Tuesday, November 18, 2014

Mi experiencia de escribir.


Escribir para mi, ha resultado una de las mejores terapias para mi alma, la experiencia diaria en Cristo, no puede pasar inadvertida por quienes profesamos este tipo de fe, sé que no es del gusto del cristianismo actual reflexionar en nuestras carencias o siquiera en algunas de nuestra virtudes, eso si, somos capaces de dejarnos impresionar por una vitrina adornada para Navidad, no obstante, no nos detenemos en nuestras propias experiencias de vida diarias, las vemos, o las percibimos mejor dicho, de poca importancia, no le damos el lugar que les corresponde en la construcción no solo de nuestro cristianismo, sino que además, dejamos fuera a todos quienes participan activamente en esa maravillosa experiencia.

Por ello es que a diario le agradezco a Dios por haberme permitido un día comprender que un cantautor, no solo debe tratar de transmitir a través de un canto, algo de lo que su percepción logra retener en lo que dura una canción, sino que también, por permitirme darme cuenta que al escribir, mi alma logra elevarse lo suficiente como para atender a esos pequeños momentos que para otros, como antes lo señalaba, pasan imperdonablemente sin ser tomados en cuenta. Nosotros, por lo tanto, los que pasamos largo tiempo ya sea, esbozando algún tipo de escritura sobre un papel o en el mismísimo computador, sabemos que para que cada experiencia suceda en la realidad, deben a lo menos confluir una cantidad enorme de hechos en la vida de otras personas, he ahí entonces una de las razones más importantes del por qué, a mi modo de entender la vida, es importante llevar todas estas experiencias al plano de la escritura, solo allí es cuando uno entiende que cada uno de nosotros, por separados, formamos parte de la vida de otros seres humanos, así que el escribir, viene siendo una de las más antiguas formas de poder humanizar nuestra propia existencia, lo cual, inevitablemente, nos va haciendo más conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor, y de los habituales signos que nos ofrece el destino para desentrañar nuestra bella experiencia humana.

En mi caso, padeciendo la enfermedad que muchos de ustedes ya conocen, el escribir, me permite detenerme mucho tiempo en las vidas de las personas, de manera que nadie que se me acerca, pasa inadvertido, por pequeño o insignificante que parezca a los demás, porque lo mío es tratar de capturar en esos mágicos minutos que dura una pequeña conversación, esa bella  intención que tenemos todos quienes colaboramos en el desarrollo de nuestra humanidad a través de Cristo, eso simplemente constituye en lo sustantivo, dentro de una realidad tan quebrantada por la enfermedad como la mía, en todo un enorme y muy significativo logro humano, un logro que se conjuga con las experiencias de cada una de las personas que a través del canto, consigo conocer. Así ha sido, así ha ocurrido desde que tengo uso de razón, este maravilloso hábito me ha permitido confiar, llenarme de posibilidades que no consienten a mi alma, retroceder o caer en una especie de oscuridad que dejaría a mi alma, absolutamente inmóvil, esa llama que un día encendió Su Amor en mi vida, es la que a diario entonces ilumina mi existencia, y obviamente, la que espero en Dios, esté iluminando a todos quienes están cerca o lejanos de mi vida, no es posible vivir sin Él, no hermanos. 

No es fácil, sin embargo, el que un hombre verdadero de Dios, pueda excluir, a la hora de las cuentas, a sus grandes amores, no amigos, en mi caso, estoy unido a una mujer extraordinaria que Dios me permitió conocer, y que hasta ahora, no solo se ha convertido en la madre de mis dos pequeños, Mateo y Efra, sin contar a mi Danielita que vive con su madre, sino que también, en la persona con la cual construimos el diario vivir, y gracias a Dios, tiene sentido nuestro paso por este mundo. Congeniar con el alma gemela en el arte, en las costumbres de un artista, en las debilidades y fortalezas de quienes vemos la realidad desde otra perspectiva, no ha sido fácil, desde luego que no, nosotros, los que vivimos en torno al arte, somos capaces de evadir a veces la propia realidad para dar sentido a lo puramente abstracto, o a lo que aún no existe o no tiene sentido en lo concreto, es allí cuando empiezan los verdaderos problemas, porque uno de lados más fuertes con que contamos también los artistas para desarrollar nuestros proyectos e ideas, es la fortaleza de nuestro carácter, lo cual, en esos instantes, nos puede correr muy en contra, no obstante, el Señor ha sido fundamental para aprender a sobrellevarnos y darle valor a la comunicación, porque si no nos comunicamos, todo simplemente se desvanece. En ese sentido, hemos aprendido a sobrellevarnos, y desde luego, a aprender a respetar y a valorar el espacio de cada cual sin provocarnos heridas que pudieran dejar icónicas cicatrices. Además, están los niños, así que nuestro comportamiento debe ser entrañablemente ejemplar en todos los sentidos.

