Tuesday, November 30, 2010

El Luto que Chile no quiere vivir ni comprender.






















¡Y la tragedia llegó! La carretera no es todo lo que nos han dicho que es, segura, que cumple con todos los estándares internacionales, etc., fueron muchas vidas las que se perdieron, y no sabemos aún si otras se perderán con el pasar de los días, sin embargo, ese día 23 de Noviembre de 2010, quedará en la memoria de todos los chilenos, como uno de los más dramáticos y dolorosos episodios que nos ha tocado vivir.

La reflexión nos lleva a pensar de inmediato, en cada una de las vidas que se perdieron, en las historias de cada una de esas personas que ese día fueron partícipes de ese trágico accidente que hoy enluta, una vez más, a toda nuestra nación. Uno piensa en el valor de una sola vida, en lo que le incumbe como cristiano, no obstante, las palabras no son fáciles de sacar, porque uno se va para adentro, pensando en todas las variables que pudieron haberse conectado para que las cosas ocurrieran como todos ya las hemos conocido, aún así, no hay respuestas posibles, el alma debe transitar por una especie de encrucijadas que no te dan ninguna clase de posibilidad, lo que ese día ocurrió, tal vez nunca lo vamos a saber, nunca lo vamos a llegar a comprender, por lo tanto, tendremos que aprender a vivir con todo este dolor dentro, aunque el costo sea elevado, no podremos seguir viviendo como si nada hubiese ocurrido, porque hacerlo de ese modo nos deja muy mal parados en esta vida, nos hará ver como seres indiferentes, como personas que carecen del más mínimo sentido de la compasión, así que, deberemos comenzar a armarnos de otro modo, a aprender a caminar con suma humildad, entendiendo que ese día bien pudo haber sido cualquiera de nosotros el que tomase ese Bus, pensando que todo habría de suceder sin sobresaltos.


Yo, como cristiano, he tenido que orar y reflexionar mucho para enfrentarme a estas realidades que a diario nos acechan, son tantas y de tan distintas maneras que no alcanzamos siquiera enumerarlas o cuantificarlas, lo inobjetable es que la vida humana, tan valiosa y frágil a la vez, pareciera estar en medio de un constante peligro, por la clase de vida que llevamos, por el apetito voraz que como sociedad nos consume y nos destruye, dejándonos en una especie de orfandad en la cual pocas veces damos a Dios el lugar que corresponde, así la vida que estamos viviendo, nos va encasillando y conminándonos a una forma de subsistencia en la cual, la vida que representamos o deseamos vivir, poco o nada de valor tiene para la inmensa mayoría de procesos que vive la sociedad en su totalidad, paradojalmente, la humana disidencia ya no tiene valor ni sentido, tampoco las humanidades que representan esos miles y millones de rostros que pasan frente a nosotros en cualquier parte de este desolador panorama mundial, el respeto por la vida humana es casi nulo, en una esquina el automóvil de un descuidado conductor es capaz de traspasar las líneas que protegen a los transeúntes sin tomar en cuenta si alguien va a cruzare de repente o no ese espacio, más allá, ni siquiera un semáforo en rojo detiene a un loco automovilista que no entiende que dentro de una ciudad la velocidad debe reducirse al máximo. Nada parece estarnos hablando a la conciencia, todo nos rebota, nada logra quedarse dentro de nosotros como para hacernos meditar, como para quebrarnos y hacernos comprender el valor no solo de nuestras propias experiencias humanas sino, en la de todas las que nos rodean y de la cual también formamos parte.

El ser humano de hoy entonces, parece estar construido de otra clase de naturaleza, no oye, no respeta al prójimo, pero ello no ocurre solo dentro de los casos que he nombrado en esta reflexión, como lo he venido planteando hace mucho rato ya, es la sociedad, como un todo, la que se encuentra tambaleándose, el no aceptarlo así sería una buena elección, por lo cómoda, por lo poco comprometida, sin embargo, desde hace mucho rato que uno viene oyendo a la gente hablar acerca de las ineptitudes de nuestros dirigentes políticos, ellos, los que han sido elegidos por el pueblo para que la democracia funcione, no son mejores que nosotros, en ningún caso, y ganan mucho por lo poco que hacen. Las distintas herramientas con que cuenta la sociedad para protegerse también tienen mucho que decir al respecto, ¿pero qué pueden decir aquellos que se han sentado en el Derecho y en la Justicia y han violado a cientos y cientos de niños en todo el mundo haciéndose pasar por santurrones? ¿Qué podrían aportar ellos con su toda su porquería? El colapso es total, una sociedad que no entiende el valor de una sola vida jamás podrá comprender el valor de muchas vidas que se pierden en un mañana de Noviembre, ustedes seguirán viendo recitales de grandes monstruos del Rock en Chile, nos visitarán por mucho tiempo más, Animal Nocturno y toda esa ciudadela de matinales sin sentido que nos ofrece la miseria televisiva de nuestro país, seguirá inyectando de estupidez junto a otros programas de televisión el alma del Chileno, de este modo nuestra conciencia perderá la capacidad para recordar, nombres, fechas, formas, olores, vidas, existencias, transfiguraciones, metamorfosis obligadas, resurrecciones, en fin, toda una seguidilla de actitudes y caracterizaciones que forman parte de la vida humana, y las cuales, simplemente ya no parecen tener valor. Dormida nuestra conciencia habrá de dejar pasar el tiempo como si nada, como si las cosas nunca fueran a cambiar, en esa actitud, todo se desplomará sin que nos demos cuenta de la responsabilidad que nos concernía, como cristianos, como seguidores de un Cristo que no soporta la indiferencia como norma de vida, todos tendremos que dar cuenta entonces de lo que nos pasa, de lo que aceptamos y nos quisimos hacer para cambiar el sentido que le dimos, en tal situación, el panorama vuelve a ponerse oscuro, no hay modo de evitar que la suerte cambie, Colombia, Venezuela, Brasil, Haití, México, Argentina, Europa, el mundo entero ha de entrar en una forma de existencia que solo aparecía como un croquis en las páginas del viejo libro.


La tragedia mayor para nosotros entonces, está en no comprender el por qué todas las cosas han sucedido de esta forma, el no poder capitalizar, el no lograr entender que la vida humana merece todo nuestro respeto, y que por ser parte de esta misma vida, deberíamos retraernos para darle a esas vidas el lugar que corresponde, aunque ya no estén con nosotros, aunque el destino haya querido arrebatarlas de nuestros espacios, del de todos sus familiares, sus amigos, de esas personas que tampoco entienden por qué alguien como ellos les fue arrebatado. Para comprender entonces, deberíamos hacer mayores esfuerzos, deberíamos comprometer más nuestra humanidad, la personal, la de cada uno de nosotros, deberíamos hacer un esfuerzo por callarnos un buen tiempo, apagar nuestros equipos de sonido y dejar de un lado el reguetón para dar lugar a la reflexión, solo allí, en esa instancia de plegaria que nos ofrece el silencio, podríamos comenzar a entender de verdad lo que es el LUTO, antes no, porque todo lo demás que nos espera, sigue siendo lo mismo de siempre, la jarana, el carrete, la fiesta, porque de eso se ha construido nuestra sociedad, de pasarlo bien, de no dar importancia a nada más que al futbol, de hacer como si las vidas que se pierden en nuestras tragedias, no sirven nada más que para amenizar un poco las conciencias cauterizadas de todos estos seres que creen que nunca les va a tocar a ellos.


