Sunday, December 30, 2012

El Apocalipsis de cada día.












Muchos son los que creen que aún el Apocalipsis bíblico no ha ni siquiera comenzado, y por lo tanto, hablan de imágenes supuestamente bíblicas que no tienen relación con el modelo o forma de vida que hoy día estamos viviendo, por el contrario, aplican dichas figuras a un tiempo futuro en donde, supuestamente, el llamado Apocalipsis bíblico, se desenvolverá con toda su potente tormenta de juicios divinos. Quienes piensan de ese modo, seguramente no cuentan con los recursos adecuados como para poder enterarse, a través de los noticiarios más importantes del mundo, de cuál es el verdadero estado de la humanidad actual, el cristianismo incluido, desde hace mucho tiempo, no logra comprender que si no es capaz de discernir el tiempo de Dios, entrará en una especie de nebulosa espiritual que dará como conclusión, la llamada Apostasía. No obstante, no hay que ver debajo del agua para darse cuenta que dicha condición de la vida espiritual, no se halla lejos de nuestras lúgubres realidades, el campo espiritual, saturado de vida sensual y comercial, no solo nos debería dar un índice o señal del tiempo que estamos viviendo, sino que además, ponernos en una perspectiva confrontacional que nos haga ver diferentes, en muchos aspectos, y de este modo, demostrar con evidencias fuertísimas, que La Venida de Cristo a este mundo, no es un juego, sino, la consumación de un proceso espiritual e histórico que ha dejado en el camino, miles y millones de seres humanos muertos, otros millones amputados de alguna parte de sus cuerpos, dolores y enfermedades costosas y dolorosas, en fin, una tragedia innombrable en donde La Iglesia de Cristo, con su modo sensual y parapléjico en el campo de los milagros, avergüenza al mundo entero con su acomodada estadía en ese paraíso ficticio de las alabanzas y las predicaciones por televisión.

Las enfermedades, cada vez más difíciles de tratamientos en el campo de la ciencia, no solo avanzan poderosamente, no obstante, solo la condición inmoral del cristianismo actual, no permite aclarar al mundo entero, que si bien ciertos juicios profetizados en el libro de Apocalipsis para el tiempo del final, aún no se han desarrollado, es cierto que muchos de ellos ya pasaron a ser parte del recurso histórico del mundo secular y el de la fe. Debido a esto mismo, es que a predicadores y adoradores profesionales, la muerte de millones de personas en el mundo entero debido a la peste bubónica por ejemplo, casi no cuenta, para ellos, deberían haber muchos muertos más. Pero sigamos, ¿y toda esa montaña de cadáveres que dejó el brote de influenza a comienzos del siglo pasado? ¿La Tuberculosis, el cáncer, y por cierto, una de las plagas más terribles de este último tiempo, el SIDA? También habría que señalarles a los escépticos profesionales de la fe cristiana actual, que muchos de los tipos de cáncer que hoy proliferan en el mundo entero, se han originado en la detonación de armas nucleares, y es más, con la explosión de las bombas de Nagashaki e Hiroshima, se inicia un proceso de profundo dolor para la humanidad que hace poco tuvimos la oportunidad de observar cuando, en la nación del sol naciente, Japón, un enorme terremoto logró destruir las protecciones de una antigua base nuclear que alimentaba con electricidad a gran parte de ese país, el daño provocado al ecosistema por esa sola planta, equivale a la detonación de no sé cuántas bombas nucleares juntas. Si esto no es Apocalipsis, entonces, ¿qué es? De este mismo modo, aunque los tercos científicos y gobernantes de la ex Unión Soviética lo quieran negar, el daño que provocó la antigua base nuclear de Chernobil a los seres humanos y al ecosistema en general, todavía hoy, en pleno siglo XXl, sigue dañando las vidas de las personas, efectos que pueden ser constatados en los hospitales ingleses en donde son tratados, muchos de los hijos de aquellas generaciones que han nacido con el estigma del daño atómico sobre sus espaldas. El daño ha sido inconmensurable. Si esto no es Apocalipsis, entonces, ¿qué es?

