Friday, January 26, 2007

No estamos condenados al silencio

La pregunta es: ¿qué significa ser cristiano hoy día? ¿qué significado tiene el derecho que Dios nos da para ser llamados hijos de Dios en medio de un mundo totalmente desperfilado de la verdad?
Muchos apuntan hoy al bienestar económico como manera o forma de vida de lo que debe ser nuestro cristianismo, de hecho, los "grandes paladines de la justicia actual" si pueden hablar de algo, es de dinero, sí, de víl y mugroso billete que se puede conseguir a costa de infringir una vez más en las conciencias de millones de seres humanos que pueblan nuestro mundo, una herida ya conocida por todos y que además, va acompañada de la putrefacta imitación de una vida religiosa verdadera, me refiero a la ignorancia, a la del verbo ignorar, sí, esa antigua pero persistente estela que va dejando en el camino la llamado doctrina de la prsoperidad y toda esa hediondéz que fomentan quienes viven colgados del evangelio existista y provisional, magnificado además por expertos expositores del marketing espiritual a manera de "predicadores, cantantes del gozo, misioneros con tarjetas de crédito y toda esa basura gringa que sacude el alma de países tan llenos de "ignorantes", como México, como el mismo Estados Unidos, Colombia, Brasil, nuestro propio Chile, y todos aquellos países que necesitan de la religión actual para lograr una identidad con el Dios de Abraham o el Dios de Jacob."

Sin duda que la reflexión ha sido mínima, los más viejos dirán que se trata de una nueva moda simplemente y que pronto desparecerá, los más jóvenes absorverán como esponjas todo lo que el espíritu sensual de los cantes actuales cristianos propongan, de cualquier forma la cosa no se detendrá, la pregunta en cambio, seguirá como la canción de Dylan, "soplando en el viento", los profetas de la mediocridad y de la ignorancia poblarán las escuelas, los licéos, los estadios, y lo que es peor, también los templos cristianos, llenarán con elocuenten discursos los oídos de los desprovistos "cristianos" y apartarán del oído la verdad, así habrán cumplido con exactitud maestra con una de las más importantes profecías de que se tenga conocimiento en las Escrituras, el camino antes señalado por los detractores de esta realidad será escupido, será demolido, sus poesías fogozas y llenas de emotivos versos se habrán diluído como las nubes dejándonos caer su belleza.

Pero las voces, las voces de aquellos hombres que valientemente ofrecieron sus propias vidas para prepararnos de lo que ya viene, no se extinguirá, nada las podrá apagar, no hay en el Universo entero una fuerza mayor que impulse a la materia y a los planetas semejante a la fuerza que mueve a sus espíritus, espíritus que han sido construídos en la soledad, tal cual como lo recibió aquél oráculo de la antiguedad, "preparad camino en la soledad a nuestro Dios", así están hechos, así han vivido, así han escrito sus versos y sus cantos, pero qué han recibido? sólo ignominia, sólo incomprensión, el devastante principio que mueve hoy día al Cuerpo ha olvidado este singular elemento, pronto lo van a necesitar, ellos lo saben, antes de la caída de las Torres en USA muchos profetas descolgados del sistema avisaron y dieron a conocer que algo andaba mal, pero no fueron tomados en cuenta, LA IGLESIA DE CRISTO los ignoró, los expulsó, los vomitó, pero en el exilio siguieron adelante con su trabajo, hoy día La Palabra se vuelve contra todas estas Instituciones religiosas que se han empoderado a costa del Nombre del Soberano y único Rey de reyes llamado JESÚS, y estos solitarios hombres que caminan junto a nosotros por las ciudades o en los campos, han vuelto para decirnos su Palabra, regresan del frío en el que la Iglesia los dejó y los despojó.

