Tuesday, August 24, 2010

Intentando mitigar el dolor de nuestros hermanos.























Pero un día supe la verdadera naturaleza de mi enfermedad, supe que ni mi dolor ni mis dolencias se debían a un invento, que las tabletas que me había dado el último Doctor para calmar mis nervios, no curarían este mal. Nódulos traqueales calcificados, traqueopatía osteocondroplástica, calcificación coronaria aislada, y suma, engrosamiento de la pared interior de mi tráquea. Descubrí que no hay tratamiento, que el Médico no tiene nada más que aportar a la sanidad ni a la mitigación de tu dolor. ¡Eso finalmente es lo real! ¿Y cómo te armas para esto? ¿Qué debes tomar cuando los dolores vuelven a tu cuerpo y te llenas de un malestar indescriptible?

He ido aprendiendo a vivir con esto, aunque los doctores piensen que el dolor no es causado por lo que te congela el pecho, y luego de oprimirte por horas, días y semanas quizás, se destruye y convierte en miles y millones de agujas que apuntan hacia tu propio organismo. Así es esta enfermedad, otros sufren otra clase de males, pero la mía, transita por el dolor, por las inflamaciones a las articulaciones, a los dedos de las manos, en todo lo que implacablemente detona en una imposibilidad para ejecutar trabajo alguno. Pero no supe de ello hasta que al Doctor se le ocurrió mandarme a hacer un Scanner, solo allí tuve la certeza que los dolores que sentía en mi pecho y los malestares que me provocaban en todo mi cuerpo, eran producidos por un enfermedad que poco sabemos de ella, es más, aún un solo médico no me ha explicado nada acerca de esto, por pura curiosidad me enteré de que son muy pocas las personas que contraen esta clase de dolencia, por lo tanto, al no haber historias clínicas, tampoco se tiene la clase de medicamentos que uno debe tomar para hacerle frente a esta circunstancia.



Escribo esto porque sé que habrá algún hermano en cualquier parte de este mundo en condiciones, sino iguales a las mías, por lo menos parecida, lo cual, a tal hermano, hará bien al saber que hay cristianos como él, que también desean ser oídos a causa de sus dolencias, con ello, pretendo, con mucha humildad lo digo, abrir un espacio dentro de este mismo blog, que solidarice con quienes debemos cargar a diario con estas muy humanas condiciones. Esto, porque de verdad creo que la sanidad en medio de nuestro pueblo, es una necesidad urgente, pero no tan urgente como para que aparezcan predicadores y burladores jugando con la fe de las personas, sino, porque en primer lugar, creo en los procesos, por lo tanto, la sanidad, como tal, debe el Señor administrarla, ya sea a través, como dije antes, de un proceso, y por medio de un instrumento escogido que Él, con toda seguridad, posee en su bendita Misericordia. Por ello pienso que hablar solamente de la enfermedad con otros hermanos, debe tener un significado profundo, sobro todo para el que padece alguna clase de mal, porque en el mundo en el que hoy vivimos, poco tiempo tiene la gente para oír hablar a otro ser humano de sus dolencias y problemas, en especial de nuestras enfermedades, estamos demasiado comprometidos y compenetrados con el sistema como para detenernos en las vidas que transcurren a nuestro lado, como para poner esa cuota de comprensión que nos haga ser más inmensos que nuestras inconmensurables y estridentes, a veces, miserias cotidianas, porque si tenemos tiempo para ver y oír programas de farándula, para oír al cantante o predicador de moda, para ver la última pomada de Hollywood, entonces, porque no habríamos de tener o hacernos el tiempo para darle algo de él y de nosotros a quienes de verdad necesitan ser oídos. ¡Dios nos libre! Es que el imperio de la indiferencia, que hoy tiene sus raíces puestas y echadas aquí, justo bajo nuestras pisadas, simplemente nos encadena, nos ata y nos vuelve metálicos y pedregosos, nauseabundos a veces, parapléjicos espirituales que solo reaccionamos si la dolencia es capaz de golpear lo que más nos duele, de lo contrario, no hay mensaje ni cristianismo que pueda sacarnos de la silla en donde yace atornillada toda nuestra férrea armadura medieval de construcciones religiosas.

