Saturday, February 21, 2015

El duro costo del engaño.







Me encontraba sirviendo al Señor en medio de toda esa descomunal inmensidad llamada Santiago, a los pies del Cajón del Maipo, en casa de mis hermanos, cuando, en una noche calurosa de Marzo se desató la tragedia, una escalofriante y dolorosa tragedia sin precedentes en nuestra historia; aunque siempre latente en nuestra memoria, cada uno de los momentos que hemos debido enfrentar debido al azote de los terremotos, casi una costumbre en nuestras tierras; porque la naturaleza, nuevamente, convertida ahora en una temible tempestad, en un arrollador y destructivo torrente de lodo y hielo derretido, llevando en su curso rocas, troncos, incluidas vidas humanas, volvió a vestir de luto a nuestra nación, mostrándonos su lado más terrorífico, su lado más impredecible, tanto así, que pese a los endebles informes meteorológicos que anunciaban lluvias no acostumbradas en esa parte del país, nada hacía prever lo que se venía sobre una gran parte del Norte de Chile.

Las imágenes hasta hoy, dantescas, impresionantes, han sido más que aclaratorias, ellas dan cuenta de un estado en el que la naturaleza, con todos los mecanismos con que cuenta a su disposición, sobrepasó aquellas horas con una violencia inusitada, toda la evidente fragilidad de una forma de vida que aún no comprende que la tierra toda, tal como lo dicta Su Bendita Palabra, sufre dolores de parto, esperando sí, ser revestida de una nueva naturaleza, es decir, nos encontramos frente a una manifestación clara y objetiva de un tiempo que la inspiración y revelación bíblica, define como, “la antesala o introducción a uno de los procesos más oscuros y decidores de la historia de la humanidad”, se trata de la puesta en marcha del llamado proceso de la redención humana en una de sus últimas fases, y en la cual, la naturaleza, jugará al igual que cuando Israel fuera liberado de la mano de los egipcios por intervención directa de Dios, un importantísimo papel, ello, debido a que cada una de estas fases ha de representar para la cristiandad toda, algún importante o significativo elemento en el campo profético y escatológico. Obviamente, para el pensamiento secular, este tipo de fenómeno, como viene siendo la característica, solo será interpretado desde la perspectiva del cambio climático, exceptuando la tremenda importancia como decía, dentro de la realidad PROFÉTICA Y ESCATOLÓGICA, pues no se trata de una situación ajena al contexto espiritual, sino, de una circunstancia absolutamente unida a la manifestación del mensaje de La Cruz, y de cómo el hombre, cautivo dentro de este sistema de cosas, ha ignorado sistemáticamente el mensaje de Dios para este tiempo, lo cual además implica, dentro del plano de La Iglesia de Cristo y del Reino de Dios, que toda esta manifestación de fenómenos naturales a través de todo el mundo, incluido nuestro querido y vapuleado Chile, tiene como objetivo central, no solo señalarnos el tiempo que estamos viviendo dentro de la trama espiritual y profética, sino que juntamente, servir a la cristiandad y al sistema secular, como señales absolutamente legibles de que La Palabra dicha por Dios, en este, y en otros tiempos a través de sus diferentes y certeros interlocutores, se cumple, en toda su cruda y real dimensión.          

El sufrimiento humano entonces, situado en el centro de todas estas magnánimas tragedias, aparece como una forma casi fantasmal de vida, o en su defecto, como el resultado de lo cruel e inhumana que puede llegar a ser la naturaleza cuando ella, totalmente fuera de control, se desborda, y por lo tanto, es capaz de doblegar cualquier forma de defensa con que contemos para contenerla, la fragilidad del ser humano en tal condición, se torna evidente, irrebatible, irreversible en muchos de los casos, pues al parecer, no contamos con instrumentos aún que nos permitan hacer pronósticos claros y objetivos en lo que respecta al hecho de anticiparnos frente a cualquiera de estas desastrosas manifestaciones de la naturaleza, a pesar de todo lo que hemos avanzado en lo referente a tecnología, por lo menos aquí, dentro de nuestro país. No obstante, el problema no parece estar afectándonos a nosotros nada más, la información con respecto a las diferentes modificaciones que ha sufrido el clima, nos hablan de fenómenos naturales en casi todo el orbe mundial, y los cuales, hace un tiempo ya, comenzaron a dejar sus evidentes huellas dentro de un mundo que no comprende o no desea comprender, la importancia de tales fenómenos en la perspectiva espiritual y profética que nos ha tocado vivir en estos tiempos. Dicha fenomenología entonces, ha ido inexcusablemente provocando, al convertirse en un hábito, no solo una nueva comprensión acerca de lo que entendíamos de este factor tan importante para la subsistencia y desarrollo de vida en la tierra, sino que además, un nuevo conocimiento de la propia geografía de los lugares en donde la naturaleza está jugando un papel preponderante, tal como parece ha ocurrido en el Norte de Chile. El problema se torna absolutamente impredecible para los mismos metereólogos, pues no sabemos la manera en que la naturaleza nuevamente, hará su aparición, dejando una vez más a través de su poderosa intervención, una imborrable e ineludible estela de dolor que aguardaba en silencio su oportunidad, lo cual nos deja casi en manos de la propia naturaleza sin saber cómo defendernos de algo tan enorme e impredecible.