La espiritualización de la fe cristiana por parte de los grandes economistas de la saga teológica gringa, solo han producido indiferencia, sí, mucha indiferencia contra el dolor y la desdicha humana, por ello es que el hambre, que en el mundo entero se ha tomado millones de vidas INOCENTES, no cuenta en sus predicaciones y en sus cantos de alabanzas, la economía espiritual les permite negar de primera mano, el hecho de que nos encontramos viviendo un Apocalipsis interminable, que no sabemos cuándo llegará a su fin, lo cierto es que los vestigios humanos que dejó, tanto La Primera como la Segunda Guerra mundial, se cuentan por millones, al igual que los desamparados que produce cada día este ignominioso sistema económico mundial que implantó el Anticristo. Si el cristianismo actual espera señales acerca del tiempo que deberá aparecer el Hijo de Dios para juzgar, de una vez por todas, a todos quienes han llenado este mundo de miseria tanto espiritual como intelectual, no hay otras, las señales están dadas, solo falta el actor más importante, y ese es Jesucristo, el cual, en un momento de estos aparecerá, y los muertos en Cristo se levantarán primero, pero de señales, el mundo está lleno, como llena la historia de niños violados, de dictadores que son capaces de matar niños y mujeres con el propósito de hacer valer sus ideales, como lo que sucede en SIRIA. Si ello no es Apocalipsis, entonces, ¿qué es? ¿Qué es para el cristianismo de las alabanzas el saber que a diario se mutilan niños en Siria? ¿Qué puede significar para hombres súper poderosos como Witt y sus seguidores la palabra Treblinka, o ya se olvidaron de los campos de concentración?

Yo no espero más de este tipo de cristianismo, lo tengo claro, por lo tanto, tampoco tengo dudas de qué irá a suceder, lo inobjetable para mí, es que la propia indiferencia del cristianismo actual, no permite que el corazón de Dios pueda sensibilizarse contra todas las injusticias que a diario debemos soportar en este podrido sistema, teniendo un Dios enorme como el nuestro, debemos soportar estoicamente la enfermedad, porque de milagros, ni hablar, esa es la realidad que estamos viviendo, por ello es que no creo en los predicadores actuales ni en los profesionales de la música cristiana actual, porque más enorme es el daño que provocan en la vida valorica y espiritual de quienes creen en ello, que lo positivo que ellos puedan dejar, por lo tanto, mi esperanza está puesta en Cristo, no en este sucio sistema ni en un cristianismo pusilánime que niega el valor y la importancia de la verdad en la vida de los seres humanos, de ser así, estaría obligado a pensar como todos los seudo profetas que hoy día invaden nuestros hogares con sus predicciones apocalípticas, y como yo no creo en ellos y sí en lo que Cristo predicó, solo aguardo en sus promesas, no hay mejores días para la humanidad, pero el recreo espiritual para la, supuesta Iglesia de Cristo, pronto terminará, en ese instante desearán contar con los disidentes que desdeñaron, violentamente de sus sesgadas congregaciones, para poder comprender en algo lo que se encuentran viviendo, pero me temo que ello no será posible, ya todo está dado, llega el tiempo de los escogidos, y la luz de Cristo ha de resplandecer, y de ser así, ¿cuál de los cantantes profesionales podrá siquiera percibirlo?     

Solo en esa condición precaria, los seguidores del dios establecido por el sistema actual, sabrán cuán difícil es realmente luchar por unas cuantas convicciones, el cristianismo apostata, sabrá en ese momento, que la guerra espiritual apuntaba más a una confrontación valorica que de la otra, y por lo tanto, muchas de sus llamadas “guerras espirituales”, no tenían sentido, el Anticristo no aceptará excusas, solo la Gracia de Dios permitía que los hombres disintieran, todo lo demás era mentira, así que, frente a una perspectiva de esta naturaleza, yo no estaría seguro de nada, salvo de todas las adversidades que me toca a diario enfrentar por causa de Su Bendito Nombre y de Su Santo Evangelio.

¡A Él sea toda Honra y toda la Gloria!

Monday, December 24, 2012

Recordando cuando era chico.