El olvido, esta forma de amnesia colectiva que nos afecta a todos por igual, parece estar ocupando todos los lugares, todas las instancias, de ser así, quedaremos atrapados en medio de un presente que parece estarnos enjaulando en una especie de inactividad frente a situaciones que nos demandan mucho más que una plegaria, la arrogancia de creernos inmortales, de que sin Dios podemos funcionar, provocará entonces uno de los mayores colapsos en la historia de la humanidad, un colapso que terminará por destruir la raza, o lo que queda de ella, y lo peor, que no nos habremos dado cuenta de ello, porque seguiremos viviendo vidas predecibles, le seguiremos creyendo a los políticos que dicen estar haciendo sus mayores esfuerzos para que la salud y la educación del pueblo, siga siendo su mayor objetivo, aunque en los servicios públicos de salud nada cambie, aunque, a pesar de los anuncios de una “REVOLUCIÓN” en la educación, la cosas sigan siendo tan iguales como han sido siempre, porque las cosas que nos suceden en nuestro país, no se cambian con revoluciones, cuando comprendamos que nuestros procesos merecen la atención de todos, desde los más poderosos a los más humildes, sin mediar ningún tipo de prejuicios, y nos comprometamos de verdad a cambiar desde nuestra pequeña pero valiosas humanidad, y aiempre con la ayuda de Dios, tal vez allí seremos diferentes, pero la traída de un entrenador Argentino para dirigir la Selección de nuestro Fútbol, en nada cambiará nuestra cultura acerca del valor del deporte en la vidas de las personas, todo ello es parte de un negocio inmundo en donde la gente es utilizada y el capital de millones que produce ese solo deporte, se lo llevan un par de imbéciles que no les importa un comino el valor del alma que nos duele a diario cuando vemos que en las calles de nuestra nación, muchos niños, adolescentes, jóvenes y personas en general, no cuentan con las herramientas mínimas siquiera para subsistir en medio de un mundo que se les muestra extraño y hostil.


Yo no creo en todo esta basura que nos venden los medios de comunicación, si creyera en todo eso estaría amnésico como muchos chilenos, pero sí creo en el valor del alma del ser humano, no creo en la petulancia de los seres que creen tener el remedio para todas las cosas, porque hay males que simplemente no tienen sanidad, como el mío, otros, si la tienen, como las desigualdades y otros males más nos aquejan y nos van destruyendo lentamente como el CÁNCER, solo que para sanar de esta clase de males, hace falta un coraje de mártir, un valor de héroe, como el de Luther King, como el del Padre Hurtado, como el de La Sor de Calcuta, como el de Pablo de Tarso, como el de Pedro el Apóstol, y muchos más que hoy solo sirven para recordarnos lo lejanos que nos encontramos de esa clase de humanidad , desprendida, constante, genuina, activa, tal vez, como las vidas de algunos de los que viajaban en el Bus aquella mañana, como la vida de aquella joven madre que solo el día Sábado había celebrado el cumpleaños de su hijita, y que en el reloj de Dios, su vida dejó de tener movimiento para convertirse en una luz, en una bella y eterna luz que desde ese mismo momento ha comenzado a iluminar nuestras existencias, desde lo más alto del firmamento, para que la podamos distinguir, entre todos los astros que brillan allí. Por eso, desde ahora, no miraré el cielo con los mismo ojos de siempre, porque mis ojos ahora se detendrán, ya no buscaré lo insondable sino, lo conocido, lo que alguna vez pude haber abrazado y querido, y que por esas cosas del destino, tarde aprendí a quererlas. Por ello le pido perdón a Dios, a la vida misma, por no haberme dado cuenta antes que la vida de un solo ser humano vale más que el fulgor de todas las estrellas en las manos de Dios, de haberlo comprendido antes, no hubiese perdido tanto tiempo en cosas que no tienen sentido, y que son muchas en esta vida, habría dedicado mucho más de mi tiempo a lo que sí tiene valor, a lo que trasciende, a lo imperecedero. Pero ahora, ahora que estoy enfermo y cansado de llevar esta pesada cruz sobre mis espaldas, ruego a Dios que las fuerzas no me falten, que la precaria salud que me acompaña, no sea motivo para que mis manos ni mis pies se detengan en lo que, aunque tarde, comprendí que era valioso, y que es, la vida de otros seres humanos, la vida de mi prójimo, al que ignoré por mucho tiempo, al que no quise ver, postrado tal vez, en la forma de un mendigo, en cualquier humana condición, como sea que fuere, la lección está aprendida, y por lo tanto, doy gracias a Dios, porque ello no me ausenta, por el contrario, todo ello me acerca más a Dios y a su creación, aunque la vida de los seres humanos valga muy poco en este tiempo, pero aquí, en mi corazón, ninguna de las vidas que se han perdido dejarán de tener sentido, muy por el contrario, el Luto, mi Luto, me permitirá continuar por este valle de lágrimas pensando que tal vez, no todo está perdido, que si queremos, todavía podremos hacer algo para salvar lo que se hay perdido, tal vez sea ésta, una de las mejores maneras de honrar la memoria de todos nuestros compatriotas que fueron arrancados de este mundo en aquella mañana de Noviembre. A sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, y gente en general que les importa este dolor, la Paz Bendita del Señor y la consolación que sólo viene de Él, y en Él, y solo en Él se transforma en Esperanza.

Friday, November 19, 2010

La tragedia que se cierne.






















Haití se nos muestra apocalíptico, crónico, letal, solo comparable con aquellas imágenes que en años pasados nos mostraban las grandes hambrunas que dejaron las sequías en África. Pero hoy día no es solo Haití, también es Colombia, Brasil, México, nuestro mismo Chile, y una gran cantidad de países en el mundo que han sido afectados por catástrofes naturales, todos ellos formamos parte de una realidad en donde, inobjetablemente, las fuerzas de la naturaleza parecen estarle diciendo al hombre que su tiempo se acaba, que nuestra humana condición sobre este acongojado planeta está al borde de un colapso inmenso, porque nunca antes habíamos tenido una visión más global de nuestra realidad que ahora, solo en este tiempo sabemos, a pocos segundos de ocurrida alguna catástrofe, qué está pasando con otros seres humanos en otro punto del planeta. Con esa certeza, pareciera que el tiempo que vivimos nos convoca, no nos deja alternativas, intentar una huída no parece ser una buena elección, aún así, es claro que nuestro país no desea detenerse en el dolor propio ni menos en el de los demás, la vida antivalorica y mediocre que promueven los medios de comunicación, solo permite que una enorme cortina de indiferencia separe aún más, a este hombre que camina y sobrevive en medio de la gran metrópoli, de los acontecimientos que hoy día enlutan a la humanidad toda.


El sistema te ofrece de todo entonces para que no pienses en ello, el propio cristianismo se te muestra plácido para que no tengas nada por qué cuestionar la realidad, desde grandes e increíbles recitales, hasta la más burda propuesta que te haga desertar y sacar por fin aquellos pensamientos de tu alma, solo así la mediocridad avanza, solo así las tinieblas se establecen y toman su propio lugar, algunos esperan las imágenes de monstruos con dos o tres cabezas que emerjan desde el mar para creer que el tiempo que vivimos es apocalíptico, otros simplemente dan por hechas todas las cosas y ni siquiera se plantean algo semejante, el caso es que a diario las muertes por acción de la naturaleza parecen estar sobrepasándonos, desde todas las formas, desde hambres hasta diluvios, desde terremotos hasta tsunamis, toda una enorme cadena de hechos que en estas últimas décadas nos han marcado como humanidad y no nos permiten en las noches, cerrar los ojos pensando que todo mañana va a estar mejor. La naturaleza ha despertado, de eso no hay duda, la fuerza con que nos emplaza parece no contar con un ánimo de impartirnos alguna enseñanza, y por qué habría de hacerlo, si la hemos dañado con todo lo que tenemos, con todo lo inimaginable, derrames de petróleo sobre los mares, uso indiscriminado de los recursos naturales, tala de árboles sin reforestación, efecto invernadero, exterminio de especies, y un sinfín de otros hechos más que solo demuestran, la poco o nada conciencia que tenemos los seres humanos cuando se trata de utilizar lo que la tierra gentilmente nos ofrece.