Los parámetros espirituales al respecto sin embargo, se mantienen invariables con el paso de los años, en la medida en que el hombre, asentado en su mundo de arrogancia e indiferencia, es capaz de continuar rechazando el mensaje de Salvación, actitud con la cual nos acerca necesariamente, al epílogo o final de un período que los interpretes bíblicos han llamado El Tiempo de La Gracia divina, y nos pone ahora frente a una época en la cual, muy decidores y profundos acontecimientos escatológicos, harán su intervención en la existencia o vida humana, acompañados de fenómenos naturales al igual que en el pasado, dejando muy en claro que la profecía bíblica, a diferencia del espíritu agorero y de engaño que hoy día opera en los hijos de perdición, no tiene relación alguna en sus estimaciones con el proceso de La Redención del hombre, por lo que, la condición del cristianismo en la antesala del Retorno de Cristo a este mundo, será de fundamental importancia, ello, debido a que solo a La Iglesia de Cristo lavada con La Sangre del Cordero de Dios, se le ha asignado roles proféticos que de verdad estén en íntima conexión con El Propósito de Dios, a nadie más, es decir, como la humanidad toda se encuentra bajo la influencia del espíritu de engaño, que según la carta del Apóstol Pablo dirigida a los hermanos de Tesalónica, ha sido enviado por Dios mismo al mundo para que la gente crea a la mentira y no se convierta, implica que, los hombres afectados por este espíritu, podrán declarar La Palabra de Dios, incluso, de manera parecida o igual a la forma en que La Iglesia de Cristo ha de manifestarla a este mundo en sus aspectos profundamente proféticos, escatológicos o redentivos, pero, con la salvedad, de que se trata solo de una palabra, una palabra sin GRACIA DE DIOS, sin Unción para transmitirla como lo hace cualquier hijo de Dios cuando, por dirección del Espíritu Santo, es movido en este mundo a expresarla a otras personas en el Nombre de Jesús, que en el caso de los adivinos y entes televisivos actuales, ya es de uso constante, pero que en ningún caso se trata de La Bendita Palabra de Dios, la que junto con traer revelación al corazón y espíritu del hombre, trae consigo también la necesidad de CONVERTIMIENTO.
  

Está más que claro entonces que la medida de Dios, en su aspecto más profético, busca evidenciar a los propios hijos de Dios, que si bien El Señor en este tiempo ha permitido que un espíritu como el que hoy día opera en los hijos de perdición, también opere en el cristianismo apóstata, ello ocurre simplemente porque Él, en Su inmensa e incomprensible Sabiduría para nosotros, solo desea que Su Bendita Palabra, forjada en el Conocimiento y en la exactitud que le permite su Carácter divino, llegue a significar para el ser humano que aún no comprende la importancia de la fe en Jesucristo, que el PROCESO REDENTIVO en el día de hoy, es una completa y muy clara realidad, objetiva y tangible, y por lo tanto, la humanidad no cuenta con explicaciones o excusas fundamentadas como para evadir el profundo e insistente Llamado que está haciendo Dios, como decía al principio, a través de todos sus diferentes interlocutores. Así que, la cultura de los pueblos dentro de este tipo de expectativa, no tiene importancia alguna para Dios cuando ésta, al ser confrontada por una esperanza de la naturaleza de nuestra fe, se ve absolutamente superada por ella, es en esta realidad entonces cuando, la naturaleza, la que todos conocemos y percibimos, comienza a parecerse más a un instrumento de la Justicia de Dios que a otra cosa, lo cual de inmediato nos trae a la memoria, por obra del Espíritu Santo, aquellos momentos en la historia en el cual Dios, habiendo hablado de tantas y diferentes formas al espíritu del hombre, este simplemente ignoró La Voz de Dios, provocando no obstante y de inmediato, una condición de abandono de parte de Dios hacia quienes, a pesar del folclor de los pueblos, de sus infinitas y muy diferentes demostraciones del espíritu religioso que en el caso del Norte de Chile, acoge y domina a tales personas, pero que en lo concreto, nada tiene que ver con el Llamamiento de Dios ni con El Propósito Eterno. Aún así, queda establecido en la conciencia de las personas de que Dios, si ha dado fuertes y muy decidoras demostraciones de un Amor que ha sido muy mal comprendido por los pueblos de la tierra, no solo por el mundo inconverso, sino que además, por una forma de cristianismo que aún no tiene pretensiones siquiera de admitir, que ha pesar del Llamado de Dios, de la evidente y preocupante hora que nos ha tocado experimentar, ha perdido un tiempo importante en cosas que en esta realidad profética, carecen de total relevancia. La Redención humana en tanto, no es un mensaje que los pueblos hayan asumido ni menos comprendido en el sentido en el que Dios desea sea comprendida Su Bendita Palabra, por el contrario, los entes reflexivos de nuestras sociedades, absolutamente apartados del Propósito divino, no conducen con su modo de entender la realidad a la gente, a un mensaje semejante, para ello tendrían que convertirse y declarar que han estado equivocados, y que la verdad dicha por Dios en otros y en este mismo tiempo, tiene como principal objetivo, hacer volverse al hombre a la mirada que Dios nos está haciendo a través de su principal medio de salvación, que no es otro que su propio Hijo, El Señor Jesucristo. Por eso mismo es que la filosofía, el conocimiento secular, el humanismo, y toda una montaña de otras extravagancias humanas más, no cumplen con el propósito de aclararle al hombre su real condición frente a Dios, por el contrario, lo alejan, para ello Dios dejó a Su Iglesia en este mundo, no la católica, no la protestante, no la Pentecostal, sino, a una existencia de personas que se han aferrado fuertemente a La Persona de Jesús y han creído en Su Palabra. El por qué el hombre debe redimirse, es un tema que cada uno debe resolver, el mensaje de La Cruz para tal circunstancia, siempre ha estado disponible a todos quienes de verdad desean resolver esta clase de problemas, a pesar de los hierros humanos, a pesar de la inmensa cantidad de quejas que tengamos contra todo tipo de organización que diga estar representando a La Persona o al Carácter de Cristo aquí en la tierra, la problemática por el contrario, pasa entonces por otro estado, y este dice tener claramente relación con el corazón y espíritu del hombre, tal como lo ha venido planteando Su Palabra a través de casi todo el transcurso de la vida humana. La Biblia por lo tanto, como una verdadera y certera herramienta de revelación y enseñanza, se transforma en el único libro de inspiración divina que plantea al hombre, una realidad espiritual de perdición si es que este, no intenta a lo menos resarcirse de su condición de pecado, por lo tanto cabe la pregunta en tal condición, de que si de verdad las personas del Norte de Chile, las del Centro, las del Sur, en fin, todas las personas, serán capaces de reconocer que Cristo, el que un día murió por todos nosotros en una cruz, el que resucitó de la muerte, El que la profecía dice que vendrá a buscar a Su Iglesia, es lo suficientemente poderoso como para transformar con Su Bendita Presencia nuestras vidas que naufragan.    