Me he levantado este día, haciendo un gran esfuerzo para poder compartir con mis hijos La Navidad, y en medio de todo el ajetreo propio de la fecha, vienen a mi memoria, recuerdos imborrables de cuando éramos niños, mi padre y mi madre, formados en cunas humildes, y con un sueldo ínfimo con que eran remunerados los Carabineros en ese tiempo, no sé ahora, igual lograban hacernos una cena para esta oportunidad y regalarnos lo que fuera, tal vez no eran esas cosas que hoy día nosotros tenemos la fortuna de entregarles a nuestros hijos, pero uno lo tomaba con cariño y aprendía a valorar esos juguetes que en su mayoría estaban hechos de madera. Pues bien, yo era el mayor de mis hermanos, así que siempre tuve conciencia de lo difícil que era para ellos, poder brindarnos las cosas que nos daban, me daba cuenta de las enormes dificultades que mi madre debía enfrentar diariamente para darnos de comer, pero nunca faltó, nunca escaseó, ni siquiera para compartir con otros, porque también recuerdo que en esos tiempos, existía una forma de solidaridad muy enraizada en nuestra forma de vida, no era extraño llegar a la casa con compañeros o amigos invitados a almorzar o tomar un té, pero si lo pienso bien, no sé cómo lo hacía nuestra madre para darnos ese pequeño pero maravilloso gusto de poder compartir tanto, con tan poco, ¿cómo lo hacía nuestra mamá? ¿Cómo lo hacían nuestros abuelitos?

Puedo recordar en este instante, esos días cuando llegaba el tiempo de ir al colegio, y nuestro papá, armado de cariño de este porte, lograba distribuir de tal modo las listas de cada uno de nosotros, que incluso alcanzaba para compartir la misericordia con nuestros primos. No puedo olvidar en este momento, que fueron ellos lo que, lentamente, intentaron dar forma a nuestro carácter, mi papá, que en esos tiempos aún no se convertía a Cristo, era un hombre igual maravilloso, de él aprendía, y por supuesto, al él le debo el hecho de haberme interesado en saber tocar un instrumento tan importante para mi vida como ha sido la guitarra, y por supuesto, el deseo de cantar. Junto con mis hermanos, pasábamos momentos increíbles, como a todos nos gustaba la música, hacíamos en casa, sobretodo en días de invierno, festivales del cantar y de actuación, allí manifestábamos todo lo que finalmente vino a marcar nuestras vidas, el amor por la música y el teatro, aunque nadie salió actor, no obstante, lo disfrutamos, nos reíamos, y muchos amigos con quienes nos criamos en el barrio, esperaban ese momento para juntarnos en nuestra casa y así disfrutar de una tarde o una noche inolvidable de canciones y música.

La Navidad por lo tanto, nunca respondió a nuestras expectativas, desde luego que no, como niños, sobretodo yo, que muy temprano aprendí que el viejo no existía, no entendíamos cómo éste viejo de pascua, era capaz de darles a otros las cosas que ellos pedían, y otros niños simplemente no eran tomados en cuenta. Pero bueno, algo de triste tuvo siempre la Navidad, no siempre tuvimos en casa para esa fecha a nuestro papá, los Carabineros eran acuartelados y por supuesto, teníamos que inventar no más para pasarlo bien.

Ser niño fue increíble, lo volvería a repetir, mis hermanos disfrutaron, nuestros primos y primas también, fuimos capaces de torcer el destino sin contar con grandes medios, sean estos heredados o de otra naturaleza, escribir para mi, siempre fue importante, recuerdo haber hecho en el patio de nuestra casa, sobre una montaña de ladrillos, un pequeño cuartito en donde solía cobijarme y llevar todos mis secretos, allí di mis primeros pasos como escritor, recuerdo haber escrito cuentos, canciones y otras siendo muy pequeño, de hecho, aprendí a tocar la guitarra a la edad de cuatro años, por ello, ahora que soy padre, pienso, ¿logrará nuestro pequeño Efraím asimilar lo que es un instrumento musical? Espero que sí, porque junto a mi esposa, aguardamos con la misma ansiedad de esos tiempos, el momento cuando él tenga la oportunidad de abrir su regalo y descubra esta noche, que Dios y sus padres, y no el viejo de Pascua, le hemos regalado una guitarra eléctrica, así lo pidió él, y nosotros, cómo pudimos, le ayudamos a juntar sus monedas durante muchos meses. Yo estoy dispuesto si él me lo permite, enseñarle a mi pequeño Efra, de solo 4 años, a que aprenda a tocar su guitarra nueva, ¿quién sabe?, tal vez, si Dios también así lo quiere, un día se decida a servir a Dios a través de este maravilloso instrumento, mientras tanto, agradezco a mi Dios por esos bellos recuerdos que hoy trajo a mi memoria, por los padres que él me dio, por mis hermanos, por mis primos, por esos amigos que formaron parte de mi infancia, los recuerdos puede que no sean más que recuerdos, sin embargo, si lo pienso bien, yo no hubiese sido el mismo si no hubiera tenido todas esas limitaciones que me permitieron, a través de estas mismas precarias condiciones, ejercitar la creatividad y así, de esta manera, lograr convertirme en lo que soy hoy día, un compositor de canciones para Dios, y humilde escritor de poesías.