Es indudable entonces que la sociedad actual, ha empujado al cristianismo a ocupar un campo de acción sesgado y limítrofe, de eso no hay dudas, causando un daño irreparable a los mecanismos que Dios, a través del Señor Jesucristo, y solo por su Gracia, entregó a Su Iglesia para ejercer su dominio en todos los campos y disciplinas de la vida del ser humano. Pero la realidad, no es solamente que el cristianismo esté ocupando un minúsculo espacio dentro de la sociedad actual, porque si lo pensamos bien, debemos recordar que la comunidad de cristianos tuvo sus orígenes de este modo, nació como una expresión de vida, como una interrelación de un grupo de personas basado en el Amor de un Dios que se ha decidido a intervenir las vidas, desde la propia humanidad en La Persona del Señor Jesucristo, para luego convertirse en lo que todos conocemos hoy, Instituciones religiosas, estructuradas y empoderadas de una verdad que no les pertenece, porque si Dios no hubiese querido compartir con el hombre su verdad, se la guarda, pero Él, en forma Personal, vino a expandirla en todos los lugares, y así lo entendieron también sus discípulos, no nos trajo un forma de vida que pretendiera explicarlo todo y concentrar su autoridad en hombrecitos llenos de sospechosas conductas, por el contrario, jamás en la Escritura aparece el Apóstol Pedro o quien sea recibiendo títulos de magnificencia humana y transitoria como si se tratara de seres extraordinarios, ese no fue el mensaje que Cristo impartió a sus discípulos, ÉL les dijo claramente que el mayor era el que servía, todo lo demás que los cristianos apostatas y vendidos al sistema han patentado como cristianismo, es basura, basura nada más, aún en las pequeñas comunidades en las que el orgullo de la pertenencia a una determinada agrupación parece ser uno de los mayores logros, la basura está enraizada. Por ello, como decía, el cristianismo no solo se encuentra ocupando un pequeño lugar dentro de la sociedad actual, sino que además, permite que la sociedad, con toda su estructural epidemia de escepticismo, le trace la línea por donde debe dirigirse mientras dure su estadía en este mundo, olvidando el Carácter de su Llamamiento y además, produciendo un tipo de fe corruptible que no ejerce dominio alguno en los campos de la vida valórica y espiritual de nuestra sociedad.


Es claro que el sistema nunca se quedó estático en relación a la aparición del cristianismo, para nada, pareciera ser que desde un comienzo, el poder ejercido por las castas más opulentas de la sociedad en donde germinó la semilla del Evangelio, se transformó en persecución y sufrimiento para los creyentes en esta nueva doctrina. Ahora bien, si bien el sistema secular no nos ha quitado tanto espacio físico, porque templos hay en todos los lugares, y todos dicen ser cristianos, sí ha ido relegando y convirtiendo al cristianismo en una religión estática, con una movilidad casi nula en campos tan importantes y decidores como la vida valórica y ética de nuestras sociedades, sume a ello el daño que la Iglesia Católica ha hecho al mensaje de Cristo a través de todo el transcurso de la historia, con todos sus desaciertos basados en la codicia y en la perversión de sus dirigentes. Es que desde su implantación, el cristianismo ha sufrido todo tipo de embates y detracciones, el camino entonces no ha sido fácil, bajo ninguna circunstancia, las fuentes históricas también respaldan el hecho de que desde su mismo origen, la doctrina del carpintero fue producto de persecuciones y sufrimientos sin límites.

El cristianismo entonces, no nace como una filosofía de vida originada en el corazón ni en la poderosa imaginería humana, el cristianismo es la respuesta divina a los problemas de una sociedad atestada de confusiones y problemas, y surge precisamente, por la propia incapacidad del ser humano de auto redimirse. El humanismo, cuyo centro de gravedad se haya precisamente en el corazón y mente de una humanidad cuyo recurso más potente se encuentra en las virtudes humanas, aparte de tener su origen en la mente del hombre caído, es la prueba más decidora de que el cristianismo se opone a esta otra filosofía de vida como es el humanismo, porque mientras el hombre no reconozca el poder redentivo de la Sangre de Jesucristo, su vida sigue entendiendo el drama de la vida, desde la perspectiva que le proporciona una mente sin revelación y comprensión del Propósito divino. La obediencia al Evangelio por lo tanto, es indubitable, su origen divino nos pone en una perspectiva espiritual que necesariamente debe ser tratada a la luz de la revelación, de lo contrario, todo esfuerzo humano, como el propio humanismo para la liberación del hombre, se torna inocuo frente a la expectativa y respuesta divina en relación al pecado del hombre.

El sistema por lo tanto, ha sabido quitarle espacio al cristianismo, como le teme a su mensaje, lo ha empujado hacia adentro, y el cristianismo ha condescendido con él, porque siendo poseedor de un mensaje y un Llamamiento celestial, ha decidido creerle al sistema y quedarse en silencio, sin cumplir roles verdaderamente proféticos, quedándose simplemente a la espera de que los acontecimientos vayan desarrollándose. Ese no es el rol que le corresponde, Dios no nos envió una media verdad para que nos encerráramos en ciertos lugares y allí nos autocomplaciéramos pensando que estamos muy protegidos mientras la sociedad, padece el desenfreno y sin que nadie haga algo grande para que la respuesta a tal problemática, llegue a sus vidas. Ese es el camino que la cristiandad eligió, el cómodo, el sin problemas, vidas realmente inutilizadas para desarrollar Ministerios poderosos se dan a luz a diario, solo algunos desean dentro de toda esta esfera espiritual, servir con toda su alma a Dios, es la crisis de la realidad actual, hombres sin compromiso fuertes con Dios y su verdad, puros planteamientos estáticos para no poner en riesgo la salud ni el dinero que nos cuesta tanto ganarlo en un sistema que no nos deja ni respirar. Adiestrados para tal desdicha, solo atinamos a criticar a los valientes, eso si, porque la majadería y la soberbia de los dirigentes religiosos es una constante, imposible de pasar por alto, de este modo, pensar si quiera en un cristianismo que vuelva a la vida en comunidad, se torna en una ilusión, en una quimera espiritual que nos hace ver la gran diferencia entre lo que ocurrió con los primeros cristianos, y las mediocres realidades que hemos construido y respaldado con nuestras pobres decisiones.