La ausencia de Dios entonces, se deja sentir en medio de tragedias como las que nos ha tocado vivir, aunque nos parezca doloroso, aunque nuestra mente se resista a creer que Dios también se cansa de esperar a la gente, el problema es que si Dios no hubiera dejado registro de Su Consejo, las personas tendrían razón, pero la evidencia de Su Palabra dicha miles de veces por los profetas que Él tiene dispersos en este sistema, y que el propio cristianismo organizado y secular ha ignorado, no nos permite evadir semejante evidencia espiritual, porque al parecer Dios, queriendo aclarar a los hombres Su Verdadero y Real Propósito, no solo desea que comprendamos que al rechazar el mensaje de La Cruz en toda su profunda circunstancia REDENTIVA, Y NO CULTURAL O FOLKLORICA, como acostumbra a manifestarse la gente del Norte de Chile con sus representaciones religiosas, estamos también dando la espalda a Su Persona y a la claridad de Su mensaje, lo cual define entonces el proceder actual de UN Dios, que a pesar de haber dado claras muestras en la historia de Su Amor por la humanidad, esta vez, apuntando al cumplimiento de los acontecimientos profetizados en Su Palabra, comienza a oponerse a que los pueblos, a pesar de su enorme arsenal de cultura basada en un catolicismo añejo y retrógrado, como el que se cultiva en casi toda nuestra patria, incluido el Norte de Chile, con todas sus expresiones culturales religiosas de planta y carentes de REVELACIÓN DE DIOS, comience en el día de hoy, a dar cuenta de una condición de profunda separación con respecto al Plan de Dios y de Sus Propósitos establecidos mucho antes de la creación del mundo en una época Eterna y distante para la conciencia limitada del hombre. Dios en cambio, ha dado curso a un momento en la historia humana que muchos cristianos, esperanzados en sus promesas, simplemente aguardaban con el alma, porque esta clase de personas, no se quedaron con lo que la gente o el saber popular de las gentes fomentaron en esta tierra, desde ningún punto de vista, a lo largo de los años hemos vivido rechazando lo que el espíritu de este sistema, en forma de religiones, o de intentos humanos por comprende el propósito divino, en forma de políticos corruptos, en forma de cultura, en cualquiera de los envases, nos han querido imponer, pero que, apoyados por una Presencia sobrenatural de Dios en estos días, aún se haya a la espera y en alerta acerca de un momento crucial para la historia de la humanidad.

La medicina para semejantes tragedias se encuentra a nuestro lado, sin embargo, la soberbia humana, la de los políticos corruptos, la de los jueces pusilánimes, la de los canales de televisión que solo muestran porquería y una forma de vida basada en la degradación y depredación del hombre por el hombre, la de los policías que no hacen bien su trabajo y dejan a la gente a la intemperie, absolutamente expuestos al peligro diario de las pandillas que se toman nuestras poblaciones como si nada, son solo algunas razones que tiene Dios para permitir que similares tragedias dentro de nuestro tiempo, nos estén aguardando. Piense solamente en la cantidad enorme de gente que hoy en nuestra patria, vive, a pesar del inmenso dolor que padece la gente de nuestra patria en el Norte, totalmente indiferente a lo que les ocurre a nuestros compatriotas, es decir, vea usted la cantidad de fiestas y de juguetón que se baila y canta por estos días, cuando de verdad debiera esta nación estar bajo un temido y profundo LUTO, Y NO DE FIESTA.
Pero los señores interpretes y modeladores del espíritu y vida actual del chileno común y corriente, no lograrán relacionar estas cosas con las que han de venir, la mano siempre vendrá peor, recuérdelo, y no porque Dios lo haya querido así, se trata solamente de la soberbia humana. Pues bien, y finalmente, ellos no pueden vislumbrar que en vez de amortiguar con sus conductas el estado del Carácter de Dios con respecto a la situación de nuestras vidas espirituales, lo que hacen con su conducta retrógrada, es empeorar la condición nuestra delante de Dios, ello me hace presagiar con toda y serena honestidad, que a nuestra Patria, aún han de venir grandes y muy dolorosas tragedias, porque al parecer, en nuestro Chile, partiendo de quienes nos gobiernan, Dios nada tiene que ver en todo este cuento, por el contrario, mientras más se acerca el día de Su Venida, la ceguera para estar dando luz de que nuestros gobernantes, no desean reconocer que Dios, El Dios de toda la tierra y del Universo, incluidas sus pequeñas y soberbias vidas, tiene toda la Autoridad para exigir de ellos, primeramente, que se conviertan y busquen con todo el corazón, Al que hizo los montes y los mares, pero que al igual de haberlos creado, también es capaz de utilizar esas mismas fuerzas para desentrañar el pecado en el cual vive hoy la humanidad toda, incluida nuevamente nuestra querida Patria llamada por todos, CHILE.