Todas las bendiciones del Señor en esta Navidad.

La Paz y la misericordia impregnen vuestros hogares, ahora y siempre.


elrecolector.blogspot.com

Florencio Navarro.

Saturday, December 22, 2012

Todavía nos queda el alma.


Pretender simplificar o darle otro sentido al Evangelio del Señor Jesucristo para poder con ello, permitir una mayor posibilidad a quienes no tienen aún conocimiento de la salvación en sus vidas, puede que no sea una medida aceptable, por ningún motivo, la liviandad con que se enfrenta en el día de hoy todo este amasijo de circunstancias históricas por parte del cristianismo tradicional, tienen que ver precisamente con ello, y con cada una de las soluciones que ha tenido que implementar el propio cristianismo, para no tener que proyectar hacia afuera, una imagen anticuada u radicalmente ortodoxa. No obstante, el gran legado escritural y espiritual que nos ofrenda la historia divina, nos deja ver, precisamente, los grandes y peligrosos riesgos que corre todo realidad que, a cambio de una rica transcripción de su propia historia, ciñe su conducta en el contexto diario, en un solo y muy simplificado aspecto, como es en el caso de la realidad actual, cuando, en su afán de ofrecer un mejor mecanismo que se ajuste a las necesidades del ser humano común y silvestre, y entre todos ellos, al propio cristiano, proponga como lema o bandera de lucha, toda una ciencia de la adoración que no hace más que enriquecer a quienes participan de este suculento y lucroso negocio, y además, impedir con ello, que los pequeños desertores del sistema económico implantado por la Babilonia moderna, vayan lentamente convirtiéndose en verdaderos prófugos de la predicación económica y ritual de la libertad comercial de la fe.


Por cierto, el cristianismo actual, acomodado y aceptándose como parte de este sucio y diabólico sistema, no pretende corregir dichas perversiones, eso sí está claro, por lo tanto, no contaremos aún con una versión honesta de la fe cristiana al modo bíblico, y lo peor, lentamente irán desapareciendo los viejos vestigios de una forma de fe que nos heredó la cristiandad histórica, para dar a luz finalmente, a una muy simplificada pero aceptada forma de alcanzar el corazón de Dios; suponen ellos. El problema entonces converge a una dimensión prácticamente inalcanzable, de todos modos, hay quienes se encuentran preparados para cuando la apostasía se generalice, de manera que hasta declarar una verdad en el contexto de La Iglesia, sea motivo para excomulgar o dejar sin posibilidad a quien desee dar a conocer lo que La Palabra de Dios declara para este tiempo. Si lo pienso, o lo reflexiono bien, creo que ya he tenido esta clase de experiencias en el contexto de mi Ministerio, más aún, tratándose de la mía, de una realidad trashumante o nómade, el problema no es menor si se reflexiona con honestidad, desde luego que no, porque pronto ya no quedará lugares en donde uno pueda expresar libremente lo que piensa o cree acerca del gran tema de la fe cristiana, se trata de una segregación violenta y poderosa contra toda forma de llevar La Palabra de Dios, que no sea al modo predecible de los grandes apóstoles de la Prosperidad u otros en competencia, es decir, el Espíritu Santo ya poco o nada tendrá que ver en este asunto en estos últimos tiempos, de verdad, porque si mal no comprendo el rigor de La Palabra de Dios, habiendo conocido al Señor, debemos ser capaces de ir a donde el Espíritu desee llevarnos y no a donde la industria de la fe quiera que nosotros estemos, es decir, decorando el paisaje, sirviendo solo de adornos. Pero la Palabra lo aclara en demasía como para que podamos evadir la evidencia de la verdad proclamada por el Señor Jesucristo, es a ello precisamente a lo que nos desea impulsar o dirigir el fundamento bíblico cuando nos enseña acerca de la naturaleza de un hijo de Dios, dice La Palabra de Dios que nosotros, los hijos de Dios, somos como el viento, es decir, “así como no sabemos de dónde sopla o viene, tampoco sabemos a dónde se dirige”, una muy sabia pero aclaratoria realidad espiritual que da vida a estos pequeños ministerios de Dios que se encuentran esparcidos por todo lo largo y ancho de este mundo, y que aún en la enfermedad, son capaces de sobreponerse y salir a cumplir con el mandato divino, a pesar de la incomprensión de los mega ministerios y de la petulancia con que miran las agrupaciones tradicionales, está muy honesta y fiel manera de llevar el mensaje de Cristo a los hombres.