Por ello, yo soy uno de los que no tengo mucha confianza en los grandes movimientos espirituales que aparecen y desaparecen como si nada en este tiempo y en el pasado, no sirven de mucho, tal vez para levantar alguna polvareda y arreglar las siempre alicaídas arcas de los Ministros de Dios, pero en cuanto a progreso y desarrollo de vida cristiana, ya he vivido y visto demasiado. Porque los cristianos, aunque nos parezca increíble, deberíamos siempre vivir de convicciones, ya que los principios que nos legó la cristiandad apostólica, son lo suficientemente claros y objetivos como para establecer, cuál y de qué modo podríamos tratar las infinitas dolencias que asolan las vidas de nuestros hermanos, las propias, y por supuesto, las de cualquier ser humano necesitado. El cristianismo, el bíblico, nació ejerciendo su autoridad basado en el bien que debemos provocar a los demás con nuestro proceder, esa comunidad de creyentes logró capitalizar muy bien el mensaje de Cristo, no evadió su perspectiva social ni su actividad en torno a la enfermedad, se trató de una forma de vida basada en el bien y no en responder con mal el propio mal, así se desarrolló, así logró consolidarse en medio de la sociedad en la cual se dio a la luz:

11 Y vino un gran temor en toda la iglesia, y en todos los que oyeron estas cosas.
12 Y por las manos de los apóstoles eran hechos muchos milagros y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón.
13 Y de los otros, ninguno osaba juntarse con ellos; mas el pueblo los alababa grandemente.
14 Y los que creían en el Señor se aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres;
15 Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, á lo menos su sombra tocase á alguno de ellos.
16 Y aun de las ciudades vecinas concurría multitud á Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; los cuales todos eran curados.
Hechos 5 : 11 - 16

No obstante, el bien mayor que necesitamos hacer, debe comenzar primero por nosotros mismos, ahí es donde debemos descubrir el valor del prójimo, el cual, también fue creado a la imagen del mismo Dios en el cual creemos nosotros. Este principio, rabínico, proveniente de La Torá, es uno de los pilares inamovibles e irreemplazables con que cuenta el cristianismo histórico para corregir los errores ya cometidos en el pasado, el prójimo, no debe, por ningún motivo, ser dañado en lo más mínimo, por el contrario, El Decálogo, en sus rigurosas pero comprensibles estrofas, apunta directamente a la preservación del espíritu de La Torá en la persona del prójimo, a quien no conocemos, en quien nunca pensamos, por lo tanto, evadir conceptos tan fundamentales como este, equivale darle en la realidad, las espaldas al mismísimo Dios, porque Él, en su infinito Amor, no discrimina, no mira a nadie por debajo de su condición, es más, Jesucristo, como Señor y Salvador, es la más innegable demostración de cómo siente y responde Dios a las necesidades de los seres humanos, es bíblico e inobjetable.

Las enfermedades por supuesto, tienen su propio origen, desde que el pecado entró al corazón del hombre, pero también desde ese momento, Dios proveyó al hombre de una salida, el hombre nunca se quedó solo, Dios siempre ha estado allí para socorrerlo, el sacerdocio mismo pretende, sino sanar las enfermedades, por lo menos que quienes adquieran alguna de ellas, tengan tratamiento en el campo de la vida espiritual y moral, es el hombre quien, armado de un orgullo y una soberbia incomprensible, desencadena con su desobediencia, todas las lamentables acciones que Él ha tenido que ejercer para que la humanidad no se quede sin parámetros de vida. La ciencia no cree esto, es más, se opone a ello, niega la existencia de Dios, con ello, autentifica la veracidad del libro de Romanos en donde abiertamente el Apóstol Pablo sostiene que la ciencia, se ha envanecido, que con una actitud soberbia, se ha autoconvencido que sus propios razonamientos le pueden aclarar todas las dudas al respecto.