Intentar separar el problema de Haití del gran drama mundial entonces, es algo ridículo, Haití es una de las más claras evidencias de cómo la autodestrucción es una realidad en curso, porque de eso se trataba todo, de autodestruirnos, porque si hubiésemos querido otra cosa, habríamos pensado en el daño, pero nunca hemos estado a la altura, los burladores siempre terminan por enmudecer las conciencias y las voces disidentes, o son ahogadas o simplemente ignoradas, existe una especie de confabulación entre los grandes intereses de las corporaciones y las personas que no toman ninguna clase de actitud frente a esta catástrofe global, y ello no ocurre así no más, se trata de un mecanismo en el que colaboran muchas partes de la sociedad, desde diputados, profesores, doctores hasta actores, todos tenemos algo de responsabilidad, excluirnos, es el camino más fácil, el más asequible, el más predecible, es sin duda, el más recurrente, porque no contradice, carece de autocrítica, es menos conflictivo, no te hace perder tu valioso tiempo en porquerías como cuidar tu espacio, lamentablemente, es el camino que elige la mayoría, por contar con condiciones apropiadas para ejercer la miseria espiritual, cultural e intelectual. En ello, los más grandes responsables son las corporaciones, las que tienen a su cargo la educación de la población, en cualquiera de sus estratos, porque si la protección y conservación de la especie fuera su más grande y fundamental principio, hubiesen luchado por ello mucho antes, antes que detonaran todas estas realidades, sin embargo, detrás de sus enmascaradas realidades pintarrajeadas de serias y formales, y hasta decentes, se esconde el verdadero propósito que es, ofrecer a las personas comunes, la entretención suficiente como para encubrirles la verdad y así desarraigarlos de una conciencia ciudadana en donde la vida humana sea respetada y puesta en el lugar que corresponde, desde contar con servicios de salud pública DECENTES, hasta ofrecer a la población una educación que les haga sentir que están siendo tomados en cuenta. Pero nada de ello ocurre, lo peor, es que la decadencia moral y espiritual se va apoderando cada vez más de las conciencias ya dormidas, y el monstruo de mil cabezas ya no parece estar emergiendo desde las profundidades de un mar en completa calma, como muchos pensaban o esperaban, el monstruo apocalíptico, disfrazado de bienes materiales y concordantes actitudes con un sistema arrogante que no acepta la verdad en todas las formas posibles, emerge con toda su violencia desde nuestros propios y seguros hogares, los que creíamos estaban a salvo, desde allí, nos imprimen toda su miseria, utilizándonos, manipulándonos, sojuzgándonos, de manera que la inactividad pase a ser una de las más determinantes actitudes que asumamos contra la realidad, y que nos quedemos finalmente sin alma, sin vida espiritual, resignándonos al proyecto tradicional que nos ofrece la dictadura de la indiferencia, la cual, sin contar con un mensaje siquiera que nos provea de luz para nuestros días, absorbe nuestras vidas como si fuera una esponja, dejándonos en quiebra, observando como la marea va subiendo y desencadena su impactante fuerza sobre nuestras frágiles realidades.


Nada podrá evitar que lo inevitable se cierna sobre nuestras realidades, no existe, al menos en este mundo, algo que pueda guarecernos cuando la naturaleza, en un día de estos, cobre finalmente todo, absolutamente todo lo que le hemos quitado, y con una violencia atroz, todo lo que le hemos robado. La tierra sin duda se prepara, el hombre, en medio de ella, no puede obviar el mensaje que Dios ha venido dando a través de muchos de sus emisarios con el correr de los años para que se prepare, hacerlo, parece ser que nos deja sin ninguna clase de esperanza, la omisión sin embargo, es una constante, en nuestras cultura urbana, en nuestras estadísticas, en nuestros modelos económicos, hablar de Dios y de sus propósitos en un mundo en donde la fuerza y el poder se concentra en el bienestar que te ofrece el dinero y sus derivados, no parece ser una buena oferta, salvo si esta oferta está alterada o adulterada para que los nuevos adictos de la fe, no tengan interrogaciones al respecto, es decir, para que todo parezca, sin importar lo que se es, así el modelo funciona, así se puede estar en todos los frentes, si no tengo esto, tengo aquello, y el principio de... “no te dejes mover fácilmente de tu modo de pensar”, que plantea el mensaje bíblico, simplemente desaparece, ello ya no tiene importancia, el cristianismo entonces ha desertado, la única posibilidad que nos queda está en lo que nos provea de certezas, y en quién más, sino en Cristo.


Toda sociedad se derrumba desde adentro, de eso no hay duda, ocurrió con Grecia, Roma, ¿y la nuestra? ¿Acaso es distinta? Para nada, si bien nosotros no tenemos los dramas que tienen países como Haití, es claro que tenemos otros, otros que tarde o temprano se convertirán en terribles pesadillas, ¿y acaso no es lo que está ocurriendo? Porque todo tiene su costo, nada es gratis en este mundo, los que nos gobiernan y gobernaron jamás nos dijeron que deberíamos pagar por todo lo que tenemos o deseamos en esta realidad, la delincuencia no es un tema menor, salir de noche es casi un sueño, descansar tranquilo para reponer fuerzas es solo un chiste, un mal chiste, nuestras vidas urbanas ya no dan para más, bandas de niños son capaces de invadirte y ponerte un cuchillo en tu cuello dentro de tu propio hogar y así poner en riesgo la vida tuya y la de tu familia. La policía no está preparada para tanta tragedia humana, los recitales de grandes artistas en nuestro país no auguran nada, absolutamente nada, la manzana se pudre por dentro, es una realidad, el panorama profético no deja ninguna clase de dudas, estamos en la mira de un Dios que no va a tomar en cuenta ninguna de nuestras pequeña acciones a favor de la paz, porque la dimensión de La Voluntad y Obediencia a sus preceptos, no está relacionada con las decisiones que pueda tomar el corazón transgresor y fornicario del hombre actual, sino, con la premisa suprema de la fuerza moral y espiritual con que Él nos amó a través de Su Hijo Jesucristo. Es inobjetable. “Al que sabe hacer lo bueno y no lo hace.”


Todos hemos de lamentar por Haití, nadie debe vivir así, nadie debería permitir que otros seres humanos en el mundo estén privados de los bienes mínimos para acceder a una vida sencilla por lo menos, pero me temo que en este momento, en este desolador y oscuro panorama, las dictaduras de la mediocridad, establecidas como prioridades dentro de nuestras vulnerables realidades, no permitan que padres, hombres comunes, madres incluso, policías, obreros, etc., seamos capaces de evaluar las dimensiones de una tragedia como la que se está desencadenando con toda su fuerza y crudeza en Centroamérica, para hacerlo, tendríamos que dejar de ver porquería en la tele, como, programas basura, farándula, comedias, noticiarios inmorales, toda esa trágica cadena de miseria que nos ofrece el espanto televisivo, además, dejar de leer diarios estúpidos en donde la medida intelectual está determinada por hombrecitos a quienes les importa un carajo la condición de nuestros hijos frente a determinadas encrucijadas que le ofrece la vida antivalorica. Dejar de oír música sin propósito, y una cantidad enorme de otras demandas más que deben estar dispuestos a asumir quienes deseen vivir en un mundo mejor. Es cierto entonces, nada habrá de detener lo que parece inevitable, solo pido a Dios que seamos guardados, que nuestras almas y vidas sean protegidas, que si debe ocurrir lo inevitable, sea Él quien nos sostenga. La tragedia se cierne entonces sobre nuestras vidas, no estamos mejor que Haití, no somos mejores porque el Cólera aún no nos alcanza, el tiempo es quien determina cada cosa, el tiempo es quien finalmente nos dirá si estuvo bien traer a este país tanta miseria y haber olvidado el destino de los que más sufren. Lo cierto es que la verdad profética no tiene varias lecturas, los apóstoles de la miseria no concordarán con alguien como yo, tampoco espero algo semejante, sin embargo, tengo la más plena certeza de que mis palabras no han de caer en una especie de desierto, jamás, siempre habrá un remanente, siempre habrá alguien que crea y se disponga a tomar la responsabilidad sin importar en el costo, por amor al Señor, por guardar fidelidad al que nos amó y guardará nuestras vidas en completa seguridad.