Esto no termina con la reconstrucción de Concepción, de un Valparaíso siniestrado varias veces por el fuego o intentando reponerse de un Terremoto, las tempestades o lo que sea, incluida la tragedia de un Norte que nos ha dejado en evidencia que las castas que dirigen a esta sociedad desde Santiago o donde sea, y que llevan a nuestra sociedad al más desconcertante abismo en el campo de la vida espiritual y moral, nos dejan sin ninguna otra posibilidad más que la de plantearnos un contexto semejante a la situación de Israel en Egipto, y por lo tanto, la declaración de Moisés a Faraón, parece ser el mensaje más decidor para una forma de cristianismo que sí desea o añora la vida que Cristo le ha ofrecido:

“¡Deja ir a mi pueblo¡

… ello se hace sentir con toda su fuerza en nuestros oídos y en nuestras conciencias, y en los propios oídos de una sociedad que ha establecido sus bases sobre los frágiles elementos que le proporciona la sociedad de mercado, lo que lamentablemente a mi modo humilde de pensar, solo traerá más y más dolor, es inevitable. Esto recién comienza entonces, y vaya como ha comenzado. Los cristianos verdaderos, alejados de las multi-formas que adopta el sistema religioso, aguardan el momento de la liberación total, ello solo acontecerá cuando El Cristo de La Gloria aparezca en las nubes y nos haga partícipes del gran anhelo de Dios:

“A dónde Yo Estoy, deseo que también ustedes estén.”

 “ Voy pues a preparar un lugar para cada uno de ustedes.”   

Lo dijo antes de partir, antes de dejar este mundo, pero no hemos quedado huérfanos como Él mismo lo declaró, Su Espíritu Santo es el que nos declara Su Mensaje a diario, Él es el encargado de indisponernos contra la incongruencia de este oscuro sistema plagado de mentiras, Él es el que nos prepara para el gran encuentro con nuestro Señor. En cambio, parece ser que el mensaje de Las Plagas de Egipto, estuviera tomando una tremenda importancia en nuestras vidas, porque Presidentes con la arrogancia de un Faraón como el que humilló al pueblo de Dios allá en Egipto, hoy día son prácticamente una cotidianeidad, necesaria para la construcción y mantención de sociedades como las nuestras, si, una gran necesidad para cuidar y proteger los intereses de los poderosos de una forma de mundo que ha dejado de pensar en la responsabilidad que tenemos frente a Dios, por el contrario, todo el armamento valórico con que cuenta hoy día solo nuestra sociedad, deja en evidencia que para quienes nos gobiernan, El Propósito y Dios, simplemente no existen, y por lo tanto, ni siquiera ignoran el mensaje de La Cruz, para ellos, la vida espiritual y todas sus demandas, no tiene sentido, aunque para todos los que hemos creído en Él, no se puede vivir un solo día sin Él, no se puede luchar con una enfermedad como la que me aqueja a diario, tan fuerte y poderosamente actuando en mi contra, pero sin impedirme sentir que Él, El Señor de señores, es toda una realidad en nuestras vidas y por lo tanto, no dejará nuestra fe inválida de afectos y repuestas tan necesarias para nuestra vida en Él. Lo valórico, lo Ético, lo espiritual, lo Moral, es verdad, ya no tiene sentido en medio de una sociedad alienada para no percibir el mensaje La Cruz, contrariamente, la sociedad nuestra, después de los acontecimientos de carácter naturales que nos han asolado, cree inocentemente que solo con una reconstrucción las cosas continuarán tal como antes, no percibe que la hora se aproxima, la hora en que deberemos dar cuenta a Dios de nuestros actos, todos, incluidos los políticos, los de Penta, el hijo de Bachellet, su esposa, los generales, los que han defraudado a los pobres con falsas promesas, los jueces corruptos que inclinan la balanza de la justicia a favor de los adinerados, los policías incompetentes que no hacen bien su trabajo, los que jamás consideraron a Dios en nada, absolutamente en nada, todos tendremos que dar cuenta de nuestro despilfarro, o simplemente oír cuando Dios diga, “venid benditos de mi Padre”, ¿pero los demás?     


No se puede ser tan inocente cuando la evidencia de la creación da cuenta de un Dios que todo lo ha hecho en su tiempo y bien, y que desde el momento en que el hombre dio la espalda a este bondadoso ser, la cosas no han marchado bien para el propio ser humano. Nada aún se halla resuelto, desde luego que no, aún el hombre, el individuo de la calle, el otro como nosotros, el que nos dicta las noticias en la noche, el que nos anuncia qué hará en su agenda La Presidenta tal y cual día sin decir siquiera si Dios quiere, este hombre de la arrogancia, aún tiene un tiempo precioso para valorar lo que hombres dispuestos nos han señalado en la historia con su mensaje, el dejar para otro día algo tan fundamental, puede ser mortal, si amigos, la tragedia podría encontrarse a la vuelta de la esquina, el comportamiento del clima en estos últimos años solamente, es solo un reflejo de la incongruencia del hombre de creer que uno mismo, con toda nuestra artillería de explicaciones, es suficientemente capaz de dirigir algo tan complejo como nuestra propia vida, para ello Dios mandó a Su Hijo Jesucristo, ignorarlo puede tornarse fatal, incluida a nuestra Presidenta, incluida a toda la casta política que dirige los destinos de un país que se encuentra, creámoslo o no, en el centro de un evidente y ya traumático LLAMAMIENTO DE CARÁCTER DIVINO.

Sunday, February 08, 2015

¿A quién sigue el cristianismo actual?