Creo que una de las formas en que podemos ayudar a la mitigación del dolor desde este humilde espacio, y lo planteo como una posibilidad real, es que si alguien cree poseer una enfermedad, y en ella pasa grandes horas del día luchando para sobreponerse a sus efectos, a veces en un entorno de soledad absoluta, sería muy bueno que escribieran y aportaran con sus experiencias todo lo que deben sobrellevar y han tenido que vivir hasta ahora. Estoy dispuesto a publicar en este pequeño pero importante espacio que Dios nos hadado, cada una de las experiencias vuestras, por ello partí contando la mía, porque creo que es necesario en este tiempo, hacer algo por el dolor de lo hermanos, además, muchos de ustedes que leen este blog, y que por gracia de Dios, carecen de enfermedad alguna, ayudará a que comprendan y puedan ponerse en el lugar de aquellos hermanos que sí tienen mucho que decir y porque orar en esta circunstancia.

Deseo todo el bien y la bendición de Dios a todos aquellos hermanos que sufren a diario con una enfermedad que a veces no les deja ni trabajar, yo no ofrezco sanidad automática como hacen muchos predicadores de radio y televisión en la actualidad, solo estoy diciendo que si somos capaces de escuchar a otros seres humanos lo que les está sucediendo, estaremos ejecutuando un acto liberador, y además, que es lo que yo deseo, al ser capaces de oír a otras personas con dramas parecidos o peores a los nuestros, ayudará a que nuestro cristianismo cobre el sentido que realmente desea el Señor que tenga, en medio de una sociedad decidida a dar la espalda a Dios en la persona del prójimo.

Monday, August 16, 2010

Sin Arte ni Parte.
























La caricaturización de la fe cristiana existe, pero no de manos de quienes dicen estar en contra del propio cristianismo, sino, de todos aquellos profesionales de la fe que dedican gran parte de sus vidas a enrostrarnos ya sea por televisión o radio, nuestra poca fe o falta de convicciones. Haciendo uso del pulpito y del micrófono como si la predicación se tratara del relato de una carrera de caballos, dan ordenes, aconsejan, discuten, aprueban, desaprueban, y muchas otras cosas más, sin que tengamos siquiera la oportunidad de verificar si lo que dicen de verdad, ellos mismos lo practican, porque la única defensa que ellos exhiben de sus muy concientes realidades, es que son casados, los demás, estamos en adulterio, o nos encontramos, lice y llanamente, viviendo en fornicación, es decir, los únicos honestos para pararse en un pulpito a predicar el evangelio a quien ya lo conoce, son los profesionales de la fe actual, ellos no más, nadie más.

Volvía de hacer un trabajo en madera una de estas noches cuando decidí encender la radio, como es mi costumbre, no obstante, manejo un amplio stock de CD porque si soy un disidente, debo construirme a diario para ello, por lo tanto, no escucho cualquier música, elijo lo que quiero oír, y así la bendición no depende del cantante o predicador que la cristiandad haya adoptado en el momento actual como amuleto de turno, créanme, vivir así tampoco es tan fácil. Pero bueno, mis necesidades espirituales no suelo compartirlas con cualquiera, menos con los comerciantes de la radio Armonía o cualquiera otra que descienda de esa casta de vagos y parásitos espirituales, por el contrario, siempre ando con mi Biblia, cosa que cuando tenga dudas, cuando me sienta sobrepasado por la realidad, sea la propia Palabra de Dios la que me reoriente y me de las fuerzas nuevamente para seguir luchando. Tuve esa noche una muy mala ocurrencia, decidí poner el dial en una radio cristiana, la cual, de inmediato se abrió como aura en medio de la estrellada constelación, el predicador de ese momento era argentino, seguramente con esto de la Bielsomanía, el evangelio no podía quedarse lejos, así somos los chilenos, así nos hemos construido, para sepultar lo nuestro y abrirnos a todo lo que el extranjero nos manda, es nuestra pobre cultura del menosprecio y de la indiferencia por los valores que deberíamos defender con el alma. Pero nunca ha sido de otra manera, porque a pesar del dolor que aún no abandona a nuestros compatriotas tanto en el Sur, Centro y Norte del país, se nos vienen los grandes recitales en el Nacional y en el Movi Start, no faltará el vino ni la carne en Septiembre y desde luego, volverán muchos chilenos a endeudarse para seguir en esta rutina que como sociedad, no nos hace mejores que nadie.