Pero bueno, las cosas están hechas de este modo, y no es tiempo de quedarse llorando o murmurando en lo que pudo haber sido, el problema es evidente, sin embargo, todo esto me lleva a reflexionar y a repensar mi propia forma de ver el mundo de la fe, con todas sus diferentes y hasta dañinas maneras de entender el mensaje de Cristo. Por ello, ahora que los años han pasado por mi piel, ahora que la enfermedad se ha ido incrustando en casi todo los rincones de mi mundo interior, pienso, ¿qué cosas de mi persona no han sido afectadas o todavía no han logrado ser intervenidas por este extraño mal? ¿Qué parte de mí se encuentra ajeno a los dolores que se precipitan por todas las partes de mi cuerpo? No existe un solo espacio en mi mundo interior que no haya sido afectado, todo realmente ha sido transgredido, de manera que toda mi experiencia con Dios y con los demás seres humanos lleve sobre sí, este verdadero estigma que ha querido Dios poner sobre mis espaldas en este difícil momento, y en esa perspectiva, no contar en mi propia experiencia diaria, con ninguna posibilidad que me permita escapar al gran llamado de un Dios que, a pesar del pensamiento que hoy invade las realidades espirituales del mundo cristiano, créanlo o no, aún se vale de la vida humana y quebrantable para dar a conocer al hombre, el contenido de su pensamiento y el designio extraño de Su Voluntad. Y cuando pienso de este modo, no me queda otra cosa que aceptar simplemente el rigor, hacer como si no existiera, puede que sea una muy buena alternativa, pero en mi caso, ello no tiene absolutamente ninguna posibilidad, porque Dios no lo ha querido así, por ello mismo es que Dios ha permitido que la enfermedad lo haya alcanzado prácticamente todo, y cuando digo todo, es que ya no queda casi nada que no tenga que ver con el dolor o con el cansancio que me obliga a detenerme y a quedarme paralizado por largas y dolorosas jornadas de mi vida, sin tener otra posibilidad que aguardar. La enfermedad se distribuye, el cuerpo debe acogerla, ya no tengo herramientas para detenerla, ella, pronto arribará con mucha más violencia en este cuerpo, de manera que no pueda con todas sus eléctricas dolencias, y cuando llegue ese momento, sabré finalmente que ha llegado la hora, no me quedará otra que dejar de luchar para entrar en ese proceso que a muchos espanta.

Sin embargo yo, habiendo entendido que este mal ha sido permitido por Dios en mi vida, no tengo absolutamente ningún tipo de temor, el miedo no cuenta conmigo en esta circunstancia, Cristo, de manera extraordinaria, ha ido llenando mi vida, Él me ha hecho sentir que Su Presencia, es una realidad total y absoluta en mi vida, tanto como para contar con Él en los momentos de mayor desesperación, cuando los medicamentos no surten efecto sobre mi piel que se congela, allí, Dios ha sido el más fiel y la más indestructible compañía, sin Él, yo habría decaído hace mucho tiempo y habría colapsado, sin embargo, Dios no lo ha querido así, por lo tanto, siempre vamos a estar agradecido de ustedes, de quienes oran porque nuestras dolencias no terminen con nuestras convicciones, porque sin estas plegarias, ¿qué sería de nosotros? – Yo mismo, ¿cómo podría servir a Dios en estas condiciones si ustedes queridos amigos, no hubiesen orado por mí en esos momentos de suma desesperación? Cuento en mi vida, con el apoyo de esos verdaderos valientes del Señor que, a pesar de todos sus problemas personales, de todos los conflictos humanos y espirituales que debemos sobrellevar como hijos de Dios, en aquellas horas cuando la enfermedad me supera y la muerte hace su aparición, siempre encontramos en ellos la respuesta y el soporte espiritual que tanto necesitamos, el teléfono allí, a la hora que sea, se convierte en un puente, en un pasadero espiritual que nos permite unirnos en una ferviente pero fructífera oración, y yo, sumido en la angustia de esta condición, al borde de ese abismo que nos separa con la muerte, comienzo a ser revestido una vez más de su eterna gracia y de amor misericordioso, y puedo al fin descansar para dar paso al sosiego que luego, en el mismo afán que me bautizó el Espíritu Santo alguna vez, me hace retornar nuevamente a mis inquietudes.