Pero a pesar del enorme expediente acumulado de quejas que me antecede y que forma parte de ésta, mi quebrajada existencia, a pesar de todo el voluminoso conjunto de incomodidades físicas que me siguen a diario, imperceptibles para la gran mayoría de hermanos que dicen amar lo que uno hace para Dios, aún a pesar de lo incongruente que pueda resultar ello para mí mismo, como un hombre de Dios, como alguien que pretende estar siguiendo las pisadas del Maestro, una persona como yo, debe sobreponerse con todas las fuerzas del alma a cada una de las más diversas situaciones que la vida le depara, aún en estas condición y no obstante a ello, una persona que ha elegido caminar desde la propia juventud por el inhóspito desierto de las realidades espirituales, sin evadir ninguna de las grandes disyuntivas que esta clase de convicciones te presentan a diario, una persona que se ha construido de esta forma y con estas características, no tiene otra posibilidad en esta vida como la de “otro u otros”, que cuando se siente cansado de la fama en Cristo, toman a su familia y se van de viaje en su propio Yate para evadir el fuerte peso de la realidad, de ningún modo, eso es para verdaderos siervos de Dios, no para un cretino como yo que se la ha pasado prácticamente toda la vida sirviendo a este noble propósito, y que por esta hermosa causa, ha sido ignorado por quienes deberían proteger este munúsculo canto de Dios. Así que no hay excusa alguna que pueda justificar, toda la enorme realidad y profundidad de mi dolor fluyendo por mis venas, nada de ello podría conmover inclusive a quienes tienen la responsabilidad de proteger y de ayudar a sobrellevar estos grandes dilemas de la existencia, a los siempre cuestionados y pequeños estamentos de la fe cristiana, quienes, a pesar del fuerte peso de la realidad confabulándose con la indiferencia de los progenitores de Gozo Artificial en el Reino de Dios, también hemos invertido todas nuestras fuerzas y esperanzas en un Retorno pronto de Cristo a este mundo, el cual indudablemente no puede dejarse esperar más. Sin embargo, es claro que existen las excepciones dentro de este Reino, siempre las habrá, es una de las inexplicables maneras de por qué nuestras convicciones aún, no logran desvanecerse, porque uno podría hasta morirse en esta lucha, y sin embargo, una gran cantidad de hermanos en Internet, jurarían ante Dios que te aman y que aman lo que haces con tanta pasión por el Señor, aunque jamás te llamaron para preguntar por tu salud, o simplemente para ofrecerte con todo el cariño del alma, algún tipo de ayuda que pueda ayudar a mitigar en parte, el inmenso dolor que la enfermedad va provocando diariamente tanto en tu cuerpo como en tu mundo interior, ello, para no convertirte en carga de los que siempre sacan la cara por los indiferentes. ¿O pensaban que los que servimos a Cristo en Chile no teníamos necesidades? ¿O basta solo con la compra de un CD y la oración? ¿O creían que en este llamado, “Reino de Dios” existía solo el Ministerio de Pastor y Apóstol, y que allí terminaba finalmente el propósito eterno de Dios?

¡No me digan!

Pues bien, si yo pudiese definir mi experiencia con Cristo en este angustioso momento, solo tengo que decir que ha sido apasionante servirlo a Él, que nada en este mundo se le parece, nada ha podido provocar en mí lo que Él provoca con Su Presencia, sí hermanos, Cristo para mí constituye una pasión inmensa que a pesar de lo quebrantado que pudiera encontrarse mi cuerpo en este momento, y debido a la aparición de un Virus poderoso que lo ha desencajado prácticamente todo en mi ser, la experiencia ha sido verdaderamente fructífera. Ahora que me encuentro un poco más repuesto y puedo valerme por mí mismo, con toda seguridad puedo decirles que en el instante en que sentí que lo único que quería era morirme, descansar finalmente de toda esta fuerte y persistente realidad de la enfermedad atosigándome con fuerzas, pensaba en los enormes y sufridos momentos que Él debió pasar por causa de nuestras maldades, y de inmediato me fortalecía, no sanaba, no me curaba, pero entendía que lo que estaba viviendo esta vez en mi cuerpo, iba a pasar, en un momento debía pasar, y al parecer, así fue, por lo menos hasta el momento en que he dejado de escribir estas líneas.

Amigos, yo de verdad no sé cuándo voy a estar bien de salud, no lo tengo claro, ni tampoco si Dios tiene considerado en su glorioso itinerario de misericordia, que me va a sanar totalmente de esta esclavitud, Él jamás ha venido hasta mi cuarto para decirme que desde ese momento seré sano, es decir, Dios jamás me ha mentido con respecto a esta enormidad llamada TRAQUEOPATÍA OSTEOCONDROPLASTICA, tampoco me ha dicho que la experiencia que aún vivo debido a esta gran dificultad, pronto se disolverá como si nada. Debido a esto, es que la reflexión no puede pasar obviamente inadvertida por mi, de ningún modo, y es más, es en esta situación en donde tengo claras divergencias con el cristianismo actual, debido a que no sé por qué razón, la gente que se encarga de adoctrinar y de enseñar la fe, no desean que los cristianos, cuando nos hallamos en dificultades mucho más enormes que nuestras posibilidades, seamos capaces de confrontar la fe en que hemos depositado todas nuestras convicciones, es como si nos estuvieran diciendo que con ello, perjudicamos a Dios, o le hacemos daño al Señor, lo que a mi modo de pensar representa, una de las formas más violentas de impedir que un ser humano, hecho de carne y huesos, “porque todavía no tenemos alas según entiendo”, podamos expresarnos libremente con respecto a lo que nos sucede por causa de nuestras creencias, se trata, a mi modo de pensar, en una forma moderna de INQUISICIÓN que más bien pretende proteger los intereses del cristianismo comercial más que los de Dios, es decir, no dar muestra a la gente que no cree aún en Cristo que esta clase de fe, no es precisamente una taza de leche, sino por el contrario, una ruta infinita e interminable de pruebas y dificultades que en la mayoría de los casos, no se cumple para nada ese viejo precepto de que Dios, “jamás te dará una carga mayor a lo que tú puedas soportar”, al menos conmigo aquello no ha funcionado jamás, como tampoco, “todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, yo os lo daré”. Y muchas otras promesas más que por viejo ahora, está claro que no veré cumplidas en mi vida.