Pero el predicador, que después supe que era un tal Dante gebe…. no se cuánto, utilizando su lenguaje de parlanchín o locutor de la cadena ESPN transmitiendo un partido de Boca contra River, se reía de ciertas metodologías utilizadas en el pasado por la cristiandad, también intentaba, con su propia metodología de parlanchín de radio deportiva, de convencer a quienes pensamos diferente, que él, con esa clase de mensaje, ¡no me van a creer!, también era un disidente. Pero si para predicar tal mensaje tuvo que poner en riesgo su integridad y cruzar la cordillera, estamos hablando de un error, porque alguien debe aclararnos si nosotros, los chilenos, con toda una montaña de medallas sobre nuestra historia en el campo de las letras, necesitamos que vengan predicadores de este tipo a nuestro país, sin ninguna base seria bíblica, para qué hablar de la Historia, simplemente no existe. ¿Tan mal estamos los chilenos en el campo de La Palabra? ¿Para qué entonces existen los Seminarios bíblicos y ese enorme caudal de Ministros enseñando a diario la verdad revelada de Dios? ¿En qué nos hemos convertido los cristianos chilenos? Por la calidad del predicador, parece que no me he perdido de nada importante, las cosas siguen igual o peor que antes, y eso no está bien, porque me cuesta mucho comprender o imaginarme el cómo podría, un predicador arrrrrrrrrrrrrrrrrrrgentino venido de arrrrrrrrrrrrgentina, país al cual yo respeto y valoro por todos sus aportes a nuestra cultura, darnos a conocer en una mágica predicación, como si se tratara del Harry Potter, todas las falencias, dificultades y problemas que ha tenido que enfrentar el cristianismo evangélico chileno en toda su historia, para dar a conocer finalmente el mensaje de Cristo. Pareciera que el ventilador soplara para un solo lado, porque a este país hace rato que lo vienen visitando todos estos mensajeros de ……., no sé dónde, mormones, are krisna, niñitos de Dios, predicadores, y toda una muy amplia gama de seductoras propuestas que finalmente, no contribuyen en nada al mejoramiento de la realidad nacional en lo que respecta a sus propias y reales deficiencias, por el contrario, sería cosa de visitar una dependencia del algún tribunal para observar y ser testigos de cuántas, realmente, son las denominaciones y agrupaciones religiosas venidas de otras tierras que han decido poner sus pies sobre esta tierra para, según ellos, predicar el Evangelio de Jesucristo.

El cristiano chileno común y corriente, no advierte los peligros, no le importa nada, solo desea llegar a fin de mes y constatar que sus cuentas sean saldadas y que todo marche viento en popa, eso cree él, que es tener o estar en la bendición. Tal vez haya algo de esto en la realidad, porque todos quisiéramos ser bendecidos de tal manera que nunca nos faltara para pagar la luz ni para comprar el pan, es lo mínimo que pedimos, no obstante, los agoreros de la fe actual, han sido capaces de implantar en el útero de la vida espiritual, un germen ya conocido y demostrado miles de veces que nos envenena el alma, que nos hace daño, pero en fin, siempre ha de haber gente pa’ todo. La cristiandad entonces, se convierte en esa especie de alfombra voladora en donde los predicadores y cantantes de moda, tiene la oportunidad de viajar a donde les plazca, y a la hora que ellos lo deseen, al contrario de lo que nos plantea el maravilloso libro de La Biblia, pues nos muestra testimonios muy lejanos a todo lo que ha sido capaz de producir este tipo de cristianismo que hoy fomentan las radios y medios de comunicación que han servido para expandir, EL NUEVO EVANGELIO DE LA GLOBALIZACIÓN, una especie de vértebra o costilla de La Apostasía que ya nos ha comenzado a manifestar, con su ridiculización y ridículo desde el púlpito, lugar desde donde debemos recibir el mensaje Eterno de Su Palabra, toda su indiferente actitud frente al mensaje histórico y profético que deberían estar, o apoyando, o bien, guardando silencio por ignorar que para toda realidad espiritual, Dios siempre se guarda a unos siete mil que no han doblado su rodilla. Pero a ellos, y a quienes encuentran que es divertido todo aquello, eso de que algún predicador conocido o cantante de moda nombre tu país alguna vez en la vida, algo así como lo que hacía Julio Iglesias cuando prometía en los años setenta poner por nombre de Chile a uno de sus hijos, no les importa el ridículo, no les interesa el mensaje especifico de Dios para nuestro país, aceptan la jüguera que les ofrece la mercadotecnia, porque o sino, se asuntan, piensan que todo está perdido, que Dios ya dejó de tomarnos en cuenta, por eso me critican muchos de ellos, porque yo soy capaz de discutir hasta con Dios, porque no me voy a quedar nunca callado si la plata se la llevaron los predicadores y cantantes extranjeros y nosotros debemos hacer el mayor óbolo sin siquiera contar con presupuesto para servir a Dios. Entonces, uno tiene el valor de pensar lo siguiente, si ellos tienen la plata, el poder y los medios, entonces, ¿cuánto deberíamos cobrar o ganar los que hacemos y hacen patria aquí, en ese Chile que pocos conocen, en ese Chile que parece estar detenido en el tiempo y en el propio olvido de los señores ministros de Dios que hoy día nadan en las fructíferas aguas que les brinda La Prosperidad. MATERIAL?