La pregunta finalmente será respondida, pero no a la manera de los Marcos Witt, de los Chaparros, de los Lucas Márquez, de los benny Hinn, de toda esa saga de vagos que ha producido la religión comercial e institucionalizada, finalmente sabremos qué significa ser cristiano, cuando de verdad lo sepamos, recuerden bien, se nos caerá la cara de verguenza, correremos de aquí para allá intentando evitar el sobresalto y la agitación del corazón, muchos se ocultarán, otros se alejarán, los más cara dura segurán inflando la realidad soberbiamente, se volverán a inyectar de la droga facista del canto del gozo y alojarán nuevamente en los vacíos escondrijos de la Babilonía viviente, otros en cambio, entenderán, no serán los más, sin embargo será suficiente para intentar cambiar en algo la realidad, será suficiente para reencontrarse con las esperanzas y volver a soñar con dones y talentos autenticamente divinos, talentos puestos al servicio de La Palabra y no al de los interese egoístas de quienes hoy día detienen no sólo el avance del evangelio con su porquería de imitación mexicana, sino que además, mantienen cautivos dentro del sistema a quienes deberían hoy estar sirviendo pero con todo el corazón al Señor de señores.



El 36 por ciento de los 2 mil millones de niños que hay en el mundo, según datos de la ONU, trabajan para ganarse el sustento desde que cumplen solo los cinco años, y de estos 140 millones no tienen acceso a la escuela y 90 millones carecen de la alimentación necesaria.












Thursday, January 25, 2007

El triunfo de la indiferencia


Cuando todo marcha bien en nuestras vidas puede resultar hasta rentable el ser cristiano, sobretodo en una realidad plasmada de hedonismo y de materialismo como la nuestra. Los conceptos transmitidos por los defensores de un caracter o de una identidad apostólica, sufren en este tiempo los embates de una religión prácticamente insuficiente para observar de qué manera los movimientos espirituales de actualidad, han permeado las últimas defensas con que contaba una forma de cristianismo ya en vías de extinción.
El descaro y la inmunidad con que cuentan todos y cada uno de los expositores del "evangelio actual", nos hablan de conceptos bíblicos vertidos hace más de 20 siglos atrás, en donde claramente se expone de manera hasta profética, que este tiempo sería sacudido por una inmensa e impactante tormenta de plagiadores de la verdad, quienes, viendo la oportunidad de enriquecerse, serían capaces de introducir todo tipo de herejías destructoras que bien describen la situación de cada uno de los "predicadores y cantantes del gozo", que en la actualidad reciben algo más que admiración y seguidores por presentar un evangelio prostituído y basado en los réditos económicos que produce la masificación del error, que ya a estas alturas se ha constituído en "horror".

Pudiera ser que esta página, virtual por lo demás, no contenga nada que afirme o contribuya a la deificación de una religión basada en el egoísmo y en la indiferencia por el dolor del prójimo, y si es así, su gran aporte, creo yo, es el hecho de que el valor de decir la verdad nos pone en un lugar de privilegio, privilegio con que no cuentan, ni aún con sus cargas de dinero y prostitución espiritual, los Ministros de la decadencia actual. Ellos, que pretendían cambiar el sentido de la profecía, no pueden más que sacar buenas cuentas a la hora de la autocrítica, para ellos, todo ha salido perversamente mejor de lo que esperaban, sus hijos, sus esposas, sus seguidores fieles y prolijos, cuentan con la seguridad que les brinda el poder, poder que sabemos todos, corrompe.


Sin embargo, no está todo dicho, una llama espiritual no se apaga porque alguién o algo la extingue, para apagar un espíritu y una mente despierta se necesita algo más que una religión prostituída, algo más que proporcionarle al corazón de quien se atreve a decir la verdad, una herida imposible de cerrar. Esto me hace pensar en los alcohólicos, no en los borrachos de la nada, sino en quienes fueron derribados cruelmente por un sistema perverso de la fe organizada que no respeta ni contiene los parámetros verdaderos de una forma de vida, por lo menos cercana al contexto bíblico. Pienso en aquellos que ven a diario como se escapa la oportunidad de dejar en la gente, una clara exposición de la verdad, y por el contrario, no han cedido a los intereses de "cantantes tipo hamburguesas" que no han encontrado un mensaje mayor para un pueblo como el nuestro, que bailar regetón en la Quinta Vergara.
Quiera Dios que algún día su mirada se pose en esta clase de personas, y que algún día, por una cosa de JUSTICIA DIVINA, Dios se digne desde el cielo, a bendecirnos para entregar a la gente sin Cristo, un evangelio de acuerdo a las reales circunstancias en las que hoy vivimos, y no esta clase de Shows a que nos tienen acostumbrados "cantantes como Marcos Witt" o como Predicadores tipo Chaparro o quién sea.