Tuesday, November 09, 2010

Siendo testigos de la decadencia.























De tal modo que la adoración ecuménica, importada e industrializada por la fe comercial de la prosperidad y del espíritu mercenario del evangelio prostituido, se estableció en nuestras realidades para quedarse por mucho tiempo, indeterminado, es que llevaba ya muchos años con nosotros, muchos como para dejar muy bien parados en esta vida, a todos aquellos que, con una indiferencia de este porte han promovido y financiado la decadencia espiritual e intelectual, dentro del corazón mismo de un pueblo pusilánime que solo aspira a poseer bienes temporales y que descarta, en su proceder más cotidiano, cualquier posibilidad o forma de verdad que los haga volverse de todo corazón a ese Evangelio rústico que produjo en el curso de la historia primitiva de La Iglesia, verdaderos y honestos paradigmas de la fe. Era de esperarse entonces que las instituciones cristianas protestantes, adecuadamente acondicionadas para absorber semejante miseria, no fueran lo suficientemente certeras a la hora de tomar alguna decisión, dejando para otras circunstancias el problema planteado hace rato por la escuela norteamericana de la música y de la predicación estéril, la cual, apoyada por todo un poderoso ejército propagandístico de fe intoxicada, y sustentando y valorando más la experiencia sensual que la de principios, ha logrado enriquecer a un enorme conjunto de personas en el mundo entero que han visto, en esta realidad, una muy buena oportunidad para hacer de la vida espiritual y del alma, un muy organizado y lucrativo negocio.


No obstante, para enquistarse en nuestras realidades, ha debido sortear algunos problemillas que hasta esta hora sólo podríamos denominarlos como “caseros o domésticos”, si, porque hace mucho tiempo ya, La Palabra, la de Dios, la reflexión seria en torno a ella, dejó de ser una premisa y un requerimiento para emprender cualquier realidad Ministerial en nuestro país, por lo tanto, los grandes y espaciosos linderos de la fe institucional, solo han servido para que estos “grandes Ministerios de fe”, o también llamados, "aspiradoras de vida espiritual", utilicen nuestras realidades como verdaderas alfombras en donde puedan deslizarse y llegar hasta nuestras rústicas maneras de vivir, sin siquiera notar que detrás de aquello, una casi idílica columna de los más sorprendentes traductores, exponentes, predicadores, expositores de La Palabra, y quién sabe qué más, invadan en el nombre de una fe ya degradada, el querido hábitat que Dios nos entregó como patrimonio espiritual. Podemos culpar de ello a la globalización misma, no lo sé, cada cual debe tener su propia explicación, su propia responsabilidad, pero lo que no podemos evadir, es el hecho de saber, que toda esta escabrosa y salvaje embestida de los poderes fácticos de la fe comercial, ya había sido advertida por La Palabra profética, el no reconocer este principio y la clara advertencia bíblica al respecto, nos hace dudar incluso de la calidad de nuestro cristianismo antes que toda esta basura llegara hasta nuestras vidas, la cual conocí personalmente, y doy fiel testimonio que a pesar de todas sus limitaciones, el amor era una forma de expresión que nos impulsaba a todos quienes teníamos algo que compartir con los hermanos, a dejar nuestras comodidades para enfrentar el gran desafío que Cristo nos imponía, de tal modo que no era tan difícil hallarnos con hermanos repartidos en todo lo largo y extenso de este territorio, desde lo más extremo del Sur del país, hasta las mismas alturas de un desierto cobrizo y solitario que siempre nos aguardaba y que de continuo nos ofrecía sus mágicas bellezas no tan bien comprendidas por quienes no las conocen.


Es en el seno de nuestro propio cristianismo entonces, en donde se produce la craquelación, es allí a donde apuntaban los que irrumpían sin límites nuestras vidas, en primer lugar, haciéndonos creer que lo nuestro no valía nada, y en segundo término, que lo de ellos sí que tenía valor espiritual. Para condescender y aceptar estas propuestas, el cristianismo protestante chileno debió haber pensado que todo aquello era cierto, que nuestro esfuerzo por llegar hasta sus vidas, con todas nuestras limitadas pero siempre valiosas intenciones, no era suficiente para poder enfrentar las problemáticas de un mundo que estaba en víspera de sufrir una de las más grandes e importantes metamorfosis que iba a cambiar para siempre, conceptos tan importantes dentro del ámbito de las comunicaciones y de la cultura mundial. Así nos llegó la globalización, así nos afectó, como pueblo de Dios, vimos la manera como fueron cayendo una por una las armaduras que muchos con gran esfuerzo, al igual que los muros de Jerusalén, fueron levantando en estas lejanas latitudes para proteger el patrimonio cultural, espiritual y teológico que heredamos de la cristiandad histórica. Nada pudo evitar en ese entonces que la tormenta se desatara, que los gigantes venidos de tierras tan lejanas nos pisotearan, que pasaran a llevar nuestras culturas, nuestros valores, nuestra historia, de nada sirvió la historia sagrada, el Antiguo Testamento, la historia de los Macabeos, ese período inter-testamentario en donde muchos hombres y mujeres, impulsados por un fuerte espíritu de unidad, legaron a la historia Universal, uno de los tesoros más valiosos en lo que respecta a la historia del pueblo hebreo, cuando, en el año 167 a. C., después de que Antíoco emitiera en Judea los decretos que prohibían la práctica de rituales religiosos, un sacerdote rural de Modín, Matatías el Asmoneo, encendió la chispa de la revuelta contra el Imperio seléucida rehusando adorar a los dioses griegos. Matatías asesinó a un judío helénico que se adelantó para ofrecer un sacrificio a un ídolo griego en el pueblo de Matatías. Él y sus cinco hijos huyeron a las montañas de Judea. Tras su muerte, un año más tarde, su hijo Judas Macabeo lideró un ejército de judíos disidentes a la victoria contra los seléucidas. El término macabeos para designar al ejército de Judea proviene del apellido de Judas, cuyo significado es 'martillo'. La revuelta provocó varias batallas individuales, en las que las fuerzas macabeas ganaron infamia en el ejército sirio debido a sus tácticas de guerrilla. Tras la victoria, los macabeos entraron triunfantes en Jerusalén, realizaron una limpieza ritual del Templo, restableciendo los servicios tradicionales judíos e instaurando a Jonatán Macabeo como sumo sacerdote.