A veces saco mis propias cuentas, - ¿Y si hubiese sido sanado por Él? Desde luego que habría tenido menos problemas para trabajar y proteger a mi familia - Además, la tremenda inversión que uno debe hacer solo en medicamentos desequilibra cualquier frágil economía, más todavía si uno es el blanco de un Ministerio itinerante como el mío, no obstante se trata de una realidad socioeconómica que muchos compatriotas deben enfrentar a diario, pero que la cristiandad toda y simplemente, no desea tratar en profundidad, pues los cristianos de hoy, prefieren vivir de bendiciones materiales y por supuesto, disfrutar de programas baratos que entrega la televisión basura, las cuales apuntan directamente pero, con una precisión milimétrica, a una realidad espiritual mediocre que en nada contribuya a tu crecimiento espiritual ni intelectual, es como si ellos le estuvieran diciendo al mundo primero, que los cristianos no sufrimos de dolencias o enfermedades, y luego, que estamos tan llenos de amor, que cuando un miembro de este cuerpo cae en esta clase de desgracia, el cuerpo todo se quebranta y las medicinas, como por arte de magia, porque Dios no te sana, o por lo menos cuando tú lo necesitas, van a llegar a tus manos como si nada.

¡Que mierda no!

Lo realmente triste y doloroso entonces, no es que uno deba enfrentar constantemente la enfermedad con las de uno nada más, sino que además, es decir, sumado a ese inmenso dolor llamado cáncer o lo que sea, debes seguir luchando, pensando a diario en lo que te han enseñado desde que tienes razón, de que a pesar de todas las cosas, “Dios te ama”, si hermanos, que Dios me ama, aunque a veces me falta para todo, aunque a veces el dolor te supera y hasta tirarte sobre una cama te duele. Es ahí cuando mis problemas recién comienzan a hacer merma de mis principios de fe, porque busco desde la incomodidad de la almohada el control de la TV., y me encuentro de repente con un predicador que a simple vista, en nada se esfuerza para vivir, y curiosamente, también se encuentra hablando del amor de Dios, casi del mismo amor que me fue enseñado, pero, sabiendo éste, que una hermosa billetera y de este porte, respalda cada aspecto de tu bella y conmovedora predica, es decir, si tú te enfermas, o si son tus hijos los que se enferman, el amor que te hayan profesando te permitirá correr, a cualquier hora de la noche, hasta la cínica o al centro médico más cercano de donde te encuentres. ¿Eso es lo que te hace un hijo de Dios? ¿El que cuentes con medios para solucionar esa clase de problemas? ¿Y los que no tienen esa clase de medios, no son hijos amados de Dios? O peor, según como lo entiende la pervertida doctrina de la prosperidad, ¿el no contar con esos medios como hijo de Dios, es solamente porque le has fallado a Él, o porque estas bajo maldición? Si esto no es una perversión, entonces ¿qué es? Parece ser entonces que eso sí es amor de Dios, esa es entonces la clase de amor que a mí me habría gustado conocer en esta vida, no el de estas magnánimas incongruencias que a diario cuestionan mi forma de pensar y de creer en Él.

Con una billetera estructurada de más que buenos diezmos, podrás siempre ver la realidad desde una forma de amor que yo no comprendo, al menos no he tenido nunca la oportunidad de tener, ya que recibir diezmos no ha sido jamás una práctica que haya formado parte de mi vida ministerial, ello, en la realidad, representa una de las más patéticas falacias en el campo de la vida espiritual y del servicio honesto a Dios, ya que los señores Ministros de Dios, llámese pastores o lo que sea, se las han arreglado muy bien para que el pueblo ignorante solo discierna en la realidad de los ministerios, a los mismos pastores, y de este modo, impedir que los Ministerios itinerantes, que también nos esforzamos en servir al Señor de señores, tengamos acceso a mejores y mayores bendiciones en lo que se refiere a mejorar nuestras condiciones humanas. No obstante, a pesar de las grandes necesidades que sustentan mi experiencia con Dios, según entiendo, los diezmos en el pasado eran ofrecidos a los que de verdad necesitaban de ellos, es decir, ellos nunca debieron haberse entregado para que un siervo de Dios, tuviera la oportunidad de cambiar de automóvil o llenar de viajes su itinerario espiritual con esta clase de ofrendas, no señores, esa forma de malversación de las riquezas de Dios, están totalmente penadas en los Escritos bíblicos.

Pero bueno, como nadie me va a tomar en cuenta ni me van a llamar para que dicte alguna charla que pueda ayudar en parte a aclarar o poner en orden estas viejas practicas, quiero que sepan que yo, al igual que muchos de ustedes, también creo en el amor de Dios, por su puesto que sí, creo en sus promesas, porque de vez en cuando la bendición también, y no como una lluvia, se posa suavemente como una lenta pero persistente llovizna sobre los surcos de mi lar, lo cual, invariablemente, no me pone en la misma superficie en donde se encuentran los requete consagrados e intocables de la fe protestante actual, por el contrario, la realidad que me toca vivir a diario como MINISTRO DEL MISMO DIOS QUE EL DE ESTOS PROFESIONALES DE LA FE ACTUAL, me da clara evidencia de que nosotros, por alguien o algo, estamos siendo tratados como ministerios del tercer mundo, y nada más, que cualquier clase de pataleo al respecto no tiene sentido, porque en lo concreto, nadie, absolutamente nadie se la va a jugar por ti, por ello es que jamás nunca voy a estar de acuerdo con el enriquecimiento de ministros de Dios que a pesar del discurso bíblico, jamás pero jamás le han trabajado un día a nadie, y sin embargo, no pueden vivir con lo justo, siempre necesitan más, lo cual es lógico que termina por desarraigarlos del gran propósito de Dios, terminando excedidos de peso y con una forma de vida que al final, ni siquiera sirve para atraer a los suyos a la causa del Señor.