Creo que la experiencia mía en las cosas del Señor, con todo el enorme significado y sentido que ella pueda tener para mí mismo, puede que no sea la más ejemplar, yo lo tengo claro y así debe ser, el sufrimiento del Señor en la Cruz por salvarnos del pecado, es el que debe llegar a ser conocido por todos los seres humanos que pueblan este mundo, por ello es que, a pesar de las dolorosa experiencia con la enfermedad, jamás he pretendido que mi vida se convierta en algo como eso, pero Dios, hablando a mi vida, no me permite que yo guarde silencio al respecto, es más, cuando no doy a conocer lo que está pasando con mi salud, Dios me hace saber que no debo actuar así, porque el Propósito de Él con mi vida y mi Ministerio, ha sido éste precisamente, que los hermanos o la cristiandad sepa, que nadie está ajeno a los efectos de las enfermedades, que nosotros, por ser hijos de Dios, no estamos impermeabilizados como para evadir la enorme realidad de la enfermedad, cruel tal vez como la que destruye mi cuerpo. Puede que para muchos súper espirituales, esta situación de muchos hermanos no tenga sentido, es más, ellos crean que lo que sucede con todos los que hemos contraído males como estos, estamos pagando por algún tipo de pecado que no hemos sido capaces de confesar a Dios, así lo he sentido cuando ciertos “hermanos”, haciendo uso de la libertad que les permite el Internet, castigan aún más a quienes Dios, en su Soberanía, ha permitido que contraigamos esta u otra clase de enfermedades, al igual que Pablo, o Timoteo, y quién sabe cuántos hermanos más, sólo sé que desde esa condición, muchas de las cosas que quedaron plasmadas en La Biblia, fueron escritas desde el propio lecho del dolor, no puede ser de otra manera, los hombres de Dios que aparecen en Las Escrituras, no fueron súper hombres, eran tan frágiles como cualquiera de nosotros. Por lo tanto, uno debiera dar gracias Dios porque está sano, porque Dios le ha guardado de todas las cosas que atentan contra nuestro equilibrio espiritual y corporal, no debería haber tanta jactancia como existe hoy en el predio de La Prosperidad, no obstante, la propia Palabra de Dios nos ofrece un panorama claro y profundo al respecto, “en el mundo tendréis aflicción, pero confiad, Yo he vencido al mundo”. Así que, pretender darle otro sentido al Evangelio de nuestro Señor Jesucristo para intentar con ello, alcanzar a las almas que no desean conocer la verdad, me parece un acto cobarde y desleal, desleal contra todos quienes sufrimos a diario el rigor de la enfermedad y que pese a ello, intentamos mantenernos fieles a Su Persona y a su legado, a como dé lugar. El tiempo que nos ha tocado vivir, no es para nada fácil, de ningún modo, sin embargo, creo en la fidelidad del Señor hasta el final, Él ha prometido cosas increíbles para los que esperan en Él, ¿quien más que un enfermo de cáncer desea ser sanado, o mejor, quien más que un cristiano abrumado por el dolor de la enfermedad, desea de corazón el arrebatamiento o el cuerpo glorioso que Él nos ha prometido darnos a todos lo que aguardamos su pronta Venida?

¡Porque una cosa es caer herido en actos de servicio, y otra es caer haciendo caso omiso de lo que te demanda Su Palabra!

¡Gracias Señor por la compañera que me has dado!

Tuesday, December 11, 2012

El costo de la desobediencia.