Todo ello para proteger el patrimonio sagrado y cultural de la nación, que aún permanecía intacto en los corazones de muchos judíos que se mantuvieron fieles, hasta el final, a los principios y a la Ley de Jehová. Pero nosotros, al no defender nuestras creencias, al no poner en claro por qué luchamos y vivimos en este mundo, no sólo nos quedamos convertidos en esponjas, sino que además, quedamos a expensas de un magnánimo designio de todos aquellos que fueron capaces de convertir, ésta, nuestra realidad, en un triste mercado de ofertas y demandas espirituales, lo cual trajo consigo, sino el derrumbamiento final, por lo menos el debilitamiento de una realidad que bien pudo haber sorteado con mejores resultados, la cruel arremetida de una cultura que ha basado su estrategia y subsistencia, en el silencio cómplice de todos sus Ministros frente a hechos que en la mente y en el alma de la humanidad completa, jamás serán borrados, por infames. Como un huracán las ideas del pensamiento materialista de la fe norteamericana entonces, sacudió nuestros miradas, dejándonos impávidos, arremetiendo contra una rica y valiosa cultura que nos dio la posibilidad de experimentar, en muchos de sus diferentes caracteres, el afecto, el cariño y el conocimiento de un pueblo que jamás volvería a ser el mismo. Es cierto, ya todo cambió, ya nada es lo mismo, nada parece importarle al cristianismo actual, todo da igual, estar con uno o con otro, estar aquí o allá, no tener propuestas, carecer de autocrítica, no comprender bien el costo y el significado de lo que se perdió, el problema ahora ya no es el mensaje, eso fue completamente erradicado de nuestras realidades, el problema es que en el lugar de todo este poderoso conjunto de anticuerpos espirituales que habíamos establecido para defender nuestras realidades, ellos lograron emplazar toda su costosa industria de la fe, pulverizando nuestros estandartes, proveyendo a los mediocres, a los sin compromisos, a los sin llamamiento incluso, de una forma de cristianismo que ahora iba a tener parámetros muy diferentes a los que ya habíamos conocido. Así la Prosperidad estableció que uno de los más importantes sacramentos que te hacen ser un cristiano, ya no es el testimonio que puede y debería dar el Espíritu Santo dentro de tu propia vida, sino, el logro material, las mal llamadas “bendiciones”. Con una forma de fe de esta naturaleza recorriendo de Sur a Norte nuestro país, desde nuestra propia piel, hasta los mismísimos tuétanos del alma, muchos desertores hallaron el camino expedito para introducir, dentro de la vida de La Iglesia visible, todo un conjunto de argumentos extrabíblicos que iban a divorciar, definitivamente a la cristiandad, de la búsqueda sincera y honesta de un Amor irrevocable que nutrió por muchos años, el alma y el corazón de muchos buenos creyentes que produjo el cristianismo nacional.


Nada de esto habría sido posible si los cristianos hubiesen estado en verdad interesados en lo que creían y esperaban de Dios, nada de esto habría podido transgredir la realidad de la vida espiritual si los Ministros hubiesen hecho caso a los dictados de La Palabra de Dios. ¿Dónde estaban ellos entonces? ¿Dónde estaban los profetas? A través de Estados Unidos Dios nos dio una clara y decidora demostración, “con Dios no se puede jugar”. Cayeron pues Las Torres Gemelas, vino el Katrina y barrió con New Orleans, fueron e invadieron a través de una guerra estúpida, un lejano territorio que hasta hoy no sólo les ha traído enormes costos materiales, sino que además, y lo que es más importante, elevados costos por las vidas que se han perdido, porque después de todo esto, luego de la decadencia económica de la cual aún no se levantan, nos debe quedar claro una cosa, sobre todo a nosotros, que sin reflexión alguna hemos adquirido una religión de segunda y terceras manos, que la implicancia de imitar a dichas realidades desde luego, tiene un altísimo costo, ni lo duden. Allí entonces podríamos encontrar tal vez, alguna explicación a toda esta simbiótica escena de sucesos que nos han acontecido solo en estos últimos tiempos, no hay para qué escarbar tanto, la prueba irrefutable está delante de nuestros ojos, y como pueblo de Dios, no la hemos querido aceptar, nos han vendido la pomada para que respetemos sagradamente a quienes han venido a este país, sin mensaje, sin profecía, sin Palabra de Dios incluso, y dejemos de lado a los que Él ha levantado en nuestras grises realidades para darnos Su Palabra.


El cristiano común tiene responsabilidad por cierto en todo esto, no la puede evadir,por esta misma razón es que yo no estoy interesado en reconocimientos por mi trabajo anterior en el Dúo Sal, o en lo que me he dedicado hacer desde hace mucho tiempo atrás por amor al Señor, no soy de los que compran con facilidad, además, Dios no me mandó a congraciarme con los cristianos, menos en el momento histórico en el que nos encontramos viviendo hoy, en donde la pobreza espiritual y la miseria valorica ya no tiene ninguna clase de límites. Estoy aquí entonces para declarar, para profetizar, para confrontar las pobres y esqueléticas ideas de un cristianismo que no dice nada cuando todos los informativos nos dan a conocer que un sacerdote, un “prelado” de la santa Iglesia católica y romana, no solo violó niños en este país, sino que además, creo todo un sistema de corrupción en donde el silencio de sus cercanos, fue costeado por el propio mesías de la fe católica. Si eso no es mafia, ¿qué es entonces? ¿Qué dice el cristianismo a las desigualdades que existe en nuestro país en relación a temas trascendentes como son la salud y la educación? ¿Cómo puede un país que se jacta de tener de todo, incluso un evangelio supuestamente lleno de Gozo y espiritualidad como el nuestro, obviar en su vida diaria y valorica, el frío y el dolor de centenares de compatriotas que aún viven hacinados y sin solución a sus problemas después del terremoto? ¿Nada tienen que decir los profetas del cristianismo miserable, contra todo este sistema de vida que olvida el valor de las almas y de las vidas que mueren a diario, en un Continente que posee uno de los más altos porcentajes de desigualdades sociales en el mundo? ¿Qué les dijo Marco Witt a sus seguidores en Santiago acerca del dolor de la gente en Haití? ¿Qué iba a hacer algún recital en ese país? ¿Qué llevaría su industria y sus millones para ayudar a la economía de La África nuestra?


Jesucristo, el más grande de todos, dijo hace dos mil años atrás, que no existe peor ciego que aquél que no quiere ver. Pero muchos cristianos hoy día se esconden, se han mimetizados pensando que así nunca Dios los va a encontrar, que allí en donde están, en medio de esa plácida y predecible realidad de vida que están viviendo, están seguros, que nada les va a pasar, nada les va a ocurrir, que por persistir y creer en las ofertas de esta decadente realidad, nada tocará sus vidas, pero no es así, lejos está de la realidad algo semejante, ya lo dije, Estados Unidos, que por mucho tiempo se ha jactado de que posee más vida espiritual que nadie, ha reconocido que en los años en que envió más misioneros a recorrer nuestras realidades, inyectó de enfermedades venéreas a muchos seres humanos en Centroamérica para probar la efectividad de los antibióticos, por ello, obviamente, tendrán que pagar, nuevamente, el precio que sea, pero de aquello, ¿les dijo algo Jaci Velazquez, o como se diga o escriba, qué importancia tiene? ¿Profetizó algo Marco Witt como para creer que Dios lo envió a nuestro país? No pueden adular a una persona como yo, para que yo aceptara algo como eso, tendría que estar muerto espiritualmente, muerto y sin comprender que este preámbulo, que esta soledad crepuscular me lleva a Cristo, y lo demás, lo demás no tiene sentido, no habrá memoria alguna de ello, algún día recordarán mis palabras, cuando sea quitado el que ahora lo detiene, mientras tanto, es preferible continuar, admitir mis limitaciones, adquirir un identidad transitoria, por lo demás, ¿qué somos sino, emigrantes en este mundo, emigrantes en el tiempo terrenal con un solo y eterno destino, el descanso celestial?

Sunday, November 07, 2010

¡Resistir, porque otros ya lo hicieron en la historia, y vencieron!






