Así parecen estar las cosas entonces, hoy día manda el billete, el mugroso y siempre pervertido billete, el que puede comprar la conciencia del más abnegado e irrenunciable ser humano, es por eso que yo me encuentro en esta situación, es por ello que muchos pastores no desean verme, a ellos, mi modo de ser en Cristo, les recuerda que el servicio a Dios, no está tan ligado a la forma de amor que ellos proclaman a los cuatro vientos, no señores, el ver a una persona como yo, aún en este tiempo de comercio espiritual en el que todo tiene valor material, subsistiendo del sonido de unas cuantas cuerdas y un manojo de canciones, les hace pensar que esta forma de servicio a Dios, atrae la pobreza.

¡Así de miserables con Dios y con la vida!

Es decir, El Evangelio del Señor ya no es para los que se encuentran enfermos y necesitan imperiosamente de un médico que pueda curar sus heridas, que es el espíritu con el cual el Señor Jesucristo hizo Su Ministerio terrenal, sino, para gente que cuente con recursos materiales onerosos, no cualquier recurso, de manera que al ministro, en esta realidad, no le falte absolutamente nada de nada, y que incluso aquello, le sirva para darse algún exquisito gusto por la vida, a eso hoy día le llaman, Evangelio. 

Una de las cosas que la encuesta CASEN no logra aún cuantificar, es el hecho de que en un país con tanta riqueza como Chile, no se justifica que un porcentaje como el que ellos han dado a conocer, sea tan pobre, porque según entiendo yo, la pobreza aquí en mi Valparaíso, no ha descendido, por ningún motivo, los pobres existen a montones, y al ser los sueldos tan miserables, no permiten a esa inmensa cantidad de seres humanos, otra clase de vida, y todo ello sucede por una sola cosa, que como les decía, la CASEN no trata, y es el hecho poderoso de que en nuestro país, lleno de grupos selectos que ganan millones y millones de pesos, a muchos de los que pertenecen a esta clase de castas, les importa un comino de que exista, en primer lugar, la estadística como tal, y luego, que un enorme conjunto de compatriotas ganen lo que este otro grupo y su entorno, se puede gastar en una sola tarde en un Restauran, o en una tienda como ZARA O FALLABELLA. De inmediato entonces comienza a tener sentido en mi mente el concepto o la idea de que la miseria espiritual, más que la material, es la que finalmente está ahogando y asfixiando a todo ese conjunto de personas que debe a diario hacer enormes esfuerzos solo para subsistir, me doy cuenta además, que la huella del inmenso monstruo que corroe y destruye a nuestra sociedad, avanza, a pasos realmente agigantados, si señores, no lo mide la casen ni alguna otra entidad que dedique todos sus esfuerzos y energía a jugar con las estadísticas, porque en cuanto a estadísticas, al parecer somos campeones mundiales, pero en el hacer por los demás, prácticamente estamos en deuda, al menos así lo demuestra la propia encuesta. Así que el verdadero Espíritu Santo de Dios, no el que promueven las dictaduras que han llegado de forma absolutamente prohibidas por LA PALABRA DE DIOS a nuestro país, como si fueran la panacea a nuestros dramas de la vida en Cristo, no guarda silencio en un país en donde estas realidades, simplemente pasan inadvertidas para quienes a diario tienen por hábito, esclavizar a sus congéneres con tal de que a ellos, no les falte nada de nada en esta vida, pregúntese:

¿Cuántos Senadores y diputados de la UDI y del partido que sea, renunciarán por Ética al Congreso después que se ha dado a conocer lo del Banco Penta?

¿Cuántos generales y almirantes ofrecerán un servicio a la patria, renunciando a parte de sus benéficos sueldos para proteger la vida de los que más sufren en esta vida y en especial, en este país?

¿Creen acaso que ellos en el Congreso se rebajarán sus sueldos debido a esta encuesta?

Y por consecuencia de esta misma encuesta, ¿creen ustedes que algo cambiará en la realidad, como los grandes dramas de la salud pública? ¡No me hagan reír, ello no tiene implicancia alguna en la realidad, se trata de un viejo hábito que aún no podemos erradicar en nuestras sociedades, porque si le diéramos más importancia a la vida del alma, de seguro ni siquiera necesitaríamos de las estadísticas!