Y llegan hasta aquí, no sé cómo lo logran, pero llegan, desestimando todo el trabajo que muchos de nosotros desarrollamos en bien del Evangelio, a costos realmente inhumanos en muchos de los casos en este país, día a día. Pero ello, a los profesionales, a los sedientos peregrinos de la próspera residencia de las alabanzas, poco les importa, por ello además, es que no eligen un humilde templo en una de esas empobrecidas villas que coronan la gloria de nuestro mal llamado, "logro económico", para dar a conocer un par de nuevas alabanzas que nada de nuevo tienen para aquellos que no llevamos vidas tan predecibles como muchas de los Ministros actuales, así lo deja ver la llegada del super adorador a nuestro país, Jesús Adrián Romero, el cual, siguiendo las enseñanzas del recordado "gurú de los millones", y completamente fuera de trainig, Marco Witt, debido a su desobediencia, la cual, por razones que no entiendo, no ha sido ni siquiera tocada por los valientes predicadores de la desdicha actual de la fe; se incrusta por cierto en nuestra realidad, ofreciendo un tour, o un pequeño pasadizo por el cielo de las alabanzas a todos los seguidores de esta moda musical.
Pues bien, esta vez fue el Caupolicán, pero Marco en cambio, Marco elige La Quinta, ella le parece más ad hoc tratándose de su persona, como el poseedor de un Grammy que se dio a sí mismo en un concurso semejante al de "miss universo." Así, estos paladines de la justicia actual, y con una condescendencia patética con el sistema, nos dejan en claro que nada, pero absolutamente nada podrá contra este peculiar estilo de vida y por supuesto, de servir a Dios, apoyado eso sí, por una súper poderosa industria que no mide ni da a conocer el valor moral de lo que hace, a quienes de verdad creemos en La Segunda Venida de Cristo a este planeta. Está claro además, que el eximio ganador del trofeo gringo, junto con sus millones, nada aportarán a la reflexión en cuanto a lo que se refiere al problema que le acarreó su caída y posterior salida de circulación, esto hace que el blindaje ético en torno a su persona, ahora se evidencie con mayor claridad, porque uno intenta por lo menos de divagar en cuanto a las razones que tuvo Dios para permitir que uno de sus más fieles exponentes de la música industrial y plástica cristiana, haya corrido la suerte de este señor, y no encuentra absolutamente nada, nada digno de nombrar, nadie al parecer se atreve desde un púlpito o dentro de un espacio en los medios de comunicación, a hacer una pequeña mención de la importancia que debe tener para nuestras vidas, el ponernos al servicio de un Dios como el nuestro, ni siquiera Jonás se salvó de la auscultación del Espíritu de Dios, sin embargo, el querido Witt, sí lo logra, él parece ser el ejemplo a seguir en cuanto a vida ministerial, por lo tanto, la enseñanza acerca de su desobediencia y el tipo de disciplina que hoy debe enfrentar, no tiene ninguna importancia para la corte ministerial que juzga los destinos de sus siervos tan plácidamente protegidos. 

Allí uno se queda como condorito, PLOP, o peor.

¡Exigiendo una explicación!