Solo hace un rato he despertado. Es un día Sábado en la tarde. Ésta semana ha sido durísima en cuanto a mi salud, es que resfriarse para mi, complica significativamente lo mal que me puede hacer sentir mi propia enfermedad, no obstante, doy gracias a Dios, porque a pesar de esta condición, en lo profundo de mi alma, las fuerzas aún no se han agotado, aunque el dolor que proviene desde mi pecho y se traslada hasta casi todas las partes de mi cuerpo, no me deja alternativas posibles, es que una crisis como la vivida hace un rato atrás, solo viene a recordarme que sin Dios, imposible sería para mi sobrevivir en este mundo. Y me pregunto a veces, ¿será posible que exista personas en este mundo que cuando sufren, no recurren a Él? - Y si no recurren a Dios, entonces, ¿a quién?
Yo no deseo hacer una apología de mi propio y particular sufrimiento, para nada, hay demasiado dolor en este mundo como para personalizarlo o hacer proposiciones que en nada aporten a nuestro estático cristianismo, pero, lo realmente asombroso para mí, que padezco de este mal, que a pesar de contar con un sencillo Ministerio, y con una forma de Don que me impulsa a escribir y a no retraerme de lo que sucede de continuo en nuestro entorno, algo que implica un doble esfuerzo, la realidad de Cristo es una constante en mi vida, por ello no tengo dificultades para expresarme como lo hago y dar testimonio público de lo que ÉL, en su misericordia, ha sido capaz de hacer con una persona con tantos límites como yo. Describir por lo tanto, una enfermedad con todos los detalles que he explicado en este trabajo, ha pretendido varias cosas, y una de ellas, es dar a conocer a muchos hermanos y amigos que se han detenido en este blog, que una persona, por el hecho de tener que vivir en una condición semejante, y prácticamente ignorada por la realidad eclesiástica, no está en desmedro para percibir y vivir en profundidad la misericordia y el amor de Dios, ni tampoco para ejercer y asumir el costo de nuestro cristianismo, menos cuando a los cristianos del sistema actual les importa muy poco esta clase de problemas, Cristo El Señor, nuestro Señor, aún sigue operando en el alma del ser humano, y por lo tanto, no necesita de toda una reingeniería humana para darnos a conocer Sus Propósitos, contrariamente a ello, he pensado que si muchos de nosotros, sobrellevando enfermedades en nuestro cuerpo, crónicas y algunas intratables por la medicina tradicional, no tuviésemos como límite tal condición, entonces tal vez, nuestras almas no tendrían necesidad de clamar día y noche para que el Señor pusiera sus manos sobre nuestras heridas, y de este modo, calmar en uno de esos días, ese enorme y constante dolor que nos agobia.


Es significativo entonces, por lo menos para los cristianos que disentimos con la miseria actual, que el más importante Apóstol de la cristiandad, el Apóstol Pablo, haya sido objeto de un mal crónico e irreparable, incluso desde la perspectiva espiritual, de la cual, no podríamos poner en duda absolutamente ningún aspecto de la vida aquél verdadero hombre de Dios, el caso es que en alguna ocasión, avala La Escritura en II Corintios 12, Dios le había dicho al Apóstol que su enfermedad no tenía posibilidades de ser curada, y no porque él fuera un mal cristiano, sino, porque el Propósito de Dios en su persona, no era precisamente el de dejar, a la humanidad y al cristianismo en general, y que mejor venido desde un hombre semejante, el testimonio vivo de un cristiano, o de un ser humano profundamente vinculado a Dios sin sufrimiento, por el contrario, al él, el hecho de ser un Apóstol de Cristo, no le dejó al margen de problemáticas tan cotidianas como el dolor corporal, al contrario de lo que plantean los mercenarios de la fe, ello es notable, porque lo expresa textualmente la propia Escritura, pero digo cotidiano, porque al parecer, jactanciosamente, la enfermedad y la intransigencia que ella produce en el propio cuerpo de muchas personas que a diario deben transitar por los pasillos de algún consultorio público, no parece ser tan atractiva para los comerciantes y emisarios de la mediocre propuesta del Gozo, tanto como para tenerla en cuenta y darle el verdadero tratamiento que merece el padecer tal condición, jóvenes y adultos cristianos, olvidando la enorme sangría de sufrimiento que existe no sólo dentro de nuestra segmentada realidad espiritual, sino que además, dentro de toda nuestra realidad nacional y mundial, son capaces de retraerse y hacer como si tal realidad no existiera, se trata de una casi paradigmática fuerza que ejerce el cristianismo de la fe comercial sobre la conciencia de muchas personas que debiera estar limpia y sujeta a los dictados siempre honestos y decidores de La Palabra de Dios. Pero no es así, hay manipulación en todas y de todas las formas, ¿por qué no las habría de haber en el propio cristianismo? Así, la realidad proscrita de los creativos nacionales, va quedando casi sin oportunidades, y no por no tener nada qué decir, como en mi caso, muy por el contrario, la empresa que sustenta todo este caudal de música y literatura basura dentro de los canales evangélicos, tiene en Marco Witt, a uno de sus más poderosos cancerberos, porque quien no piensa como él, simplemente es ignorado, no tomado en cuenta, por ello es que cuando él visita este país, siempre se rodea de ignorantes en La Palabra, él no convoca creativos ni menos los apoya, él, como un poderoso empresario de la fe actual, no está pensando en las limitaciones que debemos salvar todos quienes hemos tenido que hacer de todo para sobrevivir en este sistema, la influencia que solo él ejerce sobre nuestras miserables realidades, no deja lugar a dudas, es que al pueblo y a los ministros de Dios les importa un carajo el que nuestra condición no sea tomada en cuenta, recuerde que los hermanos pueden libremente descargar de Internet nuestro trabajo sin cancelar un solo peso por ello, luego te llaman para decirte que tienen todo tu trabajo y que les trae muchos y buenos recuerdos, a eso en Las Escrituras se le llama, ROBO.


Pero bueno, el señor empresario, no viene a buscar nada a nuestras realidades, él no necesita de nada, salvo congraciarse con muchos predecibles que no son capaces de poner sus almas y la creatividad, en pro de la salvación de las almas o de la verdad tantas veces enmudecida por los propagadores de Gozo, no señor, tales cristianos, los controversiales, no representan nada, absolutamente nada para los dictadores de la fe comercial, peor, los ignoran, los dejan morir, él, por nada del mundo hará algo por quienes tienen alguna realidad que exponer en sus escritos o cantos, no ha sido enviado para ello, él solo busca seguidores para hacerlos dependientes de su mal gusto y pobre propuesta, nadie en esta realidad miserable no obstante, ha sido capaz de confrontarlo con su propia realidad, plantearle preguntas que lo incomoden de verdad, como por ejemplo, si Él ama tanto a Dios y a los seres humanos, ¿por qué no va a hacer presentaciones en ciudad Juarez, donde las muertes prácticamente son el pan de cada día? ¿Por qué no hace presentaciones en las cárceles de su propio país, en donde la miseria y el dolor del ser humano ya no puede ser contenida por lo inmenso? Es obvio entonces que “su Ministerio está centrado en el color y en el olor del billete”, como el mismo lo ha expresado, es claro también que él no tiene mensaje contextual para reinventarse y dejar en un par de líneas, siquiera, una miserable oración o plegaria por quienes padecen el hambre y la esclavitud de las macroeconomías, él sabe guardar perfecta compostura cuando la situación lo amerita, pero a mí, un simple cantor de alabanzas no me va a amedrentar, no es parámetro a
seguir, ni su vida, ni toda su propuesta comercial, tal vez tenga la fuerza y el poder de convicción para manipular a otra clase de cristianos, pero a mí no, estoy demasiado embebido de lo que hago y pienso como para retroceder, aunque tenga a diario que enfrentar las enormes limitaciones materiales que me ha heredado este podrido sistema con su evangelio de la Prosperidad y toda su maloliente pestilencia.
El estar en esta condición entonces, no me deja sin mensaje, no estoy lisiado ni ciego del alma como para no contar con fuerzas para enfrentar y confrontarlos con mi verdad, de ningún modo, yo sigo cantando, yo sigo soñando, aunque a muchos no les guste lo que hago, aunque traten de amordazarme, no lo van a lograr, es más, jamás he visto a algún representante de la curia protestante de mi país, defendiendo nuestro caudal nacional o personificando el dolor que nos ha producido la embestida salvaje de estos comerciantes de la fe, por lo tanto, alguien tiene que ponerse en la brecha, alguien debe levantar la voz y hacer sentir todo el mal que nos provoca el que, profesionales de la fe comercial, hayan logrado embaucar a este pueblo a vista y paciencia de los propios señores Ministros de Dios, y pasen como Pedro por su casa haciendo creer en nuestro propio país, a los que no entienden nada de esta realidad, que nosotros, los seguidores con conciencia de Cristo, que no tenemos nada que decir en cuanto a las desigualdades sociales que hay en este país, en cuanto a la paupérrima salud que se le ofrece a la gente común, a la que no tiene medios económicos para tratar sus dolencias, lo que aquí llamamos, “salud pública”, en cuanto a la educación de nuestros hijos, en cuanto a los programas de farándula, en cuanto a la mediocridad que propagan con sus métodos de autocomplacencia los propios medios de comunicación, en especial, la televisión. Nuevamente, los Ministros de Dios, no producen ni escriben obra alguna, por lo tanto, no están interesados en dar a conocer estas realidades, así que el camino finalmente escogido por ellos y por gran parte del pueblo cristiano, termina siendo el silencio, y por supuesto, el silencio en todas sus desastrosas formas, siempre termina por otorgar, es que simplemente les importa un carajo si te duele o no la indiferencia, si tuviste o no para los medicamentos de esta semana, estando ellos bien.
Muchos podrían pensar que tu fe se acaba aquí, que no tienes nada más que decir o aportar a esta pálida realidad, pero la realidad no es así, porque para llegar a comprender el qué cosa te mueve para sobrevivir teniendo una actitud de esta naturaleza, tendrían que renunciar a muchas cosas, invertir en lo intangible, en lo que se ve va más allá de nuestra miserable percepción humana que está llena de parámetros súper predecibles, es lo que Exupéry enseña en su obra El Principito cuando dice:
“No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.”
Antoine de Saint - Exupéry