Realmente son una vergüenza, y si la casen se preocupara de medir el estado del alma de la humanidad o de los chilenos en general, les aseguro que en cuanto a miseria espiritual, la estamos reventando, si hermanos, porque es el ser humano corrupto, y no otro, el que hoy día nos está gobernando desde su mimetizada realidad, no es el diablo de cachos y disfrazado de rojo como el que nos pinta el cine norteamericano comercial, el que hoy día hace y deshace en nuestro mundo, por el contrario, el diablo de este tiempo, fue a la Universidad, se preparó, se capacitó, eligió las palabras, y cuando tuvo la oportunidad, se contactó con los poderes fácticos de este miserable país, y los hizo sus socios, así que ahora, como uno que hizo un master en economía en una de las más ilustres universidades de la Puta norteamericana, llega a estas realidades y se viste de cuello y corbata, de manera que puede ser ubicado en casi todos los lugares donde haya presupuesto estatal para lo que sea, total los cara dura, ni siquiera se van a ir a asomar después por algún centro penitenciario, esa clase de lugar no es para esta casta de ladrones en mi país, la cárcel sigue siendo para los más pobres y marginados de la sociedad chilensis, por lo tanto hermano, este diablo actual, no el del infierno con fuego y toda esa pirotecnia, finalmente no se encuentra allí, por nada del mundo, no lo busquen ahí, el infierno no es un lugar para él aún, porque él se cree muy bien lo que pretende ser, piense en las cantidades ignominiosas que políticos de todos los partidos gastaron solamente en sus campañas hasta aquí, y se dará cuenta de porqué les cuesta tanto a estos energúmenos solucionar los problemas de la gente, al menos los de la gente común. Es triste darse cuenta que la sola campaña de Bachelett, que se dice ser socialista, costó varios millones de dólares, cuando en mi patria hay compatriotas que a veces no tienen nada que llevar a sus casas. Lo que hoy día necesitábamos, no eran más políticos, al cuerno con todo eso, lo que nuestra patria necesita, es misericordia, es piedad, es CARIDAD y no amor, CARIDAD como la expresó y enseñó el Apóstol Pablo allá en el puerto de Corinto, de manera que los Hospitales y Consultorios públicos, junto con la educación de este pueblo, realmente responda a las verdaderas expectativas de lo que nosotros esperábamos cuando se decía que la alegría ya venía. Todo aquello era solo un sueño, un bello y exorbitante sueño que sirvió para que los eternos selectos de las cúpulas sociales y políticas de este país, se convirtieran en ricos gracias a la miseria que han propagado desde los intocables e inaccesibles domos de la infame política chilensis, burgueses modernos que jamás les interesó de verdad el bien común ni menos el servicio a los que sufren en esta patria, no obstante, fuimos capaces de creer que las cosas sí podían cambiar, sin embargo, no hay que cavar tan profundo para darse cuenta de cómo políticos tanto de DERECHA como de IZQUIERDA, se han coludido para granjear enormes sumas de dinero, lo cual, en un país lleno de pobres y de personas que no tienen atención de calidad en los servicios de salud pública, constituye en una de las más vergonzosas demostraciones del estado espiritual en que se encuentra la realidad de Chile, lo cual nos deja al borde de lo enajenación como sociedad, ellos, los servidores públicos, como se ha hecho llamar, se han hecho millonarios con los problemas de la gente, eso es lo que nos ha traído la mal llamada DEMOCRACIA, una enorme y horrorosa GARRAPATA enquistada en el alma de nuestra sociedad, moviéndose con suma lentitud entre las vertiginosas realidades de nuestros conciudadanos, y esclavizando a diario a quien se le ponga por delante, recuerde que se alimenta de sangre y del alma de este pueblo, y como una ignominiosa realidad, se halla ubicada nada menos que aquí, aquí, en el mismo corazón de esta adolorida y empobrecida metrópoli, en medio de nosotros, frente a todas nuestras dolencias y tan humanas fragilidades, casi como un burla, como una constante paradoja que no nos permite mirar el futuro con verdaderas y justas esperanzas.
¿A quién beneficia entonces la política, o los políticos?

¿Qué beneficios nos ha traído a nosotros cuando, por la realidad de la enfermedad que padezco nada más, hace poco debí permanecer más de cinco horas en un servicio de emergencia esperando por una atención que simplemente no llegó?

¿Para qué realmente sirven los políticos si no ayudan a mejorar la condición humana de sus hermanos?

Muchos cristianos no desean hablar ni oír hablar de estos problemas, a esta clase de dramas ellos les llaman, ”dramas de los políticos”, y los cristianos obviamente, no deben inmiscuirse en política. ¡Al carajo con todo eso! Dios no nos ha puesto en este mundo podrido para que seamos contemplativos de la realidad como los tibetanos, no señores, es en el poder de La Palabra de Dios y en Su Glorioso Nombre que los PROFETAS en el pasado, hicieron oír sus voces, al costo de morir incluso por declarar mensajes contestatarios relacionados con la justicia y el derecho, no los derechos humanos, porque esa clase de derechos ya estaba declarado anatema por la actitud de los propios jueces y ricos que humillaban a los seres humanos en los tribunales de aquellos tiempos, sino, el derecho de Dios de gobernarnos.  


El silencio de la Iglesia Evangélica en Chile está más que asegurado entonces, eso sí que está más que claro para mi, todo por lo que lucharon muchos valientes hombres de Dios en el pasado en nuestra patria, se fue por el inodoro, y a ellos simplemente les ha importado un carajo, ¿por qué? Porque solo piensan en el billete, en los diezmos, en la plata, la que en tiempos del Apóstol Pablo, ya había cobrado el alma de varios y buenos cristianos. Este parece ser el destino de nuestras realidades, nos perderemos tal vez, en medio de las podridas vertientes subterráneas que llevan nuestros desechos, solo porque a unos corruptos representantes del Evangelio de la Prosperidad, les importó nada el esfuerzo y la valentía con que en este mundo, fuimos muchos cristianos honestos, capaces de defender hasta con nuestras propias vidas las convicciones que el Señor nos traspasó con Su Santo Espíritu. Así que el dolor en algún momento aumentará, el dolor del alma, porque ya no habrá necesidad de reclamar a nadie la veracidad de Las Escrituras, desde luego que no, porque para vivir una vida como la que hoy día han pretendido los propios Ministros de Dios, no se necesita tanta majadería en torno a una verdad que pertenece a otra época, a otra realidad, no a esta, no a la de Chaparro, no a la Édito Espinoza, no a la Witt, no a la de cualquier Ministro de Dios que aferrado en su corazón a las ganancias obtenidas por predicar el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, hoy día dicta cátedra del amor de Dios, incluso en lugares en donde la verdad bien podría transformar la vida de esa clase de personas e infundir en ellos, una verdadera y sublime emoción que nos haga volvernos al verdadero sentido de la CARIDAD de Cristo que reside, ya no en las prédicas de los famosos, o en los cantos de los profesionales multimillonarios que hoy día hacen nata del pueblo que les acoge y les protege, sino, en las aún vigentes páginas de este antiguo y maravilloso libro que me sigue desafiando a diario, en la controvertible pero siempre admirable Persona de Nuestro Señor Jesucristo.