Descubrí entonces, que no había sido un error el haber localizado tal emisora, porque me di cuenta que lo que Dios me ha hecho vivir en mi país, sí tiene sentido, como sigue teniendo la vida de muchos compatriotas que han levantado la bandera del Evangelio del Señor Jesucristo, sin recibir un cobre, y además, haciendo el esfuerzo más humano posible con tal de dejar parada la bandera del Evangelio, en el lugar más alto que uno pueda enarbolarla. Sin embargo, la nueva cultura de los predicadores y cantantes actuales, no escucha a nadie, todo se ha de convertir en dinero, sino, nada tiene sentido, hay que darle a la gente lo que la gente pide, no se debe enseñar entonces lo que La Palabra dice y reclama desde su perfecta disidencia, solo debes comportarte lo más absorbente posible con tal de que el predicador que te ofrezcan por la radioemisora o traigan a tu catedral, no sufra ninguna clase de incomodidad cuando vaya y tenga que exhortar su podrido mensaje hecho de basura y solamente basura espiritual. Yo me quedé tranquilo después de haber oído unos minutos, pude palpar que el hecho de traer a estos grandes palafitos de la fe actual, contribuye de verdad a la capitalización de un cristianismo incapaz de reaccionar cuando Dios así lo demanda, porque te inmovilizan, saben que la gente en Chile ve mucho fútbol, mucho ESPN, FOX deportes, y por supuesto, que el paradigma de Bielsa puede perfectamente encajar en la predicación del evangelio actual, pues si ellos fueron campeones mundiales de fútbol y tienen a Diego como dios, ¿cómo van a estar tan equivocados?


Al ver esta enorme torre al más puro estilo de La Babel bíblica, uno tiene todo el derecho a preguntarse si acaso, las cosas que hoy día nos ocurren, con la naturaleza, y con todo lo que está sucediendo solo en nuestro país, ¿no será porque acaso hemos perdido el Norte espiritual, y peor, que estamos siendo cómplices de todos estos Jonás que nos trajo el gran pez a las propias orillas de nuestras aguas estancadas? En La Babel bíblica, el juicio de Dios llegó, tenía que llegar, allí se dieron origen a los idiomas, es decir, hablando todos una lengua universal, de pronto, por castigo de Dios, nadie logró comprender nada, y eso no es pequeño amigos, para nada, es digno de tomar en cuenta el hecho de que para una sociedad tan sofisticada como aquella, la cuestión idiomática o de lenguaje haya sido afectada por la realidad espiritual. No podemos pasar por alto nuestro caudal y nuestra urgente necesidad de reavivar la importancia de nuestros dones y Ministerios nacionales, para nada, el empobrecimiento de una Nación, en todos sus aspectos, culturales, idiomáticos, sociales, etc., ocurre cuando los integrantes de la propia Nación, desechan su propia e invaluable cultura. ¿Cuántos Jonás dispersos por el mundo existen, cuántos que deberían estar en sus propios países luchando contra la ignorancia, la drogadicción, las desigualdades, y tantos males que aquejan al mundo entero, y que hoy día simplemente, han evadido el llamado urgente de Dios a volverse a un sincero servicio a Dios y a la patria que les dio la vida? Muchos de ellos deberían volver, como los judíos, a su propia tierra, a ayudar a sus compatriotas sumidos en la desesperanza, a servir a Dios en sus propias nínives que se hayan insertas desde hace mucho tiempo en sus propias y empobrecidas realidades, ¿o acaso no hay prostitución infantil en Argentina? No hay doble lectura para tal verdad, no hermanos, la verdad es una sola, un país con un caudal de la palabra como el nuestro, no necesita de tales majaderos para comprender La Voluntad y El Propósito de Dios, para ellos, Dios tiene aquí, en nuestro propio y snobista Chile del bicentenario, a sus propios profetas, a sus propios disidentes, pero me temo, lamentablemente, que como al Señor, la regla que se aplique siga siendo la misma, que no existe profeta sin honra sino, en su propia tierra, es bíblico, como también, las consecuencias que hoy día, sin niguna duda, nos encontramos afrontando.

Saturday, August 14, 2010

Ayudando a construir disidencias.



















Para disentir entonces hay que tener, en primer lugar, amor por lo que uno piensa y cree, mucho amor, y luego, tener la convicción absoluta de que una batalla, por muy difícil que sea, es posible ganarla si es que a diario estamos dispuestos a dar una lucha que nos mantenga despiertos durante toda la jornada, porque desprenderse de esto podría ser fatal para alguien que pretende significativa empresa, más aún cuando la sociedad, acorralada en esta triste encrucijada de la oferta y la demanda, parece estar siendo pasada a llevar en todas y cada una de las más férreas defensas con que contamos los seres humanos, para defendernos de estos crueles y enigmáticos enemigos que nos trajo la modernidad. Pero el sistema, carente del recurso que nos brinda La Palabra de Dios, pretende, con su obcecación, hacer como que si nosotros no estuviésemos presentes, como que si fuéramos capaces de tragarnos y de digerir, sin hacer un mínimo de esfuerzo en lo concerniente a lo que pensamos, todo lo que ellos nos dan y nos ofrecen, incluso dentro del propio ámbito del cristianismo, ya sea a través de la mercadotecnia, el marketing o las comunicaciones, muy en boga por estos días en el marco de la llamada restauración de la Fe, que no es otra cosa que un volver la espalda a Dios a través de un acto indiferente a lo que dice y declara la propia y siempre Bendita Palabra Eterna de Dios. Nada de eso, para gente como nosotros, que acostumbramos a navegar contra la corriente, que a solas debemos sobreponernos frente al fracaso y sin tener que apoyar nuestras vidas sobre las poderosas manos de algún futurista emisario de la ruin y procaz mediocridad espiritual, el arte de la constancia es una costumbre aprendida y en curso, porque no desconocemos el precio que otros tuvieron que pagar para llegar a donde llegaron, teniendo conocimiento que algunos ni siquiera lo lograron, aún así, lo intentaron, dejándonos un ejemplo que a diario nos conmina a seguir luchando, invariablemente.