Entender que la lucidez de nuestra conciencia no se basa en decisiones humanas, que los ejemplos que hemos decidido seguir y tratar de aplicar con mucha humildad en nuestras vidas, no provienen de la oscura y trivial condescendencia con un cristianismo que le importa un carajo lo que pueda costarte ser un Ministro de Dios, con una enfermedad incurable sobre tus espaldas, con una independencia que te cuesta casi siempre la marginalidad oblidgada, es algo que no está dado para el cristianismo actual, eso lo he llegado a entender, por eso continúo, por ello además no he dejado de escribir ni componer, y espero, con la ayuda de Dios, continuar, seguir perseverando, aunque el costo que debas pagar ello sea alto. Finalmente, eso es lo que te da valor para construirte cuando quienes dicen ser tus hermanos, el Cuerpo de Cristo, te ignoran o te pasan a llevar, eso sí es realmente valioso, es lo que queda, porque aunque quieran alejarte o sacarte de algo que es tan importante para tu vida, no lo van a lograr, estamos demasiado conscientes del valor que tiene el poder hallarte resistiendo frente a una realidad tan poderosa como la fe comercial actual, que no tenemos ánimo de renunciar a ello, de doblegarnos a algo tan dañino, los ejemplos de hombres como Pablo mismo no se van a quedar mudos en nuestra historia, por el contrario, sabemos que estamos siendo de inspiración para muchos hermanos que no han sido tomados en cuenta por las castas religiosas de este país, ello es importante, ello no me permite, aún con toda mi problemática actual, descender y ponerme al servicio de las meretrices, las que con su silencio cómplice ofrecen un gran y valioso servicio a la mediocridad y a la poderosa industria liderada por Witt.


Es muy fácil entonces pertenecer o ser seguidor de tal o cual cantante o predicador, ¿cuál es el costo que hay que pagar por cantar o repetir las alabanzas de Marco Witt o escuchar y ser seguidor de Jaci Velásquez? -Por ejemplo. ¿Dónde está el esfuerzo, dónde el dolor para percibirlo si existe? ¿Qué exigen los cristianos chilenos y del mundo de toda esta generación comercial de la fe? Obviamente que lo mínimo, lo que pueda provocarles el menor esfuerzo, ello es lo que demanda el ser seguidores de empresarios semejantes, la juventud cristiana, antidotada por esta clase de miseria espiritual, no está capacitada para advertir riesgos, a ellos les importa un carajo La Palabra de Dios, la que ni siquiera leen ni estudian, no resisten a un hombre con un mínimo de palabra, no son capaces de comprender absolutamente nada acerca de toda esta porquería que difunde el mago mexicano de las finanzas, ello mismo aporta a la ignorancia del pueblo, al desinterés por aspectos fundamentales como son el profético e histórico, total, tienen alabanzas, predicadores Light, música al por mayor en DVD, buenos equipos, en fin, toda una infraestructura que minimiza la importancia de la verdad y de la influencia que debe ejercer El Espíritu Santo en esta área tan importante como es la creatividad, adiestrados por sus propios Ministros asumen actitudes soberbias, dejando de lado el gran caudal de experiencia con la que Dios ha bendecido a nuestras realidades. ¡Pero eso no vende señores! Así no se construye una generación, así no se edifica una conciencia, menos la de un hijo de Dios, muy por el contrario, sé y tengo la certeza más absoluta de que Dios no está de acuerdo con estos predicamentos de la vida espiritual que promueven los comerciantes, y sé también que a una gran cantidad de cristianos en nuestro país le importa un comino que exista cristianos que vivimos en el Exilio, marginados por quienes dicen estar haciendo la voluntad de Dios, no obstante, jamás voy a quedarme sentado esperando que las cosas cambien, el deber es mayor cuando lo que te intriga pasa por sobre tus propias e incurable a veces enfermedades y limitaciones, así ocurre con mi vida, así ocurrió con los profetas también, así ocurre con muchos de ustedes que a diario deben armarse para salir adelante o sobrevivir en esta vida. Ha de llegar el momento en que arribaremos a ese puerto en donde Él nos aguarda, de eso no tengo duda alguna, y cuando llegue ese momento, todo habrá terminado, nuestra lucha, nuestra resistencia, Dios ahogará y enjugará todas nuestras lágrimas, al final, descansaremos, que es lo que se merece todo aquél que ha dado una honesta y siempre cuestionable lucha. ¡Que así sea!

Thursday, November 04, 2010

Una resistencia con sentido.






















La noticia me estremeció, llegó de repente, ninguno de los grandes periódicos de este país lo alcanzó a notar, tal vez por lo humano, por lo inapreciable para un sistema que a diario se nutre de miseria. El caso es que mi teléfono sonó, y la noticia vino a darme una alegría que conmovió mi alma, y en ese momento pensé, “nada me hará desistir, nada me hará pensar que hay algo más importante en que pensar que lo que acaban de comunicarme”. Y así ha sido.

Cuando comencé hace varios años atrás con esta idea del blog, nunca pensé que llegaría a conocer a tantas personas. Tampoco pensé que tendría que confrontar con tantos lo que a mi modo de ver, resulta casi evidente, importante para un cristianismo que no admite más reflexión que las alabanzas, un cristianismo que ha dado vuelta las espaldas a expresiones que con mucha humildad, han resistido el embate de la propia indiferencia que han sembrado los Ministros de la Fe comercial actual. En medio de una expectativa semejante, hubiese sido mejor desertar, dejar el camino abierto a los mediocres monopolizadores de la Fe, los que con una infraestructura incomparable, han sido capaces de desechar todo un recurso espiritual, profético y Ministerial incluso, que en sus propias y sesgadas realidades, no es posible encontrar. Pero la palabra deserción, no está en mi modo de pensar, por lo menos al modo en que lo han entendido muchos que sin haber nadado un centímetro contra la corriente, hoy día son capaces de dictar hasta cátedra en medio de realidades circunstanciales, porque Apóstoles de Cristo en este tiempo, uno puede encontrar en cualquier medio, no es difícil percibirlos ni hallarlos, se encuentran con mucha facilidad operando dentro de un sistema que no les ha puesto ninguna clase de obstáculos. Así, la resistencia ha sido dura, desde todos los aspectos, más aún cuando personalmente he tenido que abordar mi realidad Ministerial, sin contar con apoyos eclesiásticos, y peor aún, desde una enfermedad que no me da tregua en ningún momento.