Estas semanas en cambio, han sido completamente distintas a las pasadas, es ya fin de año y por lo tanto, es tiempo del cierre de algunos proyectos que ya salieron de nosotros y que hoy, gracias a Dios, ya poseen su propio caracter, en un momento solo fueron ideas, buenas ideas, cuando el año recién cernía sus pequeños vástagos en medio de la ruidosa estación de Verano. Janett ha culminado su año de estudios y de clases, logrando finalizar con una enorme cantidad de conocimientos que le permitirán avanzar en su carrera, están además sus alumnas, esas grandes mujeres que participan en sus cursos a través de la Municipalidad, logrando coronar el año con una ceremonia en el Instituto chileno Norteamericano de cultura en Valparaíso. Para ello hubo preparación, tuvimos que abusar de los padres de Janett, sumándose a ello, el que en esta misma semana que pasó, finalizaba el curso de Xilografía en Con Con, todo esto unido al Ministerio que en esta oportunidad, me obliga a partir hacia la ciudad de Rancagua en donde recibí una invitación para cantar el Domingo que pasó. A ello se le debe sumar que hoy día Martes 18, debo irme a Santiago para ensayar una presentación el Sábado que viene, es decir, si Dios quiere, el Miércoles en la noche, recién voy a estar de vuelta en mi casa, así que, quien piensa que cantar canciones en el Nombre del Señor es fácil, no entienden todo lo que debe hacer un cantautor como yo para poder llegar y cumplir con los compromisos.

Esta enorme cantidad de actividades, nos permite acercarnos como decía al principio, a todas esas personas que en forma totalmente cariñosa, luego que me presento en una congregación o donde sea, se acercan a mí para darme ánimo, o para ofrecerme simplemente sus sinceras plegarias en pro de mi recuperación, lo único claro para mí, es que mientras dure este momento, debo intentar guardar en mi memoria cada una de las tantas demostraciones de cariño y afecto por parte de personas que recién comienzo a conocer, al guardarlas o retenerlas dentro de mí, llegado el momento, les daré el uso que se merecen, sé que cuando vuelva a mi casa, el agotamiento me tendrá un par de días en cama, porque sé que cuando salgo lejos y voy con un equipaje de cantautor, lo estoy dando todo, absolutamente todo, y ellos, mis hermanos, y todos quienes recién estoy conociendo, se dan cuenta que yo no pertenezco a la maquinaria demoledora de experiencias, contrariamente, saben que el aprecio es mutuo, que la valorización es mutua también, por lo tanto, nos debemos, nos involucramos en una especie de cadena espiritual que llega a reconfortarme y a fortalecerme para lograr todas las metas que humildemente nos hemos propuesto alcanzar con mis hermanos y amigos, y por supuesto con mi compañera del alma.

Así que esta vez, fue distinto, debido a que me sentí un poco mejor, mi estadía a durado más de lo pensado, y por supuesto, he podido abrazar y compartir con quienes siempre esperan algo más de un canto tan diferente como el mío. La partida de Rancagua es ya un hecho, y bendigo a Dios por darme las fuerzas necesaria para resistir mis crisis diarias, por ofrecerme todos los medios posibles para que la industria del canto comercial cristiano, no desvanezca esta bella y siempre duradera experiencia de fe que vivimos tanto quienes apoyan este canto, como los que con su esfuerzo diario, permiten que yo pueda viajar y quedarme en sus casas, de manera que la experiencia de mi canto, más que desvanecerse, cobre todavía más, mucha y mucha más fuerza en el Nombre Glorioso de nuestro Señor Jesucristo.


¡A todos ellos, muchas gracias!        


Este es mi nuevo correo electrónico:

florencioenavarro@gmail.com

Todos los agradecimientos del alma por sus oraciones y preocupaciones constantes.