Pues bien, el no estar de acuerdo no implica lo que la realidad espiritual pretende dibujar sobre nuestros cuestionamientos, oponerse, en muchos de los casos significa, saber que por lo que luchas en esta vida, ya no quedan muchos en el mundo dispuestos a dar ni siquiera una insignificante batalla, es decir, te encuentras solo, o por lo menos, eso es lo que parece ser o desean hacerte creer, por lo tanto, te debes acercar con todo tu corazón y toda tu alma, al Único que puede fortalecerte y darte la claridad suficiente como para poder enfrentar la realidad, sin perder en el intento, esa antigua y bendita disciplina que llamamos valor, y que junto al coraje, nos ayudan y fortalecen para continuar a diario con esta itinerante e interminable jornada de hechos tan humanos sobre nuestras espaldas, como son las heridas que te deja la vida, como son el cansancio y la fatiga que te deja el haber dejado todo en tu trabajo, Cristo, el Bendito, es el Único que puede aliviar el peso de todas nuestras cargas, sobretodo cuando ya tienes claro que los objetores de la forma en que ves y sientes la realidad, serán capaces de apuntar y de disparar incluso en donde tú te encuentras, y lo más probable, en donde más te duela, sin importarles si estás solo o acompañado, si es que estás herido o adoleces de algún tipo de mal, ese no es el problema. Ahora bien, dentro de la esfera espiritual, es posible que el dolor que te provoque la verdad que te ha sido encomendada, traspase incluso los linderos de tu propia existencia, que de un momento a otro te sientas sobrepasado, solo puedo decirte que debe ser así, no hay otra forma, ello significa entonces, que de a poco, la propia vida espiritual, debe comenzar a tomar la forma y la fuerza de una inconmensurable ola que muy pronto ha de llegar hasta las mismas orillas tal vez, de tu propio mar en calma. Esta precisión por cierto, no se logra dentro de una catedral, créanme, no es así, tampoco leyendo a los más ilustres representantes de la mediocridad espiritual actual, esa puntual y rigurosa claridad solo se logra, sepultando en las mareas del olvido, y contra toda probable deserción, ese orgullo típico de aquellos que piensan, que por ser cristiano y poseer, como una perla de sumo gran precio entre tus manos, la última pomada de algún cantante o predicador de moda en envoltorio de DVD, nada de lo que pasa en este mundo en el que todos traficamos, podrá tocarte.


La ingenuidad toma entonces la forma de un gusano, la de un pequeño e insignificante invertebrado que pulula entre la tierra y el barro, convirtiendo la vida de nuestros congéneres, en vidas llenas de temores y claustros que se adueñan de todo lo que ellos pretenden llamar, “vida en abundancia.” Pero como aún son capaces de discernir lo que sus naturalezas le permiten, es obvio que siempre hayan a sus iguales, sin importarles si aman o no de verdad a Cristo, si es que están dispuestos a vivir o morir por Él, total, ellos piensan que este mundo es demasiado grande como para que Dios los haya hecho dueños de una verdad que nadie tomó en cuenta, y que podría cambiar el destino de muchas vidas si ellos asumieran el verdadero costo de ser hijos de Dios en medio de un mundo que prácticamente se cae a pedazos, porque el mundo para ellos, termina siempre a la salida del templo, desde allí objetan y son capaces de predecir el destino final de esta tierra, sin conocer ni haber compartido una sola vez en sus predecibles vidas La Palabra de Dios, a una de esas pequeñas mujercitas que para ganarse un par de pesos en la vida, tienen que ofrecer sus cuerpos todos los días en alguna esquina de este mundo. Allí, montando los jinetes del orgullo y la soberbia, dan fechas, dictaminan formas, hacen variadas conjeturas, sin embargo, nunca se les ve en alguna calle a diario, entregando aunque sea, una mínima palabra que pueda hacer cambiar los corazones de una humanidad que hoy se encuentra naufragando. Esa clase de seres humanos pretende estar gobernando las conciencias y vida de muchas personas, algunos los aceptan, pero otros, como nosotros, optamos decididamente por la franqueza, nos oponemos a ser estrujados y utilizados como objetos por una forma de cristianismo que se escapa a toda expectativa profética y escritural, disimulando con descaro que su único y final propósito termina en los bolsillos de quienes aprecian y valoran lo que jamás logrará parecerse siquiera un poco, a la única verdad verdadera, La Palabra Bendita de Dios, ni siquiera disimulando, ni siquiera sonriendo, porque son muchas las diferencias, muchas las objeciones que existen sobre este plagio, el cual termina siendo una muy mala copia del verdadero, careciendo por completo de percepción y discernimiento para ver que las cosas en este mundo, van mal, muy mal, sobre todo cuando la misma cristiandad no hace lo que debería, escudándose detrás de toda esa cultura que envuelve cual capullo, a miles y millones de seres humanos sumidos en la religión de la indiferencia que provoca la certeza de saberse finalmente, salvado por Cristo, sin pensar en los demás.