Pero, para ser sincero, si a veces he estado al borde de dejar todo y continuar mi camino simplemente ejerciendo como cualquier creyente normal, también he sentido que la mano de Dios ha sido conmigo y con quienes me acompañan en este difícil trabajo de resistir, hasta el final, contra todo lo que parece ser una dictadura. Con mínimos recursos uno se va dando cuenta que el sueño puede ser realizable, y así ha sido, porque no sólo presentaciones musicales importantes hemos tenido la oportunidad de llevar a la realidad, sino que también, visitar a muchos hermanos y llevarles una palabra. En el curso de estos años hemos dado pasos importantes como una realidad que no se ha dejado amedrentar por aquellos que tienen absolutamente controlado todo, todo lo que parece ser una realidad impermeable. De este modo es como hemos llegado a producir muy buenos e importantes vínculos con hermanos y amigos esparcidos por casi todo este país. Eso me llena de alegría, ello me hace pensar que la resistencia no va por mal camino, que por el contrario, si hemos sido capaces de disentir con la verdad de Cristo como estandarte de lucha, por supuesto que los logros lentamente los podremos ir percibiendo, uno a uno, hasta llegar a comprender que jamás hemos estado solos en esta lucha, muy por el contrario, Dios ha sido con nosotros en cada aspecto en que nos hemos propuesto defender, lo que a nuestro modo humilde de pensar, la realidad espiritual actual simplemente, ha borrado o no desea considerar.

Dentro de este panorama, he llegado a conocer hermanos de una calidad espiritual y humana sobresaliente, como por ejemplo, nuestra querida hermana Marta de Santiago, nuestro hermano Claudio, el hermano Héctor de Concepción, y un sinnúmero de hermanos y amigos de este proyecto que en la soledad, día a día se va fortaleciendo, teniendo como única meta, el dejar el Nombre del Señor muy en alto, tanto como para que los abductores de conciencia sepan que aquí, en medio de esta periférica realidad, estamos nosotros, los disidentes, los exiliados, los que no estamos de acuerdo con un cristianismo que solo vive de intereses comerciales, y que lejos de desaparecer, seguimos y seguiremos luchando, desde nuestras alternativas realidades, desde una forma de Amor que los engreídos y déspotas representantes de la Prosperidad y sus derivados, jamás podrían comprender, tengo plena seguridad además, que algún día seremos muchos más, quién sabe, pero mientras tanto, un pequeño grupo de valientes hombres y mujeres, no va a claudicar porque la fe comercial es capaz de traernos aquí, a las mismísimas calles de nuestra capital, y no precisamente para predicar el Evangelio de Cristo a quienes no lo conocen, a sus más importantes exponentes, para nada, sabemos que cada vez la cuesta se ve más empinada, pero vamos a resistir, hasta dejarlo todo, hasta no guardarnos absolutamente nada, de eso estoy completamente seguro.


Pero bueno, dentro de todas las personas que he tenido la suerte de conocer a través de Internet, y de este espacio en particular, he conocido hermanos con problemas enormes, allí Dios ha tenido que trabajar poderosamente en nuestras vidas para que en nuestra sencillez, podamos ser realmente de ayuda para ellos, de tal manera que solo puedo decirles una cosa, que me siento muy bendecido de haber aportado a la vida de varios de ellos, no porque sienta que soy yo el que ha originado tal o cual respuesta o palabra, nunca, sino, porque desde una perspectiva tan difícil como es el problema cultural que a veces que nos divide, el religioso, el espiritual incluso, hemos logrado interactuar y darle la oportunidad al Espíritu Santo para que seamos instrumentos válidos dentro de una realidad en que casi nunca vemos al que está del otro lado, ello redunda en un logro espiritual que solo tiene su principio en el corazón y en la mente de un Dios que nos ha mirado con misericordia, y que por supuesto, no nos ha desechado porque no tenemos templo o una infraestructura semejante al de las grandes y opulentas realidades en donde no falta nada, por el contrario, sentimos que Dios ha usado humildemente nuestras vidas, y ello, por supuesto nos llena de ganas para seguir luchando, como decía anteriormente, pero vuelvo a repetir, yo no estoy solo en esta sencilla empresa, son muchos los hermanos que detrás del anonimato, colaboran para que la palabra que ustedes reciben a través de este blog y de mis propias canciones, lleguen hasta sus vidas y les provean de una reflexión.


Y en estas condiciones, tuve la oportunidad de conocer a un hermano del norte del país, específicamente de la ciudad de Calama. Poco a poco nos dimos a conocer y tuvimos la oportunidad de interactuar por harto tiempo hasta que de repente, dicho hermano, cae en una prueba tremenda, estaba en juego su vida, había que actuar rápidamente, y así lo hice saber un día cuando solicité la oración por él en “elrecoletor”. Robert, sufrió un drama pancreático terrible, una enfermedad que a otras personas, en las mismas condiciones que él, las llevaron a la muerte. Estuvo meses internado en Antofagasta con un cuadro infeccioso y padeciendo otra clase de males debido a esta misma enfermedad. Pero Dios tenía otros planes para nuestro hermano, aún sin saber de él, seguimos orando, sólo a través de un amigo suyo de Santiago teníamos ciertas noticias. Pero el tiempo nos hizo pensar lo peor, aún así, tuvimos fe, creímos que en algún momento recibiríamos una noticia positiva. Y claro, ayer nuestro hermano y amigo Manuel de Santiago, supimos que Robert ya fue dado de alta y que se encuentra con su familia. Hemos dado gracias a Dios por ello, porque sabemos que nada de lo que nos ocurre es porque si no más, Dios, nuestro Dios, tiene sus propios métodos, y Él, en su misericordia, ha querido prolongar la vida de nuestro hermano Robert, y eso es grande, grande porque ello nos hace pensar que nuestras vidas, aunque periféricas para este sistema colapsado de sensualidades, aún poseen valores trascendentes para Dios, lo que nos abre perspectivas inmensas en lo que respecta a lo que deberemos creer y decir de aquí en adelante, porque no podemos esperar que vengan profetas de otras tierras para que Dios actúe en nuestras vidas, no señor, ese tipo de incredulidad no es parte de los que estamos dispuestos a disentir en todos los aspectos de nuestra fe, y pienso además, que no somos los únicos, debe haber muchos en este país que no van a transar con el sistema, a ellos, fuerza.

Quiero finalizar estas sencillas palabras, agradeciendo a Dios, por todas sus bondades, por darme la oportunidad de escribir canciones que nunca han pretendido ser mejores que nada, sino, un poco diferentes, por darme también la oportunidad de escribir y editar mis propios libros de poesía, a quienes hacen posible este logro, muchas gracias, por permitirme en este blog, hablar y escribir en Su Bendito Nombre, lo cual me llena de alegría y honra, y desde luego, me hace pensar que Dios no se acaba porque la religión manipuladora no toma en cuenta tu trabajo, para mi es suficiente si un solo hermano como Robert, a través de la oración humilde que alguno de ustedes derramó cuando lo solicitamos, fuimos oído, y hoy día, por misericordia, hemos sido bendecidos con la noticia del retorno a su hogar, desde aquí, gracias en el Nombre del Señor, gracias por haber hecho propio el drama de nuestro hermano, todos quienes colaboramos para que este proyecto permanezca aún con vida, decimos, ¡gracias Señor, que Tu Nombre sea ensalzado en lo más alto de todo este universo, y que Tu misericordia nos acompañe hasta el momento en que Tu Retorno, traslade nuestras vidas hasta Tu Bendita Presencia y así, por toda la Eternidad, estemos junto a Ti!