro es realmente especial, el problema llega a mi modo de pensar, a niveles de PARADIGMA, sí porque uno puede estar equivocado en ciertos puntos, como cualquier ser humano, pero no en todo, no obstante, la cristiandad actual, cuenta con los anticuerpos precisos para desacreditar al cantautor nacional, o a todo el que se atreve a decir ciertas verdades, y con ello, enmudecer la voz profética que Dios nos ha dado para declarar al pueblo, lo que otros ministerios no pueden decir ni en pintura, ya sea porque no pertenecen a este contexto social ni histórico, ni tampoco porque no han sido LLAMADOS por Dios para ejecutar semejante labor. Entonces, como ustedes verán, no todo lo que viene del extranjero es bueno, por ello es que no he dejado de cultivar mi arte, más aún que en estos días me he encontrado con la bendita realidad de que en nuestro Chile querido, sembrado de desigualdades y contradicciones imposibles de nombrar, porque son muchas, en nuestra cuestionada realidad, todavía quedan Ministros de Dios que no están dispuestos a ceder ningún ápice en lo que respecta al valor de nuestra identidad, sea buena o mala, de verdad que sí, y por ellos, doy infinitas gracias a Dios, porque son ellos los que más nos ayudan a que el arte nacional, ya sea en formato de poesía, pintura, fotografía, música o canto, aún pueda ayudar a manifestar al mundo sin Cristo, esta enorme e importante verdad llamada Jesucristo, y además, añaden a esta perspectiva, el hecho de que nosotros, los que hemos dedicado toda nuestra vida a cultivar este tipo de arte, sigamos ejerciendo con toda la fuerza que nos permite El Señor, los Ministerios que Dios nos ha dado, desde alabar a Dios, hasta dar a conocer a través de nuestros cantos, o cualquiera sea nuestro arte, todos los grandes dilemas que debemos enfrentar como cristianos en este mundo, eso es realmente valorable, el que se nos permita decir lo que sentimos sin tener necesidad de defendernos, porque esta clase de Ministros de Dios, han entendido el valor de poseer voces con acentos nuestros, y no con acentos extranjeros tales como mexicanos, puertorriqueños, colombianos o argentinos, porque en lo que respecta a lo nuestro, quienes de verdad pueden hablarnos de ello, somos los que nos hemos dedicado a reflexionar en nuestra realidad, y no porque un cantante o predicador de moda nos ha caído en gracia, eso es realmente penoso, casi un desastre dentro de nuestra extranjerizada realidad. 

El Señor Jesucristo, a través de su corta pero fructífera existencia, nos enseñó que la humildad, es un camino que nos ha de ayudar para alcanzar la perfección, no obstante, por encontrarse tan lleno de obstáculos e impedimentos, muchos simplemente desertan en el camino, otros, eligen el peor de los caminos que es, intentar vivir una vida aparente en el campo de los valores o recursos espirituales, a ello, La Escritura lo llama definitivamente, “hipocresía”, y es un hecho de que miles y miles de personas que dicen ir en pos del Señor en este mundo, conociéndolos, simplemente uno se da cuenta de que llevan vidas aparentes. En el hoy, a esta clase de vida se le llama, VIDA LIGHT, es decir, algo que en apariencia tiene tintes de verdadero, pero que a la menor auscultación del Espíritu Santo, aparece lo que realmente es, una imitación de la verdad, pero no la verdad como es, por ello no me extraña que el Apóstol Pablo en tiempos de su Ministerio, haya declarado en una de sus cartas que al final de los tiempos, “que habría hombres amadores de sí mismo (cristianos), que no sufrirían la sana doctrina (cristianos), que apartarían el oído a la verdad (cristianos)”, prácticamente el Apóstol profetizó, acerca de esta verdadera realidad que hoy día se vive dentro del cuerpo de Cristo, ya que la reflexión con acentos originalmente establecidos por el Señor, con contextos históricos semejantes a los nuestros, simplemente han sido desarraigados de la realidad nuestra, ofreciendo la realidad nacional, a los Ministerios con Nombres Internacionales y de grandes coberturas comerciales, dejando la voz profética nacional, en manos de Ministros inescrupulosos que jamás han reconocido el valor y la importancia de nuestro trabajo en cada rincón de esta nación.  
    
Pero esto a mi no me extraña, de ningún modo, La Palabra de Dios tiene que cumplirse tarde o temprano, así que lo único que puedo hacer en este momento, es dar gracias a Dios por aquellos Ministros de Dios, y hermanos en general, que se la han jugado por la humildad de nuestras realidades ministeriales, porque al final, ellos no han permitido con su elección y colaboración, que La New Age Comercial de la Fe Protestante Mundial, termine por absorber por completo nuestros trabajos que aunque humildes, están llenos de experiencias honestas con Cristo, y no responden a la necesidad de una maquinaria comercial que en su avaricia, son capaces de negar y rechazar de frente incluso, la propia Verdad del Evangelio de Cristo, con tal de comprar la conciencia de un cristianismo que de a poco pierde en rigor, su propia credibilidad frente a la expectativa de un Dios que ve a diario en este mundo, como la verdad, la verdad propagada por los profetas, los apóstoles del Señor, por todos los que dieron sus vidas cuando en la vieja Europa el catolicismo romano, quiso extinguir cualquier sintomática de conocimiento que pudiese traer algo de luz a un mundo en total oscuridad; hoy día el mismo cristianismo en su obcecación total, la rechaza. Un dolor más para un Dios con expectativas tanto proféticas como de vida, aún así, cada tiempo en el que Dios manifestó Su Bendita Palabra a los hombres que Él Llamó, está claro que en ese, y en todos los tiempos, sí hubo valientes que rechazaron todo lo que fuera contra del Bendito Propósito de Dios, los cuales según Su Palabra, también en este tiempo están dispuestos a dar hasta sus vidas con tal que La Voz de Dios, no enmudezca en medio de los duros tiempos que hoy día nos ha tocado vivir.

¡A todos ellos entonces, fuerza, resistid, no estamos solos, Él nos ha concedido que suframos por Él, por lo tanto, aún no está todo perdido, así que a todos ustedes, que os esforzáis con vuestras vidas y vuestros sencillos Ministerios, conceded una vez más al Dios de toda Gloria, la bella oportunidad de defendernos y esperad, esperad en completa paz mientras Su Venida a este mundo, se acerca a pasos agigantados!


¡A Él toda la Gloria y toda la Honra