Esto mismo es lo que me hace pensar a diario, que quienes leen mi blog, son personas como yo, seres humanos que se cansaron de lidiar con mentes que jamás tuvieron el valor de abordar la existencia como debe ser, con todo lo que uno tiene, con todo lo que tus manos sean capaces de hacer, desde un tejido hasta un vestido, desde hacer un almuerzo hasta reinventarse para que ni tu alma ni tu mente queden expuestas al tedio de la vida sin propósitos, esa es la gente que creo, finalmente, la que de verdad hace algo por la redención de las almas, la que es capaz de dejar grandes cantidades de tiempo para que “otros”, y “otras personas”, puedan encontrar en este desolador panorama, el sentido que Dios quiso darle a la vida que Él mismo nos entregó, ellas y ellos son capaces, con mínimos recursos, con muy pocas posibilidades, de darle un golpe a esta vida sin provocar ni siquiera, un daño mínimo a sus semejantes, y por el contrario, hacer que de la Roca a diario, brote el agua pura que finalmente ha de limpiarnos y saciarnos.


Yo escribo entonces para esta clase de personas, no para lo que no son capaces de crear y defender sus propios sueños, pero debo reconocer, que a pesar de la experiencia que me han dado los años y todo lo que ha producido Dios en mi vida, muchas veces en la vida me he cansado, porque con solo tener que sobrellevar una enfermedad como la mía, sería razón suficiente como para detenerme y quebrar en mil pedazos los sueños que aún no he cumplido, pero no ha sido así, y de eso debo dar gracias al Dios que me ha impulsado a seguir luchando, porque estoy convencido de que cuando Dios toma por completo la vida de cualquier ser humano, la posibilidad de fracasar, disminuye ostensiblemente si todas nuestras necesidades y capacidades se hayan al servicio de su gran Amor, es inobjetable, por ello, creo además, que las personas humildes de este mundo, aquellas que son capaces de depositar toda su confianza en el Señor de La Misericordia sin dudar un solo momento en su Bendita Providencia, son las que más podrían hablarnos del milagro, porque a diario deben buscarlo, es decir, aunque en teoría parecieran carecer de fundamento, la fe que ellos practican, no tiene en absoluto, todas aquellas prótesis que la cristiandad actual necesita para sobrevivir, no señores, ellos, en forma totalmente natural, nos hablan de una dependencia absoluta, de una irrestricta convicción que ya casi ha desaparecido de las grandes Instituciones religiosas que solo viven para engordar y jamás pensar en sus propias y sofisticadas falencias.


En este aspecto me quedo entonces reflexionando, en las vidas que ocurren y pasan a diario en mi entorno, porque muchas de ellas parecieran estar sacadas de algún pasaje de La Biblia, pero como suele sucedernos de continuo en la historia, nuevamente pasarán desapercibidos, absolutamente inadvertidos, como El Señor Jesucristo para los grandes historiadores de su época, así se irán agrupando en mi memoria, cada una de ellas, hasta dar forma a una gran cadena, hasta que yo mismo forme parte de esta gran y laboriosa columna de personas que el propio mensaje de Cristo, no pasó como si nada por las vidas, dejando una huella imborrable e imposible de destruir, aún con el paso de los años y sus desastrosas consecuencias cercando nuestras conciencias. Finalmente, el más íntimo pensamiento que hoy me acerca y me doblega ante Su Gran Amor, renueva mis fuerzas y me vuelve mis pies como de siervas, como si mi alma volviese a llenarse de bellas y nutridas esperanzas que nunca antes conocí, pero ello no me deja indiferente, para nada, sé que cuando Dios nos da esta clase de sentimientos, es para que seamos capaces de transmitir no solo el mensaje de Su Palabra a quienes aún no la conocen, sino, para desear y compartir a nuestros propios hermanos en Cristo, una nueva y renovada esperanza que nos haga revalorar el sentido que busca Su Amor al llenar nuestras vidas, aún decididas a seguir en esta persistente pero integradora lucha del Amor, por su verdad.