Pero esa explicación no llega, nadie se atreve, le temen más a los seguidores del guatón Witt que a Dios, de este modo, la realidad actual se matricula con una apostasía de este porte, permitiendo que la caída de un grande como Marco, no sume a la reflexión de los sinceros adoradores que hay por millones en la catedrales del mundo entero. No creo que Romero en su aparición en el Caupolicán, haya tocado siquiera el tema, para él, todo es adoración, hay que darle gracias a Dios por todo, no hay que tener ningún tipo de controversia ni con Dios ni con el sistema, de este modo, el cristianismo profesado por este tipo de personas, solo busca una cosa, estar bien con todos, anulando descaradamente, todo el peso de nuestras difíciles horas sobre este exiguo mundo, en donde a diario mueren niños y seres humanos por falta de alimento, por ello es que no me cansaré de proclamar La Venida de Cristo a este mundo, desde luego que no, yo sé que los mayas o quién sea, no entendían nada de profecía bíblica, al igual que estos parásitos de la fe actual mediocre, a ellos les queda grande La Palabra de Dios para incluir en uno siquiera de los parlamentos de sus canciones, tan solo un pequeño pensamiento disidente, no obstante, todo esto nos sirve, de todos modos, porque quienes nos acostamos pensando en Dios y despertamos agradeciendo, nos damos cuenta que éstas son las señales propias de un sistema saturado de escepticismo y hedonismo, por lo tanto, si hubiera algo importante que ocurrir para el 21, lo único que podría pasar, es que vuelva Cristo a este mundo, pero ello, me temo, queridos correligionarios, aún no puede ser, debe aún manifestarse toda una amplia gama de disidencias en el campo de la vida valorica, para dejar, efectivamente a este mundo, en manos de aquél inicuo que las romperá contra el Señor y todo aquello que sirva o represente a Dios.
Por esto mismo es que la experiencia de Witt es tan importante para los aspirantes a un Rapto, uno no puede imaginarse que un detractor del servicio honesto a Dios, de la estatura de este ilustrado hombre de Dios, custodiado y protegido por millones de dólares, asediado de admiradores en twiter y toda esta plaga de medios, haya corrido tal suerte, ¿qué estaba pensando el adorador de las multitudes cuando decidió tomarse un año sabático? ¿En qué mundo estaba? ¿Habrá orado ese día? No pues, obvio que no, ¿pero quieren que les diga?, una cosa de este porte no sucede porque cometiste la imprudencia de tomar una decisión equivocada en un momento determinado nada más, bajo ninguna circunstancia, el problema se origina mucho antes, casi diría yo, en el estilo de vida, el mismo que tiene a todos los gringos con las pestañas para arriba sin saber qué pueda ocurrir con ellos, por eso mismo es que Witt no podía correr una suerte distinta, el problema es que en estos lares, alejados en muchos de los casos de la miserable influencia de la Babilonia moderna, existe aún hermanos de muy baja monta para ministros de ese porte que sí oran al Dios vivo, y por lo tanto, cuando Dios permite que un Ministro de la estatura de Witt, se caiga de un yate, se fracture las dos piernas, y que todo esto ocurra luego de haber decidido darse un paseo por Babilonia, ocurre porque Dios sí oye a su pueblo, aunque estos meretrices de la miseria actual nos ignoren, el caso es que el hombre no creo que aparezca de nuevo en la CNN para reconocer que le ha fallado a Dios y a todos sus seguidores, y que todo se debe además, a su propia desobediencia, al contrario, no faltará por ahí el que diga que todo se debe a un simple accidente, y que por lo tanto, todos quienes pensamos que esto es pura y santa disciplina de Dios, somos un montón de envidiosos que solo queremos el dinero y la fama de Witt.
Pues bien, en mi caso personal, como ustedes saben, adolezco desde muy pequeño de una enfermedad incurable, la que en este tiempo me tiene a muy mal traer, dándome sí, unas pequeñas oportunidades, las cuales, indudablemente, utilizo para servir a mi Dios cual sea la circunstancia, el cual, día a día, permite que mi humilde ministerio, siga el camino del carpintero de Galilea, y por ningún motivo, desee parecerse siquiera a estos fieles exponentes de la miseria espiritual profesional. Por ello, es que no dudo en su Soberanía, no temo a la muerte, ni tampoco aspiro a tener una gran cuenta en el banco, de verdad que no, vivo por fe, y créanme, para mí y mi familia, todo este tiempo ha sido maravilloso en cuanto al crecimiento en el área de la fe, y me apena mucho que estos grandes ministros de Dios, haciendo alarde de sus ganancias millonarias, olviden que el Reino de Dios, más que de dinero, está hecho de verdad y justicia, por lo tanto, solo me resta agradecer a Dios, agradecer a mis hermanos que han sentido de Dios, proporcionarme todas las ayudas que hoy día me permiten estar totalmente comprometido con la causa de Cristo. Si algo ocurriera con mi salud, ténganlo por seguro, será en actos de servicio, no en una lejana isla de placer en donde Cristo, nada tiene que ver.
Finalmente, dejo los precios con los cuales el señor, Adrián Romero, bendijo a este país, lleno de desigualdades sociales, y bendigo el Nombre de mi Señor, porque sé que a ninguno de los que le aman, nada les faltará, así lo dice Su Bendita Palabra.


  • DIAMANTE $ 55.500
  • GOLDEN $ 44.500
  • PLATEA BAJA LATERAL $ 22.000
  • PLATEA BAJA CENTRAL $ 28.000
  • PLATEA ALTA $ 13.500
  • PALCO B $ 66.500
¡Lo que de gracia recibís, dadlo de gracia!